En la visita que hacía el pasado uno de marzo a nuestra ciudad el Presidente del Tribunal
Superior de Andalucía, Ceuta y Melilla, para analizar los graves problemas que
la justicia tiene, en cuestiones de infraestructuras, que de otras cuestiones
también necesita una profunda actualización, señalaba que los políticos la solución
que aplican a “cualquier problema que surge, rápidamente es acudir a los
juzgados, y no necesariamente es el lugar donde hay que resolverlos”.
Y tiene toda la razón el Sr.
Presidente del alto tribunal, el juzgado
es el último lugar que los políticos deberían pisar para solucionar sus
diferencias, sobre todo la sala penal, sin embargo el problema surge cuando al
otro lado de la negociación se encuentra
un prepotente que se cree imbuido de la interpretación legislativa que ha
debido conseguir en alguna institución inexistente, como aquel Doctorado que consiguió
un antiguo Director de una institución y
el Magister que le dieron al actual.
Sin embargo la interpretación de la
ley, en nuestro sistema democrático, la tienen los juzgados, no nuestro inepto
Alcalde, quien imbuido en un trasunto magistrado supremo le da por agarrarse a unos
informes a los que denomina técnicos, pero que sólo responden a su interés,
interés particular, no se dejen engañar por lo de “general”, y parafraseando a
mi admirado Groucho Marx, diría “estos son mis informes, si no le gustan, tengo
otros”.
Así ha ocurrido con el abuso que, de
los derechos de los usuarios y consumidores, ha venido haciendo la empresa
municipal ACEMSA, quien amparándose en una defensa del medio ambiente
inexistente, decidió de una “forma abusiva y por tanto ilícita” dejar de enviar
la factura a sus abonados, puesto que en ningún momento ninguno de los
Corsarios de Vivas que ha pasado por la dirección de esa empresa los ha tratado
como clientes.
Se justifica la empresa en el ahorro de 120.000€ al no cumplir con el
derecho de los consumidores a recibir la factura y que desde primeros de año ya la está
enviando a quienes no tienen domiciliado el pago, haciendo una nueva reinterpretación
de las normas y de los acuerdos a la que esta cuadrilla está acostumbrada.
Olvidando que un derecho no puede ser comprado por 30 monedas, los derechos
deben cumplirse. Y si tanta preocupación tiene el Desgobierno del Sr. vivas por
el medio ambiente y el ahorro de costes deberían haber empezado por reducir las
pérdidas, rebajándolas a la media
nacional, puesto que tirar el agua supone unos cuantos millones, ya que la
inmensa mayoría del agua es de desalinización, un coste que beneficia a una
gran empresa.
Desde hace más de un año, el
Movimiento por la Dignidad y la
Ciudadanía ha estado dialogando con el supuesto gerente de la empresa,
con el Consejo de Administración, con la secretaria accidental del ayuntamiento,
en la Junta de Portavoces, en el Pleno y con los innumerables incompetentes que
conforman el Desgobierno del Sr. Vivas; la respuesta ha sido siempre la misma: “estamos
trabajando en ello” y, como con todo,
nada han hecho, nuestro inefable Alcalde se ha dedicado a hacer el Don
Tancredo, aprendido de su olvidadizo Sr. Rajoy, que no debe recordar las promesas
que nos hizo cuando visitó Ceuta como
candidato a presidente para pedirnos el voto.
La legislación es meridianamente
clara, el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de
noviembre de la Ley General para la
Defensa de los Consumidores y Usuarios en su artículo 63.3 señala: “En los contratos con consumidores y usuarios, estos tendrán
derecho a recibir la factura en papel. En su caso, la expedición de la factura
electrónica estará condicionada a que el empresario haya obtenido previamente
el consentimiento expreso del consumidor.” Pues a pesar de esta rotunda
nitidez, toda esta Panda de Saltimbanquis ha estado cercenando ese derecho a
los clientes de ACEMSA, acostumbrados a una domesticada oposición que siempre
se ha avenido a sus deseos.
Sin embargo el MDyC ha continuado con la exigencia de revertir los
derechos de los usuarios y al no observar
ningún cambio en el Desgobierno del Sr. Vivas tras un año de diálogo, decidió
poner en manos de la fiscalía el asunto, por dos cuestiones: una, porque el
MDyC no tiene la legitimación activa para defender los derechos de los
consumidores y dos, porque quienes sí la tienen, las asociaciones de
consumidores y usuarios nada han hecho por defender ese derecho, comprensible
cuando uno analice los presupuestos municipales y las subvenciones que se
reparten. Ya saben lo que se conoce como la Corte de los Milagros, en la que
nadie quiere morder la mano que le da de comer.
La Fiscalía no ha tenido la paciencia que
ha demostrado el MDyC y tras el ocho de
marzo emitir un Decreto en el que emitía “una acción de cesación de una
práctica ilícita y abusiva” y comprobar que ACEMSA seguía facturando ese mes
sin enviar la factura a los clientes, el tres de abril presentaba la demanda, basada en el escrito del MDyC,
para que la empresa municipal acabara con la ilegal práctica de no enviar la
factura. Quince días después el Juzgado sentenciaba a la empresa a cumplir con
la ley, una sociedad que se allanaba en el juicio a la petición de la fiscalía. Si la
empresa incurre en la multa que la sentencia impone, deben ser los irresponsables
que la dirigen quienes la paguen, no
vamos a costearle con nuestros impuestos sus tropelías.
Es incomprensible que tenga que llegarse a
un juzgado para restituir unos derechos cercenados por la ineptitud del
Desgobierno del Sr. Vivas, que los Corsarios de esta caterva de incompetentes
puedan hacer y deshacer a su antojo como
si las empresas municipales fueran su cortijo, demostrando que el único interés
que les mueve es el propio.
Si alguien judicializa la política es
nuestro ínclito Alcalde, que rodeado de una turba de ineptos se dedican a
repartir el presupuesto municipal entre su Corte de los Milagros, y cuando se
saltan la ley y se les advierte prefieren mirar para otro lado, como con el
caso EMVICESA, donde la Sra. Juez emitía un auto demoledor donde señalaba que “las
viviendas de Ceuta se daban por unos pocos, a otros pocos y sin criterio
alguno”, caso donde el principal culpable es nuestro apócrifo Alcalde, por su
actitud pasiva ante las constantes denuncias que decía recibir y que nada hizo
por aclararlas, como todos los partidos que asistían a la Comisión Local de la
Vivienda, que nada hicieron para conocer
quiénes eran los adjudicatarios. Por eso desde el MDyC siempre se ha defendido
que se investigara quiénes eran los que formaban aquella lista, todos y cada
uno de ellos, si cumplían o no los requisitos exigidos y si no los cumplían
quiénes fueron los que los habían introducido en esa lista. Sólo una reunión
duró la Comisión de Investigación, algunos empezaron a largar más de la cuenta.
El único responsable de todas estas
situaciones no es otro que nuestro inepto Alcalde que es quien con su desidia
lo ha permitido, pero ya saben, en ustedes está la solución.
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