Era el Sr. Carreira, adicto de esta página, no sean malpensantes, quién así
se expresaba a principios de esta semana, ya conocen el fácil verbo incendiario y el
afán de protagonismo que este individuo ostenta. La desenvoltura que tiene para
dar titulares periodísticos le hace merecedor de muchas portadas, a pesar de
que son más las ocasiones en que se hunde en arenas movedizas y provoca graves
problemas a los suyos, ya conocen aquella frase atribuida al presidente Winston
Churchill: “No se equivoque joven, ahí enfrente están nuestros adversarios, los
enemigos los tenemos aquí junto a nosotros”.
Tras asumir las competencias sobre televisión en el
Consejo de Gobierno del pasado día seis, decide en la misma reunión y por “decreto”
que se suspende el concurso cuyo objeto es el “otorgamiento de una licencia
para la explotación, en régimen de gestión indirecta, mediante concesión administrativa,
del servicio público de televisión digital terrestre de ámbito local en la
Ciudad Autónoma de Ceuta”. Y sentenciaba para un medio local: “a partir de ahora
nadie podrá poner en duda la limpieza de los pliegos de condiciones”.
Y el Sr. Carreira, en la actualidad concejal electo, y
responsable de las áreas de Medio Ambiente y Sostenibilidad, decide que en base
al tan afamado “interés público” debe suspenderse el concurso, hasta que el
Consejo de Estado no resuelva el expediente que su antecesora en las
responsabilidades de las telecomunicaciones, la Sra. Román, había interpuesto.
Y sentenciaba con el rigor y la arrogancia que le
caracteriza: “No tengo nada que ocultar, ni tengo miedo a nadie: que nadie crea
que me tiembla la mano”; efectivamente la mano no le habrá temblado para firmar
el decreto, lo que ha temblado han sido las canillas del Gobierno en su
conjunto, con el Sr. Vivas a la cabeza. ¿Cómo vamos a enfrentarnos a nuestro
principal aliado? ¿cómo vamos a ir contra quien tan bien nos defiende y nos
apoya? Contra quien oculta a la opinión pública nuestras meteduras de pata.Contra
quien censura a nuestra única oposición. “Es que es con nuestro dinero, Don
Juan”, aseveraba un bisoño concejal; “de los ceutíes, hijo, de los ceutíes”, le
corregía como un buen padre, Don Juan; incluso sabe quedar tan bien con todo el
mundo el Sr. Vivas, que hizo aprobar en un consejo anterior una carta en la que
casi se pedía disculpas al denunciante, indicándole que el Gobierno no había
visto “ilícito penal alguno” en el concurso. El colmo, capaces serían de reconocerle
que lo había si con ello salvaban las relaciones, menos mal que el secretario advirtió
del “ligero inconveniente” si lo hacían.
Y el Ejecutivo municipal en pleno, reunido en sanedrín,
señaló a D. Emilio, “tu, nuestro Will Kane particular, sálvanos de este
entuerto”. Y de este modo, sin temblarle el pulso, el Sr. Carreira
rubrica el “decreto” que paralizaba el concurso.
Parece que ni el Sr. Carreira, ni ningún miembro del
Ejecutivo de, este cada vez más tahúr de la calle larga, Sr. Vivas se han dado
cuenta del grave problema que han generado.
Atemorizados por la denuncia presentada por su “paladín”
de la prensa contra el ejecutivo de la Ciudad por una presunta “prevaricación”,
alegando que los pliegos del concurso no son los mismos que los del anterior realizado
sobre Televisión por la Ciudad, cargando contra tres funcionarios de la ciudad,
dudando de su profesionalidad y sobre todo de su saber hacer y honradez, el
ejecutivo en pleno se ha visto obligado a darle una solución acorde con las
peticiones de este gran empresario defensor a ultranza de “su” visión de la
ciudad, y quien no comulgue con sus “ideales” ya sabe que está condenado a la
obscuridad de las cavernas.
Si “ahora nadie pondrá en duda la limpieza de los
pliegos de condiciones”, como decía el Sr. Carreira, ¿quiere decir que antes de
esa autógrafo indubitado sobre ese ucase paralizador, si existían dudas? ¿Sabe
el Sr. Vivas que acaba de colocar el recelo sobre toda la contratación de la
ciudad? Y sobre todo, ¿entiende el Sr. Vivas que ha levantado una cortina de
sospecha sobre los funcionarios del Ayuntamiento? ¿podrá asumir el Sr. Vivas
que ni un solo trabajador de la ciudad
quiera redactar unos pliegos, ni aunque sean para la compra del papel
higiénico?
¿Cómo se puede ser tan torpe y alegar que si se hacen
más lejos van a ser mejores? ¿Cómo se puede dudar de esa manera de la capacidad
de tu propio personal? Es incomprensible que un ejecutivo dude ni un solo momento
del personal que tiene bajo su responsabilidad sin tener ni una, no prueba, sino sospecha,
indicio, de esa “prevaricación” de las
que se les acusa.
Además debería recordar el Sr. Carreira que hasta hace
pocos meses él era el responsable de la Hacienda del Ayuntamiento y que si “ahora
nadie pondrá en duda”, también somos libres de poner en duda lo anterior y
empezar a plantearse si tantos chismes y cotilleos sobre contrataciones a
ciertos empresarios son ciertos.
Si la parálisis es una de las señas de identidad del
Sr. Vivas y por lo que vemos de los miembros del Partido Popular, cualidad de
la que el Sr. Rajoy es un avezado practicante, dejando que las cosas se resuelvan
por sí mismo o acaben en manos de otro organismo, bien debería haberlo
practicado en esta ocasión. Pero el miedo es mal consejero y el temor a perder
al mejor aliado para ganar las próximas elecciones ha podido más que el respeto
y confianza a los trabajadores de la ciudad. Y eso que él es, bueno más bien
era, uno de ellos.
A ellos desde aquí mi solidaridad y mi reconocimiento
por el trabajo que realizan. Sobre todo soportando a ineptos, incapacitados e
irascibles personajes que se creen dueños del mundo y no son mas que meras caricaturas de sí mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario