viernes, 28 de mayo de 2004

¡Y para lavar nuestra honra!: Henos los de Pravia

Parece que a nuestros gobernantes locales les preocupa en gran medida eso de la imagen que ofrece nuestro pueblo al resto de nuestros conciudadanos de este país o del mundo y por ello una y otra vez insisten en que es necesario salvaguardarla de los ataques de la que injustamente es objeto. Por ello nuestro Alcalde ha convencido al de Melilla para crear una institución que defienda conjuntamente el símbolo de la pureza de ambas ciudades.

No es la primera vez que nuestro Partido Popular se preocupa por la figura que de nuestro pueblo tienen fuera de nuestro territorio, ya en febrero del año 2003 nuestro multifuncional cargo presentaba en el Senado de la nación una moción en la que “se insta al Gobierno a la realización de una campaña de comunicación que tenga por objetivo mejorar el conocimiento de la realidad de las ciudades de Ceuta y Melilla”, campaña de la que no se volvió a saber nada, y más que “la defensa de una emoción” como proclamaba nuestro senador, quedó como una utilización de los sentimientos de los españoles con unos fines electoralistas por parte de su partido.

Ahora esta nueva institución que desea montar nuestro Alcalde debe ser la continuación de aquella moción aprobada por la totalidad de los asistentes y que obligaba al Gobierno de la nación a cumplir con su deber como con tantos otros pueblos de nuestra geografía olvidados de la acción gubernamental; y esta nueva institución supongo que saldrá cual Don Quijote por los campos de España a defender la honra de la doncella ante cualquier ofensa de la que pudiera ser objeto, a tal fin deberá ponerse a su disposición toda clase de medios que permitan conseguir su fin con plenas garantías de éxito sin que los medios económicos sean traba para ello. Aunque con el grandioso Gabinete de Prensa de que dispone nuestro Alcalde y que tan formado debe estar por los emolumentos que cobran para estar a la absoluta disposición de nuestra primera autoridad, no será necesario crear un comité que esté formado por la flor y nata de historiadores, sociólogos, abogados, publicistas, etc. que puedan rebatir con toda clase de argumentos las sandeces que unos u otros digan u hagan. Porque no pretenderán que esta institución salga a la palestra cuando los medios de comunicación expongan la realidad de la ciudad donde más malos tratos a las mujeres se produce, cuando se produzca un asesinato u homicidio, o se edite que es el municipio que tiene la mayor tasa de fracaso escolar, la ciudad donde más necesidad de vivienda existe, la del paro del INEM, la de la falta de servicios sanitarios esenciales (por no hablar del hospital), la de la epidemia de salmonelosis, la de la crisis económica por la falta de unas correctas inversiones que atraigan riqueza y empleo,... O quizás pretendan crear otro ente en el que poder colocar a algunos de los miembros de su partido que por haber perdido el gobierno central se encuentran en la más absoluta de las indigencias.

Existiendo otras Instituciones y medios mucho mejores para exponer de una forma positiva nuestra realidad como puede ser nuestra Fundación Premio Convivencia, que puede ser un instrumento para explicar “urbi et orbe” el intento de vivir en tolerancia de nuestra sociedad sin distinción de raza o religión; el Instituto de Estudios Ceutíes que puede mostrar mejor que nadie nuestra historia y nuestra forma de ser pero que necesitan de una potenciación que nuestro Ayuntamiento no les da, debe pensar nuestro partido gobernante local que para esto de construir en positivo es necesario utilizar el intelecto y esas cuestiones no parecen fomentarlas vayan a pensar demasiado nuestros ciudadanos y se den cuenta de la realidad a la que nos han avocado.

