martes, 31 de diciembre de 2002

2.002: Un año para la historia, no para el futuro.

El año se iniciaba con la entrada en vigor del euro, introducción que se nos aseguró no causaría mayores problemas que las de la adopción de una nueva forma de poner los precios, tras dos meses de convivencia con nuestra peseta, contribuyó a ahondar en uno de los principales problemas que soporta la economía española: la inflación.

En nuestra ciudad comenzábamos el año con la puesta en marcha de las cooperativas sociales en las que se transformaban los trabajadores de Procesa que se encontraban en una “situación de irregularidad jurídica” como los definía el propio Ayuntamiento. Seguíamos con la creación de la Mesa para el desarrollo de Ceuta, que nos dejaba como herencia un panfleto de incongruencias más cercano a las novelas de ciencia-ficción amadas por algún multicargo de nuestra ciudad, que a un documento serio y riguroso que aportara soluciones para salir de la crisis. Nos llegaba el Hipermercado, nos invadían el Perejil (aunque algunos todavía duden de la soberanía de la isla); se creaba la Plataforma contra la crisis económica y nos inundaban de ministros y altos cargos para explicarnos un plan de acción que nos llevará al país de las maravillas, aunque todavía esperamos al jefe del estado (en veintisiete años de reinado, ni cinco minutos para los norteafricanos, vaya agenda más prieta).

El escenario en que se encuentra la economía de Ceuta al finalizar este año 2002 es de incertidumbre, una indefinición que viene determinada por la falta de concreción en el modelo de desarrollo económico que nuestras autoridades desean para nuestra ciudad. Tras unos primeros pasos titubeantes en los que de una forma irresponsable se lanzaban globos sondas sobre la posibilidad de nuestra integración en la Unión Aduanera de la Unión Europea (se llegó a realizar un seminario sobre nuestra posible integración con la consiguiente pérdida de las ventajas económico fiscales) sin apenas profundizar en las consecuencias que dichas acciones pudieran tener sobre la posible paralización de inversiones en nuestro pueblo.

No es hasta finales de año, al darse el pistoletazo de salida para las elecciones municipales del año próximo, cuando nuestros responsables locales nos presentan un plan de acción a corto plazo basado en tres pilares principales: el puerto, el turismo y el desarrollo de una industria ligera con vocación exportadora; acompañado de una fuerte inyección de las inversiones del Estado (será par lavar la conciencia de abandono de tantos años). Plan que parece realizado con una rapidez inusitada como respuesta a la amenaza real de nuestro vecino tras la invasión de la Isla del Perejil, más que a un proyecto de futuro se refiere a actuaciones para salir del paso y que pueden provocar una reacción contraria a la esperada llevando a nuestra economía a un callejón sin salida.

Los principales defectos que se observan en este proyecto para el muy corto plazo (no olvidemos que el año que viene las urnas harán balance de este gobierno) es una cierta incongruencia entre el peso del desarrollo del puerto como zona industrial y de abastecimiento junto con la implantación de una industria transformadora ligera; y el de la atracción del turismo tanto cultural como ecológico ( o al menos eso se pretenden) cuando parece que la ampliación de la dársena de poniente hacia la playa Benítez supondrá el total exterminio ecológico de esta zona. ¿Cómo desarrollar un puerto para competir con el de Algeciras en cuestión de servicios y redes de distribución o con el de Gibraltar en cuanto a precios? Parece que estas inversiones llegan con más de quince años de retraso.

Igualmente existe una vaguedad absoluta en las denominadas Reglas de Origen (el propio Alcalde lo reconocía en su visita a Sevilla a primeros de este mes) que hace estéril cualquier planteamiento de desarrollo industrial sin conocer cuál es la definición de “producto de origen ceutí”; ¿cómo se puede realizar una inversión o ni siquiera un mínimo estudio de implantación si se desconoce si el producto que se obtendrá como resultado se considerará dentro de las normas de origen y por tanto susceptible de ser importado por la Unión Europea?

Así mismo, los constantes retrasos en el desarrollo del famoso Polígono Industrial por Procesa resaltan la falta de estructuración del proyecto en su conjunto, como también lo refleja la carencia de un estudio sobre las fuentes de energía de las que se surtirán estas posibles industrias (ya hemos padecido el funcionamiento de nuestra central eléctrica con aquellos apagones de noviembre) o el suministro de agua o la solución con las aguas residuales de estas industrias ( a lo mejor en Procesa creen que esto de las industrias transformadoras es meter las materias primas que se reciben en una caja y colocarles un sello de “made in Ceuta”). Tampoco existe un plan de formación profesional que facilite a las posibles empresas inversoras el personal cualificado que necesite para poner en marcha su negocio, pero claro cómo se van a realizar esos planes si no sabemos qué productos serán considerados “ceutíes”. Lo que viene a determinar la inexistencia de una política industrial, cuando se ha permitido la destrucción de las pocas industrias que estaban implantadas en nuestra ciudad. Procesa en vez de hacer lo que su denominación indica, sus técnicos la han convertido en una oficina burocrática de gestión de subvenciones donde más que la promoción de Ceuta con la creación de empresas y por lo tanto la generación de empleo se intenta agradar a agradar a los amigos con el encargo de estudios y más estudios que no aportan nada nuevo a nuestra situación, pero sí a algunos bolsillos; y sin embargo carecemos de una información estadística fidedigna que nos permita conocer cuál es la realidad de nuestra economía; sería necesario la creación de un Instituto de Estadística. No hay una Sociedad de Capital Riesgo (papel que debería asumir Procesa) para iniciar el desarrollo industrial de nuestra ciudad, facilitando la implantación de empresas con la aportación de una parte del capital de las sociedades.

El plan de “Dinamización del Turismo de la concejalía del ramo no explica cómo se producirá la atracción de ese turismo cultural, ecológico y de congresos y convenciones sin contar con las infraestructuras necesarias para llevarlo a cabo (por fin se reconoce que nuestro Parador necesitaba más que una manita de pintura) ni cuenta con una política que incentive acciones para captar ese turismo ( ahora se habla de regalar el billete del barco, cuando se supone que buscábamos un turismo de alto poder adquisitivo que es el que realiza este tipo de turismo, lo que incide en la falta de base de este plan) ni se cuenta con una persona capacitada para asumir un mínimo de responsabilidad en el desarrollo de este plan.

Nuestro puerto sigue sumido en un profundo sueño con el descenso de pasajeros y tráfico portuario, que se achacará a la crisis internacional provocada por los atentados del once de septiembre, pero difícil de creer cuando nuestro vecino de enfrente sigue incrementando sus volúmenes de trabajo, mientras aquí las inversiones para la mejora de nuestro puerto, que llegan con mas de quince años de retraso, tan sólo conseguirán destruir el entorno de la Playa de Benítez sin conocer un plan de negocio que nos indique que dichas inversiones son o no rentables a medio o largo plazo. Eso sí, a pesar de las llamadas mejoras en la estación marítima seguimos disfrutando de unos servicios tercermundistas y tengan cuidado con el arco de entrada.

Se ha echado en falta un proyecto de modernización de nuestro comercio, segundo sector en generación de empleo tras las Administraciones Públicas, tan sólo se hace hincapié en los intentos de ruptura del monopolio de la distribución comercial pero sin aportarse ideas que posibiliten la reconversión de nuestro comercio tradicional buscándoles nuevas salidas o facilitando su adaptación a usos más modernos.

En empleo, nuestras tasas de parados inscritos en el INEM se han elevado con relación al año anterior; nuestra economía es incapaz, en su estado actual, de crear los suficientes puestos de trabajo necesarios para cortar esta lacra y permitir el arraigo de nuestra población; los jóvenes al no poder optar al mercado de trabajo deben marcharse y como siempre los mejores preparados son los que primero se van. Las políticas de empleo de nuestro Ayuntamiento se centran en los planes de formación (talleres de empleo y escuelas taller) y en el apoyo al autoempleo (las famosas cooperativas con que iniciábamos el año) y ambas financiadas en un alto porcentaje por los fondos europeos. Y los Planes de Empleo, que el año próximo serán gestionados en su totalidad por nuestro consistorio y que más que dar una salida profesional buscan la prolongación de situaciones de dependencia y nepotismo que permitan la obtención de unos cuantos votos cautivos. Estas políticas son insuficientes para lograr la ruptura de la tendencia del crecimiento del paro. No existen acciones de control sobre la efectividad de los planes de formación lo que hace dudar sobre su capacidad como generadora de empleo.

A este proyecto que nuestro Alcalde, único que se lo cree, fundamentó en el puerto, el turismo y la industria ligera de transformación, hay que añadir la falta de equipo, nuestra primera autoridad es un gran profesional, pero con un único profesional no se puede sacar adelante un proyecto que necesita del esfuerzo de muchos y eso es lo que le falta.

El principal problema de nuestra economía es la dependencia de los presupuestos estatales o europeos, que son los que están inyectando dinero a nuestra sociedad, dinero que no está siendo utilizado de la forma correcta para hacer que nuestra ciudad converja con Europa y cada vez nos encontramos más alejados tanto de la media europea como de la española (desde el año 1996 hemos perdido 2,14 puntos con respecto a la media europea, los años del España va bien), parece como si los fondos de convergencia sirvieran para todo lo contrario. Menos mal que el año que viene hay elecciones y eso supone que los Presupuestos Generales del Estado vendrán cargados de dinero y eso nos permitirá respirar un año mas.

sábado, 28 de diciembre de 2002

2.003:Vaya año nos espera.

Estamos en las puertas del nuevo año, un dos mil tres que continuará la contienda política iniciada en este año que se nos va y que se alargará hasta el siguiente con las generales; por ello las decisiones de cambio en las políticas económicas pasarán a un segundo plano, en la búsqueda de políticas electorales que recolecten los votos suficientes. Plantearse cuál será la evolución económica de los próximos doce meses es como situarse ante una bola de cristal ante la imposibilidad de discernir cuáles serán las consecuencias de algunas medidas que se han tomado y sobre todo de las que no se van a tomar por razones electorales.

El principal problema al que se enfrenta nuestra economía, la inflación, seguirá descontrolado, pues medidas como la bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (encontrándonos con precios reales del dinero negativos, los intereses están por debajo de la inflación) o la reducción del IRPF de nuestro Gobierno que se notará en la nómina de enero, provocarán nuevas tensiones al generar un mayor volumen de dinero en los bolsillos de los españoles y por lo tanto hará crecer la demanda de bienes y servicios, induciendo a nuevas subidas de precios. Si a ello añadimos la situación bélica en la que se encuentra el mundo, con el previsto inicio de la guerra contra Irak para finales de enero junto con la crisis interna venezolana (entre ambos países producen unos cinco millones de barriles) colocarán el precio del crudo en torno a los 33 dólares el barril, vemos que la situación económica internacional no favorece a nuestra economía. En el 2.001 los analistas nos indicaron que en este año que cerramos se iniciaría la salida de la crisis, que ni siquiera llegaban a denominarla mas que una ligera recesión; pero en el 2.002 los datos han persistido en demostrarnos que seguimos embarcados en una crisis que va a ser más larga de lo previsto y veremos si empezamos a ver la salida del túnel para el 2004.

No hemos de olvidar que el Gobierno de la nación colaborará con el incremento del precio de la electricidad (después de romper un nuevo compromiso electoral) y de la cuota de abono del teléfono entre otras cosas, y con el petróleo a precios superiores a los treinta dólares, nuestra inflación seguirá por encima del 3,5%, y en momentos puntuales cercana al 4%. Por mucho que nuestro ministro de Economía realice el seguimiento exacto del precio de unos cuantos artículos, lo único que sacará en claro es que el beneficio queda siempre en el mismo bolsillo, pero los precios seguirán subiendo.

