domingo, 22 de junio de 2003

Nuevo gobierno municipal

Desde el viernes disponemos de un nuevo equipo municipal (aunque en la página “web” oficial de nuestro ayuntamiento seguimos con la composición anterior) que se hará cargo de la gestión de nuestro pueblo durante los próximos cuatro años, al menos eso es lo que deseamos por el bien de nuestro municipio (y eso que ya se han iniciado los cantos de sirena para algunos). La primera característica que hay que reseñar es el importante descenso en el número de departamentos en que se han distribuido las responsabilidades del gobierno local, de las antiguas diez concejalías, diez departamentos y diecinueve direcciones generales se han pasado a siete, ocho y cinco, respectivamente.

Debemos agradecer a nuestro Alcalde esta primera medida, ya prometida en su campaña electoral, que viene a reducir casi a la mitad el número de altos cargos de nuestro ayuntamiento, cuestión que demuestra dos cosas, una que eran innecesarios tantos jerifaltes para gestionar las competencias que tenemos asumidas y las correspondientes a un municipio y otra, que por parte del anterior responsable, que es el mismo de ahora, se estaba pagando a una serie de tránsfugas que abandonaron el barco antes de su hundimiento con una estructura de gobierno colosal donde asumían funciones que desconocían por completo pero que cobraban a final de mes en sueldos, salarios y cuchipandas varias; de lo que se concluye que miraban más por los intereses de su partido que por los intereses de una ciudad metida de pleno en una crisis económica.

Si de verdad hubieran pensado en nuestra ciudad hubieran puesto en marcha la reducción de estos altos cargos desde que asumieron la alcaldía, pero no, en lo que pensaban era en hacerse con el poder por los medios que fueran para poder agradecer a sus grupos cercanos los apoyos recibidos. Al menos habremos de felicitar a nuestro primer edil por la medida, tardía pero esperemos que efectiva aunque en épocas flacas se podrían haber reducido mucho más los puestos del equipo de gobierno con cuatro grandes áreas y luego un conjunto de técnicos que se hicieran cargo de unas diez direcciones generales, pero han seguido primando los intereses de su partido, de los diecinueve concejales electos, catorce ya han obtenido un sobresueldo con alguno de esos cargos (eso de los 1.500 euros al mes debe ser poco par los bolsillos de nuestros concejales), y todavía falta el reparto de las empresas municipales, jefes de área y demás sinecuras con las que poder seguir premiando a los adeptos.

Al mismo tiempo que nuestro Alcalde anunciaba su equipo de gobierno nos daba las cincuenta máximas por las que se regirá en los primeros meses de su gobierno para mejora de nuestra calidad de vida y de nuestro bienestar, y supongo que para mayor gloria suya, todas ellas incluidas en el programa compromiso del partido popular, por supuesto, a pesar de que muchas de ellas son acciones pendientes del consistorio anterior que, por cierto, también estaba presidido por la misma persona, y que no se llevaron a cabo por falta de capacidad técnica de sus dirigentes en unos casos, por falta de voluntad política en otros o por una incompetencia absoluta del responsable de turno. Algunas de ellas hasta entran en contradicción con las acciones de gobierno que se tomaban hace tan sólo un mes o incluso deberían rectificar actuaciones realizadas por algún que otro miembro del equipo de gobierno. Y otras son exigencias que la ley nos obliga a cumplir y que provocaría la retirada de ciertas ayudas si no se cumplen.

Habrá que esperar esos cien días de cortesía que suelen darse para observar cuáles son los verdaderos cambios que en nuestra sociedad y sobre todo en nuestra economía se consiguen; sin embargo llamar la atención sobre la falta de diálogo que ha empezado a mostrar nuestra primera autoridad reservándose los puestos de la mesa del consistorio para su partido, será todo lo democrático que se quiera pero siempre se ha cedido un puesto a la oposición para auspiciar su participación dentro de la actividad política municipal; aunque no es de extrañar cuando en una de sus medidas es incentivar la participación ciudadana pero en fiestas y celebraciones, esto me recuerda al despotismo ilustrado, todo para el pueblo pero sin el pueblo; a ver si vamos a pasar ahora a un gobierno de tecnócratas del tardofranquismo.

Pero eso sí, parece como si nuestro Alcalde hubiese estudiado la Cábala para acometer estas elecciones, pues es curioso como el número siete (el arcano del triunfo) ronda en todos sus actos: fue elegido el 25 de mayo (como realizan los numerólogos: 2+5=7); tomó posesión como edil el 14 de junio (dos veces siete); 21 personas forman parte de su gobierno (1 alcalde, 7 jefes de departamento, 8 subjefes y 5 directores generales; es decir tres veces siete); tiene 49 años (siete veces siete). Siete son las bienaventuranzas; siete, las virtudes; siete, los sacramentos; siete, los altares; siete, las islas; siete, los pares de animales de Noé; siete, las murallas que nos separan del mundo inferior; siete, los velos de la danza; siete, los días de la semana; siete, las notas musicales; siete, los colores del arco iris. Y hasta siete son nuestros santos patrones (Daniel, Ángelo, Samuel, Dónulo, León, Ugolino y Nicolás). De todos es sabido el conocimiento que de los números tiene nuestro Alcalde pero no suponía que llegara a tanto, por lo que deberíamos añadir que el arcano del siete también es el carro de la guerra, el de la expiación y el del dolor y la amargura. Esperemos que sólo sea mera coincidencia pues todo anverso tiene su reverso.

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