martes, 15 de marzo de 2005

¿Informar o manipular?

Desde que se restableció la democracia en nuestro país, he entendido que los periódicos cumplen un fin social que debe ser apoyado no sólo por las instituciones, sino sobre todo por los ciudadanos, un fin social que sólo consiste en intentar informar sobre los hechos que ocurren en nuestro alrededor. Es lógico que cada rotativo tenga su línea política, su propio pensamiento y que de una forma u otra lo haga resaltar en la forma en que se enfocan las noticias que cada día nos imprime. E incluso que la expongan y la defiendan a través de su Editorial o de los artículos de opinión que sus periodistas o los denominados “letraheridos” insertan cada día en sus páginas. Es comprensible que como empresa en una economía de mercado, el periódico busque la obtención del beneficio que como sociedad capitalista desea.

Pero la obtención de ese beneficio económico o de otros intereses más obscuros ¿justifica la manipulación de la información? ¿explica la ausencia de ciertas noticias que podrían ser titulares de cualquier periódico serio? ¿disculpa el veto a unas personas u opiniones? Desde mi punto de vista, nunca un medio que ostenta el calificativo de informativo debe entrar en ese juego. Pues pasa a convertirse en un simple panfleto por mucho que salga todos los días a la venta en los quioscos de la ciudad.

Estamos observando en los periódicos como se juega con la información, como hay quien cree que deformando la realidad puede llegar a construir una nueva situación que le ayude a conseguir sus intereses, como quien parapetado en una supuesta independencia puede hacer pasar por información fidedigna aquello que tan sólo es un vulgar rumor de barra de bar; y por haber, hay hasta quien es capaz de ocultar información creyendo que con ello puede ayudar a los “suyos” a conseguir sus objetivos y ser retribuido por ello.

Como ejemplo les pondré una noticia aparecida el pasado uno de marzo. Un periódico titulaba en portada “Medio millón de euros para asistencia social”; otro señalaba “Bienestar Social renueva cuatro convenios con varias asociaciones” y el tercero escribía “Bienestar Social incrementa las ayudas a cuatro asociaciones hasta alcanzar los 165.837 euros” . Aproximadamente la diferencia entre una noticia y otra era de un 200%, para un periódico eran 83.000.000 pesetas y para el otro sólo 27.600.000 pesetas. Intrigado por esa abultada diferencia ahondé en el asunto, uno de los rotativos había corrido una coma y lo que era 42.637 euros, se convirtieron en 426.360 euros.

Durante estas dos semanas he estado esperando la correspondiente rectificación en la fe de erratas, nada, han dado la noticia como correcta. Claro, beneficiaba a quien su medio apoya, para qué se va a corregir. Si es con ese dato totalmente objetivo y comprobable, que se deberá pensar del resto de informaciones que sin ser un dato cierto lanzan en sus páginas. Y más cuando quieren pasar por informaciones, firmadas por sus “grandes plumas”, chismorreos de vecinas que sin base o fundamento alguno colocan como si fueran noticias y luego sin escrúpulo alguno se autodenominan “periodistas independientes”. Quizás alguno que otro debería volver o pisar por primera vez la facultad de Periodismo para aprehender la asignatura de ética.

Pero los verdaderos responsables de esta manipulación son los propietarios de los rotativos, quienes sin distinguir un vocero de un periódico, no sólo permiten estas intoxicaciones, sino que las crean y las alientan, creyendo que premian a los suyos y castigan a los otros, pensando que con ello conseguirán tener la sartén por el mango todo el tiempo, sin embargo deberían pensar que no siempre hace falta una sartén para cocinar y que no todo vale, que aunque algunos se hayan vuelto maquiavélicos pensando que el fin justifica los medios, no todos son así y la legalidad se debe cumplir, sea quien sea el beneficiado.

No hay comentarios: