domingo, 4 de diciembre de 2005

Aupados en la mentira

El Partido Popular (PP) que nos mantuvo durante bastantes años sumidos en la mentira (las armas de destrucción masiva en Irak, la catástrofe del Yak 42 y hasta el déficit cero) sigue insistiendo en esta política de embuste que intenta crispar a la sociedad, creyendo que de esta forma volverán al poder, de donde siguen imaginando que fueron expulsados por un complot no sólo contra el Gobierno del Sr. Aznar, sino contra la propia democracia. Conspiración que se vería ahora demostrada en las acciones del Gobierno socialista (el matrimonio de homosexuales, la ley de educación o el proyecto de Estatuto de Cataluña) y que tan sólo tienden a romper con la España una y católica a la que los miembros del PP defienden y defenderán a capa y espada si fuera necesario.

Para ello este fin de semana se han reunido en Madrid en un acto en defensa de la Constitución, como si sólo en las calles se pudiera defender nuestra Norma Fundamental, la de todos, cuando se trata de defenderla en el lugar adecuado, el Parlamento, se niegan a debatir las normas que ellos consideran inconstitucionales, como ocurre con el Proyecto de Estatuto para Cataluña. Ahora las huestes del PP se consideran las únicas valedoras de nuestra Carta Magna, pero el colmo es que a esa manifestación asista D. José María Aznar, quien escribía cosas como: “Tal como está redactada la Constitución, los españoles no sabemos si nuestra economía va a ser de libre mercado o, por el contrario, va a deslizarse por peligrosas pendientes estatificadoras y socializantes, si vamos a poder escoger libremente la enseñanza que queremos dar a nuestros hijos o nos encaminamos hacia la escuela única, si el derecho a la vida va a ser eficazmente protegido, sí el desarrollo de las autonomías va a realizarse con criterios de unidad y solidaridad o prevalecerán las tendencias gravemente disolventes agazapadas en el término nacionalidades, y así un sinfín de transcendentales temas, cuyo desarrollo dependerá del equilibrio de fuerzas políticas que surja el próximo día primero de marzo. En determinadas ocasiones, la abstención puede estar justificada. Incluso darse el caso de una abstención beligerante como en el pasado referéndum constitucional”. Aquel que despotricaba de la Constitución que nos dimos entre todos los españoles, se vuelve ahora su máximo defensor. ¡Lo que hace la evolución!

Pero más significativo en este proceso de mentir en el que se ha arrojado el PP es la elaboración de engaños que afectan a sus propios miembros, ya sean ministros o altos cargos de su estructura. El último nos lo incluía en El Faro del pasado domingo el concejal más antiguo de nuestro Ayuntamiento, D. Francisco Olivencia nos escribía: “… pudo constatarse que la E había desaparecido de la denominación del tren, quedando reducida simplemente a “AV”. Según se comenta en círculos generalmente bien informados, todo se debe a que, en breve, el tren de alta velocidad llegará a Barcelona, y sucede que como esa E deriva de España, los que mandan en Cataluña, socialistas, Ezquerra Republicana e IU, han pedido al Gobierno- y han obtenido de él, como siempre tan proclive a sacrificar lo que sea para contentarlos- la supresión de una letra que, por lo que significa, les resulta extraordinariamente molesta”.

Según señala la propia RENFE, la E fue sustituida en 1.999, atendiendo a una reestructuración de las áreas de negocio de la empresa, año en que era ministro D. Francisco Álvarez Cascos, “el mejor ministro de Fomento de la Historia de España”, Aznar dixit. Por lo que, siguiendo los argumentos de nuestro erudito concejal, debe ser que a quien molestaba esa E era a su tocayo Paco, que aparte de entretenerse en comprar obras de arte a sus amistades más íntimas, y a la montería, la pesca y las corridas, no logró llevar el tren de alta velocidad a Barcelona, por no preguntar por los estudios geológicos a su paso por Aragón. Sobre los círculos generalmente bien informados, esperemos que no sean los de su otro tocayo, más preocupado en sus negocios que en defender los intereses de nuestros ciudadanos, quien ya ha quedado como mentiroso en más de una ocasión. Bien haría nuestro edil en acudir a otras fuentes de información, aunque sólo fuera para contrastarlas, pues si asesoraba con la misma exactitud a nuestro Alcalde, cuando era aquel grandioso asesor que ni siquiera cobraba, nada extraño nos parecen las meteduras de pata que ha realizado en su gobierno el Sr. Vivas y la nula toma de decisiones que realiza, como ahora contemplamos en el asunto de la Policía Local y su Director General, D. Ángel Gómez. Sin embargo, el mejor acto que podría realizar nuestro concejal es el de presentar su dimisión y disfrutar de su jubilación.

Mejor haría el PP en volver a la senda del diálogo y el consenso, dejar la crispación y la mentira, el enfrentamiento y la división de las dos Españas. Si desea volver al poder, primero debe recuperar la confianza de un gran número de españoles, confianza que se logra con la verdad, la transparencia y un proyecto de futuro donde puedan incluirse la gran mayoría de los españoles. Mientras tanto, por mucho que digan las encuestas, seguirán siendo el principal partido de la oposición.

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