En cuanto al crecimiento de nuestro Producto Interior Bruto, las estimaciones más optimistas lo hacen avanzar al 2,5%, muy lejanas de las tasas que nuestro Gobierno nos promete. Aún así, si como es previsible el enfrentamiento bélico se inicia con el año, la tasa de crecimiento de nuestra economía, basada en las exportaciones (cada vez más caras y con pérdida de productividad) y el turismo (con una situación de guerra y a precios de lujo para turismo de masas) se estancará en tasas como las que ahora crecemos (el 1,8-2 %), este ritmo difícilmente hará crear empleo, por lo que seguiremos incrementando nuestro número de desempleados. De tal forma las estimaciones que en los Presupuestos Generales del Estado dejarán de cumplirse, sobre todo la premisa del déficit cero, alejándonos un poco más de la convergencia europea.

En cuanto a nuestra ciudad, las cosas no parecen que vayan a mejorar mucho, lo único que puede hacer variar un poco la situación es el año electoral que viviremos que hará verter un buen montón de dinero para acometer obras, las cuales seguirán sin producir ese cambio esperado en nuestra economía que la haga salir del anquilosamiento en que se encuentra y vuelva a generar el suficiente empleo para nuestros jóvenes. Y, mientras tanto, seguiremos esperando que alguna industria venga preguntando por eso de las Reglas de Origen y los beneficios fiscales; que algún grupo despistado de turistas se atreva a arribar a nuestro puerto tras pagar esos precios; y que la Administración incremente los pluses para que nuestros funcionarios sigan desarraigándose de esta tierra.

Más lejos quedará el 2.004 con la ampliación europea y esperemos con una mejor situación internacional. Desearles desde estas páginas del decano mis mejores deseos de paz y felicidad para el próximo año; y ojalá que la paz sea posible entre los hombres

sábado, 21 de diciembre de 2002

El comercio local

Asistimos desde hace unos años a una crisis en nuestro comercio local, crisis que llega en estos momentos a su etapa más grave y que empieza a generar cierre de empresas y por consiguiente a incrementar nuestras listas de parados. Ahora parece que nuestro Ayuntamiento se ha dado cuenta del asunto y crea rápidamente un plan de actuaciones para maquillar su desinterés por nuestro comercio local a lo largo de casi dos años de mandato del actual equipo de gobierno, con esta serie de gestos de cara a la galería se pretende intentar paliar el desplome de negocios y llegar con un poco más de oxigeno a las próximas elecciones.

Cualquier actuación que tienda a mejorar la situación es siempre bienvenida, pero la inmensa mayoría de estas medidas se definieron y aprobaron en el mes de marzo en aquel rimbombante y estéril documento que se definió como “Medidas para potenciar la actividad productiva y favorecer el desarrollo endógeno”. Nueve meses para poner en marcha cuatro sencillas actuaciones que ya estaban consensuadas entre empresarios, sindicatos, asociaciones de vecinos y ayuntamiento; quizás nuestro gobierno municipal no ha podido llevarlas a cabo por estar ocupado en realizar los estudios técnicos, los de viabilidad y los de implantación del plan, todos totalmente necesarios para acabar haciéndolos de una forma urgente porque se ven con el agua al cuello.

Ya denunciaba en el mes de marzo que con dicho documento tan sólo se ha pretendido realizar el catálogo más amplio de medidas con el fin de aglomerar al mayor número de fuerzas sociales para que todas sintieran sus reivindicaciones representadas y dar el apoyo inquebrantable a un documento; aunque nadie sepa cómo se van a conseguir los objetivos que se persiguen o cómo se van a financiar las medidas. La cuestión es seguir ilusionando a los ciudadanos, haciéndoles creer que se tiene la situación controlada, que se cuenta con los apoyos de aquí y de Madrid, pero tan sólo están vendiendo humo, como otros vendieron manzanas o seguridad o viviendas como las de Patio Páramo, que por cierto siguen sin depurarse las responsabilidades políticas correspondientes.

Ahora se pretende atraer el turismo con una campaña publicitaria en Cádiz y Málaga y supongo que hasta regalando el pasaje, entonces ¿qué ha estado haciendo durante casi mas de tres años la responsable del área de turismo? Esta actuación deja en entredicho toda la “política de turismo” de la concejalía (si es que ha existido) y debería suponer el cese inmediato de tan inepta responsable que ha conseguido que uno de los pilares básicos de la política del equipo de gobierno municipal haya fracasado. ¿Qué deudas se tienen contraídas para permitir que siga en la poltrona? Ese es otro de los problemas que tiene nuestro Alcalde, un gran profesional pero sin equipo de trabajo.

También parte de la culpa hay que achacarla a nuestros comerciantes, no se puede quedar uno con los brazos cruzados esperando que papá estado nos saque las castañas del fuego, los que han sabido reconducir sus negocios capean el temporal y logran no sólo sobrevivir sino ampliar y desarrollar su negocio. , pero no se puede exigir al ayuntamiento que nos traiga el turismo cuando los comercios permanecen cerrados los fines de semana como si fuésemos funcionarios, es necesario ser lo suficientemente flexibles para que la persona que llega a nuestra ciudad pueda irse sabiendo que ha estado de compras, que ha realizado visitas culturales (denigrante el cierre del Parque Marítimo en el puente de la Constitución) y que cuando embarque en el puerto sienta el deseo de volver nuestra ciudad.

Nuestros comerciantes se quejan de que los propios ceutíes son los primeros en huir a la península para efectuar nuestras compras, a pesar de los abusivos precios de las navieras, se deberían plantear cuáles son las razones que nos llevan a pasar el charco para gastarnos el dinero en la península. Y no sólo se trata del precio, la simple atención al cliente o el servicio posventa puede hacer que varíe la sensación hacia nuestro comercio. Los empresarios deben ser los primeros interesados en mejorar su negocio y en muchos casos no lo parecen.

Esperemos que estas pequeñas acciones reconduzcan esta situación y podamos decir en el mes de enero que al menos la caída se ha detenido y nuestro comercio empieza a renacer.

sábado, 14 de diciembre de 2002

... Y el lobby le puso Sevilla a sus pies.

En esta semana nuestro Alcalde, rodeado de una “modesta representación”, ha girado una visita institucional a la capital de Andalucía, Sevilla, donde ha ofrecido una agradable conferencia sobre nuestra ciudad y sus posibilidades empresariales, fundamentalmente. Durante los dos días de estancia, su apretada agenda se ha centrado en dos objetivos principales por un lado, difundir una imagen positiva de nuestra ciudad en los medios de comunicación y por otro, el exponer a los empresarios las ventajas que suponen nuestras
características económico fiscales para realizar sus inversiones. A la vez se intentó profundizar en las relaciones con la Junta de Andalucía, en la que rige sus destinos otro ceutí de pro.

Hay que felicitar a nuestro Alcalde por esta iniciativa que deberá hacer extensiva a otras ciudades no sólo de nuestra España sino de cualquier lugar donde sea factible la obtención de capitales para realizar cualquier inversión productiva que genere puestos de trabajo y riqueza. No es la primera vez que indico la necesidad de esta política de comunicación que puede suponer poder paliar nuestro obscuro futuro con la atracción de empresarios a nuestra ciudad.

Destacar que la intervención de nuestro Primer Edil en la disertación que hizo en el Club Antares, donde había un lleno de los históricos (foro que pocos invitados han conseguido completar) fue amena, instructiva e inteligente aportando una somera pero certera referencia histórica, analizando nuestra situación social, explayándose en nuestras virtudes económicas y convenciendo de un proyecto de futuro para nuestra ciudad. Su nivel técnico e intelectual permitió acercar la realidad de nuestra ciudad y esa capacidad intelectual nadie se la niega, pues fue una de las características más comentada por los asistentes.

En todos los medios de comunicación sevillanos (prensa, radio y televisión) se hizo mención a la visita de nuestra primera autoridad, entrevistas, especiales, artículos de fondo, editoriales, ... Ceuta fue noticia y buena durante dos días en Sevilla. Al igual que los empresarios que fueron movilizados para asistir a la conferencia en la que disertó nuestro Alcalde y con los más interesados desarrolló una comida de trabajo donde se hizo especial hincapié en las ventajas que nuestra tierra puede aportar a sus negocios. O esa mas que institucional entrevista con el presidente andaluz, donde se profundizaron en las posibles actuaciones conjuntas en algunas materias que bien pudieran ampliarse para satisfacción nuestra.

Lo que no puedo certificar es quién fue el verdadero artífice de este grandioso éxito de nuestra ciudad en la capital bética. Y no es por quitar méritos a nuestro Alcalde, pero sin ese grupo de ceutíes que residen en Sevilla difícilmente se podría haber conseguido este logro. Este lobby que piensa en ceutí es el auténtico responsable de que esos dos días nuestra ciudad fuese el punto de admiración de la flor y nata de la sociedad sevillana; con su esfuerzo, sus contactos y su desinterés absoluto han conseguido que la visita de nuestra primera autoridad fuese considerada como una visita de “estado” y que las propuestas presentadas por él fuesen oídas por las personas más influyentes de la sociedad andaluza. Y ese “lobby” es lo que debe hacer reflexionar a nuestro alcalde, personas como ellas nos son absolutamente necesarias para que nuestra ciudad pueda ostentar el lguar que le corresponde en la sociedad española. No sólo existen en Sevilla, en toda España hay personas como ellas, dispuestas a aportar su grano de arena en favor de nuestra ciudad. Su obligación es aunar esos esfuerzos y apoyarles para que no se pierda esa capacidad de fe en nuestra ciudad. En sus manos está, señor Alcalde.

Cosas malas también hubo, pero eso será otro día hoy quiero quedarme con esa sensación del trabajo bien hecho de esos caballas que de una forma desitneresada luchan cada día por el bien de la tierra que llevan en su corazón. Gracias a todos, paisanos.

sábado, 30 de noviembre de 2002

Consolidación del empleo temporal

“La consolidación del empleo temporal”, ésta es una de las muchas frases que un anuncio de nuestro partido gobernante, para dar a conocer las actuaciones de su gobierno de coalición en estos momentos únicamente con los tránsfugas del G.I.L., reproduce como un grandioso éxito de nuestro gobierno local: las acciones realizadas para conseguir consolidar el empleo temporal. Realmente debe ser para ellos un sentimiento de orgullo tener una de las mayores tasas de empleo temporal de España, de ahí que lo proclamen a los cuatro vientos. Pero ello sólo muestra cuál es el tipo de política económica que emplea nuestro querido Partido Popular para tener bocas agradecidas a las que poder exigir su tributo electoral. Así podemos observarlo en los Presupuestos de la ciudad, a los que el responsable de los mismos los considera “realistas” (será porque pertenecen a un organismo oficial del reino de España, porque de reales tienen poco).

En estos Presupuestos nos encontramos con un incremento de los ingresos del 11,1%, la inmensa mayoría debidos a un mayor traspaso de fondos del Estado. Pero también hay reflejado en los mismos un incremento de los ingresos por I.P.S.I. de un 5,46% sobre el presupuesto del año anterior, algo que a cualquier comerciante de nuestra ciudad le debe dar la risa floja, porque en este ejercicio de 2.002 no se consiguen llegar a los datos presupuestados, para el año que viene ya se prevé que se incrementen. Al igual que los Presupuestos Generales del Estado, los nuestros también pecan de ese optimismo desenfrenado en el buen estado de la economía, lo que les hace incrementar los ingresos como si fuesen churros. Pero ello no debe preocuparles mucho a nuestros gobernantes; puesto que con la puesta en marcha de la Ley de Medidas Fiscales, céntimo que falte para cuadrar nuestro presupuesto, céntimo que será transferido rápidamente por el Estado para evitar que caigamos en el pecado del déficit público. De esta forma nuestros dirigentes no deben inquietarse por los ingresos pues estos estarán asegurados por nuestro papá estado.

