domingo, 6 de marzo de 2005

¿Dos módulos más?

En el año 2002, el Pleno aprobaba la privatización de la desalinizadora, en el que la empresa adjudicataria se comprometía a la construcción del cuarto módulo de la planta y de un depósito de 20.000 m3, con ello se comprometía a la producción de 7.800.000 m3 de agua, caudal más que suficiente para dar suministro de agua potable a nuestra población, aunque el crecimiento de la población fuera mucho mayor al actual. Al año siguiente hubo que modificar el contrato con la empresa Ferrovial Cadagua “por la necesidad de regularizar y normalizar las relaciones laborales de los trabajadores de la Planta y la conveniencia de introducir determinadas modificaciones en el proyecto de inversión inicial”.

Esta modificación supuso un incremento del coste de las obras de un 55,5% y del coste del agua de casi un 15%. Las dos razones que se alegaban eran injustificadas, pues en el primer contrato ya aseguraba la concesionaria la inclusión de la normalización de las relaciones laborales y las modificaciones al proyecto suponían una concreción del mismo.

Ahora vienen a decirnos que son necesarios dos módulos más para poder abastecer el suministro de agua de nuestra ciudad, pues dicen que la demanda actual es de 29.000 m3 y la planta produce solo 22.0000. Y el coste, que debería asumir el Ministerio de Medio Ambiente, sólo asciende a 24 millones de euros (unos 3.330 millones de pesetas).

Pero lo que no dice nuestro Ayuntamiento es que la demanda no es de 29.000 m3, que esa es la cantidad que se introduce por las tuberías, pero que casi la mitad se pierde. Según la memoria del Consejo Económico y Social, el consumo de agua en nuestra ciudad en el año 2.003 fue de 4.623.475 m3, menos de 13.000 m3 por día, pero el agua que se distribuyó ascendió a 9.186.141 m3 (unos 22.000 m3 al día). Es decir se pierde casi la mitad del agua que se distribuye.

El problema no es la falta de agua o de producción de la desalinizadora, el problema está en la red de distribución que como el propio Ayuntamiento reconoce es demasiado vieja y el abastecimiento durante las 24 horas al día ha provocado la rotura de muchas de ellas y la pérdida de esa gran cantidad de agua.

Y como el Ayuntamiento así lo reconocía, el año pasado nos prometieron que “la renovación de la red de distribución de agua se iniciará a comienzos de 2.005”; y nos vendieron un proyecto que según la Concejala de Medio Ambiente, Doña Carolina Pérez, estaba aprobado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la Ministra se había comprometido a que los presupuestos del 2.005 contemplaran una partida para acometer estos trabajos.

Pero lo absolutamente necesario en este momento para el Ayuntamiento es producir agua, será para seguir tirándola por esas tuberías rotas y pagándola a 0,5931 euros el m3. Que en ese año de 2.003 supuso un coste de unos 400 millones de pesetas toda el agua tirada. Imagínense cuando la empresa Ferrovial Cadagua facture los más de 13 millones de m3 al precio de 0,5931, sabiendo que tiramos casi la mitad, es decir unos 825 millones de pesetas lo perderemos por las tuberías. Y añadan los 3.330 millones que se lleva la empresa por hacer los dos módulos.

¿Quién se beneficia de solicitar los dos nuevos módulos y ampliar la capacidad de producción de la planta desalinizadora, si nuestro consumo está cubierto con la producción actual? ¿Por qué ese interés repentino de nuestro Ayuntamiento en solicitar dos nuevos módulos? ¿Es por el interés de Ceuta? ¿No sería mejor para nuestros intereses realizar ese proyecto que estaba aprobado, nos decían, de renovar la red de distribución de agua?

Si en su casa le pasaran el recibo del agua por el doble de lo que usted consume ¿qué haría usted? ¿Pondría otro grifo para que pudiera salir más agua o buscaría un fontanero para reparar la avería? No se precipiten en dar la respuesta que a lo mejor hay que estudiar cinco años de economía para hallar la solución y lograr una buena gestión. Así nos va.

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