domingo, 6 de noviembre de 2005

Miedo me da

La actitud que está tomando la derecha en la situación política española actual es una cuestión preocupante, un escenario en el que la derecha está entrando en la confrontación de una forma decidida y que puede llevarla a echarse al monte de una forma alocada e injustificada, esa obscura derecha del somatén y el trabucaire. Argumentan su postura en la ruptura que, el gobierno socialista de D. José Luis Rodríguez Zapatero, está provocando en las bases morales de la sociedad española con la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y luego una ruptura de la unidad de España con la propuesta del proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña.

Hay quienes incluso han iniciado una campaña denunciando el supuesto pacto del Presidente del Gobierno con el rey de Marruecos, Mohamed VI, en el cual se habría sellado la entrega de las ciudades de Ceuta y Melilla a nuestro vecino país y no han dudado hasta en ponerle fecha de cumplimiento del pacto, el año 2.008. Lean si no a D. Federico Quevedo y su artículo “La mano que mece la cuna” en el que de una forma velada acusa al ex presidente D. Felipe González de ser el artífice de dicho pacto en compensación a la ayuda prestada a los socialistas en el 11 de marzo de 2.004 para acceder al poder. O como el gran “experto” D. José Luis Navazo, en el periódico digital Hispanidad.com el pasado 14 de octubre, señala la fecha de 2.008 como la fijada para hacer realidad tan felón acto, pues si se realiza antes se perderían las elecciones generales de 2.007, que es para cuando han previsto que se adelanten. Unas explicaciones tan faltas de argumentos que sólo hay que calificarlas de absurdas.

Pero si me asusta la actitud de enfrentamiento que está tomando la derecha con su visión de la España única, indivisible, católica, apostólica y romana, mayor miedo me dan las campañas de concienciación sobre los ciudadanos españoles sobre ese inexistente pacto entre nuestro Presidente del Gobierno Sr. Rodríguez Zapatero y el monarca alauíta. Pues, si recordamos la historia, ha sido la derecha y única y exclusivamente la derecha, la que, acogiéndose a su sentido de ser la defensora de la unidad de España, ha ido entregando poco a poco y de muy malas formas los restos del Imperio Español. Ahí está, en el siglo pasado, la conversión en provincias de toda nuestras posesiones en África, para luego ir haciendo efectiva su independencia o su entrega a Marruecos (Guinea, Sidi Ifni o el Sahara). Curioso que el 12 de octubre de 1.968, cuando se da la independencia de Guinea, quien representa al Gobierno del dictador Francisco Franco fuera un tal D. Manuel Fraga Iribarne, o que este mismo señor sea Ministro de Gobernación en el Gobierno que firmó la entrega del Sahara Español a Marruecos y Mauritania, en aquellos famosos Pactos de Barajas, que algún día alguien debería explicarnos qué es lo que contienen, pues no sería de extrañar que en esos Pactos sobre el Sahara, que se realizaron en el aeropuerto de nuestra capital, se hubieran incluido otras cuestiones más sensibles, pero que en aquel momento quedaron en secreto para realizarse a los cincuenta años de su rubrica. Algo deberían explicarnos quienes allí estuvieron, sobre todo para que esta derecha cavernaria deje de engañarnos con unas soflamas que han debido de pergeñar ellos y sólo ellos.

Nada extraño que en su famoso Libro Blanco sobre la Reforma Democrática, el Sr. Fraga proclamara la cesión progresiva de la soberanía de Ceuta y Melilla, y sólo cuando desde nuestras ciudades se montaron las protestas, acudiera rápidamente a Jorge Vestrynge para que le sacara del entuerto con un panfleto titulado “Una Política Exterior para España”, donde se proclamaba la incuestionable españolidad de ambas poblaciones. Algo rato que en un folleto sobre Política Exterior se alentara la españolidad. Y no nos debe extrañar que quien formara parte de aquel Gabinete de Orientación y Documentación que creara el nefasto Libro Blanco, D. Javier Calderón fuera nombrado en 1.996 director del CESID por D: José María Aznar.

Ese es mi miedo, que quienes se esconden en su patriotismo barato de bandera e himno sean los que ya han negociado nuestro futuro, si no observen como cambian de actitud hacia Marruecos todos y cada uno de los líderes de la oposición, sean del partido que sean, que han realizado su primer viaje para conocer a nuestros vecinos: qué les dicen, qué papeles les enseñan para sufrir esa extraña transformación. Miedo me da pensar qué pudieron firmar en Barajas. Aún así mi confianza sigue puesta en los míos, pues sé que nunca me defraudarán.

No hay comentarios: