jueves, 27 de diciembre de 2001

Un sector público municipal

Así como en algunas actividades económicas no es necesaria la intervención de la administración para su normal desarrollo, en otras es imprescindible su participación para llevar a cabo no solo su progreso, sino principalmente su puesta en marcha, ya que si no se producen las condiciones adecuadas, ciertos sectores productivos no se implementan y, aunque absolutamente necesarios para una sociedad, huyen hacia zonas donde se cubren las expectativas deseadas. Ante esta situación es el sector público el que debe sustituir la iniciativa privada y desarrollar todo un sector económico que permita el despegue de un sector productivo que conlleve un crecimiento económico y por tanto la creación de empleo.

En nuestro caso, dichas iniciativas deben tomarse por parte de nuestra autoridad municipal quien ante la falta de alicientes para la inversión privada no sólo tiene la obligación de crear las condiciones necesarias para la instalación de la actividad privada, sino, sobre todo, la de generar un sector público que cubra el escaso desarrollo empresarial en nuestra ciudad. Este sector público debe enfocarse principalmente a la creación de las infraestructuras necesarias para la generación de empresas:

a) Generación de suelo industrial a través de una empresa de gestión, dicha empresa debería encargarse del desarrollo estructural de los polígonos industriales de la ciudad permitiendo prestar los servicios necesarios para la instalación de empresas. Así mismo debería incluirse un vivero de empresas que permitiera la gestación de sociedades y su desarrollo durante los dos o tres primeros años de su existencia, los más difíciles para conseguir su mantenimiento. Igualmente debería dotarse de fondos suficientes para permitir la asunción de funciones de sociedad riesgo, con lo que se podrían financiar el nacimiento de nuevas empresas en este vivero.

b) Creación de las infraestructuras energéticas imprescindibles para el desarrollo de actividades productivas: utilización de energías renovables ( eólica, solar, mareas; sustitución de la contaminante térmica; potenciación de la generación de energía propia frente a la compra de energía de las empresas distribuidoras). En cuanto al agua, es necesario el cambio en la política de actuación de la empresa de aguas; es necesario el paso de una política de mantenimiento de la situación actual aplicando parches a la de un completo cambio de las infraestructuras; es imprescindible proceder a la remodelación de las tuberías de conducción (cambio que debería complementarse con la instalación de otras conducciones: telecomunicaciones, eléctricas; con lo que se compartirían costes de inversión) para evitar la pérdida de casi el cuarenta por ciento de tan crucial elemento en la red de distribución y que no sólo provocaría el ahorro de agua sino de costes e incluso se podría reducir su precio; además la ampliación de la desaladora debería permitirnos intentar el autoabastecimiento en este recurso (sin necesidad de llegar a exportar agua, como ya se ha realizado en algunas ocasiones).


En referencia a los sectores en que la inversión privada no se desarrolla por la falta de capacidad empresarial, financiera o de rentabilidad a corto o medio plazo debe ser el municipio quien desarrolle en esos sectores las empresas para obtener la calidad de vida que los ciudadanos exigen. Al igual que es necesaria e imprescindible la sanidad, para una ciudad como la nuestra es imprescindible el disponer de unos medios de comunicación lo suficientemente ágiles y adaptables que impidan el aislamiento de la ciudad en cualquier situación, por ende es necesario el establecimiento de una compañía municipal que cubra las necesidades de transporte de personas y mercancías en función de los intereses de los ceutíes y no de unas empresas privadas o pronto a privatizarse. Al igual que se desarrollan carreteras y ferrocarriles en otras regiones de la Unión Europea, para nosotros los barcos o los medios aéreos son nuestras autovías que nos permiten llevar a cabo el primer principio de la Unión, la libre circulación de personas y mercancías. La financiación necesaria para la creación de esta empresa puede obtenerse de los fondos estructurales de la Comunidad.

También sería deseable incrementar la actividad de esta empresa municipal de navegación con actividades aéreas, pero quizás con unos aparatos más amplios que permitan la ampliación de plazas y por tanto la reducción del precio de los vuelos, prohibitivo para la inmensa mayoría de los ceutíes, o quizás sólo se quiera construir el helipuerto para pasear a nuestras autoridades.

Igualmente es necesaria la creación de una empresa municipal de telecomunicaciones, base fundamental de desarrollo de la sociedad de la información del siglo XXI, empresa que debería desarrollar las infraestructuras necesarias para que las tecnologías lleguen a todos los hogares de nuestra ciudad con los medios más modernos posibles (ya existen operadores de telecomunicaciones locales, por lo que nadie debe asustarse), empresa que podría compartir servicio con la empresa de radio y televisión ceutí ( recordemos que el concurso de televisión por cable quedó desierto por falta de ofertas). Al no disponer de competencia real en este sector, el desarrollo de las herramientas ofertadas a la clientela va acorde con los intereses de la empresa prestataria del servicio . La creación de estas infraestructuras podría negociarse con empresas de telecomunicaciones (estudiese la red local de telecomunicaciones que está desarrollando el Ayuntamiento de Barcelona) o realizarse junto con las canalizaciones de agua y electricidad. Ello redundaría en beneficio de los ciudadanos al poder utilizar una tecnología mucho más moderna para sus comunicaciones y sobre todo mucho más barata.