Aunque la mejor forma de vender nuestra imagen es el progreso, generar la riqueza para que podamos seguir viviendo en nuestro pueblo, desarrollar sus aspectos materiales y humanos para que nuestra ciudad prospere tanto económica como socialmente y ya verán como las campañas de imagen vienen solas.
Y si quieren una campaña de imagen que nuestros recientes Príncipes de Asturias realicen una visita en su luna de miel como hicieron los de Gales a Gibraltar para iniciar la suya. Y que de una vez por todas el querer, que indicaba en privado, esté por encima del no poder que sus asumidos deberes reales cree que le imponen.

domingo, 23 de mayo de 2004

Las obras de nuestro Ayuntamiento

Nuestro Partido Popular (PP), desde que llegó al poder, ha entendido que el acometer cualquier tipo de obra presupone que tienen una idea de desarrollo económico para nuestro pueblo y que con ello se conseguiría cambiar la fisonomía de la ciudad, de ahí que se hayan dedicado a acometer cuantas obras han podido y el presupuesto les ha permitido aunque sólo fuera para maquillar el aspecto que presenta nuestra urbe, puesto que los cambios en nuestra estructura económica no parecen llegar a una sociedad que los necesita como agua de mayo. Para esos cambios, nuestros gobernantes prefieren las mesas, las reuniones, los comités y las comisiones con todos y cada uno de los estamentos sociales y económicos, a ver si mareando la perdiz consiguen no tomar ninguna decisión y así lograr llegar a las próximas elecciones con la imagen de haber hecho algo sin hacer nada.

De todas estas actuaciones que lleva a cabo nuestro Ayuntamiento sí se conocen las fechas de inicio de las obras, sin embargo en la inmensa mayoría de ellas la fecha de finalización se pospone día tras día, que en algunos casos llegan a ser meses, si no son años. Y puede comprobarse en el Desdoblamiento del Paseo de las Palmeras, en el Puente del Cristo y en la obra emblemática del Hospital, de la que ahora nos enteramos que están paralizadas debido a que han encontrado unas rocas en el subsuelo que obligan a una nueva demora y, como no, a un incremento de los costes de la construcción que abonará religiosamente el ministerio de turno.

Supongo que en excepcionales casos estas dilaciones pueden tener una base razonable, basadas en cuestiones técnicas o meteorológicas imprevisibles, pero en el resto, que son casi la totalidad, no acabo de entender las causas que provocan el alargamiento de las obras. Se supone que cuando se realiza el pertinente concurso para otorgar la actuación se realiza una planificación con un desarrollo en el tiempo de cada uno de los trabajos a realizar y así conocer cuál es la supuesta fecha de finalización y el coste que supone en horas y de ahí, sumando el coste de los materiales, el valor final. Pero para realizar esa planificación es necesario primero haber realizado un análisis detallado de la obra. Y para que la empresa constructora cumpla con el plan trazado deben imponérsele unas cláusulas sancionadoras por retraso, para evitar que se incumplan los plazos previstos. Y por los resultados que se obtienen en las obras municipales hay que concluir que o las causas imprevisibles aparecen más que en cualquier otro lugar del mundo o la planificación no se realiza o las empresas toman a nuestro ayuntamiento como el pito del sereno y realizan las obras a su libre albedrío.

Todos estos retrasos no sólo tienen un coste social para los ciudadanos que deterioran su calidad de vida, sino también en unos mayores costes económicos, pues suponen una mayor cuantía de la prevista para el erario público, debiéndose reducir de otras inversiones y traduciéndose en una mala gestión al no utilizarse los fondos públicos con la eficacia necesaria para darles el mejor resultado y un coste económico para muchas empresas que se ven afectadas por las obras al impedirles efectuar sus actividades con normalidad u obligarlas a buscar soluciones transitorias de menor eficiencia en sus resultados empresariales. Debería nuestra primera autoridad empezar a controlar mejor las obras que encomienda y exigir el cumplimiento de las planificaciones de las obras para evitar que sigamos perdiendo nuestros impuestos en “cuestiones técnicas o meteorológicas imprevisibles”.

domingo, 16 de mayo de 2004

¡Qué malo es el estrés!

