domingo, 11 de diciembre de 2005

Condiciones de vida


El pasado lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicaba la Encuesta de Condiciones de vida, que presentaba por primera vez y que sustituye al Panel de Hogares de la Unión Europea. De lo primero que hemos de alegrarnos es de la inclusión de Ceuta y Melilla como una de las variables estudiadas, pues en el anterior Panel no se hacía mención a nuestra existencia. A pesar de que existen considerables diferencias entre ambas localidades, ya es un logro que nuestro INE nos incluya en sus estadísticas. Aunque bien haría nuestro Ayuntamiento en seguir esa antigua recomendación del Consejo Económico y Social (CES) de nuestra ciudad y crear de una vez la Oficina de Estadística Local, sobre todo porque estas estadísticas son las que se consideran para calificar a cada región en sus condiciones de desarrollo y por ende en las posibles ayudas que pueda obtener.

En los resultados de la encuesta del Ministerio nos encontramos con datos muy dispares que vienen a demostrar la brecha social que existe en Ceuta y Melilla, por un lado en el Ingreso Medio por Hogar nos situamos en el noveno lugar nacional, con un 101,9% de la media nacional, en el salario bruto mensual escalamos hasta el cuarto lugar (114,7%), siendo terceros en el salario bruto por hora (117,2%). Datos que indican que los costes salariales de nuestras ciudades son de los más elevados, por encima de la desarrollada Cataluña y muy cercanos a la capital del reino, cuestión que podría ser una de las causas de la escasa creación de empleo en nuestra economía y que deberían tener en cuenta nuestros agentes sociales para aportar las soluciones oportunas (que no necesariamente deben pasar por reducir las cuotas de la Seguridad Social).

Pero por otro lado es alarmante la distribución de los ingresos entre los hogares de nuestras ciudades, por un lado ostentamos el primer lugar entre los hogares con mayores ingresos, un 20.70% de nuestros hogares percibe más de 35.000 euros al año, cuando la media nacional es un 14% y por otro lado un 23,50% de nuestros hogares percibe menos de 9.000 euros al año. Pero si agrupamos en tres grupos los hogares que han respondido a esta pregunta (hasta 14.000 euros de 14.000 a 25.000 euros y más de 25.0000 euros) nos encontramos que mientras en el total de España se reparten casi un tercio en cada grupo (34,95%, 32,11% y 32,45%, respectivamente) en Ceuta y Melilla las diferencias entre los grupos de menor y mayor ingreso se amplían, así con menos de 14.000 euros sobreviven el 44,47% de los hogares, entre 14.000 y 25.000 euros hay un 13,58% y con más de 25.000 euros suponen el 41,95%. Ni somos los que más “pobres” tenemos, ni donde más “ricos” hay, pero si donde se produce la mayor existencia de estos dos grupos. Datos que demuestran la bipolarización en las dos ciudades, entre dos grupos separados por fuertes diferencias de ingresos, con la práctica inexistencia de la llamada “clase media”. Datos que deberían hacernos reflexionar sobre las tendencias que puede tomar nuestra sociedad y buscar soluciones que rompan estas situaciones extremas. Nada nos debe extrañar que el 37,3% de nuestra población se sitúe en el umbral de pobreza relativa, dándonos con ello el “privilegio” de encabezar esta clasificación nacional.

También nos demuestra la encuesta la necesidad de crear el Campus Universitario, así si poseemos el mayor porcentaje de población que cursa estudios (un 12,2% de la población), tan sólo un 38,1% de esos estudiantes lo son de formaciones superiores, frente a la media nacional de un 55.9% de todos los que estudian o la excepcional de Madrid de un 69,89%, lo que viene a redundar en la teoría de que nuestros estudiantes no acceden a la Universidad por la falta de oferta local o la falta de apoyo de nuestras autoridades, que mientras hacen o deshacen ese soñado Campus bien podrían aumentar las becas de estancia de nuestros jóvenes.

Igualmente la encuesta nos muestra otra de las grandes diferencias de nuestra sociedad frente al total nacional, así si la media de propietarios de vivienda en España es del 82% de los hogares consultados, en Ceuta y Melilla ese número cae hasta el 58,7%, repartiéndose el resto de opciones de vivienda entre el alquiler a precios de mercado un 12,9% (frente al 7,7% nacional), el alquiler por debajo del precio de mercado, un 16,3% (siendo el 3,8% la media nacional) y un 12,1% en la cesión gratuita de vivienda (un 6,5%, la nacional). Distribución del mercado de la vivienda que plantea numerosas dudas al cruzarse con el Censo de Viviendas del año 2.001, pues este nos indica que existen 2.775 casas vacías en nuestra ciudad, de las cuales en buen estado se conservan 2.048 y de ellas 1.178 están construidas con posterioridad al año 1.971. ¿Faltan casas o las posibilidades de acceso a la vivienda no permiten ocupar esas casas vacías? En los últimos catorce años se han terminado 1.115 viviendas de protección oficial (VPO), según datos del Ministerio de Vivienda, frente a 4.163 de régimen libre, pero es que en los últimos cinco años, las VPO finalizadas asciende a 80 viviendas, frente a 2.222 del mercado libre; es decir de un 21,12% de viviendas de VPO del total, se ha pasado a un irrisorio 3.47%. Cuando ya hemos observado que el 37.3% de la población se encuentra en el umbral de pobreza relativa. ¿Hay políticas de vivienda en Ceuta? ¿O tan sólo se deja paso a la especulación?

Si acudimos a los datos de Hogares que reciben algún tipo de prestaciones sociales, observamos que a pesar de Ceuta y Melilla es la que mayor número de personas tiene en el umbral de pobreza relativa, tan sólo un 48.8% de hogares las perciben, mientras que la media nacional es de un 55.6% de hogares, siendo la media de pobreza relativa de un 19,9% de personas. De lo que debemos deducir que la política de ayuda social de nuestras autoridades deben escasear en nuestras ciudades, cuando en comunidades con índices de pobreza cercanos a los nuestros las ayudas se elevan a un 60% de hogares en Castilla La Mancha (con un índice de pobreza del 29,4%), a un 61.1% en Andalucía (31,1%), a un 63,7%, en Extremadura (37%), a un 64,4%, en Asturias (12,6%) y a un 68,7%) en Galicia (21,2%).

Como hemos visto por los datos, es necesario un cambio radical en las políticas de vivienda, bienestar social y educación de nuestro Ayuntamiento, al que los datos le demuestran que en esas tres líneas sus actuaciones están más que equivocadas, si en algún caso existen, y aunque en alguna de ellas no tenga asumida la competencia si que puede apoyar acciones que conduzcan a la solución de los problemas sociales que existen en nuestra ciudad.

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