domingo, 16 de mayo de 2004

¡Qué malo es el estrés!

Hace tres semanas el Gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvicesa) presentaba su dimisión por cuestiones personales a la Concejala del ramo, al parecer a nuestro ejecutivo su puesto de trabajo le ha producido un estrés tan tremendo que se ha visto en la obligación de presentar su renuncia a su superiora para evitar caer en una grave enfermedad.

Debe ser tan fatigoso su trabajo que el año pasado no se inició ninguna nueva promoción de viviendas por parte de Emvicesa, en este año se han entregado las casas de la promoción de Avenida de Lisboa a mediados de marzo, que casualidad que las elecciones eran el día trece, y que a causa de las prisas para entregarlas se encuentra ahora con una serie de problemas que deberían haberse previsto. Y todavía colean los arreglos que hizo la constructora en la promoción de Patio Páramo, donde redujo la calidad de las viviendas para paliar un gasto en la estructura que debería haber previsto su estudio del terreno, pero quien paga son los propietarios con una menor calidad, no la constructora. Eso si proyectos de construcción de nuevas viviendas hay muchos, por ello el presupuesto de la ciudad ha reducido la inversión anual en casi un 10% en relación al período 2001 2003.

Era tanto el trabajo que desarrollaba nuestro director de Emvicesa que, según ha denunciado la Unión General de Trabajadores (UGT), se dedicaba a fijar las bases de la convocatoria de unas plazas de oficial administrativo, a preparar a los trabajadores en el propio puesto de trabajo (pues eran plazas de promoción interna), a realizar el examen y a puntuarlo, como Juan Palomo “yo me lo guiso y yo me lo como”. Todo ello debe estar incluido en su sueldo de unos 60.000 euros anuales. Esperemos que por estas clases particulares no le otorguen un plus de productividad.

Pero todas estas cuestiones no han debido afectar a la decisión tomada por la concejala de Fomento quien, ante estas presuntas irregularidades denunciadas por el sindicato UGT ante la Magistratura de Trabajo, ha decidido recompensar el gran trabajo de su gerente ascendiéndole a Subdirector General de Gestión del Suelo, será para evitar que el estrés de su trabajo en Emvicesa no afecte a su salud por lo que le habrá dado un trabajo menos fatigador y pueda recuperarse de su excesiva presión laboral. Esta reestructuración del departamento incluye el nombramiento del Subdirector de Sanidad como Subdirector General de la Vivienda con la máxima responsabilidad en la empresa de vivienda, no como Gerente de la empresa vaya a perder la excedencia por cargo público. Esta designación se habrá hecho porque el Sr. Márquez es un gran entendido en la gestión del sector, puesto que su salida del departamento sanitario no se debe a la supuestas malas relaciones con la concejala de sanidad ni a que no esté conforme con la política aplicada, ni que se le deban estar pagando favores o silencios a esta persona que entró en política con el Grupo Independiente Liberal (GIL).
Demasiado revuelto tiene el corral nuestro Alcalde, a las luchas intestinas de su partido que no salen de una conjura y entran en otra buscando como eliminar al enemigo (como decía un antiguo senador: contrincantes los de enfrente, enemigos los de detrás, refiriéndose a sus compañeros de escaño y de partido que se sentaban tras él), se le unen las continuas meteduras de pata de sus miembros del gobierno o de sus cargos en las empresas públicas y la reacción de nuestra primera autoridad es la de “dar un tirón de orejas” o la de recolocarlos en otros puestos para que sigan comiendo del presupuesto público en pago de los favores realizados. Escaso servicio se hace nuestro primer edil si sigue tapando tantas cosas, al final la olla le explotará y se lo llevará por delante. ¿O quizás están empezando a ver en su partido que no era tan buen gestor como creían y peor líder político y ya andan buscando un recambio?

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