El pasado lunes, la hasta
ahora Juez del Juzgado de Primera Instancia e instrucción número uno de nuestra
ciudad, daba a conocer el tan esperado auto que da fin a las diligencias
previas del llamado “caso Emvicesa”, nada asombra de lo que la magistrada
relata en su exposición de los hechos, ya saben presuntamente, existía una
organización criminal que se dedicaba a entregar viviendas de promociones
públicas, previo pago del precio
acordado, a personas que nada tenían que ver con el procedimiento para entrega
de viviendas que el Ayuntamiento tiene establecido.
Dice la juzgadora en su auto que conforme avanzaban las
diligencias “se ponía de manifiesto la inoperancia de la Comisión, sus graves
dejaciones, su preocupante desidia sobre el reparto del PATRIMONIO COMÚN, y el
terrible abandono que ha sufrido el proceso de adjudicación de viviendas en
Ceuta”.
Y más adelante añade: “No olvidemos que tanto los que ostentaban
cargos políticos (SUSANA ROMAN BERNET, MOHAMED ALI, RABEA MOHAMED TONSI), como
el personal de EMVICESA y ANTONIO LOPEZ,
no hicieron nada en la adjudicación de las viviendas, ni han seguido un proceso
administrativo, ni han baremado, ni elegido conforme a los criterios, ni han
fijado criterios ni preferencia en los mismos, ni publicado listas
provisionales ni definitivas, ni han impedido la comisión del delito de cohecho
por ANTONIO LOPEZ, a sabiendas de que se vendían la casas o lo sospechaban firmemente”:
Y añade el auto, López dice en la
reunión de la comisión que “hay que evitar cachondearse de la gente”.
Para aquellos que todavía
creen que la gestión que nuestro ínclito Alcalde ha realizado durante su
nefasto mandato en nuestro Ayuntamiento ha sido, no buena, sino regular, el auto
le debería quitar la venda de los ojos y hacerle ver la luz de la verdad,
aunque quizás sean como Santo Tomás y hasta que no metan el dedo en la llaga,
no nos crean a todos aquellos que como agoreros, derrotistas o falaces hemos
criticado un proyecto que sólo buscaba el interés personal de nuestro inefable
Primer Edil.
La Señora Magistrada
describe una incomprensible situación, ya saben siempre supuestamente, en la
que la falta de control de la Comisión Local de la Vivienda permitió que
llegaran los buitres y viendo que, con total impunidad se entregaban las casas
en nuestra ciudad, fueron aposentando sus reales unos y otros, en busca, como todos, de su beneficio personal,
ya fuera pecuniario, electoral o místico, vaya usted a saber, y como dice el
refrán a río revuelto ganancia de pescadores. Y mientras unos miraban hacia un
lado, otros conformaban una organización criminal para enriquecerse con el patrimonio
de todos, ya saben presuntamente.
De una forma
sencilla la Señora Juez explica cómo se daban las casas a quienes no correspondía,
puesto que “la confesión de la mayoría no viene sino a
confirmar aquellos rumores que callejeaban por la ciudad autónoma de todos
conocidos, que consistía en que adquirir una casa de VPO, pasaba por el pago de
dádiva a aquellos que tenían las competencias en su atribución”. Un runrún para
el que nuestro ínclito Alcalde no fue capaz de realizar un mínimo control para comprobar
la realidad, prefirió encerrarse en su Soviet Supremo de la Plaza de África desde
donde seguir adocenando a la sociedad con su opio particular de la subvención.
El sobresalto de la
Magistrada para calificar los hechos como “terribles delitos” parece que surge,
y esto es una interpretación subjetiva, no de que el Sr. López presuntamente
hubiera utilizado una “organización criminal” para beneficiarse, a través de su
cargo de la adjudicación de viviendas de protección oficial, sino que desde
Asuntos Sociales, la empresa municipal EMVICESA y la Comisión Local de la
Vivienda, no existiera una vigilancia sobre quiénes eran los beneficiarios y
sobre todo que no se tuviera en cuenta la necesidad de los ciudadanos. Como señalando
que unos supuestos servidores públicos que deben estar al servicio del interés
general, prescindieran de los mínimos valores éticos que debe exigirse a un
representante público y se hubieran hundido en el fango de la corrupción. Ya
saben, supuestamente.
Todos los que estaban en
esa Comisión deben aceptar su responsabilidad política y marcharse a su casa, su deber era
fiscalizar a quiénes se les daban las viviendas, pero nada hicieron para
controlarlo, o miraron para otro lado o no fueron, o vaya usted a saber que
otro interés existía para tanta dejación. Si existe o no delito ya lo decidirá
la justicia, no las urnas, pero sí existe una responsabilidad política que
deben asumir todos los que estuvieron en esa Comisión, quienes consintieron por acción u omisión, como relata
la Señora Juez, la “comisión del delito”. Unos ya la asumieron marchándose,
otros se aferran al sillón alegando que no hicieron nada. Y esa es su
responsabilidad: no hacer nada; la obligación de los miembros de esa Comisión
era fiscalizar a quiénes se daban las casas, si no se hizo se es culpable.
Ahora nuestro incapaz
Alcalde, a través de su vocero en el pleno, dice que algo sabía y por eso no
llevaba en la lista electoral del Sr. Vivas para las elecciones del año 2015 a
Antonio López, si algo sabía debería haber ido al juzgado, no quitárselo de
encima, pues en nuestro código penal ese silencio puede entenderse como
colaboración con el delincuente o su encubrimiento. Dirá, como decía la
lideresa de Madrid, que uno le salió rana, pero claro quien se rodea de
condenados, imputados, investigados, sancionados o expedientados, tiene todas las papeletas para acabar
vendiendo ancas de rana en un puesto de la feria.
Nuestro inepto Primer Edil
es el principal culpable de esta trama y lo es por no haber puesto los medios
para evitarla, un tejemaneje que ha condenado a miles de ceutíes a no poder
disfrutar de un derecho que, con un mejor control, les hubiera correspondido,
mas aún cuando su política de vivienda la definió la Magistrada en el auto de
levantamiento del secreto sumarial: “las viviendas de Ceuta se daban por
unos pocos, a otros pocos y sin criterio alguno”. Porque para levantar
casas no ha hecho el mínimo esfuerzo, el ya tiene solucionado el problema.
Si alguna vez nuestro
ínclito Alcalde fue parte de la solución, que siempre lo dudé, hoy es nuestro
principal problema, por su inacción, su desidia y su falta de proyecto para
nuestra ciudad: ¡Váyase Sr. Vivas! Váyase antes de que lo echen.
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