Esta forma de financiación basada en los presupuestos del Estado es otra forma de sopa boba, si los ingresos de la primera empresa de la ciudad, el Ayuntamiento, dependen en casi un cincuenta por ciento de las transferencias de Madrid y no de sus propios ingresos, la independencia financiera es nula y quedaremos expuestos a los intereses de quien en cada momento decida en Madrid. Otra forma de saltarse la Constitución, al atentar contra la suficiencia financiera de los Ayuntamientos (art. 142).

En cuanto a los gastos es curioso que las concejalías que disminuyen sus presupuestos son las de Turismo, Participación Ciudadana y Sanidad y Consumo ( todas las dirigidas por ex miembros del GIL) y la de Cultura ( para que la queremos, si solo sabemos hacer cubriciones) . La de Economía y desempleo da igual porque lo gordo está controlado por Procesa y sus técnicos. También añadir que la de Bienestar Social incrementa su presupuesto, será que ya esta bajo el control del Partido Popular. A pesar de la disminución de una concejalía los gastos de los altos cargos sólo disminuye un 0.75%, debe ser que como ahora son algunos menos deben cobrar algo más por las horas extras que realizan, porque ese concepto se incrementa un 37,5% o quizás sea en el concepto de “gratificaciones” y así poder recompensar a aquellos funcionarios que merezcan desde su punto de vista una mayor retribución por cumplir con los deberes asignados.

Ahora sí, el utilizar los presupuestos como herramienta de política económica para qué, seguimos sin modificar la figura del IPSI en función de la situación que viva nuestra economía (quizás una reducción del mismo tuviera unos efectos “reales” más positivos que la continuidad en los tipos); tampoco se han presupuestado herramientas que permitan relanzar la economía , ni tampoco existen políticas que fomenten el empleo fijo y se continua apoyando la temporalidad (Planes de empleo, Escuelas Taller, Obimasa, etc.) o a las cooperativas sociales que asumen funciones del ayuntamiento. Los gastos sociales son mínimos y el incremento de la partida de gastos de la concejalía de Bienestar Social está relacionado con el coste del mantenimiento de los llamados niños transfronterizos ( políticas de asistencia a la mujer, a los parados de larga duración, reinserción de drogadictos o ex reclusos, etc., son mínimas); en cuanto a la política de vivienda se deja en manos de la iniciativa privada cuando debería adquirirse suelo para la realización directa de viviendas de protección oficial (para poder reducir el preciode adquisición); en vez de potenciar el transporte público, se fomenta el privado con la construcción de aparcamientos (en contra de todas las políticas modernas de urbanismo); en Medio Ambiente, la recogida de papel o de vidrio es de cara a la galería; pues a pesar del esfuerzo que hace el ciudadano para separar el tipo de basura, la empresa de recogida lo vuelve a unificar todo porque no hay convenio para su retirada con una empresa especializada; por no hablar de neumáticos o de la retirada de vehículos. Y se sigue sin tener una política de Medio Ambiente digna. La asignación de subvenciones no está reglamentada lo que deja al libre albedrío del político de turno su aprobación.
Total otra oportunidad perdida para poder mejorar nuestra ciudad, pero los sueldos si los seguirán cobrando.

sábado, 23 de noviembre de 2002

El C.E.S. y su Memoria

Acaba de presentar nuestro Consejo Económico y Social (CES) la última Memoria Socioeconómica y Laboral de Ceuta correspondiente al pasado año 2.001. Vaya antes que nada mi felicitación ante la mejor obra de estudio de nuestra ciudad en el ámbito económico, a pesar de ser la única, a través de sus casi trescientas páginas nos empapamos de datos y datos que difícilmente podríamos encontrar conjuntamente. Los interesados en ahondar en nuestras características socioeconómicas la esperamos como agua de mayo; por ello quisiera de una forma constructiva realizar una crítica para que sea posible su mejora y lograr avanzar en el análisis de las variables que influyen en nuestro desarrollo.
En primer lugar un informe que se considere serio no puede presentarse transcurridos más de diez meses de los datos que analiza y además como si en esos diez meses no se hubieran producido hechos que afectan gravemente a nuestra economía, sin una justificación o razonamiento que explique las causas que han provocado tamaño retraso; para ese tipo de estudios “histórico-recopilatorios” creo que deberíamos dedicar el presupuesto que nuestro CES tiene asignado a estos “estudios” al necesitadísimo Instituto de Estudios Ceutíes que quizás obtenga mayor provecho de esos fondos.

Desde un lenguaje pseudo científico se intenta diseñar un texto para iniciados que va encadenando ciertos errores técnicos que lo convierten en un galimatías que muy posiblemente ni siquiera entiendan sus creadores, cuando no se dan aseveraciones que deben contemplarse como dogmas de fe sin un razonamiento concatenado que permita llegar a esa hipótesis de trabajo, se producen errores en la interpretación de las variables que se utilizan confundiendo la lectura y debiendo de retomarse la misma tras un análisis (confusión entre euros y pesetas, datos en las explicaciones que en los cuadros tienen otros valores).

Sería interesante utilizar un registro lingüístico más coloquial y sencillo que no disminuye la calidad de la obra, si su labor es difundir entre un mayor número de personas la situación en que se encuentra nuestra ciudad o quizás prefieran seguir siendo como los hechiceros de la tribu que esconden las esencias de su trabajo para evitar que se conozcan sus fallos. También sería necesario un diccionario de términos o de los acrónimos utilizados, no todos pueden llegar a conocer qué es el PIB o el VAB pb ó G7 ó M3 . O explicarnos por qué se pasa de una variable a otra en el análisis de una cuestión.

De señalar cómo nuestro CES se deja arrastrar por los datos que recibe dando veracidad a una serie de números que el menor análisis o incluso el cruce de las informaciones que trascribe los hace refutables, así nos encontramos que según la Memoria, Ceuta ha recibido un total de 1.192.995 visitantes según la Concejalía de Turismo; que son los datos que suministra la Autoridad Portuaria como pasajeros entrados por el Puerto, y que las compañías de transporte marítimo estiman que un 35% son residentes en Ceuta ( o quizás habría que indicar que un 35% de los billetes obtienen el descuento de residentes); ¿la conclusión es que recibimos casi un millón doscientos mil turistas, como quiere interpretar nuestra concejala?

Igualmente en la Memoria se dificulta y en algunos casos se tergiversan los datos al no estar los mismos individualizados para nuestra ciudad y así nos encontramos que se dan datos para Ceuta cuando corresponden a Ceuta y Melilla, o incluso a Andalucía y ambas ciudades; lo que puede llevar a errores a la hora de analizar la información pues no es igual un coste salarial medio en Ceuta que si el que se da es el de Andalucía, Ceuta y Melilla. Estos datos deberían quedar bien claros en la Memoria si desea ser considerada con un mínimo de rigor científico, cosa que no se expone en ningún lugar, llegando a la conclusión de que “se puede afirmar que nuestra Ciudad no tiene unos costes salariales muy elevados, a pesar de contar con Plus de Residencia, por lo que se puede afirmar que puede ser un incentivo a la inversión empresarial”. Pues tiene el mismo coste salarial que toda Andalucía y que Melilla, según sus datos (cuadro página 141) y Andalucía sin Plus de Residencia.

Al analizar los diferentes presupuestos de la Administración Local en algunos organismos se detallan hasta la última peseta, de otros tan sólo se muestran parte de los mismos, con lo que el análisis de sus cuentas queda un tanto oscurecido ¿por qué se ocultan el resto de los conceptos y casi siempre los de gastos de personal? La ocultación de una información que es pública, pues puede obtenerse en otras fuentes, lo único que conduce a pensar es que no se desea darle publicidad por evitar que la opinión pública lo sepa.

La misión de nuestro CES es palpar la realidad y mostrárnosla, no dar la visión que nuestras autoridades le transmiten; la falta de ese espíritu crítico que debería poseer cualquier ente independiente se echa en falta y aunque se han incluido en el capítulo de las conclusiones una serie de recomendaciones, éstas son tan genéricas que mas que críticas parecen los consejos de la abuelita. Si la actualidad nos lo permite iremos degranando estas recomendaciones.

Concluir que es el mejor estudio sobre nuestra economía que tenemos y que sería una buena idea, apoyarse en esa incipiente Escuela de Ciencias Empresariales para que sus alumnos se habituaran no sólo con estos lenguajes sino con la realización de algunos estudios que profundizaran en aquellas variables que no están desagregadas para nuestra Ciudad.

sábado, 16 de noviembre de 2002

Inflación: esa descocada.

Acaban de publicarse los datos de la tasa de inflación y los de la Encuesta de Población Activa. Ambos empiezan a mostrar la difícil situación en que se encuentra nuestra economía, no sólo por la situación internacional, sino sobre todo porque nuestra economía ha estado creciendo a remolque de las demás, basándonos en el turismo y en la competitividad de nuestras exportaciones. Y nuestro Gobierno no ha sido capaz, en época de vacas gordas, modificar nuestra estructura productiva para poder cambiar nuestro tipo de crecimiento.

Así nos encontramos con una tasa de inflación nacional del 4% interanual (3.5% en lo que va de año) y en el caso de nuestra ciudad, un 3.9% ,la interanual y un 3.3% en lo que va de año. Y todavía nos quedan dos meses en los que los precios suelen lanzarse a una carrera desenfrenada hacia el cielo, así que es muy posible que la inflación acabe en el 4% o por encima; al doble de la previsión del gobierno. Realizando un análisis por grupos nos encontramos que es el de Vestido y Calzado el que se ha disparado , con un 11.9% de subida mensual( y dentro del grupo el Vestido alcanza un incremento del 13.8%); el siguiente grupo más inflacionista es el de Transporte (0.7% de subida mensual).

Ello va a llevar a nuevos incrementos de los precios, como pescadilla que se muerde la cola, al tener que incrementar, por un lado, los convenios colectivos con cláusulas de revisión automática, provocando una subida en los costes de producción de las empresas que se repercutirán nuevamente en los precios; y por otro lado nuestro Gobierno deberá abonar a nuestros pensionistas la diferencia entre el I.P.C. real y la previsión de inflación; con lo que se provocará un desfase en las cuentas del Estado (más de 2.200 millones de pesetas, pero que repercutirán en el presupuesto del año próximo).

La cuestión está en que la inflación sigue subiendo a pesar del frenazo de la economía, la reducción de la demanda no ha provocado una disminución de los precios que hubiera sido lo más normal y no lo ha provocado porque los mercados son demasiado rígidos para provocar la reducción y las medidas de liberalización tomadas por el gobierno están causando los efectos contrarios a los esperados.

En vez de tener unos mercados más flexibles y competitivos nos encontramos con sectores que actúan como auténticos monopolios en la fijación de los precios finales y sus servicios son de países tercermundistas. Nuestro Gobierno es un gran analista, rápidamente encuentra las causas que provocan los aumentos de precios (en unos casos, el petróleo; en otros, los alimentos; o incluso en alguna ocasión el ansia de los empresarios por incrementar sus beneficios), pero resulta un mal gestor pues no es capaz de aplicar las medidas correctoras para evitar una tasa de inflación tan elevada; los problemas no son coyunturales, sino estructurales.

Así ahora los culpables de la inflación son las cláusulas retrógradas de los convenios colectivos, que lo único que intentan es mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y que se aplican como consecuencia del descontrol que el equipo económico del Gobierno ha provocado en la inflación por su falta de política económica. Porque cuando se negocia un convenio colectivo se tiene en cuenta la previsión de la tasa de inflación que el Gobierno da y que reiteradamente incumple; no son los trabajadores o los empresarios los culpables sino la falta de una política económica que permita mantener bajo control los precios.

