domingo, 12 de octubre de 2003

Ya tenemos Tómbola

Como en los buenos tiempos de la Roma Imperial, nuestros dirigentes nos han ofrecido con el comienzo del otoño las nuevas diversiones para el entretenimiento de las masas y así evitar que caigan en el mal camino que puede producir el pensamiento, el consabido pan y circo de los romanos nos lo han sustituido por el fútbol y la tómbola, porque, a la apuesta realizada por nuestro Alcalde para tener un equipo en segunda división “A”, cueste lo que cueste, se ha añadido a nuestra parrilla televisiva el grandioso programa Tómbola, programa cultural que sirve para elevar la educación de nuestros conciudadanos.
Mientras tanto nuestra estructura económica sigue paralizada, nuestra primera autoridad sólo sabe sacar planes, proyectos, estudios, pero los cambios no llegan a implantarse en nuestra sociedad. Los últimos datos del número de parados en las listas del Instituto Nacional de Empleo (INEM) vuelven a ser preocupantes, en el mes de septiembre existen 202 parados más que el año pasado, la cifra más alta de la última década en este mes, mes que empezaba a ser creador de empleo y que se nos ha rebelado con una bofetada en la cara para que nuestro gobierno municipal reaccione.
No podemos seguir siendo una ciudad subvencionada, los planes de empleo tienen su validez, cumplen unos objetivos sociales muy dignos, pero también deben cubrir objetivos económicos, formar a nuevos trabajadores en las ramas que se deseen potenciar en la estructura económica a la que se tiende; no podemos seguir viviendo del presupuesto del Estado, confiando en las subvenciones de los distintos fondos compensatorios que vengan a paliar la falta de ingresos de nuestra economía; y los fondos europeos tienen un plazo de vida que empieza a ser demasiado corto para reaccionar. El proyecto económico de nuestro Alcalde está haciendo aguas, y ello porque él es el único que se lo cree, a pesar del grupo que le rodea y que empieza a aislarlo de la realidad, indicándole lo bien que lo hace y que el nuevo candidato lo tiene en su libreta azul. No podemos seguir creyendo que nuestra economía puede girar en torno al turismo si no sabemos aprovechar nuestras ventajas y oportunidades; si cada dos por tres estamos cambiando al público objetivo al que nos dirigimos en función del viento que sople o del dinero que nos quede en el presupuesto, sin ideas ni capacidad de decisión en quienes llevan el departamento, acostumbrados más a controlar los excesos y devaneos que a crear ideas; no podemos basarnos en el desarrollo de un puerto que en el medio plazo dejará de ser competitivo por la falta de planificación (hasta el Presidente de la República Francesa se acerca a Tánger para ver que puede sacar; o nuestro Ministro de Fomento, Sr. Álvarez Cascos, visita el reino alauita y apoya la participación de las empresas españolas en el desarrollo del puerto de esta ciudad; quizás deberíamos tener una visión más amplia de nuestro entorno y dejar de mirarnos el ombligo); no podemos basar nuestro desarrollo en una industria ligera con clara vocación exportadora porque nuestros costes salariales son muy elevados comprados con los nuevos socios comunitarios del este europeo, no existe un lugar donde puedan implantarse las industrias ni hay voluntad para crearlo, ni tampoco existe una política de transporte que permita colocar nuestros productos de una forma competitiva en Europa; por eso la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) nos coloca un varadero como proyecto industrial, será porque somos un objetivo prioritario para esta empresa o quizás porque sus técnicos no encuentran en qué sector somos competitivos para poder colocarnos esa industria con la que sueña nuestro Alcalde.
Y el comercio que es el único sector que puede sacarnos las castañas del fuego ni se potencia, ni se le apoya y se le cierra la frontera, dicen que por seguridad, que se lo digan a los empresarios que sufren robos e incluso asaltos a mano armada en unos polígonos que padecen el olvido de nuestra autoridad y sin servicios básicos. Y a pesar de que se cierra la frontera, en nuestras calles siguen apareciendo cada día nuevos inmigrantes irregulares, quizás hubieran tenido un mejor uso los millones gastados en la impermeabilización de nuestra frontera si lo hubiéramos dedicado a desarrollar nuestra economía.
A pesar de ello nuestro primer edil sigue convencido de que en estos cien días, como si el año y medio anterior hubiese sido otro el responsable, se ha avanzado en el desarrollo de nuestra sociedad, sus proyectos son los únicos válidos y por ello no es necesario hablar ni con los sindicatos, ni con la oposición, ni con nadie, que hubieran sacado más votos. Sin embargo los datos son obstinados y siguen indicando que la situación ni ha sido, ni es, ni será buena con esta política. Pero existen otras formas para poder crear riqueza, futuro tenemos, sólo hay que abrirle la puerta.

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