El pasado jueves el
Instituto de Estudios Ceutíes programaba una jornada sobre la construcción,
centrada en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como elemento clave de
la actividad económica de la Ciudad. Y la principal conclusión que se obtuvo
fue la pronunciada por uno de los ponentes: “No hay voluntad política ni capacidad
técnica para aprobar el PGOU”.
El PGOU es un elemento
clave para el desarrollo de nuestra ciudad, sin él pocas avances pueden
llevarse a cabo, y para aprobarlo, se debe partir de una sencilla premisa: realizar
un proyecto que nos permita convivir a todos en nuestra ciudad, en el que ocio
y negocio puedan compatibilizarse desde cualquier lugar del territorio que se
planifica. Idea a la que nadie pondrá pega alguna, aunque ya sabemos que si es
una idea tendrá sus detractores y, a algunos, pensar no se nos está permitido,
pero que se le va a hacer, es libre y gratuito.
Desde el año 2000 se lleva
intentando modificar el actual PGOU, durante los últimos diecisiete años, una única
persona ha estado sentada en la poltrona de la plaza de África, disfrutando de
unas mayorías absolutas, tanto en nuestra ciudad como en las Cortes, que le
hubieran permitido llevar a cabo los más arduos trabajos con la mayor de las
facilidades; sobre todo cuando nuestro inepto Alcalde ha estado presumiendo de
las buenas relaciones que ha mantenido con la cúpula del Partido Popular. A
pesar de ello, nada ha conseguido para nuestra Ciudad, aparte de que no le
corten el grifo para mantener su red clientelar, poniendo en peligro la
financiación de nuestro Ayuntamiento, pues todas esa subvenciones que tan digitalmente
reparte dependen de la arbitrariedad del Gobierno de turno.
Decía el Presidente de la
Asociación de Promotores Inmobiliarios de Ceuta que en “en una empresa privada el responsable
ya estaría en la calle”, pero como se trata del dinero público, del que ponemos
cada uno de nosotros, parece que las responsabilidades se evaporan y nadie
asume la más mínima responsabilidad de este rotundo fracaso. Las excusas que
salen de nuestro incompetente Alcalde le convertirían en el hazmerreir de
cualquier sociedad, sin embargo este inepto ha sido valorado como uno de los
mejores alcaldes de España, uno puede entenderlo del Sr. Azkuna en Bilbao, pero
de este cantamañanas.
Sin embargo el PGOU no es
el único fracaso que cosecha nuestro apócrifo Primer Edil, en deuda, desempleo
y desigualdad social somos los campeones. Allá donde pongas el análisis, encuentras
un problema sin resolver desde el siglo pasado, la incapacidad que demuestra este incompetente
ha llegado a tal nivel que los empresarios, supuestamente quienes más cerca
están del Partido Popular, se plantean realizar un cierre patronal ante la
falta de actuación del Desgobierno del Sr. Vivas.
Todas las promesas
realizadas por nuestro apócrifo Alcalde han sido incumplidas una y otra vez, a
pesar de disponer de uno de los mayores presupuestos municipales, contando como
fuentes de financiación el ayuntamiento, el estado y la Unión Europea, de tener
una capacidad fiscal que le posibilita maniobrar para luchar contra el ciclo
económico, ha sido incapaz de crear una estructura económica que cimentase un
crecimiento y disminuyese la brecha social existente. Tan sólo ha utilizado el
aumento de los impuestos para seguir manteniendo a su Corte de los Milagros y
ahora quiere bajárselos al combustible de
los yates, no tuvo bastante con hundir el sector de las gasolineras.
Ni comercio, ni industria,
ni puerto, ni administración, ni infraestructuras, nada hay que pueda suponer
un cambio socioeconómico que nos haga entrar en el Siglo XXI, este economista
del XIX sigue anclado en la teorías soviéticas de la planificación, entendidas
como que se planifica desde su despacho, para así autorizar aquellas que le han
permitido seguir repantigado durante este aciago periodo. Ahora, deprisa y
corriendo quiere aplicar una serie de “medidas” para abaratar el barco y pagar
la “frontera inteligente”, ¿ya tiene las competencias de frontera?
Este individuo ni tiene voluntad
política ni capacidad para plantearle un futuro a nuestra ciudad, su
inexistente compromiso con el desarrollo de Ceuta se palpa en la falta de un
proyecto en el que basar sus políticas, su inexistencia le hace ser un veleta
al servicio de los intereses de su Corte
de los Milagros quienes han sido los únicos beneficiarios en este desdichado
periodo que padecemos desde que asaltara el poder este incapaz.
Ceuta tiene soluciones y
es posible cambiar el sistema socioeconómico que nos permita entrar de una vez
por todas en el Siglo XXI, pero para ellos necesitamos personas que crean en
esta ciudad, comprometidas y capacitadas para tomar decisiones, no vividores
que tan sólo pretenden sustentar esa red clientelar que los mantiene a costa
del futuro de los ceutíes.
En ustedes está la
solución.
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