Hace tres semanas el Gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvicesa) presentaba su dimisión por cuestiones personales a la Concejala del ramo, al parecer a nuestro ejecutivo su puesto de trabajo le ha producido un estrés tan tremendo que se ha visto en la obligación de presentar su renuncia a su superiora para evitar caer en una grave enfermedad.

Debe ser tan fatigoso su trabajo que el año pasado no se inició ninguna nueva promoción de viviendas por parte de Emvicesa, en este año se han entregado las casas de la promoción de Avenida de Lisboa a mediados de marzo, que casualidad que las elecciones eran el día trece, y que a causa de las prisas para entregarlas se encuentra ahora con una serie de problemas que deberían haberse previsto. Y todavía colean los arreglos que hizo la constructora en la promoción de Patio Páramo, donde redujo la calidad de las viviendas para paliar un gasto en la estructura que debería haber previsto su estudio del terreno, pero quien paga son los propietarios con una menor calidad, no la constructora. Eso si proyectos de construcción de nuevas viviendas hay muchos, por ello el presupuesto de la ciudad ha reducido la inversión anual en casi un 10% en relación al período 2001 2003.

Era tanto el trabajo que desarrollaba nuestro director de Emvicesa que, según ha denunciado la Unión General de Trabajadores (UGT), se dedicaba a fijar las bases de la convocatoria de unas plazas de oficial administrativo, a preparar a los trabajadores en el propio puesto de trabajo (pues eran plazas de promoción interna), a realizar el examen y a puntuarlo, como Juan Palomo “yo me lo guiso y yo me lo como”. Todo ello debe estar incluido en su sueldo de unos 60.000 euros anuales. Esperemos que por estas clases particulares no le otorguen un plus de productividad.

Pero todas estas cuestiones no han debido afectar a la decisión tomada por la concejala de Fomento quien, ante estas presuntas irregularidades denunciadas por el sindicato UGT ante la Magistratura de Trabajo, ha decidido recompensar el gran trabajo de su gerente ascendiéndole a Subdirector General de Gestión del Suelo, será para evitar que el estrés de su trabajo en Emvicesa no afecte a su salud por lo que le habrá dado un trabajo menos fatigador y pueda recuperarse de su excesiva presión laboral. Esta reestructuración del departamento incluye el nombramiento del Subdirector de Sanidad como Subdirector General de la Vivienda con la máxima responsabilidad en la empresa de vivienda, no como Gerente de la empresa vaya a perder la excedencia por cargo público. Esta designación se habrá hecho porque el Sr. Márquez es un gran entendido en la gestión del sector, puesto que su salida del departamento sanitario no se debe a la supuestas malas relaciones con la concejala de sanidad ni a que no esté conforme con la política aplicada, ni que se le deban estar pagando favores o silencios a esta persona que entró en política con el Grupo Independiente Liberal (GIL).
Demasiado revuelto tiene el corral nuestro Alcalde, a las luchas intestinas de su partido que no salen de una conjura y entran en otra buscando como eliminar al enemigo (como decía un antiguo senador: contrincantes los de enfrente, enemigos los de detrás, refiriéndose a sus compañeros de escaño y de partido que se sentaban tras él), se le unen las continuas meteduras de pata de sus miembros del gobierno o de sus cargos en las empresas públicas y la reacción de nuestra primera autoridad es la de “dar un tirón de orejas” o la de recolocarlos en otros puestos para que sigan comiendo del presupuesto público en pago de los favores realizados. Escaso servicio se hace nuestro primer edil si sigue tapando tantas cosas, al final la olla le explotará y se lo llevará por delante. ¿O quizás están empezando a ver en su partido que no era tan buen gestor como creían y peor líder político y ya andan buscando un recambio?

