Desde que acabara el verano, los
representantes en las Cortes del Partido Popular (PP) elegidos por nuestra
ciudad han iniciado una desenfrenada actividad en sus respectivas cámaras, que
parece responder a la orden de su partido de que hay que hacerse notar para que
los ceutíes sepamos que no solo saben levantar la mano cuando se les ordena,
sino que hasta pueden leer las preguntas que les dan para defender los
intereses de su partido.
Como si hubieran salido de un largo letargo,
los tres elegidos por el Partido Popular de Ceuta para representarles en las
Cortes, se han dado cuenta que nuestra ciudad tiene infinidad de problemas por
los que, desde que en la legislatura anterior asumieran sus cargos, nada
preguntaron al Gobierno del Sr. Rajoy. Así
nuestro cunero diputado, ha pasado de no abrir la boca en la anterior
legislatura e intervenir una vez con el anterior Gobierno, a realizar nueve
preguntas escritas e interpelar dos veces en el pleno. El antiguo técnico del
GIL, ahora metido a Senador del Partido Popular, preguntaba una vez al Gobierno
anterior, ahora lo ha hecho en cuatro y 22 veces en Comisión, presentando junto
con la Senadora 64 preguntas escritas en este periodo. Y la Senadora ha preguntado
24 veces en Comisión y una en el Pleno.
Los representantes del PP se han debido de dar cuenta ahora que los problemas
que existen en nuestra ciudad desde que comenzara el presente siglo no han sido
afrontados por los distintos gobiernos de Madrid y que deben exigir, en este
momento, que se pongan las soluciones para poder igualar los servicios que
recibimos los ceutíes con el del resto de los españoles, a pesar de que su
partido ha gobernado en once de estos dieciocho años en Madrid y la totalidad
en nuestra ciudad, bajo el mandato de ese inepto que padecemos como Alcalde.
Los problemas de la sanidad, de la educación,
del transporte, de la justicia,… que sufre Ceuta y los ceutíes acaban de llamar
la atención de esta Troupe de Saltimbanquis, que ha decidido que se dan las
circunstancias para exigir su inmediata solución. Oíamos al ex técnico del GIL,
en la actualidad Senador popular,
solicitar una serie de inversiones, entre las que está una grúa para
nuestro puerto, ¿por qué no le pidió al anterior Presidente de la Autoridad
Portuaria que las hiciera? O al menos a ese Ministro de Fomento que tantas
veces prometió venir a conocer los problemas de nuestra ciudad, sin embargo ni
vino, ni los solucionó.
O a la Senadora que inquiría al Gobierno sobre
cuáles eran las medidas para asegurar las fronteras de Ceuta y Melilla, como si los asaltos a la valla fueran la primera vez que se producía. ¿Por qué no le
pregunto al cachondo sevillano que supuestamente ejercía las funciones de
Ministro del Interior las acciones que tomaba para reforzar la frontera? O al
menos se podía haber dignado a solicitarle que nos visitara para apoyar a las fuerzas y cuerpos de
seguridad del Estado que bajo su mando sufrían los asaltos.
Y hasta el cunero diputado pide a la
Ministra de Economía y Empresa que adopte las normas bancarias a las peculiaridades
de Ceuta y Melilla, no debió tener tiempo mientras era Delegado de Economía y
Hacienda en nuestra ciudad, pues debía hacer cumplir la norma de la residencia
a todos los ceutíes. Esa era su mayor preocupación no solicitarle al peor
Ministro de Hacienda de la democracia (al que he perdido la cuenta el número de
veces que rindió pleitesía nuestro inefable Alcalde) que arreglara los graves
problemas de los empresarios para ingresar en los bancos o que la financiación
del Estado, que ahora se reciben como dádiva ministerial, se convirtieran en
ley.
Este es el Ejército de Pancho Vivas al que nuestro
ínclito Alcalde le ha otorgado canonjía en Madrid para que defiendan los
intereses de su partido, puesto que nada
hacen para preservar los de los ceutíes, colocados a dedo solo saben ser sumisos
de quien los pone. Pero esto ocurre en esos supuestos partidos nacionales que
dicen defender el interés de España y de los españoles, pero que nunca se traducen
en la defensa de nuestros intereses, todos son dóciles a la organización de la
que depende, no están a las órdenes de quienes les eligen en las urnas. En
ocasiones siento envidia de esas organizaciones regionales que con solo un voto
son capaces de obtener mejores resultados para sus electores que todos estos
disciplinados “representantes” que únicamente
luchan por continuar en las listas una legislatura más.
Ya saben en ustedes está que esta Corte de
los Milagros continúe viviendo a nuestra cuenta, con ellos ni tienen solución nuestros
problemas, ni tenemos futuro.
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