martes, 25 de febrero de 2003

Volvemos después de la publicidad

Nuestro brillante senador y multifuncional cargo acaba de presentar una moción en nuestro Senado en la que “se insta al Gobierno a la realización de una campaña de comunicación que tenga por objetivo mejorar el conocimiento de la realidad de las ciudades de Ceuta y Melilla”, moción que ha sido aprobada por la unanimidad de nuestra cámara mal llamada de representación territorial. Encomiable la labor de nuestro representante que en un memorable esfuerzo de consenso ha logrado aunar a todos los compañeros de escaño que sin distinción de condición política han asentido a tal propuesta.

Al parecer nuestros conciudadanos estatales desconocen cuál es la realidad en la que vive no sólo nuestra ciudad sino también nuestra hermana Melilla, además la prensa canallesca, parapetada en obscuros intereses, sólo sabe sacar algunos aspectos negativos que incidentalmente suceden en nuestro pueblo tergiversando la verdadera situación de país de las maravillas en la que vivimos. Y que mejor solución para que se conozca la verdad urbi et orbe que nuestro Gobierno realice una grandiosa campaña informativa que coloque en todos los puntos de nuestra nación la realidad de Ceuta y Melilla.

Pero qué realidad es la que quiere mostrar nuestro Senador: la ciudad donde más malos tratos a las mujeres se produce, el municipio que tiene la mayor tasa de fracaso escolar, la ciudad donde más necesidad de vivienda existe, la del paro del INEM (no de la Encuesta de Población Activa, claro), la de la falta de servicios sanitarios esenciales (por no hablar del hospital), la de la crisis económica por la falta de unas correctas inversiones que atraigan riqueza y empleo, la de la inexistente convivencia de culturas puesto que están de espaldas...

Quizás no sea “la defensa de una emoción”, como interpela nuestro prócer en la Alta Cámara, sino la utilización partidista de unos sentimientos con unos fines claramente electoralistas, puesto que son muchas las dudas que me asaltan sobre el momento de presentarla ya que en el panfleto que nuestras mentes pensantes parieron hace un año sobre “Medidas para potenciar la actividad productiva y favorecer el desarrollo endógeno” se señalaba como otra medidas a tomar la “aplicación de medidas encaminadas a mejorar la imagen de la Ciudad en el resto de España”. Se ha tardado un año para presentar una moción en la que se insta al Gobierno a llevar a cabo una campaña de imagen que resuelva la mala prensa que tenemos. Todos los Senadores que intervinieron se lo reconocieron con frases como “lo importante era solamente hacer una mera campaña publicitaria” e incluso le llegaron a decir “ creo que hubiera podido ser un poco más exigente...con medidas de mayor calado, teniendo en cuenta la realidad de estas dos ciudades” u otro le recordaba “la poca confianza que merece a ese grupo (Parlamentario Popular ) la acción del Gobierno porque sigue instándole a que cumpla sus funciones”.

A pesar de ello y para evitar jugar con los sentimientos se aprobó por asentimiento de todos los senadores presentes, pero nuestro Senador, en representación de los que nos gobiernan, sí juega con nuestros sentimientos, porque esta propuesta vacía de contenido lo único que hace es recordarle al Gobierno de la nación que nos tiene olvidados, y que su deber, al igual que con tantos otros pueblos de España tan desatendidos como nosotros, es cubrir las mínimas necesidades de sus ciudadanos para que éstos puedan considerarse miembros de este país. Y esta moción tras doce meses de haberse no tiene ni un plan, ni un proyecto, ni tan siquiera una cuantificación no sólo económica sino de los objetivos que desean cubrirse con ella.

Igualmente da por nefasta la política de turismo que el gobierno municipal al que pertenece ha llevado a cabo, puesto que lo primero que debería realizar esa política es dar a conocer el producto que vende, en este caso nuestro pueblo y así nos ha ido que necesitamos pedir a nuestro papá estado que lo haga él porque nadie conoce Ceuta (según nuestro parlamentario) ni se han utilizado los fondos que tenía asignada esa concejalía de una manera adecuada para ello. Pues como responsable de este gobierno debería exigir el cese de esa edil que comparta responsabilidades de gobierno. Debe ser que su partido está pagando algún favor, porque desde luego no se entiende que permanezca en la poltrona del poder quien tan mal gestiona nuestros impuestos.

En la defensa que nuestro senador hizo de la moción señala que no hay ningún ente que se llame Ceuta y Melilla, pero él es el primero que pide una campaña para Ceuta y Melilla entrando en una contradicción pide un esfuerzo a sus compañeros de escaño, pero no es capaz de distinguir entre ellas a la hora de solicitar una campaña para Ceuta y otra campaña para Melilla. Y si tanto desea que se nos separa inste al Gobierno de su partido a que, para empezar, nos diferencie en los datos que suministra el Instituto Nacional de Estadística.

Pero la mejor campaña es generar riqueza, creen las infraestructuras necesarias para poder tener una vida digna, generen puestos de trabajo y ya verá como las campañas de prensa vendrán solas. O quizás la mejor campaña de comunicación deba empezar por nuestra primera autoridad, el Jefe del Estado, quien para conocer mejor nuestra realidad debería pisar la tierra que hace ya casi cuatrocientos años decidió libremente seguir bajo la corona de sus antecesores en el cargo. O puede que alguien le impida realizar el viaje como cuando quiso viajar a Cuba y alguien dijo ahora no toca.

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