domingo, 10 de octubre de 2004

Ceuta: la ambición que nos divide

Bien podría ser este el lema del próximo Congreso Regional del Partido Popular (PP) de Ceuta, como remedo del utilizado en su reciente congreso nacional. Pues las disputas en las que han entrado los dos candidatos a la presidencia del partido más parece la demostración de la ambición de poder de cada uno de ellos, que la lucha ideológica por la defensa de unas ideas para implantarlas en nuestra ciudad. Nada sobre proyectos de futuro, sobre planes a desarrollar, sobre modelos para la sociedad ceutí o sobre la forma de organizar su propio partido. Insultos, acusaciones, reproches, recriminaciones,... ¿Ese es el modelo que el PP tiene para nuestro pueblo? ¿Ese es el modelo que ha implantado en la gestión de nuestro Ayuntamiento?

Las acusaciones vertidas por el candidato Carreira y a su vez concejal de Economía y Hacienda en las que señala que respaldar “a Gordillo es apoyar la gestión de la malversación y la estafa”, de coaccionar y amenazar a los militantes, de un pacto de intereses económicos con el editor de este periódico, de mantener en su candidatura a condenados por narcotráfico, etcétera, etcétera, etcétera; pues el fácil verbo del anterior portavoz del grupo municipal, le permite dirigirse a los medios de comunicación con las palabras más apropiadas para crear titulares, a pesar de que gran parte de la prensa escrita se ha puesto a favor del otro candidato y ha arremetido contra Carreira como si en ello le fuera sus fuentes de financiación. Incluso algún medio radiofónico ha sufrido su tirón de orejas correspondiente por “olvidar” las cintas de estas declaraciones en el cajón.
 
Por el otro lado, el candidato Gordillo, sólo acusa a Carreira de no lavar los trapos sucios en casa, de aprovecharse de ser el Alcalde accidental y utilizar el cargo para realizar estas declaraciones. En ningún momento niega con rotundidad las acusaciones que le realiza el concejal, y nuestro senador calla, y como bien dice el refrán quien calla, otorga. ¿Serán ciertas las acusaciones que Carreira de forma tan vehemente lanza? Pues un miembro del gobierno municipal algo más debe saber y, sobre todo, podrá documentar los graves delitos de malversación de fondos y de gansterismo que realiza al actual presidente del partido.
 
O quizás todo sea una operación de nuestro “gran gestor” Vivas que, desde las bambalinas, empuja a Carreira para que le allane el camino al control del partido y salir ahora como salvador de la integridad, la ética y la honradez del PP, junto con su escudera Elena Sánchez se harían con el poder dentro del partido. Carreira habiendo cumplido con su papel, como él mismo decía, de Gary Cooper en Sólo ante el peligro, continuaría con sus cargos y Vivas saldría victorioso como el hombre que salvó al partido de una grave crisis, quitándose de en medio a quienes pueden dificultarle en sus ya descubiertas ansias de líder populista. Mientras tanto, como buen funcionario, Vivas seguirá con el poder establecido, de ahí su carta de apoyo al actual Presidente.
 
Pero quien pierde somos los ciudadanos, los que estamos gobernados por individuos que colocan sus intereses particulares por delante de los de los ceutíes, los que utilizan el poder que todos les hemos otorgado para saciar sus ambiciones personales, las de sus familiares y las de su corte de estómagos agradecidos. El concejal ha puesto en entredicho la “honrada y transparente” gestión de nuestro Alcalde, si no es cesado de inmediato por estas declaraciones debe ser que tras estas acusaciones algo debe existir, y por lo tanto el Pleno del Ayuntamiento debe de forma ipso facto iniciar las investigaciones para aclarar cualquier atisbo de delito que pudiera haber ocurrido en la gestión de Vivas. No se puede alegar tantas veces a la honradez, como hace nuestro Alcalde y luego intentar tapar cualquier asunto escabroso que surge con su típico “tirón de orejas”, es necesario implantar “Luz y taquígrafos” en nuestro Ayuntamiento, no sólo para que el Sr. Vivas se crea que sigue teniendo un mínimo de imagen de honestidad, sino porque los ciudadanos tienen el derecho y, ante todo, el deber de conocer qué se hace con los fondos públicos que salen de sus bolsillos. El PP ha convertido nuestro Ayuntamiento en un cortijo, como antes tenía la Delegación del Gobierno, y al menos por ética democrática, hasta los propios militantes del PP, deberían exigirle a Vivas que aclare las acusaciones que su propio concejal de Economía y Hacienda ha realizado.
 
 

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