No tengan ninguna duda, nuestras autoridades han conseguido
hacer del Puerto el mejor de nuestra ciudad, lo peor es que no hay otro y que
su trayectoria en este siglo va de mal en peor. No se observa que sea uno de
los motores de la economía de la ciudad, ni se le espera, tras catorce años en
la presidencia de la Autoridad Portuaria, la gestión del Sr. Torrado debe definirse
como de fracaso absoluto. Ni ha existido un proyecto para nuestra emblemática instalación
durante su mandato ni lo hay, por supuesto, de futuro. Como todos los cargos
del Partido Popular se han dedicado a disfrutarlo al amparo de una mayoría
absoluta que los respaldaba, sin preocuparse en ningún momento por la gestión
que los ciudadanos les habían encomendado, su única preocupación ha sido no
levantar rencillas que pudieran provocar su cese.
Con crear una estructura administrativa donde poder colocar
a unos y otros, dejando contentos a gobierno y oposición (aún recuerdo la pulcra contratación de las
tres emes), regalar metopas a todo barco que arribara y darse unos cuantos viajes
por “Maiami” ( que se dice ahora, abran bien la boca y pongan acento cubano),
en busca de negocio “cruceril” no sean mal pensados (eran compromisos cerrados
que dejaron los malvados del GIL y no podíamos negarnos), era suficiente para
pasar con honores a la historia de nuestro glorioso puerto. Pero con lo que no
contó nuestro formidable gestor fue con las distintas crisis y el desarrollo de
otros puertos cercanos que ante la inacción de nuestras autoridades han
conducido al nuestro a un ostracismo absoluto.
El pasado domingo el medio digital Ceuta actualidad publicaba un extenso reportaje sobre la reducción del
negocio de nuestro puerto, sobre todo en la cuestión del avituallamiento a los
buques, en el que el repostaje de gasoil en el mar había sufrido una brusca caída
en el inicio del ejercicio, calculándola en un 40% con relación al año anterior,
que el Sr. Torrado rápidamente aclaraba: “Han sobrevenido un montón de averías
externas a nosotros”. La Autoridad Portuaria
no tiene ninguna culpa y por supuesto ninguna solución, le faltó añadir al
máximo “responsable” nos hemos encomendado a la Virgen de África, a la del
Carmen y nos hemos ido a la Catedral de
la Asunción en procesión como en los viejos tiempos.
Es incomprensible que
el Sr. Torrado nos diga que el accidente sufrido por la gabarra es una “avería
externa”, si no estoy mal informado la gabarra es una concesión de la propia
Autoridad Portuaria y que algo debería decir, sobre todo cuando en la memoria
de 2013 se ufanaba de que : “A todo
ello hay que añadir la capacidad de atender a buques en bahía mediante
suministro a través de gabarra, lo que libera las limitaciones que pudieran
existir en cuanto al tamaño de los buques ya que ahora pueden atenderse a
aquellos de mayor eslora y desplazamiento fuera de la dársena en fondeo”. Parece que para las cosas buenas algo tiene
que ver con la institución, pero en cuanto surge el problema, pasa a ser una
cuestión externa. Una de las especialidades
de nuestras autoridades, ni se les ve cuando hay una dificultad y están en
todas la fotos cuando hay que quitarle la medalla a otro.
Pero no es el único
problema de infraestructuras que tiene nuestro puerto y que deriva de la mala
gestión del Sr. Torrado, las averías sufridas por Atlas-Cepsa no son un
problema “externo”; según me comentaban, las tuberías que explota esta compañía
en el Muelle de Poniente son heredadas de la antigua Ybarrola y que parece que
la falta de mantenimiento han provocado no sólo el fallo en las tomas si no
sobre todo el desastre ecológico que esta empresa ha causado en el trayecto
desde sus depósitos hasta el puerto (dicen que la playa de Benítez está llena
de chapapote, que lo único que se ha hecho es taparlo de arena y que los
bañistas lo van a sufrir este verano). El tramo que transcurre por el puerto es
responsabilidad de la Autoridad Portuaria, quien debe velar por la seguridad de
las instalaciones, debiendo exigir a las empresas el mantenimiento necesario
para evitar estos “accidentes”, el segmento exterior es responsabilidad de la Ciudad,
que tampoco ha exigido a la empresa ese mínimo mantenimiento. Quizás con el
nombramiento de un nuevo responsable de la empresa, no les corte pedírselo,
aunque a lo mejor también cena cada semana con el Sr. Vivas.
Si el Sr. Torrado
se hubiera preocupado sólo un poco por analizar en esos estudios DAFO que tanto
gustan en otras empresas de la ciudad (será que como no ha hecho el master, no
sabe hacerlo, en cuanto el Sr. Vivas reabra la ENME, le beca, no se preocupe),
hubiera podido ver que una de sus amenazas era la obsolescencia de sus
infraestructuras, las básicas de las que vive el puerto, no de las que viven
unas compañías marítimas que viven de los ceutíes (un 70% del negocio es de los
residentes y así nos tratan) y que disfrutan de una estación marítima que hemos
pagado entre todos (¿recuerdan cuando una de estas compañías iba a construir su
propia estación? Como aplaudían la autoridades y como reía el argentino), lo
que provocaría el hundimiento del negocio de una gran multitud de empresas,
pero eso qué le va a preocupar si con
pedir que incrementen el Fondo de Compensación es suficiente para cubrir su
nómina.
Igual podríamos
decir del problema que ha generado la compañía Balearia y su buque “Passiò per
Formentera”, es una muestra de la desidia en la que ha caído nuestro puerto. Las
quejas sobre ese buque en los distintos puertos por los que ha pasado ,se
remonta al verano de 2011, cómo será el poder que detenta la empresa que ha ido
de puerto en puerto prometiendo la reducción de los ruidos con la instalación
de un silenciador a los motores, pero ahí sigue y el Sr. Torrado agradeciéndole
la rápida respuesta que ha dado esta empresa tan unida a nuestra ciudad y con
la que tan buenas relaciones nos une, no sin antes decir que eso es cosa de
Medio Ambiente, que lo solucione la ciudad, que él de problemas no sabe nada.
Estos hechos cercanos
en el tiempo, pero que si se analiza el largo reinado del Sr. Torrado en la
Autoridad Portuaria (quizás volvamos pronto, si me confirman ciertos datos de
un concurso) asustarían a cualquiera, demuestran su incapacidad para gestionar
hasta las cuentas de su casa, por ello ahora que tanto hablan de diálogo y de
evitar el 13-12, bien debería exigir la oposición que se abran las ventanas y
que un buen levante limpie nuestro puerto y se cambie por alguien un poco más técnico
capaz de mirar por los intereses de todos en uno de los principales motores de
la ciudad, los de todos. Bueno, la oposición, a ver si los nuevos hacen algo,
porque los otros estaban en el consejo cobrando las dietas que debe ser para lo
único que tenían ojos.
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