Dentro
de esa Corte de los Milagros en la que ha convertido nuestro Alcalde Perpetuo
nuestro pueblo, existe un grupo “selecto”, “elegido”, conocido como los
“Corsarios de Vivas”, quienes, en su mayoría con poco oficio y mucho beneficio,
disfrutan de una placentera vida, haciendo y deshaciendo a su antojo, por
empresas, organismos y demás entes que pululan por el Desgobierno, sin saber
cuál es la función que hacen para la ciudad. Actúan con patente de corso,
otorgada por el Sr. Vivas, para hacer defender desconocidos intereses, que poco
tienen que ver con el tan cacareado “interés general” con el que tanto se llena
la boca.
Existen
en la que han llegado a denominar “Administración Periférica”, en un
ardid para confundir a los ceutíes creyendo que los han contratados
siguiendo los principios de igualdad, mérito, capacidad y
publicidad, un total de diez sociedades mercantiles, cinco organismos
autónomos, un consorcio y una fundación. Un conjunto de organizaciones de las
que se desconocen cuáles son sus verdaderos fines, pues sirven tanto para un
roto, como para un descosido; y sobre todo para qué son utilizadas.
Al
frente de estos entes se encuentra una mesnada de individuos de los que se
desconocen los méritos para haberse hecho cargo de la gerencia de tales
organismos, sí se sabe que han sido nombrados a dedo por nuestro ínclito
Alcalde, con el único objetivo de pagar las canonjías a sus partidarios, sean o
no miembros de su partido, de esta forma mantiene contenta a ese red clientelar
que para lo único que sirve es para buscar votos en los quince días que dura
una campaña electoral. O si no, recuerden a aquella cortesana que se desplazaba
en coche oficial y en horario laboral a repartir propaganda de su partido. O
aquel otro “conseguidor” que se dedicaba a visitar a los enfermos en su jornada
de trabajo, tanta labor caritativa fue recompensada con una medalla.
Uno
de los objetivos de cualquier política de personal sería la profesionalización
de la gestión de las empresas municipales. Es imprescindible que quienes estén
al frente de estas sociedades tengan una capacitación técnica, una experiencia
profesional, si no son funcionarios, y una formación académica acorde con el
puesto a desarrollar. Pero cada vez que se ha solicitado, nuestro
inefable Alcalde ha entendido que eso de profesionalizar se consigue con un
aumento de sueldo y así tenemos estos apabullantes salarios entre los Corsarios
de Vivas.
Si
analizan las características de los actuales Corsarios de Vivas, uno, quizás
dos, cumplen esas condiciones para acceder al puesto, el resto carecen de
titulación, nula experiencia en el sector o ninguna capacitación técnica para
poder llevar ni las cuentas de su casa, pero ahí están hasta algunos llegan a
los 115.000€ al año. El coste de esta hueste asciende a más de un millón de
euros, sin contar las ayudas sociales que reciben muchos de ellos y ahora
añadan esa Troupe de Saltimbanquis adherida a los puestos de asesores, coordinadores
y demás gente del buen vivir.
Lo
que técnicamente es inconcebible es la diferencia que existe entre unos y
otros, unos salarios que solo buscan contentar a las distintas facciones del
partido, pero que de poco sirven a los intereses de los ceutíes. De estos 13
corsarios, sólo dos cobran menos que el concejal (49.071,12€) del que depende
el organismo. Y solo cuatro, menos de lo que dice el presupuesto que debe
cobrar nuestro Alcalde (61.847,24€) y uno cobra más de lo que realmente
percibe el Sr. Vivas (85.263,7€). O el grave problema de la “consolidación”,
que como herencia va a dejar a los que entren detrás, una vez transcurrido una
serie de meses el salario queda “consolidado” de por vida.
Ni
los presupuestos de cada entidad, ni el número de trabajadores, ni las
actividades que desarrollan justifica esa brutal diferencia entre el que más
cobra (OAST) y el que menos (Parque Marítimo), 2.67 veces, una diferencia de
72.207€ entre uno y otro, mas cuando en ambas entidades hay un segundo jefe que
tienen parecidos salarios a los de sus gerentes, lo que hace más innecesarias
estas figuras que solo responden a intereses partidistas.
Tampoco
parece que las estructuras salariales de las diferentes empresas tengan lógica,
si la media de los salarios es de 32.021,86€, los que más cobran llegan a los
50.551,54€ en EMVICESA y los que menos los del Parque Marítimo (19.870,58€), a
tener en cuenta que en el Parque, al no especificar las plantillas medias, el
dato no es fiable, puesto que gran parte del personal no trabaja todo el año. Y
siempre de que se tratan de salarios medios, habrá quien cobre mucho más de la
media y quienes estén por debajo.
En
los consejos de administración casi toda esta mesnada es incapaz de responder a
cualquier pregunta sobre su sociedad, que se supone dirigen. Su participación
en los consejos es nula, cuando han de presentar alguna propuesta la dejan en
manos de algún técnico o del concejal de turno. Como en quince años, nadie les
ha molestado en los consejos, ni se les ha preguntado por las cuentas, ni sobre
su gestión, pues normal que hayan tenido esa vida tan contemplativa.
Nuestra
ciudad necesita un cambio radical que reestructure toda esta organización
generada para pagar prebendas a la red clientelar que mantiene en el poder a
nuestro Alcalde Perpetuo y que solo supone un gasto superfluo para las arcas
municipales.
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