Y esa es otra de las asignaturas que el Partido Popular suspende, junto con muchas otras que conocemos de sobra. El Gobierno ha sabido aprovecharse de los éxitos de la coyuntura internacional, pero no ha podido mejorar nuestras estructuras económicas para cambiar los funcionamientos obsoletos de nuestros mercados.

sábado, 9 de noviembre de 2002

Otro tipo de política económica.

A finales del pasado mes de octubre ciento ochenta y un economistas españoles han hecho público un manifiesto en defensa de otra forma de hacer Política Económica. Este documento expone en tres sencillos folios cuál es la verdadera situación en la que se encuentra nuestro país y cuáles deberían ser las soluciones a aplicar para poder cambiar la estructura económica de nuestra sociedad, sin necesidad de transportarnos a un mundo de ilusiones y fantasías.

La descripción es tan demoledora y tan fundamentada en datos que poco puede argumentarse en defensa de esa “España va bien” que nuestro partido gobernante quiere vendernos. En tan sólo dos años, el ritmo de crecimiento se ha reducido en un cincuenta por ciento ( de tasas superiores al 4% estamos haciéndolo por debajo del 2%); la inversión en bienes de equipo está en tasas negativas (con lo que conlleva de reducción de crecimientos futuros), al igual que las exportaciones; la inflación crece al doble que el Producto Interior Bruto ( y sin entrar en comparaciones con nuestros vecinos) y el paro se situa en los niveles de hace tres años; tan sólo la construcción hace crecer a nuestra economía, porque el turismo, gallina de los huevos de oro de nuestro desarrollo nos la estamos cargando al mantener un turismo de masas a precios de élite.

Nuestro Gobierno no ha sabido aprovechar de la forma adecuada la incorporación de España a la moneda única, las altas tasas de crecimiento económico y de estabilidad ( apoyadas en acuerdos entre Sindicatos y Organizacioens Empresariales, no se olvide) no han sido dirigidas hacia las reformas estructurales que permitieran reducir las distancias que en infraestructura, investigación y desarrollo, capital humano o inflación nos separan del resto de Europa, por no hablar de gasto social, educativo o sanitario (que nuestro partido gobernante desea privatizar).

Y ahora ante la mayor ampliación de la Unión Europea se hacen más necesarias que nunca para poder alcanzar el nivel de desarrollo de nuestros socios y nuestro Gobierno nos sorprende con unos Pesupuestos Generales del Estado basados en unas magnitudes macroeconómicas que han sido puestas en duda hasta por el amaestrado Banco de España. Unos presupuestos que se fundamentan en cumplir con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo cuando el resto de socios andan buscando unas políticas presupuetarias cíclicas que permitan remontar la marcha de la economía sin necesidad de llegar a los unos niveles de déficit público desorbitados. Como ejemplo podríamos poner al ultraconservador Bush que de defensor a ultranza del libre mercado ha pasado a ser un valedor nato de las ideas kynesianas (pero de derechas) y un superavit de 127.000 millones de dólares, lo ha transformado en un déficit de 165.000 millones de dolares mediante el incremento de las políticas de seguridad y defensa; concede ayudas a las empresas aéreas, los agricultores y el cierre de su mercado a sectores como la metalurgia o la madera. Mientras nosotros seguimos siendo más papistas que el Papa.

La liberalización de mercados de la que tanto se pavonea nuestro gobierno central ha provocado que tengamos los servicios más caros de Europa, puesto que sus intervenciones en los mismos han consistido en en la defensa de los intereses de los oligopolios existentes (agua, gas, electricidad, teléfono, erc.) en contra de los usuarios. La política económica debe luchar contra el permanente incremento de los precios a través de una mayor liberalización y competencia en los mercados y con un Tribunal de Defensa de la Competencia más independiente.

El gasto social por habitante representa el 63% de la media europea y ocupamos el último lugar en políticas de protección a la familia y ahora, tras seis años de gobierno, las medidas aprobadas recientemente favorecen las rentas más altas, puesto que son deducciones sobre impuestos retenidos (se deducirán los que los hayan pagados). Menos mal que nuestro partido gobernante iba a defender a la familia como base de nuestra sociedad occidental.

La política fiscal y preupuestaria deben ser las bases del cambio estructural de nuestra economía, motivado por la cesión a la Unión Europea de nuestra capacidad de intervención en la política monetaria y en el tipo de cambio, aquéllas deben dar el impulso necesario para que antes de que se produzca la nueva ampliación de la Unión Europea, podamos avanzar en la convergencia.

Al menos queda la esperanza de que el "pensamiento único" empieza a desquebrajarse y que nos encontramos con voces discordantes que discrepan de la realidad económica virtual con la que nuestro Gobierno encandila y eso, hoy en día es signo de ilusión.

sábado, 2 de noviembre de 2002

Todo vale ¿o no?

El pensamiento único que impone nuestro partido gobernante está llevando a nuestra sociedad hacia una situación de vacío intelectual que hace que cualquier suceso se vea contemplado desde fuera de cualquier ética, de la forma más aséptica posible puesto que sólo hay una forma de hacer las cosas, como la hacen ellos. No porque crean que tengan la verdad absoluta, sino porque tienen la verdad. La iniciativa crítica que se presuponía a la persona ha acabado por desaparecer ante la imposición de esta nueva actitud, porque como ideología carece de todo fundamento.

Ahora nos encontramos en que situaciones que deberían provocar el mayor de los rechazos, aunque sean las más legales del mundo, causan adhesiones inquebrantables y actos de desagravios a las personas que de oportunistas se convierten en víctimas de odios y sinrazones. En esta ocasión ha sido nuestro diputado, el cual se ha visto obligado a dimitir (no como diputado, que hubiera sido lo lógico) sino de su cargo como asesor de una empresa de seguridad (asesoramiento que supongo no sería gratuito) de una forma voluntaria y sin presiones de su partido, porque el desempeño de ese cargo no era incompatible con sus funciones de diputado.

Incompatible no será, pero un representante de la soberanía popular, por lo cual cobra un buen sueldo y demás complementos, cuya principal actividad es realizar las normas que rigen nuestra sociedad, pues forma parte del poder legislativo; se dedique a asesorar a una empresa en su ámbito de actuación, en el que directamente legisla, no parece la actuación más lógica, o al menos a mi me parece de poco calado moral que nuestro diputado ponga a disposición de una empresa los conocimientos que como miembro del Congreso le pagamos entre todos; sin embargo esa es la idea que desarrolla nuestro partido gobernante, estamos en un mercado libre, la empresa que más ofrezca se quedará con los servicios. Viva el libre mercado.

A lo mejor es que nuestro diputado entiende que su trabajo es sólo llegar y votar el texto que su partido ha realizado no se sabe donde y como él no participa en las deliberaciones de la construcción de nuestras leyes, él no tiene ningún problema moral para aceptar el cargo de asesor, porque los intereses de la empresa que asesora no influirán en la realización de nuestras normas. Y lo que el vende son sus dilatados conocimientos en el campo de la seguridad obtenidos en su larga experiencia como profesional de este sector, por lo que no se mezclan en ningún momento las cuestiones de la cosa pública con las de su bolsillo particular.

Y algunos me dirán es que puestos en esa tesitura, un diputado que fuese médico no podría trabajar en la Comisión de Sanidad. Si es médico, podrá trabajar en la comisión de Sanidad, pues probablemente sea la actividad que más conozca; lo que no podrá hacer es asesorar a una empresa farmacéutica o colaborar en la gestión de hospitales privados, o incluso ejercer la medicina en dichos centros. Cuando uno adquiere la condición de diputado, lo hace para representar a sus electores a través de un programa electoral; si en él se ha recogido la defensa de los intereses de una empresa de seguridad, de un laboratorio farmacéutico, haganlo, pero no será necesario, con posterioridad, cobrar por realizar esa defensa pues ya la pagamos entre todos. Eso es lo que detesto, que será todo lo legalmente compatible que se quiera, pero en la moral en que a mi me educaron no me cuadra. ¿Será esto la regeneración democrática de la que tanto hablaban?

sábado, 26 de octubre de 2002

Diestro o ¿siniestro?

Es curioso el planteamiento que suelen realizar algunas personas al intentar desvincularse de la política cuando están metidas de lleno en ella; refugiándose bajo la inofensiva piel de técnico pretenden convencernos de que su tarea es como la de aquellos tecnócratas del tardofranquismo que intentaban conducir a nuestra sociedad hacia altas cotas de progreso con la finalización de la autarquía y los planes de desarrollo, pero sin verse inmiscuido en las oscuras luchas políticas que no suelen estar bien vistas y de las que ellos ni saben ni entienden, pero participan. Cuando uno es elegido de una forma directa para asumir un cargo con responsabilidad en la aplicación de una política en la Administración, uno es un político; y debe partir de esa premisa para evitar caer en errores no sólo de interpretación, sino de acción u omisión.

El pasado domingo el responsable de Procesa, empresa municipal, otorgaba una entrevista al decano de la prensa local; en ella hacía una libre interpretación de nuestra situación económica y se planteaba las posibles soluciones a la supuesta crisis que padecen los empresarios y los trabajadores, no los técnicos como él que bastante hacen con intentar pensar en alguna solución o en buscar fuentes de financiación que ni siquiera se utilizan por el desconocimiento de los usuarios.

Según nuestro refutado técnico nuestra sociedad es como una mesa con una sola pata, que es el comercio, y para darle un mayor equilibrio a esa mesa y evitar que se desmorone, es necesario buscar otras patas donde apoyarse y así nos indica que deberíamos basar nuestra obsoleta estructura económica en el turismo y en la industria. Nuestro turismo lo define como un “diamante en bruto”; aunque ahora, y en vista no sólo de los resultados sino de las políticas que se aplican, deberíamos decir que es una piedra, un canto rodado que se va limando con los golpes de los errores de la concejalía. ¿Habrán conseguido encontrar la definición de turismo cultural? ¿Y la de turismo ecológico? O quizás sea eso que menta como el turismo “relacionado con el mar”. Sin embargo para conseguir pulir ese canto es necesario dotar de “las infraestructuras mínimas necesarias y con el esfuerzo promocional”. Entonces la rehabilitación de las Murallas Reales, los miradores, la “cubrición” de la Basílica Tardorromana, la construcción de la Manzana del Revellín ¿qué son? Y la asistencia a Ferias, Congresos, Seminarios, Mesas Redondas y demás Saraos de nuestra afamada concejala del ramo, ¿no es un esfuerzo promocional? ¿O es turismo personal? ¿O quizás quiera indicarnos que la creación de estas infraestructuras y de ese Plan de Dinamización del Turismo no son los más adecuados para hacer de Ceuta un destino turístico que se convierta en una de esas patitas de su mesa? ¿Se le escapó la vena técnica?

Con relación a la industria, nos indica nuestro técnico que se han esforzado en la pequeña y mediana industria transformadora para que aprovechen las Reglas de Origen (aquellas que en el año 2.000 hubo que salir corriendo a renovar para que no se perdieran). La explicación que nos ofrece sobre las mismas debe ser fruto de la mala baba interpretativa de la prensa canallesca, puesto que si su razonamiento es tal como se expresa en esas líneas les recomendaría a nuestros industriales italianos que no pierdan el número de teléfono del señor ministro porque deberán facilitárselo a los aventureros que se arriesguen a producir bajo esas normas y acabar llamándole para ver si algún sesudo técnico logra descifrar si “El nuevo reglamento sí es aplicable, pero es difícil de aplicar (...) y las empresas tienen que preguntar si su producto es susceptible de acogerse”. Pero se pregunta ¿antes o después de montar la industria? Porque con estas normas ya me dirán que empresas se deciden a invertir por mucho que se les financie el cincuenta por ciento.

