D. Francisco Javier Sánchez Paris ha conseguido, en el poco tiempo que lleva en el cargo de Jefe de Gabinete, darle a la administración del Sr. Vivas cierto olor de “compadreo”, al que ya nos tenía acostumbrados a aquellos que profundizamos un poco en la forma de gobernar de este “gran gestor”.
El Sr. Sánchez Paris, más conocido por Paco Paris, es un ceutí que estudió medicina en Granada, en el marco de la Casa de Estudios (CE-70), hasta que, algunos enfrentamientos con el Padre Pedro Gordillo, le hacen abandonarla para acabar su carrera fuera de la entidad. Ya en esos años estudiantiles se inicia su “actividad” política, así es notoria su entrega a la Asociación Ceuta y Melilla Españolas (ACYME), que si no recuerdo mal tuvo graves problemas financieros que la llevaron a su cierre, pasa al Partido Socialista de Andalucía (PSA), pero es en el pueblo de su señora donde empieza a acaparar puestos de responsabilidad.
En el Ayuntamiento de Andujar donde es concejal de cultura con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), su “buena” gestión le hace caer bajo la órbita de Gaspar Zarrías, quien le lleva hasta la Diputación de Jaén, encargándose del área cultural, forma parte del Consejo Escolar de Andalucía, llegando al cenit de su carrera política con su nombramiento, en julio de 1.996, como consejero de la Empresa Pública de la Radio y Televisión de Andalucía. A partir de 2.002, la caída al abismo, pierde la confianza del todopoderoso Consejero de la Presidencia de la Junta y desaparece de los cargos de responsabilidad del partido. Un declive que no explican en el PSOE. Quizás por una prudencia excesiva, prudencia que no debe tentar el Sr. Sánchez con sus antiguos compañeros de partido, vayan a salir los demonios de los Juzgados.
Ante su falta de vocación médica y con el conocimiento que sus cargos le han dado del mundo cultural, se dedica a montar una empresa (Acequia Cultural S.L.) que le permita sobrevivir sin tener que volver al mundo sanitario, pero ante el veto que tiene en los municipios socialistas (a pesar de ello consigue varios encargos en Antequera y otras pequeñas poblaciones jiennenses), pues debe penar sus pecados infantiles, se dedica a sacar sus antiguas relaciones y así lo vemos por el Ayuntamiento de Estepona, donde gobierna el PP con Rosa Díaz. Nada extraño, pues D. Manuel Sánchez Bracho, ex-alcalde de la ciudad, ex-presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol, concejal de cultura en ese momento y protector de la alcaldesa, y Paco Paris ya se conocían. En 1.998 Sánchez Bracho edita el libro Rafael Romero “El Gallina” en la Diputación de Jaén, con prólogo del Vicepresidente de la Diputación (sic), Sánchez Paris. Con el Ayuntamiento realiza varios negocios relacionados con el área de cultura de la que era responsable Sánchez Bracho.
Tras estos primeros contactos con el Partido Popular (PP) y con los antecedentes esteponeros, decide dar el paso a nuestra ciudad, donde su amigo de la infancia gobierna. A través de D. Juan Vivas, consigue los contactos necesarios para que las puertas de la Concejalía de Cultura se le abran de par en par. Nuestro Alcalde y Paco Paris fueron amigos de la juventud, de aquellos de pelo largo y vaquero gastado y sucio, antes de abandonar nuestra ciudad para iniciar sus estudios universitarios, uno en Málaga, el otro en Granada; uno Económicas, el otro Medicina; uno en un piso de estudiantes, otro en el piso de CE-70. Pero en verano volvían a unirse para disfrutar de su amistad.
Esa amistad con el Sr. Vivas hace que su empresa (o posteriormente la de su sobrina) se vea como una de las más capacitadas para realizar algunos actos de la programación de la agenda cultural de la concejalía de cultura (la I y II Semana Mediterránea de la Guitarra en el 2.004 y 2.005), donde conoce a D. José Antonio Rodríguez Gómez, concejal de Turismo, empresario que no pierde un buen negocio (más conocido por los turistas del sombrerito que iban a comer un menú en unos restaurantes que les deleitaban con unos buenos caldos con cuerda o sin ella) y ya que Paco Paris era íntimo de D. Juan, como no iban a existir intereses comunes donde poder colaborar, así que quien mejor que su hija para dirigir esa revista que Paris montaba, Ceuta Emprendedora. Luego vinieron los contratos del 2.006, los que la oposición denuncia.
El tiempo volvió a unir a los amigos de adolescencia. La situación de la empresa de Paco Paris no es muy boyante y pide una mayor ayuda a su amigo. Éste ante la obligada sustitución de su gabinete, uno por acceder a una concejalía, otro por ser condenado por la justicia, decide nombrarle Jefe de Gabinete, que mejor que un amigo para que te ayude a llevar los asuntos más delicados. Y así el dos de junio de 2.006, con un Boletín especial, se le da el cargo de Jefe de Gabinete del gobierno municipal.
Quienes bien le conocen, dicen de Paco Paris que es una persona que se acerca a los demás para obtener algún rédito, y en donde planta los reales empieza a crear una tupida red que le permita obtener los más amplios beneficios, utilizando sus relaciones, sus cargos y todo lo que le sea posible; por ello se extrañan que los socialistas locales hayan desempolvado el asunto tan rápidamente. Tanto es así, que creyó que podría mantener su militancia socialista siendo un alto cargo de un Alcalde del PP, sus compañeros debieron de expulsarlo del PSOE para evitar que los socialistas ceutíes sufrieran ese escarnio, nada raro en quien pasa de un partido a otro con tanta facilidad, sus “ideales” deben estar muy bien arraigados.
Pero si hay algún responsable de que este hombre esté en el gobierno de D. Juan Vivas, es él, que nadie busque por otros lados, aunque ahora a nuestro Alcalde le venga muy bien eso de que era de CE-70 y ande buscando a quien cargarle el mochuelo de este entuerto del que él es el único y absoluto responsable. Todo el PP trina ante este nuevo error del “gran gestor”, como cuando nombró al hijo de otro amigo como responsable del Gabinete Técnico, o a otra serie de nombramientos de los antiguos hombres del GIL. Sin embargo, los hombres del PP acostumbrados al caudillismo, callan y agachan la cabeza, ninguno se atreve a criticar a su “gran gestor”. Ellos conocerán las razones.
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