Una vez más el Desgobierno del Sr. Vivas vuelve a insistir en que “luchará
por el autogobierno” de Ceuta defendiendo que las competencias que corresponden
al Pleno municipal sigan permaneciendo en manos del Consejo de Gobierno, puesto
que “debe primar la eficacia y la eficacia en beneficio del bienestar de los
ciudadanos y del interés público”.
En esta ocasión el nuevo vocero de la Corte de los Milagros ha debido salir
para proteger los deseos de un débil Alcalde que no dispone de las mayorías
absolutas de otras ocasiones, con las que aplicaba el “ordeno y mando” que es
la única característica que podemos destacar de sus dos décadas en la poltrona
municipal. Y ahora buscarán “los acuerdos necesarios” para mantener la ilegal
interpretación de las legislación española que hace nuestro inefable Primer
Edil.
En mayo de 2017 el
Desgobierno del Sr. Vivas presentaba una propuesta para que los grupos
representados en el Ayuntamiento
prestaran “el apoyo al Gobierno de la Ciudad de Ceuta en relación a
cuantas gestiones de orden político, legislativo y jurisdiccional pueda
realizar en relación con la efectiva defensa de la Autonomía de la Ciudad”.
Propuesta que tuvo el apoyo del Partido Popular (PP) y del Partido Socialista
Obrero Español (PSOE), nada raro, pues fueron ambos los perpetradores de la ley
1/1995 que dicen van a defender, ningún otro grupo apoyó una medida que solo
buscaba mantener el entramado de poder que los veinte años de desgobierno
absoluto de nuestro ínclito Alcalde ha construido.
En la defensa de la propuesta el entonces portavoz del Grupo
Popular, Sr. Carreira remarcaba que la ley orgánica 1/1995 remite
“exclusivamente a la voluntad de este órgano la regulación de cómo funcionan
sus instituciones de autogobierno, solamente a este órgano (el Pleno), ni
siquiera el poder judicial lo puede decidir”. Se le olvidaba al Sr. Vocero que en España, aunque su partido no
lo entienda y por ello poco lo practique, existe la división de poderes. El
Legislativo nos dio esa Ley, el ejecutivo (el pleno) debe llevarla a cabo y el
judicial es el que debe conocer si la puesta en práctica se ciñe a lo que dice
la Ley o no. Y por ahora, los Tribunales (desde el Constitucional, hasta el
Supremo, pasando por el Superior) le han indicado que su Corte de los Milagros
no puede hacer lo que le dé la gana. Si la ley les impide, por ejemplo, que
puedan nombrar miembros del Gobierno no electos, ustedes no pueden saltarse la
ley, en todo caso deberían haberla cambiado, que tiempo y oportunidades han
tenido.
A pesar de tan
singular propuesta, los Tribunales no
han cambiado la interpretación que han hecho de de la ley y una y otra vez
vuelven a pronunciarse de igual manera: “Ceuta
y Melilla son entes municipales dotados de un régimen de autonomía local
singular” y vuelven a insistir: ”La naturaleza de entidad local de la ciudad de
Ceuta, es incontestable y su condición política y administrativa de ciudad
autónoma, según la doctrina expuesta no desdice en modo alguno la naturaleza de
entidad local”. Pero nuestro apócrifo
Alcalde sigue erre que erre, reinterpretando a su libre albedrío nuestras leyes,
para poder continuar repartiendo las prebendas entre su Corte de los Milagros,
a la que se ha unido de forma inquebrantable el PSOE de Manuel Hernández.
Desde el debate de
aprobación de la Ley 1/1995 el PP por boca de su representante en el Congreso
de los Diputados, D. Francisco Antonio González Pérez, bramaba desde su escaño
contra el mismo y auguraba su inmediata reforma: “porque hemos dicho, y lo
repito desde esta tribuna, que el Grupo Popular no renuncia, bajo ningún
concepto- cuando el devenir político cambie y cuando la estructura de esos
bancos azules cambie también- a aplicar en un futuro la transitoria quinta”.
Cambió el devenir
político, cambió también la estructura de esos bancos azules y durante veinticuatro
largos años, al PP se le olvidó reclamar
la aplicación de la transitoria quinta y la modificación de una ley que no
soluciona los graves problemas de nuestra ciudad. El silencio se convirtió en
la pauta de los populares, ¿dónde estaba ese ímpetu defensor de la transitoria
quinta? ¿dónde quedaron esas promesas de constituir en Comunidad Autónoma a
nuestra ciudad? ¿Se olvidaron en esa caja de problemas que tanto le gusta abrir
para sacar alguno y agitarlo sin buscar solución alguna? ¿O fueron otros
temores los que le hicieron callar ante la posible mirada contrariada de su
cesar imperator?
Curioso es también el
nombre que han colocado al híbrido: “Ciudad Autónoma de Ceuta”. En la tan
mencionada ley no aparece tal denominación en ninguno de sus artículos o
disposiciones, lo que se menta es la Ciudad de Ceuta. Debe ser que como en
todos los Estatutos de Autonomía se indica que tal región o nacionalidad “se
constituye en Comunidad Autónoma” y en el nuestro no, nuestros queridos
otorgantes del PP y PSOE pensaron que, si colocaban lo de autonomía por algún
lado, acabaríamos creyéndonoslo. Son muchas más las características que nos
acercan a un municipio con una amplia descentralización (envidia de ciudades
como Barcelona o Madrid) que a una posible autonomía. Con lo fácil que hubiera
sido integrarnos en Andalucía con una carta municipal muy parecida a este
estatuto, opción que se baraja para Gibraltar y que ahora quiere utilizar La Línea, siendo un municipio pero
integrado dentro de la estructura territorial del estado a través de una
verdadera comunidad autónoma tal como estábamos en el proceso de creación de
las autonomías, hasta que el interés de uno de los partidos nacionales que dice
defender nuestros intereses, el PSOE, nos excluyó del lugar donde mejor nos
hubiéramos acoplado.
Ahora estos dos partidos,
que solo defienden sus propios intereses, los sillones, han vuelto a pactar
para hacernos tragar con quina lo que desde Madrid les dicen. No crean en eso
del “interés general” con que se llenan la boca, lo único que les mueve es
pillar parte de las canonjías sin molestar ni a sus órganos centrales, ni al
vecino. Lo del autogobierno se la trae al pairo.
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