En cuanto a las infraestructuras industriales, nuestro técnico nos indica que se va a poner a disposición de las empresas el suelo necesario; si de una vez por todas se falla el concurso habilitado para ello, porque lo que no indica es que es la segunda vez que se saca la creación del Polígono Industrial (mientras los otros polígonos “comerciales” duermen el sueño de la alegalidad absoluta). Tampoco nos indica como realizarán el transporte de mercancías nuestros industriales con esos precios de las navieras, ni cuál va a ser la fuente energética que les permita poner en marcha sus industrias o si el abastecimiento de agua será suficiente y a precios competitivos. Eso son cuestiones menores que no tienen ninguna importancia para la creación de una empresa. Lo que no faltará será personal preparado dentro de cuatro o cinco años cuando sepamos los especialistas que necesitan las industrias.

Por último nuestro técnico hace una defensa a ultranza de los Fondos Estructurales de la Unión Europea, tranquilidad en la ciudadanía, no nos asustemos: la sopa boba seguirá viniendo a Ceuta, aunque pasemos a ser una Unión Europea de veinticinco países, los fondos continuarán llenando nuestras arcas porque nuestro PIB per capita, que es el parámetro que indica si cobramos o no esos fondos estructurales, pasará de ser sólo el 67.2% de la media comunitaria al 73.8%, lejos todavía del 75% que delimita la definición de Región Objetivo I. Y además todas estas inversiones que se realizan con los Fondos Europeos no conseguirán añadir ese 1,2% que nos falta, que ya se encargarán de evitarlo vaya a ser que perdamos la sopa boba.

sábado, 19 de octubre de 2002

El Estatuto de la discordia.

Es cierto que al denominado Estatuto de Autonomía de Ceuta (que este es el nombre que figura en la ley y no otro) no le sale ningún defensor, pero es que ahora no lo quieren ni sus padres: nuevamente vuelve a ser objeto de disputa entre nuestros partidos nacionales, porque los partidos localistas lo consideran un hijo bastardo al cual hay que repudiar de una forma categórica sin derecho a bien alguno.

Con el referido Estatuto, que parieron los dos partidos nacionales con mayor representación (PP y PSOE, en aquel momento más PSOE que PP), no se ponen ni de acuerdo en la paternidad del muchacho y tampoco sería tan complicado el responsabilizarse de tamaño desafuero, que no hay mayor virtud que la de reconocer los errores, pero ya sabemos que eso es una cuestión de sabios y de esos abundan pocos por la filas de nuestra política, por no hablar de otras cualidades más necesarias para ejercer un cargo público. Ahora la disputa ha comenzado con unas declaraciones del Presidente Popular contestadas por la Secretaria General Socialista, que más parecen aquellas peleas infantiles del “yo no he sido, ha sido éste, señorita”. Que si uno quería una Carta Municipal, que si el otro estaba en la defensa de la autonomía desde el principio; y es para preguntarse de qué sirven estas acusaciones cruzadas para nuestro futuro, supongo que para que puedan vanagloriarse de los “logros” conseguidos.

Pero, a decir verdad, el susodicho Estatuto no ha solucionado nada, para unos seguimos siendo la Cenicienta del cuento, donde estamos excluidos de nuestro reconocido derecho constitucional a la autonomía; para otros es un arma arrojadiza al contrario con la que azuzar a las masas cuando se acercan las consabidas elecciones de turno (y ahora lo estaremos dos años seguidos). Y no sé para qué queremos tanta autonomía o el exigir tener capacidad legislativa cuando no podemos ni con la capacidad reglamentaria asumida, puesto que no son suficientes nuestros veinticinco representantes municipales para sacar los Reglamentos de las pocas competencias asumidas, que lo dice el Foro del Estrecho, que para realizar tanta labor serían necesarios el doble de personas; pues si con veinticinco tenemos lo que tenemos imagínense con el doble.

Deberíamos asumir que somos un territorio de algo más de diecinueve kilómetros cuadrados con alrededor de setenta mil habitantes y que, desde mi punto de vista, no podemos crear toda una estructura de autonomía con consejeros, viceconsejeros, directores generales, coordinadores, etcétera, etcétera. Nuestros políticos deberían pensar en ofrecer algo adaptable a nuestras características, ¿quizás sea pedirles demasiado que adapten las estructuras de la administración local a las verdaderas necesidades de la gestión que tienen encomendadas? ¿o cuántos favores deben para colocar a esa caterva de vividores? La solución al mapa regional español con “el café para todos” no es las más razonable, aunque sí las más rentable políticamente. La pretensión de otorgar una Carta Municipal a la Ciudad, con la asunción de una competencias asumibles por nuestros veinticinco concejales y nuestra adscripción a la Comunidad Autónoma de Andalucía es la solución más factible para nuestra tierra. Por un lado seríamos considerados como lo que somos, un Ayuntamiento con unas características un tanto especiales y estaríamos incluidos dentro de una Comunidad Autónoma como el resto de nuestros paisanos. Esta fórmula nos hubiera permitido evitar la problemática legal que se plantea con las dos ciudades y las competencias no asumidas por ellas, cuestión que ahora queda un tanto indefinida.

Es una idea que siempre he considerado y de la cual ni me avergüenzo ni me arrepiento, mientras no me convenzan unos u otros de la bondad de un Estatuto de Autonomía seguiré pensando que mi pueblo es un Ayuntamiento y como tal hay que tratarlo; con algunas características peculiares, pero Ayuntamiento al fin y al cabo.

sábado, 12 de octubre de 2002

El futuro nunca llega

Nuevamente vuelve a ser noticia nuestro futuro económico, ahora no sólo envuelto en las maravillosas propuestas de nuestro partido gobernante y sus fabulosos Presupuesto Generales del Estado, donde se incluyen infinidad de inversiones para nuestra ciudad, al menos en el papel, luego ya veremos si realmente se llevan a la práctica o no ( como ese otro mundo virtual en el que vive el Gobierno; el de la radio digital con menos de mil receptores; o la televisión digital sin receptores; o la telefonía móvil de tercera generación cobrado pero sin tecnología para emitir; etc.). Sino en la preocupante situación de saber hacia dónde vamos. Esta vez ha sido nuestro Presidente del Consejo Económico y Social quien le ha sacado los colores nuestro gobierno local.

En el último (y segundo) número de la revista “Participación Ciudadana” editada lujosamente por la concejalía del ramo para mayor gloria y honor de su tránsfuga de turno ( en la cual sale su persona en ocho páginas , es decir el 25% de su tamaño, vaya publicidad), Basilio Fernández en una entrevista que le realiza algún sufrido currante sin derecho a salir (como toda la revista que esta basada en el anonimato) nos dice que “hay otra cuestión que debe preocupar a los ceutíes y que debe tomarse su solución con la rapidez que la situación requiere “establecer el modelo que queremos tener para los próximos años, no podemos estar meditando constantemente en si Reglas de Origen sí o no, Aduana comercial si o no, integración en la UE totalmente o seguir con un régimen especial. Cualquiera puede ser bueno, pero establezcámoslo, porque no podemos seguir dando tumbos, no hay mucho tiempo que perder””.

Es decir que después de un año de estar meditando sobre cual va a ser el modelo de desarrollo económico una de las personas más influyentes de la ciudad todavía no sabe cuál va a ser. Es demasiado grave, pues ahora en los dos próximos años electorales nuestros políticos van a estar con sus pensamientos en obtener el voto y eso de pensar (que ya de por sí es un ejercicio harto improbable en sus mentes de cortopensantes) lo tendrán puesto en el golpe de imagen para la próxima elección.

Si nuestro futuro económico debe estar definido para el 2.010 como fin del desarme arancelario de nuestro vecino o para el 2.005 con la ampliación de la Unión Europea hacia el este; poco tiempo nos queda para seguir moldeando nuestro futuro. Hace ya un año que vengo indicando la necesidad de definir este modelo, por una cuestión de seguridad para las posibles inversiones productivas que generen nuevos empleos y para poder generar las infraestructuras necesarias para ese modelo. Nuestros políticos siguen pensando en el corto plazo, tal como escribía en noviembre del año pasado “no sólo el trabajo conduce a la obtención de resultados, el estar muchas horas trabajando puede no ser lo mejor si no sabemos hacia donde vamos o el camino que hemos tomado se decidió incorrectamente”. Podemos ir hasta los fines de semana a trabajar, pero si los proyectos están equivocados solo retrocederemos.

Es necesario y urgente definir nuestro modelo de desarrollo. No podemos esperar dos años a que nuestros políticos se decidan ( que eso de que tomen decisiones ya es raro); si ellos no lo hacen nuestra sociedad civil debería enseñarles el camino.

sábado, 5 de octubre de 2002

Alabado sea el PP nuestro señor

Alabado sea el PP nuestro señor y dichosos sus parlamentarios, que han conseguido de nuestros próceres tamaña inversión nunca vista para nuestros hogares. Dichosa su comisión ejecutiva, encabezada por su abnegado presidente y el resto de sus dirigentes. Dichosos una y mil veces por tanta fortuna que traerán a nuestra tierra. Los Presupuestos Generales del Estado como lotería de Navidad repartirán la nada despreciable suma de 71 millones de euros (unos 11.800 millones de nuestras enterradas pesetas). Y no sólo eso, de aquí a final de año, si los ingresos de nuestra depauperada economía no llegan a lo presupuestado, nuestro glorioso gobierno central en una alarde de magnánima justicia nos reportará otros 18 millones para que nuestro esforzado responsable de la hacienda local pueda cuadrar su presupuesto y pagar las merecidas nóminas de las huestes que dirigen nuestra ciudad, para que vean compensados sus denodados esfuerzos para conseguir que la sopa boba siga llegando hasta sus bolsillos.

Como insólito han calificado las cantidades que los Presupuestos Generales del Estado han destinado a nuestra ciudad, mas que las cantidades habría que calificar de insólito la totalidad de los Presupuestos, que parecen realizados para ese país tan virtual al que le encanta hacer referencia a nuestro Presidente Aznar , pero que en nada se asemeja a la realidad económica que padece nuestro país sumida en una fase de recesión. Para nuestros gobernantes imbuidos como Alicia en su País de la Maravillas, la realización de los Presupuestos ( herramienta vital para nuestra economía) se ha basado en una serie de premisas sin fundamento real alguno. El primer requisito ha sido el cumplimiento de la Ley de Disciplina Presupuestaria, ley que exige que los ingresos sean iguales a los gastos. A partir de esa regla aritmética y para no herir sensibilidades en este año electoral nuestros responsables económicos han empezado a construir un edificio sobre patas de papel.

Para nuestro ministro de Hacienda nuestra economía crecerá el año que viene un 3%, dato que debe dar a cualquier asesor económico la risa floja, pues en este año 2.002 en el cual se realizaron unas previsiones parecidas (2.9%) terminaremos, como ya dicen hasta voces del propio gobierno “en torno al 2%” (o sea al 1,8%). Hasta el Fondo Monetario Internacional con los datos suministrados por el Gobierno para realizar sus presupuestos, rebaja el crecimiento al 2.7%. Nuestra tasa de inflación (el IPC) se situará en el 2%, cuando en este año acabaremos en el 4%. Si las bases de nuestra economía son el sector exterior y el turismo con la pérdida de competitividad derivada de la inflación y de nuestra reducida productividad y la fuga del turismo de masas hacia lugares más baratos, impiden que la tasa de crecimiento del PIB sea verosímil.

