domingo, 4 de abril de 2004

El servicio de transporte marítimo

El pasado 24 de marzo el Consejo Económico y Social (CES) de nuestro pueblo presentaba en sociedad su informe sobre la “posibilidad de mejora y abaratamiento del servicio de transporte marítimo”, tras dos años y cuatro meses de exhaustivos estudios, observaciones, reuniones, contactos y análisis, nuestro CES ha logrado parir un documento cuya primera consecuencia ha sido el aumento del precio del billete en dos de las compañías que realizan el transporte de pasajeros a Algeciras, menos mal que el informe concluye que “nos encontramos con un servicio con indicios racionales de poder abaratar sus precios”. Como siempre nuestro CES llega tarde.

Tras la lectura de sus cuarenta y ocho páginas sigo sin saber porqué pago 12,30 euros (ahora algo más) en el trayecto a Algeciras y no pago más o menos, pero la compañía naviera ingresa 21,45 que la diferencia se la paga el Estado de los impuestos de todos los españoles. Cualquier análisis económico que quiera llegar a la conclusión de que se puede reducir un precio, primero debe fundamentar los distintos componentes de ese precio para poder deducir dónde se puede acometer la reducción y eso es lo que no hace el estudio. Se echa en falta un análisis de la estructura de los costes, tan sólo nuestro CES es capaz de llegar a decirnos que el precio final está compuesto por un 10% por el coste de las agencias de viajes, otro diez por ciento por las tasas portuarias y el 80% por el coste del transporte marítimo. Pero en ningún momento se hace referencia a una cuenta de explotación que nos diga céntimo a céntimo a qué bolsillo van a parar y por qué.
Además el informe sólo señala costes, en ningún momento hace referencia a beneficios, porque éstos los tienen y si no por qué no incluyen como anexo las cuentas presentadas ante el registro mercantil de las distintas sociedades implicadas que han utilizado. Por ejemplo el año 2002 la empresa Transmediterránea obtenía un beneficio de más de 19 millones de euros (más de 3.160 millones de pesetas), un 6,07% de sus ingresos.

Tampoco el informe ahonda en las necesidades que tiene el transporte marítimo, da por supuesto que la oferta que presentan las distintas compañías se adaptan a la perfección a los intereses que como usuarios tenemos los ceutíes. Para el CES, la implantación de los grandes catamaranes de elevado coste ha supuesto “un salto de calidad tecnológica”, pero creo que sobre todo han beneficiado a las navieras en su interés de tener grandes buques que les permita trasportar grandes cantidades de personas y vehículos en el menor tiempo posible, para hacer el negocio de la Operación Paso del Estrecho. Y sobre el “elevado coste” de los buques decía Chris Norman (de la empresa constructora del Euroferrys Atlántica) “nuestro trasbordador puede transportar a más personas, con mayor frecuencia, reduciendo el tamaño de las tripulaciones y los gastos de capital”, por lo que no entiendo que se achaque al precio del buque (unos 49 millones de euros) el elevado coste del billete, cuando se compró con los avales del Estado Español, supongo que se haría un plan de negocio que permitiría amortizar el buque y obtener beneficios.

Las recomendaciones que realiza en su informe nuestro CES parecen bastante pobres para más de dos años de estudio, cuando no atenta a los intereses de los ceutíes. No se puede solicitar la “racionalización del número de rotaciones de los barcos” para reducir el precio, ello sólo conlleva a justificarle a las navieras sus intereses al implantarnos grandes buques, si se utilizarán barcos más pequeños y más rápidos (como el Hydrofoil, en el que el viaje se hacía en 30 minutos y con capacidad para unas 100 personas) en ciertas fases del día, permitiría que los grandes buques realizarán menos rotaciones y su ocupación se elevaría provocando automáticamente una reducción de los costes de viajes en vacío. Y como siempre, en un mercado de libre competencia, acudir a Papa Estado para que nos saque las castañas del fuego: crear un Consejo del Transporte, aumentar las bonificaciones, reducir las tasas portuarias, solicitar ayudas a la Unión Europea. Y porqué no romper el oligopolio con una compañía de propiedad municipal que permitiera realmente reducir el precio a su verdadero coste y que satisficiese las verdaderas necesidades de nuestro pueblo.

Y ahora nos sale nuestro Alcalde diciendo que tendrá muy en cuenta el Informe (mejor que no porque para el caso que le han hecho las navieras), ya en octubre de 2001 escribía en esta misma página que “suele ser habitual el acudir a las frases grandilocuentes y a los grandes actos de fe cuando nos encontramos sumidos en situaciones como las que vivió Ceuta el pasado puente del Pilar con las comunicaciones con la península más que mermadas. Me parece de lo más estéril las declaraciones del llamado gobierno de la ciudad indicando que va a tomar cartas en el asunto para evitar el oligopolio en la travesía del estrecho”. Casi dos años y medio después estamos en las mismas condiciones, en manos de las navieras y encima se permiten el lujo de seguir incrementando los billetes. ¿Qué ha hecho el gobierno de Vivas? ¿Y el de Aznar? En el oligopolio está la respuesta.

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