domingo, 25 de enero de 2004

La “deslocalización” industrial

En los últimos años empieza a ser habitual en nuestra economía los cierres de empresas industriales y el traslado de sus producciones hacia países de Asia o del Este europeo empujadas por unos costes de producción muy bajos. Este proceso se ha denominado “deslocalización” industrial. No afecta a un sector fabril en concreto sino que cualquier actividad se está viendo afectada por esta agonía: el textil, la confección, los juguetes, los cigarrillos o la automoción se unen al primer desmantelamiento que realizó la empresa de maquinillas de afeitar Gillette en Sevilla trasladando su manufactura al Este.

Es de lógica empresarial el que las empresas maximicen su beneficio, tal como indican los manuales de economía y no va a variar ahora que la globalización se hace dueña de nuestra sociedad y eso que a pesar de que la mayoría de las empresas que se marchan obtienen suculentos beneficios, muchas de ellas apoyadas por inmensas cantidades de subvenciones públicas que pagamos los contribuyentes (sobre todo los alemanes). La razón que justifica este trasvase es el “coste de oportunidad” de la teoría del capital, si se puede obtener un mayor rendimiento de la inversión realizada con otra elección debe optarse por ella, así a pesar de que la multinacional Samsung Electronics España consiguió en el año 2002 unos beneficios de 2,8 millones de euros decide marcharse de Palau-Solità, dejando en la calle a 440 trabajadores, es porque los costes de Hungría son de 2,01 dólares por hora frente a los 8,01 de media española, porque obtendrá las mismas o mejores subvenciones de las Administraciones y porque encuentra un personal mejor formado para realizar tareas que son básicamente de montaje.

Los expertos vienen avisando desde hace bastantes años de esta fase de huída de empresas multinacionales en búsqueda de mejores rendimientos y al igual que lo han advertido han dado las posibles soluciones para solventar, al menos en parte, este desmantelamiento de nuestro sector industrial. Las opciones no pueden ser ni la de las amenazas con las que ha respondido el recién constituido ejecutivo catalán, ni la inexistente política industrial de nuestro gobierno central. La primera respuesta tan sólo consigue la sonrisa del que se va y ahuyentar a nuevos posibles inversores, demostrando la impotencia para dar una alternativa; la segunda nos ha llevado al páramo industrial que existe en España.

A corto plazo lo primero que hay que hacer es buscar las alternativas a los desempleados con unas políticas activas de empleo que les permitan recolocarse, pues estos trabajadores serán los verdaderamente afectados. Las soluciones al desarrollo industrial son a medio y largo plazo, en primer lugar debe desarrollarse una política de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) que tenga como puntal al Ministerio de Ciencia y Tecnología, no podemos estar a la cola europea en porcentaje de nuestro Producto Interior Bruto (PIB) gastado en I+D+i, en segundo lugar debe procederse a invertir en una educación de calidad que conduzca a obtener unas personas formadas y aptas para integrarse en los nuevos sectores productivos. La cuestión es sencilla, identificar las industrias que aporten un mayor valor añadido, apostar por ellas de una forma decidida con las ayudas de la Administración que sean necesarias; invertir en tecnología y educación; y desarrollar una buena estrategia exportadora. Este es el camino por el que debía haberse optado hace ya diez años. Aún estamos a tiempo de enderezar el rumbo, ejemplos hay en nuestro tejido empresarial a seguir y no sólo debemos hacer referencia a las multinacionales de éxito españolas (Telefónica, Repsol, Zara, Lladró, etc.), sino a un amplio abanico de pequeñas y medianas empresas que están demostrando que pueden ser competitivas en una economía sin barreras, como la industria auxiliar aeronáutica de Sevilla, las productoras de cine de animación gallegas, los laboratorios farmacéuticos catalanes, la industria agrícola almeriense, las empresas de creación de videojuegos, etc.