domingo, 9 de mayo de 2004

Y ahora el Gran Casino

En el mes de Julio del pasado año, la sociedad Gran Casino de Ceuta S.A. presentaba al Ayuntamiento un escrito para revertir la concesión que tiene en el Poblado Marinero donde explota el casino de juego junto a otras actividades (restaurante y discoteca). En dicha misiva, la sociedad alega que debido a la gran dimensión de los locales que ocupa y a la evolución económica negativa que atraviesa la sociedad, solicita que el Ayuntamiento recupere la concesión del local y poder trasladarse a un hotel de la ciudad donde continuaría con su actividad de juego. Para ello dice comprometerse a mantener 28 de los 32 puestos de trabajo durante tres años y a implicarse en otros proyectos económicos que demande la ciudad. Todo por el módico precio de transmisión de 2.885.000 euros (unos 480 millones de pesetas).

En el año 1996, el Ayuntamiento transfería al Casino el Castillo del Parque Marítimo por 1.215.804,71 euros (unos 202 millones de pesetas) para un período de 30 años con un canon de explotación de 6.010 euros (un millón de pesetas). Hoy dice el Casino que, con las inversiones realizadas, el Castillo vale el doble de lo que pagó. Al tratarse de una concesión administrativa, la valoración difiere si es el otorgante quien quiere recuperarla, aplicando una especie de expropiación forzosa, y otra muy distinta que el otorgado desee marcharse, que es el caso en que nos encontramos, por lo que no entiendo el precio que pide el Casino, si desea abandonar el local está en todo su derecho, pero lo que no podrá exigir es el cobro de unas cantidades que por un lado abonó para hacerse cargo de la explotación y otras para adecuar el local a la explotación de un casino de juego. Puede que la explotación de un nuevo negocio necesite reformar por completo el recinto, por lo que las obras realizadas no le sirvan para nada y por lo tanto el Ayuntamiento no debería abonar cantidad alguna por esas obras.

Las causas que alega la sociedad para revertir la concesión, las instalaciones sobredimensionadas y la evolución económica negativa, podrían ser consecuencias de otra causa, la mala gestión de la empresa de su negocio, quizás una mejor explotación de sus actividades complementarias le facilitarían la obtención de mejores resultados, pues cuando se hizo cargo del local tenía los mismos metros cuadrados que ahora y por lo tanto sabía cuáles eran las características del mismo y debería haber realizado un plan de empresa adecuado para explotarlo. Incluso ahora puede cambiarse esa tendencia si supieran explotar el restaurante y el salón de convenciones junto con la discoteca, no creo que sea el Ayuntamiento quien deba pagar los platos rotos de una mala gestión empresarial.

En el cambio también se perderían puestos de trabajo, tan escasos hoy en día en nuestra ciudad, pasarían de 38 trabajadores a 32 en principio, para ir amortizando cuatro puestos de trabajo hasta quedar en 28, que se compromete a mantener tres años tras el posterior traslado al hotel. Se reduce la plantilla un 26%, pero aducen que el Hotel se quedará con parte de ese personal, supongo que el hotel ya tendría planteado cubrir esas plazas de cocina y por lo tanto no hay mantenimiento de puestos sino la cobertura de las necesidades de otra empresa. ¿Y si los contrata el Hotel, les mantendrá sus derechos adquiridos?

Además la empresa añade que tiene la intención de implicarse en otros proyectos económicos que demande la ciudad, la declaración de intenciones es muy efectiva en el plano político, pero en el mundo económico lo que debe existir es la firma de un convenio que exija a la empresa la participación en algún proyecto deseado por el Ayuntamiento, mientras tanto son meras palabras, que como decía mi madre lo que te dije en barranco hondo como no me conviene me torno.

