Si en alguno de los
sectores económicos se demuestra la desidia y la inacción con la que ha actuado
el Desgobierno del Sr. Vivas a lo largo de sus funestas dos décadas en la
poltrona del Ayuntamiento ese es el de la Construcción. La falta de un proyecto de ciudad ha
permitido que se antepusieran los intereses personales de nuestro ínclito
Alcalde para continuar en la poltrona, que el desarrollo de nuestra ciudad, dos
claros ejemplos: la falta de un Plan General de Ordenación Urbana y la entrega
a una multinacional agraria de las mayores inversiones a realizar en Ceuta en los últimos años, ambos hechos
motivados por su conocida ineptitud para gestionar la cosa pública.
La falta del nuevo PGOU se
trasmite con virulencia a la actividad constructiva, cuestión que podemos
comprobar en primer lugar con las viviendas construidas en nuestra ciudad,
según los datos del Ministerio de Fomento, entre 2001 y 2018 se han finalizado
en nuestra ciudad un total de 3.654 viviendas, una media de 203 viviendas por
año, pero si observamos el cuadro en los últimos cinco años las viviendas
finalizadas no alcanzan las 100 (a una media de menos de 20 al año). Mientras
en Melilla en estos 18 años se han finalizado 8.760, de las que 2.081
corresponden a los últimos cinco años.
En cuanto a la vivienda
protegida, en Ceuta en ese periodo se han calificado 1.309, por 958 de Melilla.
En total las viviendas construidas en Ceuta ascienden a 4.963, en Melilla a
9.718, casi el doble. Según el proyecto de PGOU, son necesarias para el
año 2021 (dentro de dos años) 8.055 viviendas, de las que 3.631 son protegidas,
de las privadas, como se puede comprobar en los últimos cinco años nada se hará
sin que el PGOU esté aprobado. El proyecto realizado por el SEPES para Loma
Colmenar contemplaba la construcción de 1.800 VPO de las que desde que se
iniciara la urbanización de los terrenos en el año 1990 solo se han levantado
unas 710, menos de la mitad.
Esta falta de vivienda
motivada por la falta de un PGOU y por la inexistente voluntad política para
levantar VPO´s, provoca por un lado, las construcciones ilegales, una actividad
que esta Corte de los Milagros ni ha querido ni ha sabido detener, y por otro
un encarecimiento del precio de la vivienda, ya sea en propiedad o en alquiler.
El mismo concejal de Fomento debía reconocer que la inexistente política de
vivienda (según el auto judicial sí existe: “las viviendas de Ceuta se daban por unos pocos, a otros pocos y sin
criterio alguno”) provocaba que tuvieran que elevar las ayudas al
alquiler hasta los arrendamientos de 900€/mes. Así el Índice de Precios de la
Vivienda ha pasado a ser el tercero más alto de España, tras Madrid y Cataluña
y delante de Baleares, subiendo en cuatro años 32,84 puntos porcentuales,
cuando el IPC en el mismo periodo (2015-2019) solo subió 3,5 puntos.
Si observamos la evolución
del Producto Interior Bruto desde el año 2000 hasta la estimación realizada
para el año 2018 en el sector de la construcción, el valor se encuentra a
niveles de 2005, pero la caída desde su máximo en el año 2008 hasta el año
pasado es de un tercio, a pesar del repunte de los dos últimos años, el incremento
no se traslada al empleo, encontrándose a la mitad de su punto más alto.
La evolución del sector
está íntimamente relacionada con la obra pública, como se comprueba en el
siguiente cuadro, En el año 2009 las administraciones públicas licitan un total
de 168.5 millones de euros, según SEOPAN, que coincide con el mayor valor de la
serie, conforme las adjudicaciones disminuyen, lo hace el sector.
Lo más grave para el
sector ha sido la entrega directa a la multinacional agraria TRAGSA por parte del Desgobierno del Sr. Vivas de 60
millones de euros en los dos últimos años, que como se observa en el gráfico de
empleo nada ha incidido en el empleo en el sector ni por supuesto en las
empresas, lo que demuestra que lo único que le importa a nuestro inefable
Alcalde es su sillón, en ningún momento se ha preocupado por los intereses del
sector, en el último año ha repartido
algunas migajas entre las empresas locales para acallar las numerosas críticas.
Desde el año 2000 se lleva
intentando modificar el actual PGOU, durante los últimos dieciocho años, una
única persona ha estado sentada en la poltrona de la plaza de África,
disfrutando de unas mayorías absolutas, tanto en nuestra ciudad como en las
Cortes, que le hubieran permitido llevar a cabo los más arduos trabajos con la
mayor de las facilidades; sobre todo cuando nuestro inepto Alcalde ha estado
presumiendo de las buenas relaciones que ha mantenido con la cúpula del Partido
Popular. A pesar de ello, nada ha conseguido para nuestra Ciudad, aparte de que
no le corten el grifo para mantener su red clientelar, poniendo en peligro la
financiación de nuestro Ayuntamiento, pues todas esas subvenciones que tan
digitalmente reparte dependen de la arbitrariedad del Gobierno de turno.
Incluso el
Presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Ceuta en noviembre
de 2017 indicaba que “en una empresa privada el responsable ya estaría en la
calle”, pero como se trata del dinero público, del que ponemos cada uno de
nosotros, parece que las responsabilidades se evaporan y nadie asume la más
mínima responsabilidad de este rotundo fracaso. Las excusas que salen de
nuestro incompetente Alcalde le convertirían en el hazmerreir de cualquier
sociedad, sin embargo este inepto ha sido valorado como uno de los mejores
alcaldes de España, uno podía entenderlo del Sr. Azkuna en Bilbao, pero de este
cantamañanas.
La situación en que se
encuentra el sector de la construcción en nuestra ciudad, como el conjunto de
nuestra economía, necesita de decisiones políticas urgentes que antepongan los
intereses a largo plazo que permitan el desarrollo de Ceuta sacándonos del
agujero negro en que la inacción que veinte años de Desgobierno del Sr. Vivas nos
ha enterrado, no solo la crisis ha
provocado el hundimiento de la actividad sino la falta de un proyecto de futuro
para nuestra ciudad, lo que ha impedido, entre otras muchas cosas, que tengamos
un PGOU actualizado y la absoluta paralización de un sector productivo
fundamental para avanzar hacia la Ceuta del Siglo XXI.
El cortoplacismo de esta
Corte de los Milagros en la que reina nuestro ínclito Alcalde ha convertido la
economía de nuestra ciudad en una oficina de reparto de subvenciones dirigidas
desde su Soviet Supremo de la Plaza de África. Que cada uno reflexione lo
votado, nos quedan cuatro años padeciendo a este inepto.
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