Como siempre es necesaria la voluntad política para poner de acuerdo a los agentes sociales para definir el país que queremos, si una economía basada en el monocultivo del turismo y los servicios o una economía diversificada en la que cada sector productivo tenga una aportación suficiente que sirva para adaptar nuestra sociedad a los avatares de las crisis económicas adecuándonos a los nuevos sectores que surjan en la economía.

De esta lección deberían aprender nuestras autoridades locales, no puede crearse un sector industrial a base de talonario público, se han de generar primero las condiciones necesarias para el establecimiento del mismo y, sin éstas, tan sólo se generan empresas que vienen en busca de la subvención porque salarios competitivos en nuestra ciudad no existen y la vida de una empresa no puede estimarse en función de los tres años que exige la subvención.

domingo, 18 de enero de 2004

Unos que vienen, otros que se van

Nuestro multifuncional cargo señalaba la semana pasada que nuestra ciudad no está agonizante sino que se encuentra en una situación que definió como “Ceuta activa”. En contra de agoreros, derrotistas o falaces, nuestro concejal de Economía y Hacienda arremetía con una serie de datos contra quienes creen que están convirtiendo nuestro pueblo en un sarcófago y exponía con total subjetividad las esperanzas que su proyecto económico está creando.

Para nuestro edil, la tasa de paro tan elevada que padecemos es debida a la incorporación de la mujer al mercado laboral y al elevado crecimiento de nuestra población activa, si bien es cierto que nuestra población se incrementa a unos ritmos superiores a la nacional, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, este incremento no se ve reflejado en la población activa y mucho menos en el caso de las mujeres cuya tasa de actividad es la más baja de España, el 27,54%, e incluso el Consejo Económico y Social (CES) en su memoria del año 2002 señala “el 45,25% de la población apta legalmente para trabajar quiere hacerlo, es decir más de la mitad no quiere trabajar o no puede hacerlo (...) Este dato es demasiado significativo para pasar desapercibido”. Si observamos los parados inscritos en el Instituto Nacional de Empleo (INEM) en diciembre de 2002, los parados menores de 25 años suponían el 22,19% del total, en el mes pasado se habían reducido hasta el 20,07%, una reducción de más de dos puntos. Es decir que a pesar de que nuestra población es joven no tiene expectativas en encontrar un trabajo y por eso no desea hacerlo y ni siquiera se inscribe en las listas del INEM.

En cuanto al empleo los datos de la Seguridad Social no son mejores, a pesar de que se finalizó el año con 244 afiliados más que en el 2002, el incremento medio de afiliados se redujo a un 2,67%, muy por debajo del 6,13% del año anterior o del 3,02% en que lo hace la economía nacional. Incluso el número de autónomos se redujo y eso que uno de los puntales de las políticas de empleo es la potenciación del autoempleo. Así si entre enero y agosto de 2002 se abrieron 295 centros de trabajo con 762 trabajadores, en el mismo periodo de 2003 se abrieron 212 con 391 trabajadores (según datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales). Si nuestra economía crece empujada por los distintos presupuestos de las administraciones, no crea empleo, ese es el problema de la “nueva economía” que los proyectos en que se ha embarcado nuestro gobierno municipal no generan puestos de trabajo. ¿Cuántos puestos de trabajo ha creado el desdoblamiento del Paseo de las Palmeras? ¿Para qué sirve un Helipuerto en el centro de la ciudad si no hay ninguna compañía que quiera hacerse cargo de mayores rutas con mayor capacidad por su falta de rentabilidad?

