El pasado 24 de marzo el Consejo Económico y Social (CES) de nuestro pueblo
presentaba en sociedad su informe sobre la “posibilidad de mejora y
abaratamiento del servicio de transporte marítimo”, tras dos años y cuatro meses
de exhaustivos estudios, observaciones, reuniones, contactos y análisis, nuestro
CES ha logrado parir un documento cuya primera consecuencia ha sido el aumento
del precio del billete en dos de las compañías que realizan el transporte de
pasajeros a Algeciras, menos mal que el informe concluye que “nos encontramos
con un servicio con indicios racionales de poder abaratar sus precios”. Como
siempre nuestro CES llega tarde.
Tras la lectura de sus cuarenta y ocho
páginas sigo sin saber porqué pago 12,30 euros (ahora algo más) en el trayecto a
Algeciras y no pago más o menos, pero la compañía naviera ingresa 21,45 que la
diferencia se la paga el Estado de los impuestos de todos los españoles.
Cualquier análisis económico que quiera llegar a la conclusión de que se puede
reducir un precio, primero debe fundamentar los distintos componentes de ese
precio para poder deducir dónde se puede acometer la reducción y eso es lo que
no hace el estudio. Se echa en falta un análisis de la estructura de los costes,
tan sólo nuestro CES es capaz de llegar a decirnos que el precio final está
compuesto por un 10% por el coste de las agencias de viajes, otro diez por
ciento por las tasas portuarias y el 80% por el coste del transporte marítimo.
Pero en ningún momento se hace referencia a una cuenta de explotación que nos
diga céntimo a céntimo a qué bolsillo van a parar y por qué.
Además el informe
sólo señala costes, en ningún momento hace referencia a beneficios, porque éstos
los tienen y si no por qué no incluyen como anexo las cuentas presentadas ante
el registro mercantil de las distintas sociedades implicadas que han utilizado.
Por ejemplo el año 2002 la empresa Transmediterránea obtenía un beneficio de más
de 19 millones de euros (más de 3.160 millones de pesetas), un 6,07% de sus
ingresos.
Tampoco el informe ahonda en las necesidades que tiene el
transporte marítimo, da por supuesto que la oferta que presentan las distintas
compañías se adaptan a la perfección a los intereses que como usuarios tenemos
los ceutíes. Para el CES, la implantación de los grandes catamaranes de elevado
coste ha supuesto “un salto de calidad tecnológica”, pero creo que sobre todo
han beneficiado a las navieras en su interés de tener grandes buques que les
permita trasportar grandes cantidades de personas y vehículos en el menor tiempo
posible, para hacer el negocio de la Operación Paso del Estrecho. Y sobre el
“elevado coste” de los buques decía Chris Norman (de la empresa constructora del
Euroferrys Atlántica) “nuestro trasbordador puede transportar a más personas,
con mayor frecuencia, reduciendo el tamaño de las tripulaciones y los gastos de
capital”, por lo que no entiendo que se achaque al precio del buque (unos 49
millones de euros) el elevado coste del billete, cuando se compró con los avales
del Estado Español, supongo que se haría un plan de negocio que permitiría
amortizar el buque y obtener beneficios.
Las recomendaciones que realiza en
su informe nuestro CES parecen bastante pobres para más de dos años de estudio,
cuando no atenta a los intereses de los ceutíes. No se puede solicitar la
“racionalización del número de rotaciones de los barcos” para reducir el precio,
ello sólo conlleva a justificarle a las navieras sus intereses al implantarnos
grandes buques, si se utilizarán barcos más pequeños y más rápidos (como el
Hydrofoil, en el que el viaje se hacía en 30 minutos y con capacidad para unas
100 personas) en ciertas fases del día, permitiría que los grandes buques
realizarán menos rotaciones y su ocupación se elevaría provocando
automáticamente una reducción de los costes de viajes en vacío. Y como siempre,
en un mercado de libre competencia, acudir a Papa Estado para que nos saque las
castañas del fuego: crear un Consejo del Transporte, aumentar las
bonificaciones, reducir las tasas portuarias, solicitar ayudas a la Unión
Europea. Y porqué no romper el oligopolio con una compañía de propiedad
municipal que permitiera realmente reducir el precio a su verdadero coste y que
satisficiese las verdaderas necesidades de nuestro pueblo.
Y ahora nos sale
nuestro Alcalde diciendo que tendrá muy en cuenta el Informe (mejor que no
porque para el caso que le han hecho las navieras), ya en octubre de 2001
escribía en esta misma página que “suele ser habitual el acudir a las frases
grandilocuentes y a los grandes actos de fe cuando nos encontramos sumidos en
situaciones como las que vivió Ceuta el pasado puente del Pilar con las
comunicaciones con la península más que mermadas. Me parece de lo más estéril
las declaraciones del llamado gobierno de la ciudad indicando que va a tomar
cartas en el asunto para evitar el oligopolio en la travesía del estrecho”. Casi
dos años y medio después estamos en las mismas condiciones, en manos de las
navieras y encima se permiten el lujo de seguir incrementando los billetes. ¿Qué
ha hecho el gobierno de Vivas? ¿Y el de Aznar? En el oligopolio está la
respuesta.
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