Conmemorando el pasado día
seis el trigésimo nono aniversario de la aprobación de la Constitución
Española, el máximo responsable del Gobierno de España en nuestra ciudad, el
inepto Delegado del Gobierno, en su intervención sacaba una “conclusión: por
favor, un poco de prudencia; en esto, como en tantas otras cosas en la vida, no todo vale, o visto lo visto, no todo
debería valer”.
Así se refería este
individuo, que no olvidemos que se encuentra a las órdenes de su partido
político y no, al servicio de los intereses generales de los ceutíes, a la
situación que la desidia de los distintos gobiernos centrales ha provocado en
la frontera, como si los años de abandono que hemos sufrido pudiera solventarse
con un poco de prudencia.
Lo que los ceutíes
necesitamos son soluciones, unas que deben ser inmediatas y que deberían
haberse puesto en marcha hace ya un par de años, como el envío de refuerzos a
la corta plantilla que existe y la instalación de los lectores de pasaporte, y
otras medidas a medio y largo plazo como sería la apertura de nuevos pasos
fronterizos y la ampliación y modernización del actual.
Unas son unas medidas que
no dependen de ninguna negociación con nuestro vecino, sino de un verdadero
compromiso con nuestra ciudad del gobierno central, el que actualmente encabeza
el Sr. Rajoy, que es de quien dependen las instalaciones en nuestra frontera.
Unas inversiones que sí se han realizado en el aeropuerto de El Prat, donde el
pasado mayo el Gobierno central acordaba enviar un refuerzo de 144 policías
nacionales y la instalación de 50 lectores digitales de pasaportes, donde las
colas habían llegado a durar hasta tres horas.
Cada vez que nuestro
inefable Alcalde acude a Madrid, solo o en compañía de nuestro inepto Delegado
del Gobierno o de algún otro miembro de su Corte de los Milagros, a explicar los
problemas que nuestra ciudad tiene y que necesitan una respuesta urgente,
vuelve con las manos vacías, pero pleno de nuevas promesas, demostrando que ni
él ni su gobierno central, ni por supuesto su partido, aportan soluciones a
nuestros problemas. Lo único que queda absolutamente claro es su sumisión a quienes lo colaron para hacerle ilegalmente
Alcalde, a quienes les debe estar eternamente agradecido.
Lo que necesitamos los
ceutíes no es solo prudencia, Sr. Delegado del Gobierno, entendida ésta como el
buen juicio para elegir lo que es bueno para el bien común, lo que necesitamos
son individuos también con fortaleza, para poder afrontar con coraje y vigor
los problemas que tiene nuestra ciudad,
con la templanza suficiente para dominar los instintos de sumisión a los
intereses de su partido, y con la justicia que le permita dar de sí lo mejor
para el bienestar de la comunidad. Eso es lo que le exigimos los ceutíes, a los
que deben gobernarnos. La prudencia que usted nos pide es el silencio a las críticas
porque durante casi medio siglo nuestros pasos fronterizos han sido olvidados
por los distintos gobiernos centrales, eso es subordinar los intereses de Ceuta
a sus deseos de silenciar la desidia de los Gobiernos centrales, incluido el
actual de su Presidente del Partido Popular Sr. Rajoy.
El pasado junio nuestro apócrifo
Alcalde junto con el inepto Delegado del Gobierno y sus correspondientes en
Melilla se reunieron con el Gobierno del Sr. Rajoy para analizar, entre otras
cosas, la situación de nuestras fronteras “ante la
creciente presión sobre las mismas se hace necesario tomar una serie de medidas
correctoras, para lo cual se han analizado diversas propuestas cuyo estudio y
puesta en marcha se llevará a cabo en el menor plazo posible. Como anticipo ya
se ha determinado una atención preferente a Ceuta y Melilla en materia de
refuerzos de las plantillas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como
intensificar el apoyo a ambos gobiernos autonómicos en relación con el fenómeno
de los MENAS” decía su fantasiosa nota de prensa. Sin embargo la “atención
preferente” del Gobierno del Sr. Rajoy ha sido nula, ni los refuerzos en
plantillas, ni en medios técnicos, eso sí el dinero que han enviado para los
Menores extranjeros no acompañados si ha llegado para callar la boca de nuestro
sátrapa Alcalde y que se lo gaste en lo que considere más oportuno no, en MENAS.
No se puede vivir siempre
de la fe, Sr. Delegado del Gobierno, en la creencia de que ustedes harán algo alguna
vez y tener la esperanza de que al final de los tiempos nuestros problemas los
solucionarán, ni vamos a tener la caridad de creer en su Gobierno mientras no
haya acciones que tiendan a resolver los graves problemas que su desidia ha
provocado en nuestra ciudad.
Claro que no todo vale,
Sr. Delegado del Gobierno, no vale estar prometiendo una y otra vez unas
actuaciones que nunca se hacen realidad, unos refuerzos de plantilla que se
desmienten tras cruzar el despacho del ministro de turno, unas fronteras
inteligentes que se quedan en Algeciras o unas negociaciones con nuestro
vecino, cuyo Walid se niega a recibirle. Entiendo que no todo vale y el primero
que no vale es usted, que solo ha demostrado su ineptitud para estar al frente
de un puesto que le viene demasiado grande y desde el que se ha plegado a los
intereses de su partido, que nunca han coincidido con el interés de Ceuta.
En su discurso, nuestro
incapaz Delegado del Gobierno, expresaba “el compromiso firme de la Delegación
del Gobierno y la Ciudad Autónoma de Ceuta en la lucha contra las actividades
fraudulentas (…) (que) no son la parte principal del problema”, pasa de
puntillas sobre el origen del mismo. Su falta de control, tanto ahora como cuando
fue irresponsable de la Hacienda local, provocó que las importaciones se
hicieran sin la verificación correcta dando pié a que se introdujera en nuestra
ciudad el comercio del bulto y otras muchas irregularidades, al Desgobierno del
Sr. Vivas nunca le ha interesado controlar las importaciones, puesto que la
compensación del IPSI importación le ha permitido asegurar la recaudación, por
lo que ambos han sido colaboradores necesarios para que se produjera el fraude,
tanto nuestro perpetuo Alcalde como su inepto Delegado del Gobierno.
Lo que Ceuta necesita no
son peleles sometidos a los designios de sus dueños, sino personas con los
redaños suficientes para que puedan exigir las soluciones que necesitan los
ceutíes y que sí se han aplicado en otros lugares. Por eso seremos muchos los
que mañana salgamos a exigir esas soluciones que ineptos como nuestro Delegado
del Gobierno y nuestro apócrifo Alcalde no pueden ofrecernos.
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