Los últimos datos del
Boletín estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas
al mes de enero de 2017 pueden servirnos
para analizar la evolución de la administración pública a lo largo de los
últimos años en nuestro pueblo. Eso que nuestro inefable Alcalde llama el
músculo de la Administración y que es considerada como uno de los pilares de
nuestra economía por este generador de ruina que sufrimos como supuesto
responsable del Consistorio.
En los datos que se acaban
de publicar, el personal adscrito a las administraciones ha pasado de ser en enero
de 2010 de 10.194 personas a 9.275 en enero de este año. Una reducción de 919
personas, un 9.02%. La coincidencia de que tanto la administración central y la
local perdieron en ese plazo los mismos funcionarios, 489 funcionarios cada
una, demuestra el nulo interés de ambas administraciones en que los ceutíes
tengan unos servicios como el resto de los españoles, y la agradable sorpresa
de que la universidad casi dobló el número de personas contratadas en el mismo
periodo.
En Melilla, con una
estructura administrativa muy parecida a la nuestra, la pérdida de funcionarios
sólo ha sido del 2.89%, menos de un tercio de lo que ha caído en Ceuta, y como
en tantas cosas, ya nos superan en número de empleados públicos en los dos
últimos semestres. El Ayuntamiento en estos siete años ha perdido una cuarta
parte de sus efectivos, Melilla menos de un 15% (en números absolutos una pérdida de 489 en Ceuta, frente a solo 205
en Melilla).
Lo preocupante es que,
mientras en el conjunto estatal, las Administraciones han empezado a crear
empleo en los dos últimos semestres, en nuestra Ciudad continúa la reducción de
los empleados públicos, sobre todo en la Administración Central que en el
último año ha perdido a 265 efectivos (el 54,2% de los que se ha reducido en el
periodo), por lo que no sé donde están los constantes incrementos de plantilla
que nos vende el Gobierno de Rajoy y su inepto representante en la Ciudad, el
último lo vendía la Ministra de Sanidad en la gira turística de promesas
habitual que realizan todos los gobiernos del Partido Popular.
Como pueden comprobar, pues los datos son del Ministerio, poco ha hecho el
Desgobierno del Sr. Vivas por mantener eso que tanto le gusta llamar “músculo
de la administración”, mas bien sus nefastas políticas lo han atrofiado y sobre
todo ha provocado que sean sustituidos por otras soluciones que le gustan mucho
más a nuestro ínclito Alcalde, al poder incluir a quien desee en esas otras alternativas,
que nada tiene que ver con los principios de igualdad, mérito, capacidad y
publicidad que ampara nuestra Constitución.
Así nuestro apócrifo
primer edil se ha convertido en el campeón de la explotación de los
desempleados con la nueva fórmula de esclavitud que es la colaboración social,
pasando a ser el primero en usar este tipo de relaciones, puesto que no existe
ni contrato de trabajo no sé cómo llamarla, de toda España. En el año 2006 se realizaron en España un total de 4.954
“colaboraciones sociales”; su punto álgido fue en el año 2013 con 9.767
personas explotadas con esta relación, el año pasado cayeron hasta las 3.418.
Mientras que nuestro ínclito Alcalde, ha seguido el proceso contrario, de 83
que realizaba en el 2003, a las 522 que se hicieron el año pasado, más del 15%
de toda España, cuando nuestra economía no representa más del 0.1%. En el primer semestre del año se han
realizado 95 ”contratos” de Colaboración
Social, el 11.5% de los efectuados en toda España. Mientras en Melilla no se ha
realizado ninguna colaboración social desde que se creó esta figura.
Este abuso de esta
controvertida medida se debe a que, como intérprete de la ley en que se ha
convertido nuestro incapaz edil, considera que las condenas que el Tribunal
Supremo ha impuesto a bastantes ayuntamientos obligando a incluir en sus
plantillas a estas personas de colaboración social, no deben afectarle, por lo que mientras las
demás Administraciones han reducido esta
explotación de los desempleados, él ha preferido seguir utilizándola para
cargarse los servicios municipales y colocar a quien él desea.
La otra medida que utiliza
nuestro inefable Alcalde para “atrofiar” el músculo de la administración han
sido los planes de empleo, otra herramienta que aprovecha para alimentar a su
red clientelar, en vez de exigir a ese gobierno del Partido Popular, que
supuestamente se desvive por nuestra ciudad, que complete las plantillas de
educación, prefiere claudicar y rellenarlas con personas que se escogen en
función de las preferencias de su Desgobierno.
En vez de potenciar la
administración local, nuestro inefable Alcalde ha optado por vaciar de
contenido nuestro Ayuntamiento, así si la ley le permitía reponer el personal
de los servicios esenciales (policía y bomberos), ha preferido no hacerlo, escogiendo
mantener a la Corte de los Milagros que le rodea y que no sirve ni para loarle.
Los servicios sociales los ha desmantelado para dárselos a las asociaciones que
contratan a quienes desea y le mantienen
en el poder.
Como con todo lo que toca,
nuestro ínclito Alcalde ha provocado que lo que él denomina músculo de la
administración se haya atrofiado por no ejercitar la oferta pública de empleo,
que ésta no le procura los votos y sí mantener esa red clientelar a través de “dedocráticas”
selecciones de personal.
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