No creo que sea lo más conveniente para nuestro Ayuntamiento, en situación de crisis económica, el pago de 480 millones por una declaración de intenciones y un local al que todavía no sabe que explotación dará, si se produce ese pago más parecerá un dispendio que un justiprecio de una concesión en crisis quizás por una mala gestión.

domingo, 2 de mayo de 2004

Incompatibilidad y ética

La Ley de Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas indica en su exposición de motivos que “exige de los servidores públicos un esfuerzo testimonial de ejemplaridad ante los ciudadanos, constituyendo en este sentido un importante avance hacia la solidaridad, la moralización y la eficacia de la Administración”. Nada extraño es que, a aquellos que cobran de los fondos públicos y sobre todo a quienes los manejan, se les exija ser más cuidadosos con sus actividades privadas, para que éstas no entren en colisión con los intereses de todos los ciudadanos de los que perciben una retribución.

Allá por el año 1999, una serie de señores constituyeron una sociedad de responsabilidad limitada cuyo fin social es la asesoría fiscal, contable, laboral y mercantil, así como la consultoría y promoción de negocios e inversiones, entre otras actividades. Y como administradores solidarios figuran dos personas que, desde mi torpe interpretación de la norma, están incluidos en esa Ley de Incompatibilidades puesto que el artículo primero en su punto tercero indica que “el desempeño de un puesto de trabajo por el personal incluido en el ámbito de aplicación de esta Ley será incompatible con el ejercicio de cualquier cargo, profesión o actividad, público o privado, que pueda impedir o menoscabar el estricto cumplimiento de sus deberes o comprometer su imparcialidad o independencia”. Y lo interpreto así pues el fin que persigue la sociedad entra en competencia directa y por lo tanto desleal con los puestos de trabajo que desarrollaban y desarrollan para la administración local. Uno no puede pertenecer al Consejo de Administración de una empresa municipal que se dedica a promocionar proyectos de índole empresarial y a su vez montar una empresa que promociona negocios e inversiones, lo entiendo como competencia desleal y en la empresa privada es causa de despido.

En su argumentación aducen que eran tiempos en los que en el Ayuntamiento gobernaban los miembros del Grupo Independiente Liberal (GIL) y que era una formula para poder sustentar a sus familias en el caso en que se encontraran en la calle. Uno puede entender esta interpretación, pero nunca comprenderla, pues la lealtad a la función que desempeñan les impiden iniciar antes de que se produzca el supuesto despido (que en un caso era imposible y en el otro nunca se produjo) la creación de la sociedad. ¿Y si gobiernan otros que no son de su cuerda política? ¿También lo harían?

El problema es que la sociedad sigue estando en funcionamiento, ni se ha disuelto ni siquiera han renunciado a sus cargos en la empresa por lo que la incompatibilidad sigue existiendo y por lo tanto la capacidad de ser desleal a la Administración existe, han pasado más de tres años desde que el GIL abandonó el poder municipal, pero, a pesar de que son una empresa de asesoría fiscal y mercantil, por lo que no pueden aducir desconocimiento de la Ley, aunque éste no impide su cumplimiento, siguen sin dar el paso para liquidar la empresa o que sus cargos sean revocados por la Junta de Accionistas. ¿A qué esperan para hacerlo? La cuestión no es si se está utilizando la empresa o no, pues el incumplimiento con los deberes en el Registro Mercantil impide saberlo, sino el porqué se sigue incumpliendo la legislación y nuestras autoridades no intervienen. Es un asunto de moral, la Ley está para cumplirla ¿o es que estos dos señores están por encima dela Ley?

La mujer del Cesar no sólo debe ser honrada, sino que debe parecerlo y en este caso ni una cosa ni otra. Nuestro Alcalde ha hecho de la transparencia y la honradez bandera de su mandato y parece que los tiempos oscuros están empezando a llegar y a ocultar las vergüenzas para que no se conozcan. Ahora dirá que se entera por la prensa y con “un tirón de orejas” solucionará el problema, pero su imagen sigue perdiendo enteros, por su bien Sr. Alcalde baje del pedestal y limpie un poco la casa. ¿O no esta en posición para hacerlo?