domingo, 30 de julio de 2017

Los Corsarios de Vivas




Dentro de esa Corte de los Milagros en la que ha convertido nuestro Alcalde Perpetuo nuestro pueblo, existe un grupo “selecto”, “elegido”, conocido como los “Corsarios de Vivas”, quienes, en su mayoría con poco oficio y mucho beneficio, disfrutan de una placentera vida, haciendo y deshaciendo a su antojo, por empresas, organismos y demás entes que pululan por el Desgobierno, sin saber cuál es la función que hacen para la ciudad. Actúan con patente de corso, otorgada por el Sr. Vivas, para hacer defender desconocidos intereses, que poco tienen que ver con el tan cacareado “interés general” con el que tanto se llena la boca.



Existen en la que han  llegado a denominar “Administración Periférica”, en un ardid para confundir a los ceutíes creyendo que los han contratados  siguiendo los principios de igualdad, mérito,  capacidad y publicidad,  un total de diez sociedades mercantiles, cinco organismos autónomos, un consorcio y una fundación. Un conjunto de organizaciones de las que se desconocen cuáles son sus verdaderos fines, pues sirven tanto para un roto, como para un descosido; y sobre todo para qué son utilizadas. 

Al frente de estos entes se encuentra una mesnada de individuos de los que se desconocen los méritos para haberse hecho cargo de la gerencia de tales organismos, sí se sabe que han sido nombrados a dedo por nuestro ínclito Alcalde, con el único objetivo de pagar las canonjías a sus partidarios, sean o no miembros de su partido, de esta forma mantiene contenta a ese red clientelar que para lo único que sirve es para buscar votos en los quince días que dura una campaña electoral. O si no, recuerden a aquella cortesana que se desplazaba en coche oficial y en horario laboral a repartir propaganda de su partido. O aquel otro “conseguidor” que se dedicaba a visitar a los enfermos en su jornada de trabajo, tanta labor caritativa fue recompensada con una medalla.

Uno de los objetivos de cualquier política de personal sería la profesionalización de la gestión de las empresas municipales. Es imprescindible que quienes estén al frente de estas sociedades tengan una capacitación técnica, una experiencia profesional, si no son funcionarios, y una formación académica acorde con el puesto a desarrollar. Pero cada vez que se ha  solicitado, nuestro inefable Alcalde ha entendido que eso de profesionalizar se consigue con un aumento de sueldo y así tenemos estos apabullantes salarios entre los Corsarios de Vivas.

Si analizan las características de los actuales Corsarios de Vivas, uno, quizás dos, cumplen esas condiciones para acceder al puesto, el resto  carecen de titulación, nula experiencia en el sector o ninguna capacitación técnica para poder llevar ni las cuentas de su casa, pero ahí están hasta algunos llegan a los 115.000€ al año. El coste de esta hueste asciende a más de un millón de euros, sin contar las ayudas sociales que reciben muchos de ellos y ahora añadan esa Troupe de Saltimbanquis adherida a los puestos de asesores, coordinadores y demás gente del buen vivir.

Lo que técnicamente es inconcebible es la diferencia que existe entre unos y otros, unos salarios que solo buscan contentar a las distintas facciones del partido, pero que de poco sirven a los intereses de los ceutíes. De estos 13 corsarios, sólo dos cobran menos que el concejal (49.071,12€) del que depende el organismo. Y solo cuatro, menos de lo que dice el presupuesto que debe cobrar nuestro Alcalde (61.847,24€)  y uno cobra más de lo que realmente percibe el Sr. Vivas (85.263,7€). O el grave problema de la “consolidación”, que como herencia va a dejar a los que entren detrás, una vez transcurrido una serie de meses el salario queda “consolidado” de por vida.



Ni los presupuestos de cada entidad, ni el número de trabajadores, ni las actividades que desarrollan justifica esa brutal diferencia entre el que más cobra (OAST) y el que menos (Parque Marítimo), 2.67 veces, una diferencia de 72.207€ entre uno y otro, mas cuando en ambas entidades hay un segundo jefe que tienen parecidos salarios a los de sus gerentes, lo que hace más innecesarias estas figuras que solo responden a intereses partidistas.




 Tampoco parece que las estructuras salariales de las diferentes empresas tengan lógica, si la media de los salarios es de 32.021,86€, los que más cobran llegan a los 50.551,54€ en EMVICESA y los que menos los del Parque Marítimo (19.870,58€), a tener en cuenta que en el Parque, al no especificar las plantillas medias, el dato no es fiable, puesto que gran parte del personal no trabaja todo el año. Y siempre de que se tratan de salarios medios, habrá quien cobre mucho más de la media y quienes estén por debajo.
En los consejos de administración casi toda esta mesnada es incapaz de responder a cualquier pregunta sobre su sociedad, que se supone dirigen. Su participación en los consejos es nula, cuando han de presentar alguna propuesta la dejan en manos de algún técnico o del concejal de turno. Como en quince años, nadie les ha molestado en los consejos, ni se les ha preguntado por las cuentas, ni sobre su gestión, pues normal que hayan tenido esa vida tan contemplativa.

Nuestra ciudad necesita un cambio radical que reestructure toda esta organización generada para pagar prebendas a la red clientelar que mantiene en el poder a nuestro Alcalde Perpetuo y que solo supone un gasto superfluo para las arcas municipales.

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