domingo, 25 de noviembre de 2018

Un auto incriminatorio


El pasado lunes, la hasta ahora Juez del Juzgado de Primera Instancia e instrucción número uno de nuestra ciudad, daba a conocer el tan esperado auto que da fin a las diligencias previas del llamado “caso Emvicesa”, nada asombra de lo que la magistrada relata en su exposición de los hechos, ya saben presuntamente, existía una organización criminal que se dedicaba a entregar viviendas de promociones públicas, previo pago  del precio acordado, a personas que nada tenían que ver con el procedimiento para entrega de viviendas que el Ayuntamiento tiene establecido.


Dice la juzgadora en su auto que conforme avanzaban las diligencias “se ponía de manifiesto la inoperancia de la Comisión, sus graves dejaciones, su preocupante desidia sobre el reparto del PATRIMONIO COMÚN, y el terrible abandono que ha sufrido el proceso de adjudicación de viviendas en Ceuta”.


Y más adelante añade: “No olvidemos que tanto los que ostentaban cargos políticos (SUSANA ROMAN BERNET, MOHAMED ALI, RABEA MOHAMED TONSI), como el personal de EMVICESA  y ANTONIO LOPEZ, no hicieron nada en la adjudicación de las viviendas, ni han seguido un proceso administrativo, ni han baremado, ni elegido conforme a los criterios, ni han fijado criterios ni preferencia en los mismos, ni publicado listas provisionales ni definitivas, ni han impedido la comisión del delito de cohecho por ANTONIO LOPEZ, a sabiendas de que se vendían la casas o lo sospechaban firmemente”: Y añade el auto, López  dice en la reunión de la comisión que “hay que evitar cachondearse de la gente”.


Para aquellos que todavía creen que la gestión que nuestro ínclito Alcalde ha realizado durante su nefasto mandato en nuestro Ayuntamiento ha sido, no buena, sino regular, el auto le debería quitar la venda de los ojos y hacerle ver la luz de la verdad, aunque quizás sean como Santo Tomás y hasta que no metan el dedo en la llaga, no nos crean a todos aquellos que como agoreros, derrotistas o falaces hemos criticado un proyecto que sólo buscaba el interés personal de nuestro inefable Primer Edil.



La Señora Magistrada describe una incomprensible situación, ya saben siempre supuestamente, en la que la falta de control de la Comisión Local de la Vivienda permitió que llegaran los buitres y viendo que, con total impunidad se entregaban las casas en nuestra ciudad, fueron aposentando sus reales unos y otros, en  busca, como todos, de su beneficio personal, ya fuera pecuniario, electoral o místico, vaya usted a saber, y como dice el refrán a río revuelto ganancia de pescadores. Y mientras unos miraban hacia un lado, otros conformaban una organización criminal para enriquecerse con el patrimonio de todos, ya saben presuntamente.

De una forma sencilla la Señora Juez explica cómo se daban las casas a quienes no correspondía,  puesto que “la confesión de la mayoría no viene sino a confirmar aquellos rumores que callejeaban por la ciudad autónoma de todos conocidos, que consistía en que adquirir una casa de VPO, pasaba por el pago de dádiva a aquellos que tenían las competencias en su atribución”. Un runrún para el que nuestro ínclito Alcalde no fue capaz de realizar un mínimo control para comprobar la realidad, prefirió encerrarse en su Soviet Supremo de la Plaza de África desde donde seguir adocenando a la sociedad con su opio particular de la subvención.

El sobresalto de la Magistrada para calificar los hechos como “terribles delitos” parece que surge, y esto es una interpretación subjetiva, no de que el Sr. López presuntamente hubiera utilizado una “organización criminal” para beneficiarse, a través de su cargo de la adjudicación de viviendas de protección oficial, sino que desde Asuntos Sociales, la empresa municipal EMVICESA y la Comisión Local de la Vivienda, no existiera una vigilancia sobre quiénes eran los beneficiarios y sobre todo que no se tuviera en cuenta la necesidad de los ciudadanos. Como señalando que unos supuestos servidores públicos que deben estar al servicio del interés general, prescindieran de los mínimos valores éticos que debe exigirse a un representante público y se hubieran hundido en el fango de la corrupción. Ya saben, supuestamente. 



Todos los que estaban en esa Comisión deben aceptar su responsabilidad política  y marcharse a su casa, su deber era fiscalizar a quiénes se les daban las viviendas, pero nada hicieron para controlarlo, o miraron para otro lado o no fueron, o vaya usted a saber que otro interés existía para tanta dejación. Si existe o no delito ya lo decidirá la justicia, no las urnas, pero sí existe una responsabilidad política que deben asumir todos los que estuvieron en esa Comisión, quienes  consintieron por acción u omisión, como relata la Señora Juez, la “comisión del delito”. Unos ya la asumieron marchándose, otros se aferran al sillón alegando que no hicieron nada. Y esa es su responsabilidad: no hacer nada; la obligación de los miembros de esa Comisión era fiscalizar a quiénes se daban las casas, si no se hizo se es culpable.

Ahora nuestro incapaz Alcalde, a través de su vocero en el pleno, dice que algo sabía y por eso no llevaba en la lista electoral del Sr. Vivas para las elecciones del año 2015 a Antonio López, si algo sabía debería haber ido al juzgado, no quitárselo de encima, pues en nuestro código penal ese silencio puede entenderse como colaboración con el delincuente o su encubrimiento. Dirá, como decía la lideresa de Madrid, que uno le salió rana, pero claro quien se rodea de condenados, imputados, investigados, sancionados o expedientados,  tiene todas las papeletas para acabar vendiendo ancas de rana en un puesto de la feria.

Nuestro inepto Primer Edil es el principal culpable de esta trama y lo es por no haber puesto los medios para evitarla, un tejemaneje que ha condenado a miles de ceutíes a no poder disfrutar de un derecho que, con un mejor control, les hubiera correspondido, mas aún cuando su política de vivienda la definió la Magistrada en el auto de levantamiento del secreto sumarial: “las viviendas de Ceuta se daban por unos pocos, a otros pocos y sin criterio alguno”. Porque para levantar casas no ha hecho el mínimo esfuerzo, el ya tiene solucionado el problema.

Si alguna vez nuestro ínclito Alcalde fue parte de la solución, que siempre lo dudé, hoy es nuestro principal problema, por su inacción, su desidia y su falta de proyecto para nuestra ciudad: ¡Váyase Sr. Vivas! Váyase antes de que lo echen.

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