Nuestro Alcalde sigue empeñado en vendernos una economía basada en el puerto, pero los buques amenazan con irse a Gibraltar por el elevado precio de las tasas portuarias o no se ha tenido en cuenta el desarrollo del puerto de Tánger Mediterráneo; mientras esperamos que se construya la terminal de contenedores, seguimos siendo el puerto que mayor tráfico pierde de España (un 21,37% a octubre de 2003, según datos de Portel), o la pérdida del 7,17% en pasajeros, o la caída del 27,34% en contenedores; en el turismo, pero somos incapaces de atraer un turismo con un potencial de gasto que al menos cubra el coste de subvencionar el billete; las pernoctaciones en los hoteles aumentan pero disminuye la estancia media a 2,15 desde el 2,66 del año pasado; y en la industria ligera con clara vocación exportadora, sin embargo no acabamos de crear un simple polígono industrial. Y para el comercio a esperar el estudio que desarrolla el Ministerio de Economía. La Sociedad de Participaciones Industriales (SEPI) hasta ahora sólo nos ha sorprendido con un nuevo varadero.

Claro que tenemos futuro, pero desde que nuestro Partido Popular lleva en el poder sólo ha sabido potenciar una economía subvencionada de planes de empleo que le permita seguir aprovechando una cantera de votos agradecidos. Primero hemos de potenciar la formación, más del 90% de nuestros parados inscritos en el INEM tienen como nivel de estudios la Enseñanza General Básica o menos, frente al 84% del año anterior; los Planes de Empleo deben servir para adiestrar a nuestros parados en un empleo. En segundo lugar utilicen las herramientas que tienen a su alcance para crear un tejido empresarial que abra nuevos sectores, conviertan a la sociedad Procesa en una verdadera empresa de capital riesgo y no en una mera oficina de reparto de subvenciones; usen el Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la Importación (IPSI) como una herramienta de política económica y no como simple instrumento de recaudación; creen una verdadera política de turismo basada en nuestro patrimonio histórico, en el deporte y en la cultura, definan de una vez qué uso le van a dar a las Murallas Reales y atraigan el turismo de Marruecos; creen una industria especializada en las nuevas tecnologías que precisen de poco espacio físico y recursos naturales, desarrollen la sociedad de la información potenciando la instalación de nuevos operadores; .... Y mientras que nuestro sector comercial sea la principal fuente de empleo tras las administraciones públicas colaboren para que pueda superar la crisis que atraviesa.

Ni me considero un agorero, ni un derrotista ni mucho menos un intelectual, y por falaz a los datos me remito; tan sólo me preocupa mi ciudad y como considero que hay proyectos para crecer así lo escribo porque así lo veo, sé que pueden hacerse las cosas de otra forma para poder darle un futuro esperanzador a mi pueblo, tan sólo eso me mueve.

domingo, 11 de enero de 2004

Un lugar en el paraíso

Se acercan las elecciones y con ellas empiezan las guerras internas en los partidos para buscar un lugar en las listas que les permitan poder optar a ese puesto en Madrid tan codiciado por nuestros políticos, pues asegura un buen sueldo y unas mejores relaciones; debido a la escasa representación que nuestra ciudad tiene en las Cortes, dos senadores y un diputado, estas luchas se hacen mucho más feroces, sobre todo en aquellos partidos que pueden tener alguna opción a obtener el respaldo de los electores. Y es en el Partido Popular donde parece que estas disputas están en su fase más apasionada.

Pero quizás deberíamos conocer algo más del desempeño que han realizado nuestros parlamentarios. La actuación de nuestro Diputado en el Congreso, Sr. González Pérez, puede decirse que ha sido inexistente, a lo largo de los cuatro años que ha durado la legislatura ha tenido sesenta y seis intervenciones y once iniciativas, muy lejos de las 136 iniciativas presentadas en la primera legislatura que obtuvo el acta de diputado o las veintinueve de la legislatura anterior; parece como si su larga estancia en el cargo le fuera causando una especie de cansancio parlamentario que le impide aportar ideas para legislar nuestro país.

