domingo, 7 de marzo de 2004

Porqué votaré por un cambio de Gobierno

Ante las elecciones del próximo catorce de marzo tengo mi decisión tomada y mi voto intentará cambiar la mayoría que gobierna actualmente España. En primer lugar porque creo en el diálogo y la negociación, nadie detenta la verdad y por ello deseo que se oigan y ,sobre todo, escuchen a todos los que formamos parte de este país, que todas las opiniones puedan ser expresadas libremente y tenidas en cuenta. Es necesario volver a políticas de consenso, sobre todo en dos campos: la política exterior y la política autonómica.

Durante cerca de veinte años, la política exterior de España ha estado consensuada, basada en la integración en la Unión Europea, el estrechamiento de las relaciones con América Latina, la amistad con los países árabes y el cumplimiento de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Hoy estos cuatro pilares se han derrumbado, por ello es necesario una vuelta a este tipo de política más dialogante que busque soluciones pacíficas y no de intervenciones militares innecesarias y demasiado costosas.

En política autonómica es indispensable abrir un debate sobre la descentralización de competencias, ya no hacia las Comunidades Autónomas, sino hacia los Ayuntamientos, para acercar más la administración a los ciudadanos y dotarlos de la suficiente capacidad financiera para que puedan acometer unas soluciones efectivas a los problemas de sus administrados. Para ello será necesario modificar la distribución fiscal que existe, haciendo responsables a cada Administración de los ingresos necesarios para acometer sus gastos. Con esta medida no se pone en peligro la unidad de España, primero porque lo que se transfiere es poder y eso hay quienes no quieren aceptarlo y segundo porque no hay una única idea de España, cada español tiene su concepto y nadie puede apropiarse de la idea de España, España es de todos.

Es necesaria una regeneración democrática, la democracia implica aceptar el pluralismo y la diversidad, la tolerancia y el diálogo, el respeto y la responsabilidad institucional. La democracia es participativa por lo que el Estado debe estar abierto a todos los ciudadanos, deben generarse instrumentos que permitan y motiven la participación de los ciudadanos. Deben desarrollarse los derechos civiles, desbloquearse las listas electorales, poder elegir directamente a los Alcaldes. El Gobierno debe responder ante el Parlamento de su gestión porque es necesario que un gobierno democrático actúe con modos democráticos. Es imprescindible acometer la reforma del Senado para que se convierta en una cámara de representación territorial.

Estamos obligados a promover la sociedad del bienestar, medidas que permitan ampliar y en muchos casos cubrir las necesidades de los ciudadanos, es posible otro modelo social en el que se proteja a las personas dependientes, se concilie la vida familiar y la laboral, se potencia la natalidad y se defienda a la familia, se de una mayor calidad de vida a nuestros mayores, se incrementen las pensiones hasta un nivel que al menos alcance la subsistencia; una mejor sanidad pública que acabe con las listas de espera y atienda a los pacientes con el tiempo suficiente para reconocerlos, se luche contra la pobreza y la exclusión social, se garantice los derechos de la infancia; es necesario otro tipo de enseñanza que integre al individuo en la sociedad y le forme para un puesto de trabajo. Necesitamos una seguridad pública que acabe con la peligrosidad de nuestras calles con una Justicia de calidad, rápida e igualitaria.

Debemos combatir la violencia contra la mujer de una forma decidida y para ello es necesario la implantación de Ley Integral que garantice los derechos de las víctimas, no se puede contemplar con pasividad como cientos de mujeres son maltratadas o asesinadas, es un problema social y necesita una solución inmediata no meros parches.

Necesitamos una política de vivienda que permita a nuestros jóvenes acceder a su independencia y que no les suponga endeudarse a treinta años, una política que libere suelo y reduzca el precio para obtener una vivienda digna.

España necesita otro modelo de desarrollo económico que nos permita un crecimiento equilibrado y duradero. Es indispensable el potenciar la inversión productiva en capital físico, tecnológico y humano, que incremente la productividad de nuestro país, optar por la Investigación y Desarrollo de una forma decidida que nos permita crear riqueza y luchar contra la “deslocalización” industrial y los efectos de la globalización.

Estamos obligados a realizar reformas estructurales en nuestros mercados de telecomunicaciones, energético, de distribución comercial, de distribución farmacéutica que permitan la libre competencia. Es necesaria una reforma del mercado de trabajo que reduzca la temporalidad y la siniestralidad laboral, en definitiva que mejore la calidad del empleo y acabe con el abuso de la utilización sucesiva de contratos temporales. Necesitamos un sistema fiscal justo, sencillo y eficiente en el que cada ciudadano aporte proporcionalmente a sus ganancias.

Necesitamos tantas cosas que por ello votaré por un cambio de gobierno, porque es posible otra forma de gobernar, porque deseo un futuro cierto para España.

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