En el sector pesquero, y ante la imposibilidad de su desarrollo en flotas de altura, sería interesante la potenciación de nuestra actual almadraba con especies de alto valor que permitan un desarrollo del sector; para ello sería necesario una política por parte de las autoridades municipales de potenciación de nuestros productos buscando mercados (campañas de Galicia Calidade o Alimentos de Andalucía, podrían servir de ejemplo) y de apoyo en cuanto a búsqueda de financiación tanto pública como privada. Igualmente el apoyo a empresas de acuicultura beneficiaría el desarrollo del sector primario.

La construcción debe ser liderada por una empresa como Emvicesa, que debe generar las viviendas necesarias para nuestra comunidad sin caer en la faceta especuladora de cualquier empresa inmobiliaria (cuestiones como Patio Páramo o Serrano Orive deben quedar como anécdotas dentro de una gestión encomiable de la sociedad; esperemos que se recuperen los objetivos de gestión anteriores al 2.000 que tanto orgullo nos dieron). Emvicesa debe ser el instrumento del que se sirva la autoridad municipal para equlibrar la oferta de viviendas, consiguiendo abaratar tan preciado bien en nuestra sociedad, utilizando suelo público (ya sea del ministerio de defensa ya sea por expropiación) para incrementar la oferta; no puede quedar en manos de la iniciativa privada la construcción y debe reconsiderarse la venta de solares adquiridos por esta empresa para la construcción de viviendas sociales y de precio tasado.

En el sector turístico es donde más debe y puede hacer el sector público en beneficio de la economía local. Sin su decidido apoyo es imposible el desarrollo de la economía ceutí, si tal como se entrevé decidimos tirarnos de cabeza hacia la Unión Aduanera sin dar una sola oportunidad de desarrollo a nuestro incipiente sector industrial, quemando cualquier oprtunidad de implantación de una industria de montaje de componentes o bioalimentaria al desertar de las reglas de origen por falta de un correcto conocimiento de nuestras autoridades de dichas reglas y de una política de difusión de las mismas, harto beneficiosas para nuestro desarrollo, que hubiese atraído las inversiones productivas.

Pues bien, en el sector turístico es necesario e imprescindible la creación, primero, de una política de turismo,inexistente en la actuailidad, que potencie y desarrolle nuestras capacidades, permitiendo la generación de riqueza en nuestra sociedad. Si queremos fundamentar nuestro turismo en el ámbito cultural y ecológico, se han de desarrollar estas dos actividades. ¿Qué política cultural existe hoy? ¿Alguien en nuestra administración local sabe qué es turismo ecológico? Antes de empezar a vender la piel del oso, cazémoslo. No podemos pasearnos por las ferias del mundo gastándonos el dinero público para mostrar cuatro fotos de un parque marítimo; eso es tirarse piedras, nada más y al que le guste que se la tire en su casa.

Si deseamos crear este tipo de turismo, primero hemos de crear las infraestructuras que lo sostengan: hoteles (en cantidad y calidad suficiente, algunos de los más emblemáticos necesitan una profunda remodelación que no solo incluye la pintura de la fachada); restaurantes que permitan dar una perfecta oferta complementaria de calidad (los existentes no pueden ni con la demanda interna); un comercio que permita la apertura de sus establecimientos con una mayor flexibilidad (recordemos aquellos barcos fletados por el ayuntamiento en fines de semana que se encontraban con la mayoría de las tiendas cerradas); y una oferta cultural lo suficientemente atractiva que mantenga el turismo sobre la ciudad.

Se podría empezar por la creación de alguna semana cultural (teatro, cine, etc) , la creación de algún pemio económicamente bien dotado o cualquier otro tipo de actividad que atraiga a un turismo de calidad que es el que más interesa a estructuras turísticas tan pequeñas como la nuestra, pero que es el que mayor posibilidades de gasto conlleva.

Se debería solicitar la cesión del Castillo del Hacho, que junto con las Murallas Reales podrían constituir la base de esa política de turismo cultural que deseamos. El Hacho podría constituir un conjunto hotelero y de ocio incomparable, donde se podrían aprovechar sus terrenos para la constucción de un centro de expansión para los ceutíes y de atracción de turismo (si nos faltan las ideas convoquemos un concurso internacional como el creado para el Museo Gugengheim de Bilbao). Creo que oportunidades e ideas no faltan, lo que se echa en falta es capacidad política y ganas de generar riqueza.

Es triste observar que un potencial turístico como nuestro litoral subacuático es desaprovechado por la falta de conocimiento por parte de la administración pública. Nuestras costas son de las más bellas en España para realizar la práctica del submarinismo (un turismo con un alto grado de desarrollo) y de pesca submarina, pero parece que desarrollar esa actividad debe ser muy complicado (dótense con los medios sanitarios adecuados, un par de embarcaderos y visítese las Islas Meda, quizás se sepa aprovechar algo más nuestros recursos).