Recordar que se hizo famoso allá por octubre del año 2002 cuando su nombramiento como asesor de una empresa de seguridad hizo correr ríos de tinta en la prensa canallesca obligándole a no asumir ese cargo, que aunque no fuera incompatible con su puesto de diputado si que era más que moralmente reprochable que un vocal de la Comisión de Justicia e Interior, encargada de realizar las normas de funcionamiento del sector se siente en el consejo de administración de una de esas empresas; pero para el Partido Popular parece que el mal entendido liberalismo les permite mezclar sus intereses privados con los públicos sin tener en cuenta cualquier ética.

El senador Sr. Morales Montero ha pasado inadvertido en la Cámara Alta sus intervenciones en el Pleno se limitan a dos mociones sobre cuestiones relacionadas con la inmigración y dos preguntas orales; y tan sólo ha realizado una pregunta en una comisión. Un gran bagaje para cuatro años de mandato que posiblemente le permitan repetir en la candidatura.

En cuanto al Sr. Fernández Cucurull quizás sea el parlamentario más preparado de los tres, ha intervenido en doce proyectos de ley, ha presentado dos mociones en el Pleno y una en una Comisión y realizando tres preguntas orales en el Pleno. Su última intervención ha sido una apasionada defensa de los Presupuestos Generales de 2004 actuando como portavoz del grupo parlamentario popular en el Senado. Pero su momento estelar fue en la defensa de la moción en la que se instaba al Gobierno de la nación a la realización de una campaña de comunicación que mejorara el conocimiento de las ciudades de Ceuta y Melilla, en aquella ocasión de febrero de 2003 exigía a su gobierno que cumpliera lo que la ley le obliga. De aquella campaña no volvimos a saber nada más, cuáles han sido las acciones que desarrollan esa moción, como todo lo que ha realizado nuestro Partido Popular: mera campaña publicitaria.

Nuestros parlamentarios mas han sido miembros de un partido que defensores de los intereses de nuestra ciudad, pero nada extraño hay en ello en el sistema político del que disfrutamos, son los partidos los que mandan y ordenan cuando se ha de levantar la mano para votar.

Las listas de las próximas elecciones parecen casi cerradas y si bien en el Congreso está bien claro que nuestro ético representante repetirá en su cuarto mandato, la segunda plaza del Senado está en duda ante los deseos del presidente regional del Partido Popular para encabezar las listas y nuestro funcional cargo parece no estar dispuesto a abandonar su escaño. Lo peor es que nosotros no decidiremos por lo que han hecho nuestros electos miembros de las Cortes, porque si por ello fuera pocos votos deberían conseguir ante la escasa defensa de nuestros intereses que han realizado.

domingo, 4 de enero de 2004

La Memoria del CES

El pasado mes el Consejo Económico y Social (CES) aprobaba su Memoria Socioeconómica y Laboral de Ceuta correspondiente al pasado año 2002. Como siempre hemos de felicitarnos por la mejor obra de estudio de nuestra ciudad en el ámbito económico, a pesar de ser la única, a través de sus más de trescientas páginas nos empapamos de datos y datos que difícilmente podríamos encontrar conjuntamente, a pesar de ello son muchas las deficiencias que siguen aquejando a esta obra y que deben ir corrigiéndose en nuevas ediciones.

Nuevamente se presenta con un desfase temporal excesivo, un informe de este tipo, que pretende ser compendio de nuestra economía, no puede hacerse público con más de diez meses de retraso de los datos que analiza e igualmente sin ningún tipo de explicación que lo justifique, aunque de una forma informal aducen retrasos en el envío de la información por parte de las Instituciones que deben suministrársela; mientras el CES estatal aprueba su memoria en el mes de mayo, el nuestro debe esperar hasta el mes de noviembre para hacerlo, quizás deberíamos exigirle a nuestro organismo local un calendario que se acerque un poco más a los de sus correligionarios.

