Cada cuatro años nuestro
ínclito Alcalde desempolva las promesas que realiza una y otra vez desde que en
febrero de 2001 asaltara la poltrona del ayuntamiento ilegalmente, como si de
la carta a los reyes magos se tratara, esa de la que hablaba uno de esos
supuestos “técnicos” del Desgobierno del Sr. Vivas.
Durante casi dos décadas ha
tenido la oportunidad, nuestro inefable Primer Edil, de llevar a cabo muchos de
esos proyectos, sobre todo el de crear unas condiciones para desarrollar una
nueva estructura económica, pero su indolencia ha sido tal que ha sido incapaz de avanzar en solucionar los
problemas de nuestra ciudad.
Si en el año 2001 las
mayores dificultades que tenía Ceuta eran la búsqueda de un nuevo modelo
económico que consiguiera cambiar el
rumbo de nuestro desarrollo, lo que se trasladaba a un desempleo que iría
creciendo año tras año, la falta de
vivienda que lograra enraizar a los ceutíes con un proyecto de futuro en nuestra
ciudad o la falta de infraestructuras que permitieran tener unos servicios
estatales iguales de los que disfrutan el resto de los españoles, trascurridos
esos dieciocho años de indolencia del Desgobierno del Sr. Vivas, todos esos
problemas se han acrecentado a los que se han unido otros muchos como el
absoluto abandono de nuestras barriadas, la apertura de una brecha social entre
ricos y pobres insoportable y una corrupción que traspira toda la Corte de los Milagros que ha
creado nuestro incompetente Alcalde.
El “nuevo” modelo económico
creado por el Desgobierno del Sr. Vivas ha consistido en utilizar el
presupuesto del Ayuntamiento para alimentar su red clientelar que le ha
permitido mantenerse en el poder, sin importarle nada solventar los graves problemas
de los ceutíes o al menos intentarlo. A través del programa de subvenciones, a
toda entidad que lo solicita se le hace entrega de la cantidad que nuestro apócrifo
Alcalde considera que es suficiente para atender a sus intereses particulares,
nadie comprueba que los fines que se persiguen cubren una necesidad de nuestra
sociedad o si son necesarios más o menos recursos, o quienes son las personas
que se contratan por esas asociaciones ni si se cumplen los mínimos requisitos
de publicad, por no hablar de los de capacidad. Eso de la igualdad de
oportunidades nunca ha existido en la mente de este economista del siglo XIX al
que le encanta manejar la ciudad desde su Soviet Supremo de la Plaza de África.
Los servicios que debían
ser atendidos por el Ayuntamiento se van externalizando poco a poco, de tal
forma que el control público desaparece, desconociéndose si el resultado
obtenido se corresponde con las necesidades que deben cubrirse. La inexistencia
de una Relación de Puestos de Trabajo ha
facilitado que nuestro incompetente Alcalde reparta prebendas entre aquellos
que le son fieles, por lo que no ha tenido ningún interés en sacarla adelante.
La reducción de la plantilla municipal (un 25%), sin posibilidad ni de
ampliarla ni de reponerla (como ejemplo el caso de Bomberos y Policías), se debe
a la nefasta gestión realizada que ha
generado una deuda que superó los trescientos millones de euros, que llevo al
Ayuntamiento a una situación de falta de recursos que las facturas se trasladan
de un año a otro, a espera de poder pagarlas. O se han tenido que rebajar los
servicios por la falta de capacidad para pagarlos (como la basura).
Ahora como proyectos
estrellas para acabar esta legislatura, nuestro inepto Alcalde ha presentado la
reforma de dos leyes, el Código Civil en la cuestión de la nacionalidad y la modificación de la Ley Orgánica de
Protección Jurídica del Menor para poder enviar a la península a los MENAs. En
ambos expedientes tan solo un informe de la secretaria municipal, ya saben
puesta a dedo por nuestro inefable Alcalde, en el que se explicita la forma en
que nuestro Ayuntamiento puede solicitar el cambio de una norma legal. Nada se
dice de si las propuestas que se realizan se adaptan a la legalidad de España o pueden
incumplir principios constitucionales como el de igualdad o el de residencia,
por no hablar de la tutela de menores.
En este tema definido por
el Desgobierno del Sr. Vivas como de “muy importante” no han sido capaces ni de
convocar las Comisiones en tiempo y forma, hecho que demuestra la desidia con la que esta Troupe de
Saltimbanquis actúa, les da exactamente igual solventar los problemas de los
ceutíes, tan solo quiere perpetuarse en sus poltronas, manteniendo una Corte de
los Milagros que, con unos desorbitados sueldos, nada aportan a nuestra ciudad.
Ahí tenemos la incorporación de un nuevo ilegal al cortijo, como se ha rodeado
de incompetentes ninguno de esos trece, que solo saben levantar la mano cuando
se lo dicen, puede asumir las competencias de la Hacienda Local por tres meses.
¡Vaya tropa!
Durante los casi veinte años que padecemos a nuestro ínclito Alcalde ha demostrado
que la abulia es lo caracteriza su devenir político, no ha tenido voluntad
alguna para solventar los graves problemas con los que se encontró y que su
nefasta gestión ha agravado. Lo que Ceuta necesita es un cambio radical, un
nuevo modelo económico que consiga sacarnos de la beneficencia a la que nos ha
conducido las dos décadas de apoltronamiento de nuestro ínclito Primer Edil,
que reestructure por completo la ciudad y toda esta organización generada para
pagar prebendas a la red clientelar que le mantiene en el poder y que solo
supone un gasto superfluo para las arcas municipales, si alguna vez nuestro
inefable Alcalde fue parte de la solución, cuestión que siempre dude, hoy es
nuestro principal problema, un individuo sin ideas, sin equipo y sin futuro no
puede continuar al frente de nuestro Ayuntamiento. Ceuta tiene futuro, pero no
en manos de este Ejército de Pancho Vivas.
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