Pero el desarrollo de este sector público fallaría sin el pilar fundamental de la eduacción. Esta es la base que debe desarrollarse para generar la riqueza en nuestra sociedad. Una educación basada en adaptar las enseñanzas a las necesidades productivas de la sociedad. Es necesario generar una formación profesional que se adapte a las exigencias que nuestra economía nos demande. Ante todo es necesario la asunción de políticas activas de empleo por parte de la ciudad, políticas que permitan la creación de Escuelas Taller que generen la formación de profesionales en el sector de la construcción, de la hostelería, del turismo, del comercio, etc. Dichas escuelas, ante la inexistencia en la política educativa de salidas profesionales adecuadas, deben desarrollarse por parte de la ciudad, asumiendo una oferta que debería cubrir el Ministerio de Educación pero que es absolutamente necesaria para formar a los jovenes en los empleos que demanda nuestra economía.

Ideas y recursos no faltan para generar riqueza en una sociedad como la nuestra. Sólo hace falta voluntad política para aplicarlo o asumiendo las palabras de un gran economista "un esquema básico del aspirado sólido marco económico [de Ceuta] podría estar fundamentado en (...) un sector público suficientemente dotado para prestar los servicios fundamentales exigidos, asi como director y corrector de todo el proceso de transformación" (Juan Vivas Lara).

Ahora es el momento de ponerlo en práctica.

viernes, 14 de diciembre de 2001

Un nuevo conejo de la chistera

En esta ocasión el Partido Popular nos obsequia con el encargo por parte, nada más y nada menos, que del Presidente del Gobierno de un Plan para el desarrollo de Ceuta, al Ministerio de la Presidencia orientado a potenciar el desarrollo económico, social y cultural de la ciudad y de nuestra vecina Melilla. Elogioso proceder el del presidente del partido popular (pues con ese título nos visitó) que con dicho estudio parece acabar con nuestros males de un plumazo.

Sin embargo son muchas las dudas que se me plantean ante semejante trabajo hercúleo, pues tras ese sencillo planteamiento siempre se esconden cuestiones más trascendentes que pueden hipotecar nuestro futuro. Mi mayor duda se refiere a quiénes van a realizar el estudio; ¿se dará participación a nuestros agentes sociales: sindicatos, empresarios, partidos políticos, asociaciones de vecinos? ¿O será un plan realizado en los despachos de Madrid en interés de ciertos sectores? ¿ Será una imposición manu militari de nuestro nuevo imperator? ¿O nos permitirán opinar sobre nuestro futuro? Algo que a nuestros vecinos de enfrente parecen negarles.

Parece que el Partido Popular quiere con esta acción lavar su conciencia de abandono en el que ha mantenido a ambas ciudades a lo largo de su estancia en el poder, ahora parecen recordar que existimos, cuestión que habrá que agradecerle a nuestra primera autoridad local D. Juan Vivas, quien se desvive por los despachos de Madrid buscando un oído que le pueda escuchar, guiado por su benefactor, quien bien conoce los entresijos de los pasillos de la villa y corte. Este abandono, en un primer momento motivado por la prepotencia de su antecesor en el cargo de su partido, quien hacía gala de sus magníficas dotes diplomáticas colocándose en tales situaciones que era despedido con cajas destempladas por sus propios compañeros; y más recientemente por nuestro craso error de votar a quien no debemos, pues en democracia no hay mayor yerro que decidir tu sufragio libremente de quien tiene la sartén por el mango.

Así que para evitar este segunda causa no sería desdeñable el realizar las elecciones en nuestra tierra una vez
acabada la investidura del presidente del gobierno, de esta forma no nos equivocaríamos y nuestro sufragio iría a quienes tienen el calcetín con los duros y viviríamos la mar de felices, pues en los Presupuestos Generales del Estado se incluirían las suficientes aportaciones para poder cubrir nuestras necesidades; y no que debemos esperar a esa comunión entre los de aquí y los de Madrid para que nos puedan incluir en las cuentas nacionales y construirnos por fin un hospital, levantarnos dos institutos y unas viviendas y realizarnos un helipuerto. Es que no aprenderemos nunca.

Aun así este plan sigue oliéndome a chamusquina y más bien parecen fuegos artificiales para tapar otras cuestiones de mayor calado que afectan a nuestra línea de flotación. Puede que el famoso "plan de desarrollo" (terminología de la tecnocracia tardofranqusita) sea la recopilación de las actuaciones a realizar en la ciudad incluidas en el Programa Operativo y las aportaciones introducidas en los Presupuestos del Estado; con todo ello tendríamos un conjunto maravilloso, pero que ya sabemos qué es y con el que no creo que se solucionen todos nuestros problemas, en algunos casos se ahondarán nuestras diferencias con el resto de europeos y en otros vendrán a paliar una deuda histórica del estado con los ceutíes. Tan solo nos queda esperar a que el plan sea presentado, mientras tanto será un nuevo conejo sacado de la chistera.
Quisiera expresar mi solidaridad con los trabajadores de Procesa. Las cooperativas no son una solución.