Los ingresos fiscales prevén que crezcan un 5,5% apoyados en un crecimiento de la recaudación del Impuesto de Sociedades del 7%, es decir que dada la cifra record de beneficios de este año (aupada por las ventajas fiscales de acumular plusvalías) de las empresas españolas, este ejercicio del 2.002 que será el que se liquide el próximo, las empresas declararán más beneficio, cuando en los seis primeros meses del año las empresas no financieras redujeron sus ganancias casi un 48%. Aún así nuestros responsables económicos creen que nuestras empresas tributarán más. Además se producirá una reducción de los ingresos por IRPF. Con esta base de ingresos ya es factible hacer crecer las inversiones del Estado en el porcentaje que quieran y en cualquier área, incrementar los gastos sociales y conseguir el déficit cero para que nuestros socios en Europa vean que nuestra economía va estupendamente y que no es necesario esperar al 2.006 para conseguir el equilibrio presupuestario, es que estos europeos no saben ni la cuenta de la vieja.

Si nuestros presupuestos se basan en la irrealidad, comprenderán que su credibilidad sea mínima, por lo que a los proyectos que nuestros esforzados representantes han conseguido arrancar de nuestro gobierno les veo una corta vida; a no ser que hagan como algunos avispados de nuestros concejales “me lo gasto que ya vendrá alguien a pagar, que ese ya no es mi problema”. Permítanme que dude de cualquier proyecto cuya financiación está en completa incertidumbre.

sábado, 28 de septiembre de 2002

Con las manos en la masa

Hace una semana, unas cincuenta personas sufrían una intoxicación por la ingestión de productos alimenticios supuestamente en mal estado. No voy a entrar en la discusión sobre la "ética del capitalismo" y la fe en la libre empresa y el liberalismo a ultranza, pues no es ese el fin de esta colaboración. Mi temor va encaminado hacia las manos en las que hemos depositado el control de nuestra calidad de vida, porque al fin y al cabo vigilar nuestra salud sanitaria es una de las características que define nuestra calidad de vida.

En innumerables ocasiones nuestras autoridades se comportan de una forma parca en el uso de sus competencias, de una forma municipal; queremos ser una autonomía y no pasamos de conformarnos en ni siquiera ser un Ayuntamiento como dios manda; no me extraña que, por mucho que diga ahora, nuestra primera autoridad no desee asumir ni una sola competencia más. En enero del año 1999 eran traspasadas a nuestra ciudad una serie de competencias a través de los famosos Decretos de Transferencias, entre ellas algunas materias de sanidad, leyéndose en su párrafo denominado "l" : " El control sanitario de la producción, almacenamiento, transporte, manipulación y venta de alimentos, bebidas y productos relacionados, directa o indirectamente, con la alimentación humana, cuando estas actividades se desarrollen en el ámbito de la ciudad". Prácticamente desde la aceptación de estas competencias hemos tenido a la misma persona a cargo de Sanidad y Consumo.

Desde la asunción de dichas responsabilidades no ha existido una correcta planificación del control sanitario en nuestra ciudad, tiene que ocurrir una epidemia de este tipo para que nuestras autoridades se pongan a inspeccionar nuestros establecimientos hosteleros con el fin de realizar aquellas funciones que hace más de tres años y medio asumió. Ahora se acuerda nuestra concejalía de Sanidad y Consumo que tiene un eficiente grupo de inspectores a los cuáles debe indicarles las mínimas directrices para que ejerzan su trabajo y realicen los reconocimientos que permitan conocer la situación de salubridad de nuestros establecimientos. Al menos tienen la desfachatez de reconocerlo, pues el lunes iba a reunirse el supuesto gestor de área para programar las acciones a seguir a partir de ahora. Encima han tenido suerte y , al parecer, los enfermos no están demasiado graves.

Además se quejan de la dificultad de realizar su trabajo, pues muchos establecimientos "ni siquiera cuentan con licencia de apertura". El conocimiento de la comisión de un delito ( en este caso contra la salud pública) y la no puesta en conocimiento de las autoridades del mismo es otro delito, agravado por la supuesta responsabilidad de su cargo. Si tienen la mínima intuición de esas infracciones y no actúan, son ustedes los verdaderos responsables y contra ustedes debería actuar el fiscal de oficio por colaborar con el atentado a nuestra salud.

Pero lo que no se ha olvidado de planificar nuestro imprudente concejal es su agenda de viajes para reunirse con los consejeros de las Comunidades Autónomas o para asistir a reuniones de coordinación o planificación de medidas sanitarias, o del resto de su equipo a cualquier lugar para contrastar con responsables de salud pública las distintas formas de ver la sanidad pública. Sin embargo esta agenda tan cargada les ha impedido el concebir un plan de acción para las mínimas competencias asumidas por su concejalía. No hay ninguna planificación, ni programación por parte de este departamento que podamos decir que se asemeje a una minúscula política de sanidad pública.

Demasiado grave es esta cuestión para dejar en manos de semejante desalmado nuestra salud pública; su irresponsabilidad ha podido causar un daño irreparable a nuestra sociedad al consentir con su falta de actuación, la existencia de lugares sin vigilancia sanitaria. Cuando uno asume un cargo público, no es el juego del Monopoly, donde el jugador intenta enriquecerse en el menor tiempo posible, es algo serio y se necesitan personas responsables que sepan asumir las tareas que se les encomienda con aptitud y sobre todo con entrega a la comunidad a la que representa. ¿Hasta cuándo aguantará con la banda de los cuatro Señor Alcalde?

sábado, 21 de septiembre de 2002

¿Quo vadis aedelis?

Cuando terminaba de perfilar mi colaboración de esta semana, me llegaba la noticia de la dimisión presentada por los dos miembros del gobierno local acusados por el ministerio Fiscal de graves delitos de desórdenes públicos. En ella solicitaba a nuestra primera autoridad el cese inmediato de estos dos concejales pues la credibilidad democrática de su persona estaba en entredicho, ¿cómo se puede gobernar con dos acusados de hechos tan graves que dinamitan las bases de la convivencia democrática?

Consideraba que cuando nuestros concejales le eligieron como nuevo alcalde hace ya más de año y medio, muchos fuimos los que pensamos que por fin alguien con sentido común se sentaría en el sillón de nuestra primera autoridad. Y ello a pesar de nombrar entre sus responsables a cinco tránsfugas que huían de la quema de su partido y que única y exclusivamente ven la política como una forma de enriquecimiento personal.

Aún así gran parte de la población le dio su respaldo, como hubieran hecho en las elecciones si él hubiera sido quien encabezara las listas electorales de su partido. Su sentido de la responsabilidad, su entrega, su capacidad de gestión, le hacían la persona más apta para el cargo de Alcalde, esfuerzos y voluntad no le faltan.

Pero ahora nos encontrábamos ante una situación que hubiese necesitado una respuesta mucho más rápida de nuestra primera autoridad. Al cúmulo de problemas en la gestión diaria de sus responsables, totalmente descoordinados y sin ningún proyecto común‚ se había unido la implicación de dos miembros de su gobierno en un sumario en el que se solicita pena de cárcel por delitos muy graves. Salvando la presunción de inocencia que exige nuestra Constitución, nuestro Alcalde debería haber retirado‚ ipso facto‚ las responsabilidades de gobierno de estos dos concejales luego la justicia determinará si son o no culpables de los delitos que el ministerio fiscal les imputa.

Es elogiable que sus dos ediles hayan presentado la dimisión, pero también deberíamos saber cuáles han sido los compromisos adquiridos en las conversaciones mantenidas entre le P.P. y el P.D.S.C. para llegar a comprender por qué han tardado tanto en presentar su renuncia.

Las dudas empiezan a surgir en la opinión pública. Si la teoría del Partido Popular es la de cesar a todos aquellos implicados por el ministerio fiscal en graves delitos hasta que el juez determine su culpa, ¿por qué se ha tardado tanto en este caso? ¿cuáles son las “deudas” que tiene contraída este partido con estos señores? ¿quién es el agitador ideológico de tales acciones, es que quizás se oculta en sus propias filas? ¿es qué se ha pactado el silencio de alguien? Quizás el conocimiento de esas conversaciones demostrara que el Partido Popular desea continuar en el poder cueste lo que cueste, por encima de cualquier ética, de cualquier moral‚ que lo único que importa es seguir contentando a ese grupo de personas que necesitan de un cargo público‚ o a esos grupos de presión que rodean al gobierno local en pos de sus intereses económicos.

Quizás nuestro alcalde se ha vuelto maquiavélico y considera que el fin justifica los medios o quizás sea rehén de su propio partido‚ porque son ya muchos los sapos que se ha ido tragando para seguir en el cargo; unos‚ provocados por la aceptación de una herencia de sus aliados políticos tránsfugas del GIL; otros‚ derivados de la política de confrontación total que utilizó su partido contra el anterior gobierno con todos los medios a su alcance; y otros mas‚ originados por algunos miembros de su partido en sus ansias por cobrarse los esfuerzos realizados y, por lo tanto‚ debidos.

Ante tantos problemas nuestra máxima autoridad ha ido bandeando el temporal como ha podido, pero esta vez el asunto es más grave por la implicación política que tiene la cuestión si continuaran los dos responsables acusados de graves delitos.

Esto no es tener que salir, día sí y día también‚ en defensa de una concejala a pesar de su inexistente política o de marcarla con su talón de Aquiles para evitar mas tropelías; no es tener que apoyar a miembros de su gobierno que intentan aunar, con el mayor de los descaros, sus intereses personales con los de la ciudad; no es tener que defender a concejales que aun siendo de su grupo, ni se sabe donde están; ni tener que defender los pagos a sus aliados políticos (antes enemigos) a pesar de que sus propias bases se lo recriminan ( y hasta su vocero se lo reprocha). Ustedes están imponiendo la norma del todo vale, puede que hasta legal, pero totalmente amoral, aquí está en juego la credibilidad de la democracia, y por tanto la suya; si no es capaz de discenirlo, su talante democrático se habrá visto empozoñado por las ansias del sillón municipal.

Todavía está a tiempo para que sus conciudadanos sepan que el poder no le ha cegado, rectifique y saldremos ganando.

sábado, 14 de septiembre de 2002

Campaña mediática

Va a ser normal a partir de ahora encontrarnos, en determinados medios de comunicación adscritos a cierto grupo de presión con cierta presteza en sus fines, con la generación de un estado de opinión que permita sentar las bases dentro de la sociedad española para el inicio de unas negociaciones con nuestro vecino que concluyan a medio o largo plazo con la entrega de nuestra tierra. Esta campaña mediática se basará en varios argumentos que irán asumiéndose de una forma natural por nuestros conciudadanos al repetirse hasta la saciedad en unos y otros medios.

El primer argumento en la que se basará será la democratización de nuestro vecino, que conllevará la asimilación de los valores que defiende la sociedad europea como fundamentales de cualquier colectividad, conocido como estado social de derecho: “ si existen los mismos derechos en uno y en otro país, da exactamente igual a que país se pertenece”; a ello se añadirá la integración de Marruecos en un futuro a quince ó veinte años en la Unión Europea, lo que redundará en el hecho de la asunción por parte del reino de Marruecos de estos valores democráticos de las sociedades occidentales.

Un segundo argumento será el coste económico que supone el mantenimiento de las dos ciudades bajo la corona española, el anquilosamiento de nuestra economía no genera la suficiente riqueza para mantener a 150.000 personas , la tasa de paro es la más elevada de España, más de un tercio de los ocupados dependen del sector público y otro tercio son inducidos por éste; ello supone una transferencia de recursos del estado hacia las dos ciudades. Si ambas se integraran en su “hinterland” natural , beneficiaría tanto a sus habitantes como a la economía española, pues serían el foco de desarrollo de la zona norte del empobrecido Marruecos, ello apoyado en los fondos estructurales de la Unión Europea provocarían un vuelco absoluto en las posibilidades de crecimiento de la región, generando un efecto preventivo en la emigración ilegal y ya se sabe que cuando hay riqueza no importa la enseña.

