sábado, 29 de marzo de 2003

Proyectos

Nuestro Alcalde basa la nueva estructura productiva de nuestra ciudad para este siglo XXI en tres pilares fundamentales: el turismo, el puerto y el desarrollo de una industria ligera con claro enfoque exportador. En cualquier proyecto empresarial o de futuro existen unos mínimos estudios de viabilidad de estos proyectos, estudios que analizan los distintos escenarios que pueden presentarse para cada una de las situaciones y las posibilidades de que se produzcan.

Es plausible que nuestras autoridades busquen un futuro no sólo para los actuales habitantes sino para nuestros hijos y nietos e incluso que busquen su propio futuro; pero lo que no parece tan loable es que todos estos proyectos que se lanzan para conocimiento de los ciudadanos estén basados en meras ideas sin ningún análisis ni siquiera somero de cómo va a producirse la evolución de esos planes.

Tras la puesta en conocimiento de la opinión pública de la construcción del Puerto de Tánger Mediterráneo, a unos kilómetros de Ceuta, nuestra primera autoridad lo único que tiene que declarar es que es un hipotético competidor puesto que nuestro puerto ha sido siempre una de las claves de nuestra prosperidad. Lo que parece que nuestro Alcalde quiere decirnos es que en el estudio de desarrollo de nuestro puerto no existe referencia alguna a este puerto y que, por lo tanto, si en ese estudio no se menciona, no debe ser problema alguno para nuestro progreso.

En el número de Primavera de la revista Economía Exterior, en un excelente especial sobre las relaciones económicas entre España y Marruecos, el ministro de Finanzas y de la Privatización de Marruecos, señor Oualalou, nos explica sobre ese proyecto que “procede de una visión que consiste en hacer del norte de Marruecos una verdadera locomotora de desarrollo. De esta manera y a algunos kilómetros de Europa, el reino tiene la ambición de desarrollar zonas industriales y logísticas de muy alto nivel capaces de atraer a los inversores nacionales e internacionales que quieran penetrar los mercados europeos y beneficiarse del efecto proximidad que ofrece nuestro país”.

Parece que nuestro vecino está realizando no sólo estudios sino iniciando los proyectos que provoquen el desarrollo económico de su zona norte, no sólo es el proyecto del puerto sino grandes inversiones en otras infraestructuras ( carreteras, aeropuertos) o el desarrollo de la industria turística pasando a explotar unas 240.000 plazas hoteleras. Mientras tanto nuestras autoridades siguen mirándose el ombligo, puesto que la política turística sigue sin atraer el número de visitantes deseados para que podamos considerarlo uno de los pilares de nuestra economía, y eso que ha sido eje fundamental de todos los gobiernos que han pasado por nuestra casa consistorial; que nuestro puerto no ha conseguido el hipotético lugar en la economía que nuestras autoridades le dan y que al desarrollo de la industria ligera de una clara visión exportadora ha tenido que venir en su auxilio la SEPI (recuerdo que en una entrevista a nuestro decano algún refutado técnico indicaba que esperaba que en nuestra ciudad hubiera cuatro o cinco industrias para el verano, claro que no indicaba en el verano de que año) ante la incapacidad de poner en marcha un Polígono Industrial. El resto de actuaciones que está desarrollando nuestro gobierno no deja de ser un mero embellecimiento de la ciudad pero sin capacidad de generar las posibilidades productivas que nuestra sociedad necesita.

Cuando se analiza un proyecto se deben estudiar todas las posibles situaciones, no se pueden lanzar ideas, sobre todo cuando se juega con el futuro de un pueblo, sin una base consistente detrás que la sustente. El vender el País de las Maravillas es muy sencillo y nuestras autoridades nos están demostrando que sus proyectos son humo, tan sólo tienen detrás el Presupuesto del Estado pero podemos invertir todo el dinero del mundo en ampliar nuestro puerto, cargándonos una de las zonas marítimas más bellas, pero qué barcos serán los que atraquen o qué contenedores los que desembarquen en la zona logística, ante el desarrollo de hipotéticos competidores; podemos desarrollar el mejor polígono industrial pero qué empresas son las que se van a implantar, ante la construcción de hipotéticas zonas industriales en nuestro vecino; podemos invertir, por ser contablemente imaginativo, millones en nuestra promoción turística pero si ni disponemos de los alicientes para atraer un mínimo de visitantes ni de las infraestructuras técnicas, difícilmente haremos de esta actividad un motor de desarrollo, ante la hipotética construcción de miles de plazas en el norte de Marruecos.

Nuestra ciudad tiene futuro, podemos pergeñar un plan que nos permita avanzar hacia un desarrollo económico, pero para ello necesitamos que todos nos pongamos de acuerdo hacia dónde queremos ir, quizás en las herramientas puedan contemplarse variaciones en función de las prioridades que cada uno quiera dar a la hora de aplicar esos objetivos. Cada vez nos queda menos tiempo y nuestros hijos esperan una respuesta ¿reprocharán nuestra desidia?

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