domingo, 4 de febrero de 2018

Necesitamos un gobierno con un proyecto de Ciudad



El pasado día  uno, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) anunciaba la resolución por la que regula el alquiler de las líneas de conexión submarina de las telecomunicaciones entre las Islas, Ceuta, Melilla y la Península. En esta ocasión, el regulador ha decidido que, la ruta del cable submarino que une las Islas Canarias con la Península,  deje de estar bajo el control del organismo, uniéndose a la línea Baleares-Península que fue desregulada en el 2009, ocho años después de que entrara en funcionamiento el cable de un operador alternativo. Una noticia que ha pasado desapercibida a la prensa del Movimiento y que tan sólo he oído en la Cadena Ser.




En Canarias es el propio Cabildo  de Tenerife el que ha liderado este proyecto de futuro, un proyecto que tiene como finalidad convertir la isla en una unión de telecomunicaciones entre continentes, un proyecto global que hace de Canarias la puerta sur de la Unión Europea, consiguiendo una mayor conectividad con América y Europa, ser una plataforma de conocimiento y asegurar una mayor competitividad en el mercado isleño. En menos de seis años este proyecto, no solo ha conseguido romper el monopolio del operador dominante, sino constituirse como una plataforma de telecomunicaciones en el panorama mundial, que ha atraído fuertes inversiones y generado un empleo de alto valor añadido.





En Melilla, provocado por el abandono que el operador dominante tenía a la ciudad, decidió desarrollar su propio cable submarino en el año 2007 tras estar diez días sin servicio por una rotura de la conexión con la península. Un cable que, con los fondos europeos consiguió ponerse en marcha en 2014 y que ha logrado que en sólo dos años, a pesar de que el concurso de explotación lo ganara la propietaria del otro cable, otros operadores tengan una cuota del 10.9% en el mercado melillense, cuando en Ceuta es 0. Ejemplos de ese abandono en nuestra ciudad existen muchos, pero aún así, el Desgobierno del Sr. Vivas sigue sumiso a los intereses de esta compañía, paralizando cualquier proyecto que suponga romper el monopolio del que disfruta en uno de sus feudos donde el volumen de servicios por abonado es de los más altos.





Hace dos años se planteó realizar un proyecto parecido en nuestra ciudad, un cable de telecomunicaciones que nos enlazara con el continente europeo. En ese momento se daban las condiciones de mercado para poder obtener su desarrollo a un precio tan competitivo que hubiera sido rentable al primer año de su puesta en marcha. Los operadores de telecomunicaciones necesitan un operador neutro que les facilite los servicios que el operador dominante no les da, unos servicios que harían más competitivo nuestro mercado local, como ocurre con nuestra ciudad hermana. Pero la desidia característica del Desgobierno del Sr. Vivas ha provocado que dicho proyecto haya pasado al olvido.




Nada hizo esta Corte de los Milagros para sacar adelante el proyecto, que tenía el visto bueno de dos ministerios, el apoyo de la empresa pública Red.es, el gran interés de los operadores de telecomunicaciones, sobre todo el francés por su penetración en el mercado del vecino país y en la totalidad del continente africano, así como los fondos necesarios para llevarlo a cabo, y sobre todo porque la paralización de las inversiones en el mundo en ese momento permitía utilizar los recursos que estaban infrautilizados en este plan a precio de coste.






Un proyecto del que colgaban otros planes que buscaban el desarrollo de nuestra ciudad en las telecomunicaciones, uno de los sectores con mayor crecimiento en la economía mundial, pero que nuestro inepto Alcalde desconoce. Como el de unir con fibra todos los colegios de la ciudad, que asumía el Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte y que el único requisito que exige es el de un operador neutro que enlace con la península. O el de conexión de las comunicaciones de un operador francés de su tráfico europeo con el africano.  Así como otra serie de planes que hubieran permitido la creación de una  plataforma de alta tecnología en la que basar un cambio en nuestra estructura económica.



Sin embargo, el Desgobierno del Sr. Vivas, ha preferido olvidar este proyecto, meterlo en el cajón y ceder a los intereses de la operadora dominante embaucado por los cantos de Sirena de la que ahora será la Consejera Delegada de la compañía, y de los que, como siempre,  nada se ha realizado en nuestra ciudad, aún recuerdo cuando hasta desde la ciudad se le pagaban las infraestructuras a esta empresa para que pudiera dar el servicio al que está obligada. Así es de sumiso este individuo que padecemos como Alcalde.




Si esta panda de Saltimbanquis, que rodea a nuestro inepto primer edil, tuviera ligeros conocimientos, un proyecto al que atener todas sus decisiones y sobre todo unos principios éticos que les hicieran poner los intereses de nuestra ciudad por encima de los suyos, en otra situación nos encontraríamos. Pero tenemos lo que tenemos.


No es la primera oportunidad que se pierde, aunque esperemos que sea la última porque los ceutíes lo habremos echado (recordemos el fracaso absoluto de nuestro incompetente Alcalde con el proyecto de Acuicultura, la falta de capacidad para exigir el cumplimiento de las Reglas de Origen o la pérdida de la fábrica de munición biodegradable), la inacción característica del Desgobierno del Sr. Vivas nos ha llevado a un estrangulamiento de nuestra economía, pero de lo que no se ha olvidado es de pedir la prolongación de sus servicios en la Administración para seguir cobrando su sueldo de funcionario, un exorbitado salario para el resultado que nos va a dejar: una inmensa deuda municipal, uno de los mayores desempleos de España y una de las mayores desigualdades sociales de Europa. Esa será su herencia.


Pero ante la falta de un proyecto de futuro para nuestra ciudad, el Desgobierno del Sr. Vivas se dedica a cambiar constantemente sus decisiones, hoy hace 500 viviendas en el Brull y mañana cede el mismo terreno para un Instituto, porque Aviación Civil le impide hacer las casas; o, como no ha hecho nada, se decide a realizar un proyecto faraónico en la Gran Vía sin justificación alguna y a un coste desorbitado. Necesitamos gobernantes con un proyecto de futuro para nuestra ciudad y comprometidos con los intereses de Ceuta, no una Corte de los Milagros que tan sólo se dedica a mirarse el ombligo y a mantener una red clientelar. Ceuta no se merece una Troupe de Saltimbanquis como ésta, en ustedes está la solución.

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