Como tercer argumento, estará la política internacional, dos países amigos no pueden tener contenciosos de ningún tipo. “Marruecos y España están condenados a entenderse”, cuántas veces hemos oído está frase. Dentro del nuevo orden internacional, el reino alauita juega un importante papel en el mundo musulmán, sobre todo ahora que los Estados Unidos se han dado cuenta que su tradicional aliado en Oriente Próximo, Arabia Saudí, es el principal instigador ideológico del fundamentalismo islámico ( este es el fin que se persigue con el cambio de régimen en Irak, asegurarse otra fuente de suministro petrolífero). Así que nuestro conciliador amigo nos obligará a sentarnos a la mesa de negociación con todos los temas a tratar que nuestro vecino considere oportuno. Digan lo que digan en palacio.

Otro argumento será la “marroquinización” de la población de ambas ciudades, dado el crecimiento natural de este sector de la población y la continua integración de nuevos pobladores, en dos generaciones será ampliamente mayoritaria, por lo que se llega al fácil razonamiento de que si ya son marroquíes de origen que más da que lo sean legalmente, sobre todo cuando la nacionalidad marroquí se hereda hasta los nietos (menuda herencia).

Añadan los razonamientos que deseen y tendrán un completo catálogo de argumentos para llegar a la conclusión de que lo mejor que puede hacer España es sentarse a negociar como un país moderno y del siglo XXI para cerrar todos los problemas que tenemos con nuestro vecino. Ésta será la campaña que se desarrollará en los próximos meses o años para crear ese estado de opinión dentro de nuestra sociedad( se hablará de contrabando con Marruecos, de Talibanes ceutíes y del integrismo islámico, de la imposibilidad de poseer los dos lados del estrecho desde el punto de vista geoestratégico, etc. Repasen la prensa española porque ejemplos ya hay. ¿Recuerdan aquella revista económica que hizo un especial sobre Ceuta diciendo que éramos el mejor lugar del mundo para invertir? Esta semana en un estudio sobre la creación de nuevos negocios por Comunidades Autónomas, lo único que dice de nosotros es que tenemos el riesgo más elevado para realizar una inversión; con un plano se han cargado todo el dinero que se “invirtió” en el lanzamiento de aquel número, todo por no ser capaces de tener continuidad en las acciones). De nuestro lado está el hacer llegar nuestra versión que nos permita seguir viviendo en nuestra tierra, bajo la bandera que un día escogimos

sábado, 7 de septiembre de 2002

La cubrición de la concejala.

Suele ser muy habitual en nuestros políticos el repetir como loros ciertas frases o soniquetes que creen que les hacen más cultos o instruidos, e incluso hasta algunos se creen superiores al resto de los mortales por utilizar una serie de palabras o jerga que ni siquiera saben que significan, cuando en realidad lo que están haciendo es, lo que vulgarmente decimos, meter la pata hasta el fondo. No es extraño oír a nuestros representantes decir cosas como que “priorizan sus objetivos”, o “fidelizan los votos” o hasta nos dan “su opinión personal” (y eso que no nos sirve para nada).

Ahora con el pensamiento único, el mercado único y el España va bien, como base y fundamento de nuestra filosofía de la vida se ha impuesto en nuestro equipo de gobierno unos aires de grandeza y de distinción que ya los llevan a gobernar por encima del bien y del mal. Lástima que hasta la Iglesia, con su espíritu corporativista ha salido en defensa de los suyos, digan lo que digan; porque el Concordato le obliga al Estado Español a dar más que las cruces que se marcan en la Declaración de la Renta, que sino nuestro Primer Ministro les cerraría el grifo con eso de “hemos tomado nota”. Por ello es innecesario hablar de indolentes, o sindicalistas que no pegan palos al agua, o de jornaleros que lo que deben hacer es trabajar.

Lo último lo he leído en la entrevista que le hacía el decano a la concejala de Educación y Cultura, ante la pregunta de la periodista sobre las inversiones en patrimonio, la señora ni corta ni perezosa se explaya diciendo: “Se está realizando la cubrición de la Basílica Tardorromana...” A uno, que esto del idioma le duele pues es de los pocos bienes que posee, se le revuelven las tripas ante tales palabras, porque uno está pensando en el macho que se digne cubrir a tanta basílica. Pero es que quizás la culpa no sea suya, pues parece ser que “todo lo que es” el expediente se titula así, su culpa es la de que ostentando la concejalía que apellidan de cultura ni siquiera se haya dignado en consultar el Diccionario de la Real Academia para saber qué decía. Tras esto podemos pensar cuál puede ser la política cultural que desarrolla nuestro Ayuntamiento; no es de extrañar que nuestro estimado Alcalde no desee asumir ni una sola transferencia más (de agradecer no sólo por administrados, sino también por los administradores).

Este es el ejemplo para saber cómo se hacen las cosas en nuestro pueblo, lo importante es la imagen, tanto es así que alguna de nuestras autoridades, el día de la inauguración de la feria del libro, iban comiéndose, no solo con los ojillos, a la ilustre invitada; mientras que una veintena de niños de cinco años se quedaban con las agradables funcionarias de la concejalía de cultura como únicas asistentes oficiales a la extraordinaria actuación que nos ofrecieron de Las Aventuras de Don Quijote. (Agradecerte María Rosa lo que has conseguido con los niños). Pero claro los veinte niños no votan el año que viene y era más importante pavonearse ante las cámaras de los medios de comunicación para “en la priorización de la fidelización de los votos dar su opinión personal de todo lo que es la feria de este año”.

sábado, 31 de agosto de 2002

Día de la Autonomía

Celebramos el dos de septiembre el día de la autonomía. Mas bien habría que hablar de la celebración oficial por parte del Ayuntamiento (Alcalde y concejales, ¿todos?) y de la distintas autoridades oficiales del día de la “autonosuya”; porque si empezamos a analizar no sólo el pretendido Estatuto sino su desarrollo, nos quedamos mas bien en una ligera descentralización de algunas competencias que lo único que han conseguido es que se establezca todo un entramado de altos cargos que alimentan a una clase política necesitada del reparto de prebendas entre sus allegados, por ello celebran “su” fiesta.

El estatuto concedido a la ciudad es una mala solución para la integración de Ceuta en la organización territorial del Estado, puesto que queda en una situación intermedia entre ayuntamiento y comunidad autónoma, aunque más cercana a una visión municipal. No es una autonomía debido a la falta de la característica fundamental que las define y que es el contenido político de la misma, entendido éste como la capacidad de autogobierno que la configura como una instancia de decisión política, como un centro de gobierno con capacidad para dirigir políticamente el ámbito territorial en el que se asienta, gestionando según sus intereses propios a través de políticas propias. Y no podemos dejar de ser un municipio porque es la base fundamental de la estructura del estado en la que se gestiona la administración. Solución: colocamos un híbrido que, sin base constitucional alguna y bajo el auspicio de los grandes partidos, haga posible una opción acorde con sus intereses y acalle la mayor exigencia de un estatuto por parte de una población (ayuntamiento, organizaciones empresariales, sindicatos, asociaciones de vecinos, entidades deportivas,etc, ¿recuerdan?) saltándose la voluntad popular de ejercer el derecho constitucional a la autonomía.

En el reciente estudio editado por el Foro Cultural del Estrecho sobre el desarrollo del Estatuto se indica que una de sus características es que su aplicación se ha basado en la extensión del régimen local “encontrándonos en la realidad con un gobierno y una administración local potenciados, que en su funcionamiento no se apartan de un estricto régimen local”. Es decir no sólo el estatuto es políticamente corto, sino que encima nuestros propios políticos lo empequeñecen ante su incapacidad para implementarlo; no es de extrañar que nuestra máxima autoridad local se niegue con rotundidad a asumir nuevas competencias, si las que tienen no son capaces de gestionarlas adecuadamente como se van a embarcar en más.

Otro de los problemas que nos encontramos con nuestro estatuto es el vacío jurídico que se crea en aquellas competencias asumidas por todas las Comunidades Autónomas excepto por las dos ciudades y que el Gobierno Central deja de legislar por su imposibilidad técnica para ello. Aunque muchos han querido ver en ello una cortapisa a las demás autonomías al poder legislar el Gobierno para Ceuta y Melilla y quedar como derecho supletorio para el resto. Es decir una nueva jugada en interés de los grandes partidos. Si estos intereses no concuerdan, nos quedaremos con una legislación obsoleta o sin legislación provocando una inseguridad jurídica y por lo tanto una vulneración del principio de igualdad ante la ley, derecho fundamental expresado por la Constitución en su artículo 14. Como solución, el estudio del Foro plantea que la Ciudad “solicite del Gobierno de la Nación que adopte las iniciativas legislativas”, ya ni siquiera se plantea la capacidad de remitir la proposición de ley directamente, y no me extraña pues en siete años de vigencia del estatuto no se ha desarrollado la más mínima iniciativa legislativa y escasas, por no decir nulas, han sido las propuestas en el desarrollo normativo. Y no es excusa el reducido número de “diputados” que posee el ente para la falta de creación del entramado reglamentario, pero por favor no lo incrementen porque para lo que hacen algunos mejor elegimos a menos.

Curioso es también el nombre que han colocado al híbrido: “Ciudad Autónoma de Ceuta”. En el susodicho estatuto no aparece tal denominación en ninguno de sus artículos o disposiciones, lo que se menta es la Ciudad de Ceuta. Debe ser que como en todos los Estatutos de Autonomía se indica que tal región o nacionalidad “se constituye en Comunidad Autónoma” y en el nuestro no, nuestros queridos otorgantes pensaron que, si colocaban lo de autonomía por algún lado, acabaríamos creyéndonoslo. Son muchas más las características que nos acercan a un municipio con una amplia descentralización (envidia de ciudades como Barcelona o Madrid) que a una posible autonomía. Con lo fácil que hubiera sido integrarnos en Andalucía con una carta municipal muy parecida a este estatuto, opción que se baraja para Gibraltar, siendo un municipio pero integrado dentro de la estructura territorial del estado a través de una verdadera comunidad autónoma tal como estábamos en el proceso de creación de las autonomías, hasta que el interés de uno de los partidos nacionales nos excluyó del lugar donde mejor nos hubiéramos acoplado.

sábado, 24 de agosto de 2002

Seguimos sin saber a donde vamos

Ahora resulta que nuestro futuro económico debe basarse en nuestro puerto. Bueno mas que en nuestro puerto, en el pedazo de puerto que se proyecta realizar en no se cuantos años, pero seguro que antes de que mis nietos se jubilen alguien habrá colocado la quincuagésima quinta piedra de inauguración. Como de tantas otras cosas. No hace ni seis meses que nuestro desarrollo estaba en el turismo, el comercio y la frontera con nuestro vecino país que nos permitiría afrontar nuestro futuro con un gran optimismo, puesto que estas actividades nos permitirían generar la riqueza suficiente para que todos pudiéramos obtener nuestro puesto de trabajo.

Pero claro dada nuestra inexistente política de turismo, donde la concejala del ramo me confesaba en nuestras pasadas fiestas patronales que su mejor aportación a nuestra política de turismo era el fichaje de un personaje que su principal actuación era el ser su bufón y reír sus gracias. Donde el comercio ya sea peninsular, en que nuestras ofertas no atraen a ningún visitante, ya con Marruecos, en que su desarme arancelario cada vez nos hace más daño a largo plazo y la inestabilidad emocional de su rey a corto, les ha hecho caer en la cuenta que tampoco es una salida viable. Han sacado ahora de la chistera el tema del puerto, nuestras cabezas pensantes han dado con la solución del problema, creamos un pedazo de puerto increíble, para quedarnos con las migajas que soltará el puerto de Algeciras.