Aunque el lenguaje es más coloquial que en años anteriores, siguen produciéndose errores tanto sintácticos como ortográficos que parecen echar en falta una prueba de corrección o segunda lectura (que es como siempre se han realizado los informes de este tipo, unos los escriben y otros los leen), pero parece como si esa segunda lectura no hubiera pasado por el texto (ni tan siquiera el corrector de texto del ordenador). El Informe sigue pecando de esa idiosincrasia científica y no es capaz de añadir una simple hoja con el significado de los acrónimos o de algunos de los términos usados, como si cualquier lector fuera capaz de conocer que es el ISM, el M3 o cualquiera de las siglas utilizadas. O qué medida de longitud es la valla ( puesto que el puerto construye 305.6).

Siguen faltando datos individualizados de nuestra ciudad, aunque esta vez el informe se abstiene de hacer comentarios sobre la bondad de los mismos, sigue sin señalar que hay datos que corresponden a Andalucía, Ceuta y Melilla. Nuestro CES debería posibilitar el estudio de estas cifras no sólo solicitar la creación de una oficina estadística para nuestro pueblo. Tampoco existe un gran rigor en algunos de los datos que nos suministra, así, por ejemplo, si al analizar la población ceutí nos indican que se ha producido un descenso de la misma de un 1,31%, nueve páginas más adelante nos demuestran lo contrario mostrándonos un cuadro donde la población se incrementa un 0,605%.

El Informe se empeña en demostrarnos que la ciudad vive en crisis, pero los datos que aporta parecen indicar lo contrario: el Valor Añadido Bruto a precios básicos se incrementa un 3%(aunque luego el dato que nos dan de la Fundación de las Cajas de Ahorro se queda en un 2,12%) “reflejo de una economía moderna y asentada, dado que grandes crecimientos corresponden a economías en desarrollo y decrecimientos a economías en recesión”; el sector industrial tiene un crecimiento de esta variable de un 9,55% por lo que “se puede pensar que nos encontramos en una fase expansiva”; y el sector de la construcción “vive un momento dulce”; el número de hogares que pueden dedicar dinero a ahorrar es el 55,8% (dato conjunto para las ciudades de Ceuta y Melilla), el más alto de España, cuya media es el 35,4%; el número de personas afiliadas a la Seguridad Social se incrementa en un 6%; o “como signo positivo de la economía es el aumento de la contratación un 16,4%”; la apertura de centros de trabajo se ha aumentado en un 19%. Con todos estos datos difícilmente puede concluirse que estamos dentro de una crisis.

Las sociedades municipales se estudian a través de sus presupuestos e incluso algunas con previsiones (sic), cuando en las fechas que se realiza el Informe deberían estar presentadas las cuentas en el Registro Mercantil tal como exige la legislación vigente, no entiendo como no se analizan estas cuentas y sin embargo si pueden analizarse las subvenciones abonadas por cada medida de ayuda al empleo o a la inversión de los fondos europeos el año pasado. No quiero ni pensar que ello sea así porque esas cuentas ni se presentan en el tiempo ni en la forma exigidas por la ley.

A pesar de que la Memoria es la mejor recapitulación de datos de la ciudad deja mucho que desear en la exposición de los mismos, el primer capítulo dedicado al entorno económico internacional es una mala explicación de lo que pasó en el año 2002, y por eso en noviembre nos dicen que “el año 2003 se presenta con más incertidumbres de las que razonablemente se puede asumir para un análisis objetivo de las perspectivas”, a estas alturas del calendario deberían estar estudiando las cifras del 2003 no sus perspectivas. Los responsables del informe deberían realizar una segunda lectura del mismo para efectuar las correcciones oportunas que le den una interpretación más acorde con la realidad económica de nuestra ciudad y no dejar en personas que desconocen nuestra sociedad la redacción del mismo, también debería existir la figura de un director del trabajo que le de unidad al texto pues se nota que ha sido realizado por distintas personas. Por último rogarles que adelanten en todo lo posible su presentación, pues no se puede mandar en septiembre del año 2003 la memoria del 2001 como si fuera una novedad.