domingo, 10 de septiembre de 2017

"Ni un euro para los contribuyentes"



Una y otra vez nos repitieron hasta la saciedad que el llamado rescate bancario no iba a costar un euro a las arcas públicas, que lo que se realizaba era un préstamo a las entidades crediticias que nos devolverían hasta el último céntimo.

En la crisis institucional a la que nos ha llevado el Tancredismo del presidente del Gobierno ha pasado casi inadvertida la nota informativa sobre las ayudas financieras en el proceso de reestructuración del sistema bancario español que el Banco de España emitió el pasado lunes.

Según esta nota “desde mayo de 2009, las (ayudas públicas) comprometidas en diversas formas de capital han ascendido a 54.353 millones de euros aportados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). A fecha 31-12-16 se habían recuperado 3.873 millones, importe que se incrementará con la venta de las participaciones del FROB en Bankia y BMN. El importe recuperable en este apartado se estima a finales de 2016 en 10.402 millones de euros”.

Y acaba señalando la nota que “si se suman las aportaciones de capital netas, los esquemas de protección  de activos y garantías (…) la estimación provisional de los recursos netos destinados al apoyo del sistema financiero se sitúa en 41.150 millones por parte del FROB y 21.604 millones por parte del sector bancario, a través del FGDEC.”

Primero lanzó la idea uno de los peores ministros de economía de la Unión Europea, D. Luis de Guindos  Jurado, quien antes de iniciarse en la política, este técnico comercial del Estado, había trabajado para la empresa AB- Asesores (la principal empresa de asesoramiento de inversión privada que existía en España), y tras su paso por varios escalones de Ministerio de Economía, entró rápidamente por una de esas puertas giratorias que se les abre a los elegidos,  en Lehman Brothers como responsable para España y Portugal, empresa que fue una de las causantes de la grave crisis de las hipotecas basura y que según de Guindos ese hecho no tendría repercusión en la filial ibérica, las sobras del negocio fueron compradas meses más tarde por la empresa Namura, que ha sido contratada el pasado mes de agosto para llevar a cabo la reprivatización  de Bankia. Casualidades de la vida.

El Sr. De Guindos nos insistió una y otra vez en que las ayudas eran una “disposición de recursos que tenía que ser reembolsable”, a él se unía la vicepresidenta del Gobierno, la Dña. Soraya Saénz de Santamaría que explicaba a los ciudadanos que el objetivo de la reestructuración del sistema bancario era que no le que costase  “ni un euro al contribuyente español”.   Y por último D. Mariano Rajoy, presidente del Gobierno que en el Congreso de los diputados decía que es “un crédito a la banca que va a pagar la propia banca”.

Transcurridos cinco años de esa “disposición de recursos”, la broma de la banca nos va a costar a todos los españoles un mínimo de 41.150 millones de euros, es decir que cada españolito va a tener que poner de su bolsillo unos 884€.

Ahora querrán convencernos que han logrado salvar el sistema bancario español,  nuevamente el Sr. De Guindos, el pasado junio, señalaba que se salvaron los depósitos de 12 millones de clientes de esos bancos, una nueva mentira pues los depósitos están asegurados hasta un importe de 100.00€ por titular y pocos son los que tienen ese saldo.

O que el rescate ha supuesto un ahorro en intereses de 14.000 millones puesto que permitió la reducción de la prima de riesgo, alegando que los altos tipos de interés se debían a la incertidumbre de los mercados con relación al sistema bancario español.

Los intereses se pagan porque tenemos una deuda superior al PIB y se ha llegado a ella a causa de la burbuja inmobiliaria que la liberalización del suelo hizo el gobierno de Aznar, y al dispendio que gobiernos como el de Valencia, el de Murcia o el de Madrid han realizado. Y la incapacidad que el gobierno socialista tuvo para reaccionar ante lo que no quería reconocer como una crisis. Además  hay que añadir que los especuladores provocaron subidas artificiales para lucrarse,  que seguro que en sus tiempos de Lehman Brothers debería conocer muy bien.

El coste del rescate bancario lo hemos tenido que pagar todos los españoles, debido a la preferencia por salvar a sus amigos de quienes nos gobiernan, que han antepuesto  agotar la hucha de las pensiones, reducir en unos 12.000 millones la sanidad pública, en unos 9.000 millones en educación, unos 3.000 millones en dependencia, en ayudas sociales, en la lucha contra la violencia de género, en Investigación y Desarrollo, en  los salarios de los funcionarios, etcétera, etcétera, etcétera. 

Todos hemos tenido que pagar el salvamento de unos bancos y cajas de ahorro, donde hemos visto que los partidos políticos y sindicatos sin excepción estaban implicados en su gestión y ninguno de ellos alzó la voz para parar la sangría que suponían.

Si a ello añadimos la brecha social que esta situación ha generado en la sociedad española, donde casi el 28% de la población está en riesgo de exclusión social, o el 40% de la población infantil vive por debajo del umbral de la pobreza, o la precariedad laboral que sus reformas laborales han generado, donde el 14.1% de los trabajadores son “pobres”, estos datos quizás nos permita comprender cuáles son las prioridades  que el Gobierno de Mariano Rajoy tiene. Desde luego que las personas no lo son.

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