Eso sí con mano de obra de la península y de Marruecos, porque la política de formación de nuestros desempleados los estará instruyendo para que se dediquen a cualquier rama del turismo inexistente; o al medio ambiente (será para que denuncien la destrucción de la Playa de Benítez o los consiguientes vertidos de los barcos mientras limpian sus bodegas); o aprenden unos servicios sociales para atender a nuestros ancianos en residencias de la península o a los menores transfronterizos que irán poblando los centros o pisos que se creen. Mientras, todos aprenden a “navegar” por internet con nuestra increíble página de turismo, donde nos indican que podemos comer en Casa Silva, o alojarnos en el Hotel Meliá o viajar en barco a unos precios baratísimos o ver una cartelera de cine inexistente, para luego coger el barco a las seis de la mañana, eso son servicios y no lo que dan otros.

Supongo que esta idea de desarrollar el puerto es la conclusión de aquel Plan para el desarrollo de Ceuta y Melilla que nuestro Presidente del Gobierno encargó directamente a su Ministro de la Presidencia a finales del año pasado, no se si recordarán lo que tan a bombo y platillo nos vendieron los chicos del PP, ya saben más humo, porque casi nueve meses después siguen sin presentar una solución conjunta para nuestra ciudad y todo por una sencilla razón: no hay nada. No existe ni un sólo plan que piense en el desarrollo de nuestra ciudad, que mire más allá de una generación. Pero lo peor es que no sólo ellos, ni unos, ni otros; nadie ha sabido generar un proyecto de futuro que sirva para aunar nuestras voluntades. Y ese es nuestro problema mi “amigo desconocido” ni hay gobierno ni hay oposición. Y mientras los políticos que tenemos sigan pensando que la moral es un árbol que da moras, pues así nos ira, pero nosotros nos lo hemos dado y somos los responsables de ello. Y es que para qué vamos a pensar en soluciones, si cada vez que nos falta dinero en el presupuesto nuestra querida Madrid nos lo da con la mayor facilidad del mundo. ¿Hasta cuándo?

sábado, 17 de agosto de 2002

Más dinero en empleo: ¿para qué?

La semana pasada reclamaba una mayor atención a las políticas activas de empleo, y en esa misma semana nuestro nuevo ministro de Trabajo y Asuntos Sociales nos visitaba con su correspondiente lluvia de millones bajo el brazo. Exactamente 10,62 millones de euros (como todavía se nos escapa la cantidad, pues son unos 1.767 millones de nuestras pesetas) para fomentar las políticas activas de empleo.

No habiendo tenido acceso al acuerdo firmado entre el Ayuntamiento y el Ministerio, supongo que los fondos se utilizarán para el Plan de Acción para el Empleo. Con ellos se pretende beneficiar a 1.324 parados, que dividiendo da una cantidad de 1.334.606 ptas. (8.021 euros) por persona. Lo que como siempre viene a ser una nueva subvención a un año, puesto que el que viene hay que votar, al menos hasta pasadas las elecciones volveremos a tener a 1.324 votantes contentos, que nunca se sabe.

El problema es que según el señor Ministro ahora nuestros responsables municipales deberán implicarse en la definición y ejecución de las políticas activas de empleo. Y ahí es donde veo las dificultades. La gestión de nuestro responsable de economía y desempleo es nefasta, sus políticas consisten en la colocación de un cartel en el Ceuta Center, la creación de las famosas Cooperativas (aunque tanta imaginación la veo fuera de su alcance) y los talleres de empleo. No hay nada más que nos permita ser algo más optimistas.

Y si ahora asume las competencias de Madrid, imagínense ustedes, tendremos más de lo mismo: formación en Turismo, Educación, Comercio, Medio Ambiente, etc. Pero sin saber adonde vamos; tan sólo entreteniendo a nuestros parados durante un año con un cursillo en sectores donde se sigue destruyendo empleo, sabiendo quién les da el pan cada día, el pan de la subvención, como ese del PER que tanto se ha criticado y en las próximas elecciones el miedo. Seguimos sin tener una planificación a medio plazo, que analizando las posibles necesidades del mercado de trabajo nos indique cuáles son las profesiones que se demandarán y de esos datos generar un Plan de Formación Ocupacional que de más ventajas a nuestros parados. Eso es realizar políticas activas de empleo y no la colocación de inmensos carteles de propaganda. Si lo hubieran realizado cuando se lo indiqué, quizás para la construcción del famoso Helipuerto estuviesen preparados nuestros parados para hacer frente a las profesiones que exige el ramo de la construcción. Todavía nos queda el Hospital.

Dentro de un año, nuestros 1.324 parados volverán a las listas del INEM con un cursillo más sobre cualquier materia, a la espera de que una nueva subvención les permita acudir a un nuevo cursillo de formación un año más. Así ¿hasta cuándo? ¿Cuánto tiempo durará la cultura de la subvención, de la sopa boba? Ese es el problema que veo, que lo único que se consigue con este tipo de políticas es el mantenimiento de estómagos agradecidos. Pero estos son nuestros políticos y nosotros nos los hemos dado.

lunes, 5 de agosto de 2002

Las lecciones de la Isla del Perejil.

Tras la vuelta al “statu quo”, según nuestro Gobierno, de la Isla del Perejil es necesaria la reflexión sobre ciertas cuestiones que se han puesto en evidencia en el transcurso de la crisis por la soberanía de la misma. Una meditación que me hace sacar ciertas conclusiones que deberían hacernos cambiar toda nuestra estrategia en política exterior.

En primer lugar, nuestro nuevo Centro de Información Nacional, antiguo CSID, ha quedado completamente en entredicho al ni siquiera intuir la posibilidad del desembarco en el islote. Debería hacernos pensar sobre los recursos que se invierten para tener informaciones de primera mano sobre nuestro posible mayor enemigo, informaciones que se facilitan a otras embajadas para que aprueben o en el peor de los casos toleren ciertos actos como el que comentamos, son completamente desconocidas por nuestros servicios de información. Todavía no ha presentado la dimisión ni ha sido cesado ningún responsable de nuestros servicios de información; debe ser que nuestro Gobierno está conforme con las actuaciones seguidas por sus dirigentes.

En segundo lugar, el conflicto del islote ha demostrado la ineficacia de nuestros acuerdos de defensa, tanto con la OTAN como con nuestro principal aliado Estados Unidos. La OTAN rápidamente definió la situación como un conflicto bilateral y llamó al entendimiento de las partes; a pesar de que en esos mismos días varios buques de nuestra armada estaban realizando maniobras bajo el mando de la OTAN, nuestros supuestos aliados optaron por mirar hacia otro lado. Por lo que dice el acuerdo de adhesión a la OTAN, nuestras fuerzas armadas tienen la obligación de defender el territorio asiático de Turquía si sufre un ataque externo y ninguno de nuestros socios ha movido un solo dedo para defender la integridad territorial de España.

Igual sucede con nuestro acuerdo defensivo con Estados Unidos, mientras nuestras bases son utilizadas para las acciones del Golfo Pérsico, Afganistán o Kosovo o como depósito de armas nucleares; nuestro principal aliado no está obligado, por lo que hemos observado, a intervenir en nuestra ayuda ante un conflicto como el de Perejil. Su actuación de conciliador entre las partes debería hacer reflexionar a nuestros políticos con relación a nuestro pacto secreto con este país, sobre todo si recordamos que nos prohibió utilizar su armamento en el conflicto del Sahara y dio su apoyo con asesores militares a nuestro vecino país.

En tercer lugar nuestros aliados económicos más parecían los de Marruecos, excepto Dinamarca que tomó una postura rotunda, el resto remolonearon para evitar dar su apoyo, lo que demuestra que no existe una política común y que siguen primando los intereses nacionales, sobre todo los de la “grandeur” francesa, quien obligó a incluir a la africana Argelia mientras fue su colonia en los pactos de defensa de la OTAN, a ver si aprendemos a realizar acuerdos.

Como vemos la crisis del islote ha quebrado toda nuestra política exterior, pues nuestros aliados militares no lo son tanto y los económicos solo lo son cuando a ellos les interesa. Ello debería generar un nuevo planteamiento de la misma donde primen nuestros intereses y aunque en todo proceso de negociación hay que ceder no seamos nosotros los que cedamos en todo si obtener nada a cambio. O a lo mejor lo que ocurrió es que nuestro Gobierno, como dijo nuestro Vicepresidente Rajoy, cree que nuestro vecino está a tan sólo 14 kms. de España y por ello eso del Perejil no iba con nuestra soberanía sino con un nuevo acto de descortesía en nuestras relaciones, quizás sus primos le deberían indicar a nuestro Vicepresidente que entre Marruecos y España no hay ni siquiera un metro de distancia.

miércoles, 10 de julio de 2002

Paro: Continúa la mejoría

El mes de junio ha supuesto una nueva mejoría en nuestro dato de número de parados inscritos en las oficinas del INEM, que ascienden a 3.748 personas. Dos son las causas que han provocado este descenso, por un lado continúan los efectos positivos del Hipermercado, que hasta su completa puesta en marcha continuará generando puestos de trabajo; por otro lado la actividad veraniega produce la contratación de nuevos trabajadores, aunque sean temporales y con un alto grado de precariedad.

Entra dentro de la lógica de nuestra economía el crecimiento del empleo cuando la actividad veraniega se incrementa, de ahí que los meses de abril a agosto sean generadores de trabajo y el resto del año los incrementos sean de desempleados. El problema es que este año el cambio de tendencia no se ha producido hasta el mes de mayo y apoyado en la apertura de la gran superficie y en la firma del plan de empleo. Esperemos que este punto de inflexión se prolongue hasta el mes de agosto y no se produzca un reducción de la actividad productiva al traducirse el efecto en un cambio de los hábitos de consumo y no en un incremento del pastel a repartir; lo que conllevaría un drástico incremento del paro.

Como datos negativos señalar que continuamos teniendo mas parados en las listas del INEM que el año pasado en este mes (130), lo que significa que nuestra economía sigue estando en una situación crítica, sin capacidad de generar el suficiente empleo; y que nuestra tasa de paro sigue siendo de las mayores de España el 14,81% de la población activa, cuando la media nacional es el 8,64% (la primera es Melilla con el 15.44%), aunque quizás este ratio no preocupe mucho a nuestras autoridades, pues suele ser típico de economías tercermundistas y como solución podemos aplicar la capacidad exportadora de mano de obra que tiene nuestra economía según nuestro concejal de economía y desempleo ( ¿a la campaña del ajo en Cuenca o quizás a la vigilancia de obras en construcción en la Costa del Sol?).

Ante la falta de otra política de empleo, la concejalía se dedica a repartir las prebendas de las subvenciones de mamá Europa a través de Procesa, ya se sabe que toda objetividad bien entendida es totalmente subjetiva, y sin una oposición seria y constructiva que exija la transparencia que toda gestión pública necesita difícilmente se podrá obtener un perfecto control sobre los fondos que se administran. Repasen, si tienen acceso a la información, las subvenciones otorgadas por ese ente gestor de la sopa boba.

Menos mal que nos queda Madrid para acudir a solicitar más sopa boba y poder seguir manteniendo a la clac que nos aplaude enardecida por los éxitos conseguidos mientras lanzamos unas monedas con las que alimentarse esperando al próximo salvador, al cual le queda ya menos de un año. Esperemos que entre tanto nuestra economía salga sola adelante, porque lo que es nuestras autoridades poca fe deposito en ellas.