Una vez más, y ya van cinco, oímos el discurso de toma de
posesión de nuestro Alcalde Perpetuo D. Juan Jesús Vivas Lara, quien esperara
algún cambio en su disertación estaba muy equivocado, las mismas promesas, los
mismos compromisos, los mismos deseos que en sus anteriores intervenciones. Lo
único que hemos de agradecer es la presencia de la Vicepresidenta del Gobierno
de España, Dña. Soraya Sáenz de Santamaría, que ante la aglomeración de actos que
debía presidir y su escaso tiempo, obligó a que el plúmbeo discurso de nuestro
primer edil se redujera a la mitad. Eso que nos ahorramos nosotros y la
Vicepresidenta, a quien se lo
agradecemos.
Cada vez que nuestro Alcalde se dirige a los ciudadanos
todas sus arengas van encaminadas a remarcar aquellas acciones que va a tomar, los sectores donde va a invertir, las infraestructuras
que piensa realizar, las actuaciones que afrontará para eliminar la desigualdad,
el desempleo, la pobreza, la exclusión social, etc. etc. etc… palabras, palabras
y más palabras. Todo responde a una razón:
no puede hablar de los hechos porque éstos no existen. Cada dato que objetivamente
se analiza demuestra que con el transcurso de estos 14 larguísimos años nuestra
Ciudad, su Ceuta “dulce, pequeña y marinera” está mucho peor. No les cansaré
con una cascada de números, tan sólo uno, la tasa de pobreza en nuestra ciudad
ronda al 45% de la población, la media española es la mitad.
En la perorata de este año la concreción de las actuaciones que
piensa realizar en los próximos cuatro años, como hiciera en ocasiones anteriores,
vuelve a insistir en muchas que llevan en su proyecto desde el año 2001, bueno
en los proyectos del GIL, y eso de que las que puntualizó en su discurso de
2011 apenas ha realizado el 30% y
algunas de ellas porque no dependían de su gobierno. Pero es tal su vanidad que
no le ha importado repetir por quinta vez los mismos compromisos, para no cumplirlos por quinta vez, demostrando
lo que le importa los compromisos con sus paisanos. Así nos encontramos con los
conocidísimos temas como el abaratamiento del transporte marítimo, el incansable
apoyo a los emprendedores, los esfuerzos en la formación (en la misma formación
de siempre claro), la revisión de la
tributación local y los clásicos de la
Plaza Vieja, el Foso de la Almina, la
urbanización de El Príncipe. Que esperemos sea la última vez que los oímos, no
porque los vaya a cumplir que no lo hará como siempre, sino porque los
ciudadanos reconozcan por fin a este charlatán de feria, vendedor de humo que
sólo ha conseguido llevarnos a las más altas cotas de desigualdad, exclusión,
desempleo… en nuestra ciudad.
En esta ocasión han vuelto las loas al Gobierno central, no
por la presencia de la Vicepresidenta, sino porque el Sr. Vivas entiende que la
lealtad a las instituciones, de la que tanto alardea pero que poco conoce, consiste
en dorarle la píldora a los suyos y exigirle a los otros lo que no hacen los
suyos. Así pasó con los años de Gobierno de Aznar, que hasta quiso nombrarle
hijo predilecto de la Ciudad, desconocemos los méritos que acumuló para ello, aparte
de crear un grave conflicto con nuestro vecino. Por el contrario, en las dos anteriores,
así como en todos sus discursos sobre el “Estado de la Ciudad”, las palabras para
el Gobierno de España no fueron de agradecimiento por continuar con las
políticas de mantenimiento financiero que le permitían seguir derrochando a su
antojo y ahondar en el déficit y la deuda del Ayuntamiento, o por incrementar
las inversiones del Estado, o por permitir que los Reyes de España visitaran
por fin nuestro pueblo; sus palabra fueron de exigencia. Esa es la forma de
entender la lealtad institucional con la que tanto se llena la boca el Sr.
Vivas, a los suyos no puedo más que agradecerles sus recortes en servicios,
infraestructuras, educación, sanidad, puerto,…, pero a los otros, a esos, con su
talante democrático, sólo sabe exigirles que cumplan con lo que los suyos no
hacen.
Desconozco quiénes pueden ser los que sigan creyendo en sus
palabras ajadas y hueras, quiénes pueden seguir ilusionándose con un proyecto vacío
y marchito, quiénes pueden concebir que cualquiera de las iniciativas que el
Sr. Vivas ha liderado puedan sacarnos de la crisis económica en la que nos ha
hundido mucho más, provocándolo por su
incapacidad para buscar soluciones.
Cada vez que nuestro Alcalde ha querido
potenciar un sector económico, éste ha acabado por hundirse, su falta de ideas,
su incapacidad para liderar equipos, su renuncia a luchar por un futuro para la
ciudad han provocado que nuestra sociedad siga hundiéndose, tan sólo nos queda
la administración y no gracias a él, pues sus “planes de empleo” sustituyen las
Ofertas de Empleo Público que debería sacar para cubrir los que tanto llama “empleo
estructural”, en los últimos cuatro años, el personal funcionario del
Ayuntamientos se ha reducido casi un 7%, menos mal que lo ha mantenido.
Cómo se puede decir que se va a “cuidar el medio ambiente”
cuando la dejadez de su gobierno ha causado estragos medioambientales como el
de playa Benítez; quién va a “garantizar la estabilidad y equilibrio de las
cuentas públicas”, cuando el Tribunal de Cuentas denuncia su incumplimiento en
los últimos ejercicios; cómo se va a “favorecer la cohesión social y combatir
la pobreza” cuando en sus últimos cuatro años la tasa de pobreza ha pasado del
26.3% de la población al 44.3%; cómo se
va a “luchar contra el paro”, cuando en sus catorce años de desidia ha
conseguido triplicar el número de desempleados.
El problema del Sr. Vivas es que no cree en el futuro de esta ciudad.
Ahora que empieza a observar a una verdadera oposición en el
Ayuntamiento habla de “cuanto más seamos mejor”; ahora cree en las propuestas
que puedan hacer los demás, ahora el Sr. Vivas se convierte en una persona
dialogante y buscadora de acuerdos, cuando en catorce años ha obligado a los
suyos a votar en contra de la oposición y en los casos en que ha aceptado
muchas de las lógicas propuestas de la oposición, lo que ha hecho es no
llevarlas a cabo. Con su recorrido en el sillón de la ciudad espero que la
nueva oposición no caiga en la trampa de la supuesta conversión democrática del
Alcalde, tan sólo pretende que se unan a su forma tan amigable de reinar: desde
su poltrona va concediendo sus prebendas a unos y otros en función de sus
intereses.
Dado el día que es, deseo felicitarle en su onomástica y me encantaría
que lo disfrutara durante los cuatro años venideros, sin necesidad de que
vuelva a su despacho.
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