lunes, 22 de junio de 2015

Una oferta que no podrás rechazar



Hoy tomaba posesión de su nuevo cargo como delegado del gobierno de España en nuestra ciudad  D. Nicolás Fernández Cucurull,  ante la vicepresidenta del gobierno, Dña. Soraya Sáenz de Santamaría, y nuestro recién “poseído” alcalde, D. Juan Vivas, además del séquito exigido para el caso. Ha debido ser la segunda quien colaborara con el acto del juramento, ante el "olvido" de la organización del texto que debía pronunciar y sobre todo de la Biblia, hemos de agradecer que Dña. Soraya recordara sus cercanos inicios en el Servicio Jurídico del Estado, lo que ha permitido dictarle, cual apuntador en la concha, a D. Nicolás, no he podido vislumbrar si también sacaba una biblia del bolso para que el juramento tuviera el valor apropiado.


Parece que toda la sociedad ceutí, bueno más que la sociedad, los medios de “contaminación”,  ha acogido el nombramiento con gran regocijo y esperanza, como si el Sr. Fernández fuera una de esas personas que logra aunar tras de sí, el esfuerzo y la colaboración de todas las fuerzas sociales en una piña que avanza con una fuerza imparable,  como si fuera capaz de afrontar la solución de los graves problemas que  tiene la ciudad y encauzarlos en una dirección definitiva en los próximos cinco meses. Desde que se conoce la elección de la persona para el puesto tan sólo he oído y sobre todo leído loas y alabanzas hacia su persona, que bien podría entender en su partido y en la gratificada prensa del régimen,  pero lo que no logro entender es que el PSOE de Ceuta, por boca de su portavoz en el Ayuntamiento nos diga que es un “nombramiento acertado”, debe ser esa nueva fase de entendimiento, comprensión y sumisión a  la que la deriva del partido les ha llevado y que ya señalaban los de Caballas, porque si continuara el “Niño de papá”, digo  el Sr. Carraco, supongo que la memoria  le hubiera hecho opinar de  muy distinta manera.


Dicen los mentideros de la corte del Alcalde Perpetuo que, como un Marlon Brando cualquiera en su gran interpretación de “El Padrino”, díjole a D. Nicolás “voy a hacerte una oferta que no podrás rechazar”, y ante tal propuesta el Sr. Fernández no pudo negarse y tuvo que ceder a pesar de su “reticencia” a volver a la vida pública y la de su partido a llamarlo. Pues debo ser el único que recuerda su abrupta salida de la vida pública, al negarse a continuar en el puesto de senador donde su organización lo quería y necesitaba, ya que el partido no quiso complacerle con su deseo de ser diputado, donde continuó al que ahora sustituye. La elección estaría motivada más por los defectos de sus oponentes en la terna, que por sus virtudes para el cargo y, a pesar de la fuerte oposición de una gran parte de la dirección del partido, se optó por ceder y aceptar que fuera designado para el oficio, “sólo por seis meses” apuntillaron. Aunque hasta alguno pensó en que para ese tiempo sería inmejorable el Sr. Moro, dicen que tras observar el demudado rostro del Sr. Vivas, añadió, que era broma.


Los elogiadores del Sr, Fernández aluden a su preparación como si fuera el único factor necesario para detentar un cargo público como el de delegado del gobierno o cualquier otro, sea público o privado. Y añaden la de su larga experiencia, tanto en el Senado, como en las empresas municipales que permitirá su acceso a cualquier institución “conoce a casi todos los que se sientan en la bancada azul”, subrayaba un plumilla en todo un argot parlamentario. Puede que sea una ventaja el haber estudiado con los jesuitas en ICADE, puede que le enseñaran todas las virtudes, las teologales y las cardinales, pero parece que en estas últimas su aprovechamiento académico no fue del todo correcto.


Ya en su primer discurso ha dejado bien claro cuál va a ser su cometido: “mi labor será continuar con el trabajo iniciado”, no esperen nuevas propuestas, nuevas actuaciones o nuevos planes, el Sr. Fernández se limitará a proseguir con la tarea realizada por su predecesor, no crean que porque piense que es lo mejor para la Ciudad, sino sencillamente porque ni él, ni su partido tienen soluciones para nuestros problemas, así que para lo que me queda en el Convento, ya saben. El Sr. Fernández seguirá haciendo lo que ha hecho en su larga y glorioso carrera, nada. Si ahondan un poco en los “logros” conseguidos por este senador, descubrirán que lo que Ceuta ha conseguido, ha sido a su pesar. 


Todavía recuerdo aquella infamante moción en el Senado en la que “se insta al Gobierno a la realización de una campaña de comunicación que tenga por objetivo mejorar el conocimiento de la realidad de las ciudades de Ceuta y Melilla” en febrero de 2003, tras las consabidas loas en la prensa del movimiento, deberían leer el diario de sesiones para conocer lo que sus compañeros de escaño opinaban. Sus cuatro negativas a aceptar la modificación del REF, su voto en contra de ampliar la subvención al transporte de los canarios al 50%, que podría haber facilitado su trasvase a los ceutíes mucho antes de que los socialistas la implantaran; demuestran que todas las actuaciones del senador Fernández solo tuvieron un interés, el del Partido Popular, nunca su intervención en la vida política nacional defendió los intereses de Ceuta.  


Si pasamos a su actividad política local,  poco positivo podemos obtener, aquel I Plan de Barriadas que tantos problemas generó; el desdoblamiento de las Palmeras que acabó costándonos el doble; la Manzana del Revellín, un agujero negro, que el TSJA terminó por  ratificar la ilegalidad de la licencia que había firmado. Eso son algunos de los grandes éxitos del “candidato preparado”, sólo por hablar de los más llamativos, que hicieron al Sr. Vivas prescindir de él en su gobierno. Y si pasamos por su etapa en Procesa, poco se puede salvar, ya escribía el otro día  que debía estar tan ocupado en su nuevo cargo que se olvidó de colgar los formularios del plazo abierto para las subvenciones de la empresa que le paga.   Quizás deberíamos repasar de vez en cuando las hemerotecas (aunque algunas tiendan a desparecer) para recordar quienes somos, son nuestros hechos los que nos definen, no las palabras de quienes quieren hacernos creer que el mundo es de color de rosa si lo domina quien le paga.  


En cuanto a su capacidad personal para relacionarse con los demás a sus logros me remito, en poco tiempo consiguió poner en contra a toda la oposición, sus insultos, sus desplantes y  su soberbia, le granjearon la enemistad de cualquier contrincante, dentro o fuera de su partido. Así que imaginen cómo debe andar el Partido Popular para nombrar a su “mejor” opción como delegado del gobierno.

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