domingo, 7 de septiembre de 2003

El Día de la autonomía

El pasado martes celebrábamos el llamado día de la “autonomía”, fecha en la que oficialmente nuestro ayuntamiento quiere ensalzar la concesión por parte de las Cortes Generales del Estatuto de la Ciudad de Ceuta. Nuestra primera autoridad ha querido que la fiesta no sea menos popular que con anteriores gobiernos y ha intentado darle el porte institucional que la ocasión requería, para ello nos ha traído al Presidente del Senado, la presunta Cámara de representación territorial, con el fin de darle el realce necesario a una conmemoración que todavía no ha calado en las tradiciones de los ceutíes, sobre todo porque las costumbres no se imponen a base de reglamento (pues aquí decretos no hay, como mucho algún que otro ucase sí suele utilizarse).
Nuestros partidos nacionales quieren convencernos de que lo que pactaron entrambos es un estatuto de autonomía y que con él se cumplen los deseos de esta sociedad que exigió, como ninguna otra en la calle y en las instituciones, ser parte de la organización territorial que la Constitución proclama; pero nuestros partidos consideraron que era más conveniente darnos esta carta municipal en función de nuestro posible desarrollo, y así evitar actuaciones no muy acordes con las actuales circunstancias, y entendieron que nuestro pueblo ni tuvo, ni tiene, ni tendrá la madurez suficiente para poder gobernarse como lo hace un murciano, un riojano o un cántabro, por no compararnos con otro tipo de autonomías con un mayor desarrollo y por ende con mayor poder de decisión. Por lo que cualquier ceutí puede sentirse discriminado en razón de su nacimiento o su lugar de residencia por no tener la capacidad de autogobierno que la Constitución ofrece al resto de los españoles, pero en esto de las discriminaciones hay para escribir un libro.
En esta ocasión nuestro Alcalde ha querido hacer de su discurso un inicio no sólo del año político sino de su nuevo mandato, desarrollando todo una disertación de las acciones que piensa desarrollar para que nuestra ciudad logre el desarrollo económico que deseamos y el espíritu de convivencia y cohesión por todos aspirado; pero de tanto oír a nuestro primer edil las mismas palabras en todas y cada una de sus intervenciones y observar que las cuestiones no parecen que vayan por el camino que se marca, se empieza a pensar que su oratoria suena a simple artilugio de lucimiento de su figura porque los cambios en nuestra sociedad no parecen alcanzar a sus estructuras por mucho que sigamos proyectando grandes planes de maquillaje de nuestra tierra. Y quizás debamos pensar que lleva razón en esa frase que tanto reitera de que Ceuta no es un problema, sino que Ceuta tiene problemas y puede que el primero y principal de sus problemas sea la incapacidad del consistorio que preside para dar soluciones a los de los ciudadanos que gobierna.
No sirven estos acontecimientos para promocionar nuestra tierra, ya que se proclama un día de la ciudad, se trae a una de las primeras autoridades del reino (no de las primeras del todo se vaya a molestar nuestro vecino) y se podría haber potenciado nuestra presencia en los medios de comunicación nacionales para que alguna que otra vez poder salir por cuestiones más atractivas de las que normalmente somos carnaza informativa (como el desmantelamiento del campamento de inmigrantes alegales); pero para ello hay que darles las cosas a los periodistas, hay que saber tratarlos y ofrecerles las noticias elaboradas para que sólo tengan que reproducirlas; o haber lanzado un cuadernillo promocional en alguno de los periódicos de tirada nacional para dar a conocer nuestra ciudad, y cuyo coste, en función de los resultados que se obtienen, es mucho más rentable que el mantener un club deportivo con eternas pretensiones de aspirante. En la prensa nacional que cayó en mis manos ni una sola reseña de la celebración de tan grandiosa fecha; en las televisiones que pude observar tampoco, el dedazo de nuestro Presidente del Gobierno se llevó todas las portadas, pero un hueco siempre queda. Sin embargo creo que nuestro Alcalde mantiene un gabinete de prensa o de nombre parecido, por lo que habrá que preguntarse si sirve para algo más que para subrayarle los artículos de opinión de ciertos colaboradores del decano de la prensa local. O puede que estemos esperando el desarrollo de aquella campaña que nuestro multifuncional cargo presentaba a bombo y platillo en la cámara alta a escasos meses de las elecciones municipales y que obligaba al gobierno de nuestro país a difundirla y de la que nada hemos vuelto a saber.Con lo felices que estaríamos dentro de Andalucía, con una carta municipal que nos permitiera gestionar nuestros hechos diferenciales, pero todavía estamos a tiempo, ahora que el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat Catalana, Pasqual Maragall propone la creación de las euroregiones, podríamos solicitar la creación de la euroregión del sur de Europa con nuestra hermana Melilla y la gran Andalucía y así poder por fin estar dentro de la organización territorial que nuestra Constitución establece y dejarnos de pretensiones de grandeza que ni nuestro bolsillo nos permite ni nuestro raciocinio nos aconseja.

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