El viernes el artista madrileño Antón Álvarez, más conocido como C.
Tangana, actuaba en las Murallas Reales de nuestra ciudad contratado por el
Ayuntamiento, mediante un contrato negociado sin publicidad, en el que
según los Pliegos de Condiciones se
estimaba “una duración aproximada de 90 minutos”, por el que se pagaría un
máximo de 88.300€.
El concierto apenas duró 50 minutos, tras un retraso de más de media hora
en su comienzo, donde se usó y abusó de las máquinas para corregir el tono de voz
(Autotune) y utilizándose partes grabadas en aquellas canciones donde, se
supone, intervienen otros cantantes. La
decepción entre los asistentes fue absoluta, al sentirse engañados por el
precio pagado para asistir a la actuación. Dieciocho euros con carnet joven
(hasta un tope de 1.100 entradas) y 22€ para el resto de asistentes.
El Desgobierno del Sr. Vivas en su política “pan y circo” con la que acalla
las críticas a su nefasta gestión al frente de nuestro Ayuntamiento, hasta que
pudo “gratis total” y en la actualidad con acontecimientos subvencionados por
los presupuestos municipales, decide de una forma desconocida quiénes son los
elegidos para venir a actuar a nuestra ciudad. Sobre todo en las actuaciones
musicales, que mas parecen la decisión de los intermediarios que pululan por
las administraciones que los deseos de
mantener una programación que permita atender los gustos de los ceutíes.
En esta ocasión, el concierto de este cantante de Trap no parece acorde con
los precios de mercado que se le han abonado en otros lugares. Así el Alcalde
de Valladolid, Oscar Puente anunciaba en
su cuenta de twitter que el concierto de 53
minutos que daba C. Tangana en abril del año pasado tenía un coste de
25.000€ más IVA.
El contrato firmado en nuestra ciudad un año después, el caché del cantante
ha pasado a 47.700€, casi el doble, a lo que hay que añadir el coste que indica
la empresa intermediaria sobre el escenario, el equipo de sonido y luces, el
grupo electrógeno, “el boletín, oca y proyecto”, la carga y descarga, el traslado
de “camiones y furgonetas artista”, los pasajes, el hotel, el catering y el
seguro por suspensión del concierto. En total esta parte, que podríamos
denominar técnicas, cuesta 40.600€. Unos precios que me suenan a como los hace
la empresa multinacional agraria TRAGSA, a ojo de buen cubero, aunque luego
digan que son de Boletín.
En total el precio pactado es de 88.300€, cantidad que se paga con un fijo,
59.700€, más el importe de las entradas vendidas, según un medio del movimiento
vivaril, el 5 de julio se habían vendido unas 800 entradas, lo que supone al
precio más barato 14.400€ como poco, dado que los medios han dado una cifra de
unas 1.000 personas las que asistieron al concierto. Por lo que el total que
puede cobrar es de unos 77.700€.
En una nota enviada por la
Corte de los Milagros de nuestro ínclito Alcalde subraya que “en ningún caso,
va a abonar la cantidad publicada. La Consejería de Educación y Cultura
contrató este evento por un importe máximo de 88.300 euros (-6% IPSI incluido),
en el que se incluye tanto el caché del artista como el montaje del
espectáculo, los equipos de sonido y luces, el seguro de suspensión por
condiciones meteorológica adversas, pasajes, hotel y catering, entre otros
conceptos. De esa cantidad total se descontaría 28.600 euros correspondientes
al importe de la venta de las entradas que, de acuerdo a las condiciones que
establecen la contratación, correrían a riesgo y ventura del adjudicatario.”
Algo que no es correcto, no se van a descontar 28.600€, puesto que asistieron
unas mil personas que se supone abonaron su entrada. Mal empiezan los nuevos miembros
de la Troupe de Saltimbanquis si cuentan estas mentiras, pero ya estamos
acostumbrados a ello.
Sin embargo, el cantante no es quien va a cobrar esta cantidad, sino la
empresa Concert Tour Gestiones S.L., una entidad de Sanlúcar de Barrameda que
es quien dispone de la exclusiva de ese concierto. Una empresa intermediaria
que se dedica a ofrecer conciertos a las administraciones de artistas a los que
tiene en exclusiva, tras un reparto territorial entre las distintas empresas.
Esta empresa, Concert Tour Gestiones S.L. es la que trae el próximo martes
23 el concierto “God Save The Queen”, que sí lo hace a su riesgo y ventura, por
lo que su coste es de 33,80€ la entrada, pagándole a El Corte Inglés la
comisión por realizar la venta, una comisión que no se le ha cobrado con la
venta de las entradas del concierto de C. Tangana. Esperemos que tampoco
hayamos pagado el transporte del escenario y demás aparataje del concierto del
día 23 con el concierto del cantante de Trap.Ya saben el dos por uno.
El problema no es gastarse 88.000€ en un
concierto, sino el contratar sin el más mínimo control de los precios, sin
justificar ni un solo dato de los que los intermediarios pasan a la administración.
Si alguien se hubiera molestado en consultar el tiempo de duración de los conciertos
de este cantante, observaría que no duran más de una hora, por lo que firmar por
90 minutos ya parece algo fuera de lo normal, debiéndose tomar las medidas para
controlarlo.
Se han creado páginas de transparencia para que los ciudadanos sepamos
cuáles son los costes de los contratos, pero parece que quienes no las miran
son los políticos. O quizás debamos ser mal pensados, que ese precio que pasan
incluyen otras cuestiones. Pero no se preocupen seguiremos así otros cuatro
años, gracias al pacto PP-PSOE.
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