El concejal de Fomento del
Desgobierno del Sr. Vivas analizaba la obra de la Gran Vía y aledaños, en la
presentación a la ciudadanía de un ocultado proyecto el pasado jueves en la Biblioteca,
como un ”criterio de oportunidad”, sin mayores argumentos que el acabose de la
era Vivas, un planteamiento que según su libre interpretación “dará continuidad
al Revellín y será un revulsivo para la Ciudad”.
Una obra que se ha
otorgado a la Empresa de Transformación Agraria S.A (TRAGSA) digitalmente por
un montante de 7.812.758,67 € a los precios que la empresa impone a través del
Boletín Oficial del Estado y que, en una valoración realizada a precios de Colegio
Oficial, dicen que nos ahorramos algo más de un millón de euros, cantidad que
podría haber sido mucho mayor si hubiera salido a concurso público, pero que
debido al “criterio de oportunidad” se ha dado a dedo para evitar el farragoso
procedimiento administrativo.
Dice el Desgobierno del
Sr. Vivas que como en la legislatura que va desde 2015 a 2019 han aprobado un
plan de Obras el 9 de junio de 2017 (dos años después de iniciada y tras dieciséis
en la poltrona), “con el objetivo de priorizar una serie de actuaciones que,
requieren de una actuación en el mínimo tiempo posible y se dispone
financiación suficiente para acometer su inicio antes de finalizar el ejercicio
presupuestario, ello exige una rápida tramitación y una reducción de los plazos
del procedimiento administrativo sustancial sin poner en riesgo la ejecución de
obra en el tiempo previsto”.
Lo que en román paladino viene
a decir que, como el Desgobierno del Sr. Vivas ha estado tapando la corrupción
que se ha desarrollado durante sus
desastrosos ya casi diecisiete años de detentación de la poltrona, en esta
legislatura nada ha hecho y por ello necesita levantar losetas con total urgencia
para que los ceutíes crean que tienen las manos ocupadas y no por sobres o
paquetitos que dicen ahora, así que no hay nada como sacarse un conejo de la
chistera y decir que en catorce meses van a “transformar el casco histórico”
para culminar la era Vivas como “criterio de oportunidad”.
Una era que
urbanísticamente se va a recordar, no precisamente por esa trasformación, sino
por la paralización absoluta del desarrollo urbanístico de la ciudad ante la
incapacidad de nuestro inepto Alcalde para sacar adelante el Plan General de
Ordenación Urbana.
Una etapa iniciada con su
ilegal asalto al poder consistorial, apoyada en una idea de que su partido era
el único que defiende la españolidad de Ceuta, una de las mayores mentiras que
jamás se hayan contado, y que nos ha
conducido a las más altas cotas de desempleo, deuda y desigualdad social y que,
ni con el viento a favor, es capaz de sacar adelante un proyecto de futuro para
nuestra ciudad, por una sencilla razón ni lo tiene, ni cree en el futuro de
Ceuta.
El proyecto, que no
se encontraba en el programa con el que nuestro ínclito Alcalde se presentó a
las últimas elecciones, un programa que sí decía: “Con una fuerte inversión en los próximos años,
esta barriada (San José Hadú) dispondrá de espacios similares a los que se han
creado en el centro para mejorar su atractivo comercial”, debe pensar que con
volver a prometerlo en las cercanas elecciones tiene bastante, porque durante
su mandato ha mantenido olvidada cualquier inversión que beneficiara a nuestra
ciudad ya sea en el plano económico o en la mejora de la calidad de vida de los
ciudadanos. Una muestra de lo que les importa a esta Corte de los Milagros
nuestra ciudad o sus habitantes, nada. Tan solo se mueven cuando ven venir las
urnas, aunque no le pregunten al Cachondo Sevillano que todavía anda buscando las
de un referéndum.
La obra parece
un pertrecho de improvisación, realizado con la mayor celeridad posible para poder
inaugurar una obra antes de que las elecciones se les echen encima, en el que
los principales problemas que existen en la actualidad siguen sin resolverse y
se generan nuevos a los que ni siquiera se les ha buscado solución puesto que ni
los han tenido en cuenta, como la desaparición de los aparcamientos públicos en la zona, la gestión
del tráfico rodado, la basura, ...
Dice esta Troupe de
Saltimbanquis que han hablado hasta la saciedad con los implicados, pero que a
partir de la semana que viene van a hacerlo con las comunidades de vecinos.
Vaya, para exponerles el proyecto a los vecinos no han tenido tiempo, incluso
con quienes se han reunido ni si quiera saben qué van a hacer. Así solicitaba
información, para poder planificar los actos que desarrolla, un representante
de la Comandancia General, al que le respondieron que ya irían viendo cómo avanzaba
la obra y le irían contando. Estos Corsarios de Vivas no saben lo que es
planificar, ellos van a salto de mata o de “criterio de oportunidad”.
A los únicos que
han debido recibir y a quienes han supeditado la obra es a sus empresarios
amigos, puesto que han decidido que la Calle Jáudenes amplíe sus aceras para que
se puedan colocar terrazas, como dice el video promocional, seguro que los
vecinos de la calle no están muy de acuerdo con esa decisión, sobre todo
aquellos que pagan la licencia de residente de la ORA y les han quitado los
aparcamientos, ¿no merecían haber sido informados?
Por no hablar de la
accesibilidad que le van a regalar a los locales de la Plaza Gabizón, sin
exigir la correspondiente contribución especial por el incremento del valor que
se le da, y van a dejar con escaleras la Plaza de África, debe ser ese “criterio
de oportunidad” del que habla el concejal del ramo, puesto que actuar en la
Plaza de África suponía retrasar la obra por la obligada labor arqueológica que
se exige en esa zona y eso no les permitiría acabar para cortar la cinta
inaugural. Eso es pensar en el interés general, para darle accesibilidad a la
casa de una niña para que asista al colegio no hay 50.000€, para hacer
accesible el bar del amigo, sí. ¡Viva el interés general!
Lo decía claramente
el Director de la Biblioteca en el debate, “es una reforma ideológica”, que
demuestra que el Desgobierno del Sr. Vivas no quiere una Ceuta donde la
convivencia sea una de sus bases, sino que busca la constante confrontación
entre comunidades. Es incomprensible que se quiera crear una “seña de identidad”
por decreto, aunque mejor habría que decir por billetes, porque el coste de la
farola (que así es como el propio autor de la memoria la nombra: “el principal
elemento integrador de toda la avenida y que marcará la imagen de todo el
conjunto son las farolas”) no deja de ser mas que una expresión de que nuestro
inefable Alcalde ha caído en lo faraónico.
Querer iniciar la
historia de la ciudad con la llegada de los portugueses, no sólo falta a la
verdad, sino que supone un paso atrás en la convivencia de la ciudad, sobre
todo cuando en ese lugar se alzaba una de las Madrasas más reconocidas del
mundo en su época (Madrasa Al-Yadida) y después existió un convento de los
franciscanos, para pasar con posterioridad a los trinitarios. Pero como esta Corte
de los Milagros no puede decir que Vivas creó Ceuta, pues se conforman con
hacerla nacer en 1415.
Bien debería
reflexionar nuestro inepto Alcalde sobre sus “criterios de oportunidad” que solo
indican su deseo personalista de actuar cuando se acercan las elecciones, dejando
una herencia con innecesarias obras como ésta que nos van a
costar casi ocho millones de euros generando más problemas y que pone un “broche de oro” a una era de desidia, inacción
y clientelismo, no está nada mal.
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