El Consejillo del
Desgobierno del Sr. Vivas aprobaba el pasado viernes dos propuestas que
presentará al Pleno del Ayuntamiento, que dada la mayoría absoluta del Partido
Popular serán aprobadas, para modificar el Código Civil y la Ley del Menor para
“adaptarlos a las peculiaridades de Ceuta y Melilla”.
El primer cambio propuesto
“promueve la modificación del Código Civil para que, en el caso de los hijos de
extranjeros nacidos en Ceuta y Melilla, el acceso a la nacionalidad española
por nacimiento esté acreditado mediante la residencia legal continuada en
España durante un periodo mínimo e ininterrumpido de diez años y no uno como
ocurre con la actual redacción, lo que evidencia una patente “disfunción
normativa” y que se deriva de la singular condición de ciudades fronterizas con
Marruecos y las diferencias entre los sistemas sanitarios de ambos países”,
señala la nota de prensa enviada.
El segundo pretende cambiar
la Ley del Menor y añadir una disposición adicional para que se incluya que “en
el supuesto de que en el plazo máximo de tres meses no se haya hecho efectivo
el retorno de los menores, la disposición establece su traslado a centros de
acogida de otras partes del territorio nacional.”
Ambas peticiones se basan
en la posibilidad que la ley 1/1995 permite al pleno del Ayuntamiento proponer
las medidas necesarias para modificar las leyes al objeto de adaptarlas a las
peculiaridades de Ceuta, una posibilidad que, recuerde, no se ha utilizado en
ocasiones anteriores para modificar leyes que sí han afectado negativamente a
nuestro desarrollo y que provocan que nuestras verdaderas peculiaridades no se
tengan en cuenta en la legislación nacional, lo que nos muestra la inutilidad de
los distintos diputados que han pasado por las Cortes, ya sean de uno u otro
partido nacional, mostrándose sumisos a los intereses de sus partidos, por ser
benevolentes en la descripción de su paso por el Parlamento.
Estas dos modificaciones
que se quieren introducir responden a dos competencias que le corresponde asumir
a nuestro Ayuntamiento, una es la
gestión del padrón municipal a la que
deben hacer frente todos los municipios de España y la otra es la de tutela y protección de menores que fueron
asumidas en el año 1999.
¿Y cuál es la magnitud del
problema? Según los datos facilitados por el Gobierno de España en los últimos
catorce años para los cuales existen datos individualizados, las nacionalidades
otorgadas por residencia en nuestra ciudad se han elevado a 2.336 personas,
sobre un total de 1.285.680 nacionalizaciones por residencia efectuadas en todo
el territorio nacional, es decir un 0,18% del total son las realizadas en
Ceuta. Todas estas nacionalizaciones suponen un 2,74% del censo existente en
nuestra ciudad en el 2018; en España supone un 2,80% del total de españoles.
Según estos datos, el porcentaje
de nacionalizaciones por residencia realizadas
en nuestra ciudad no tiene ninguna “peculiaridad excepcional” en cuanto al
número de personas que la adquieren, se encuentra dentro de los parámetros normales
del resto de España.
Si acudimos a la
procedencia de los nacionalizados, en toda España en estos 14 años se han
nacionalizado un total de 201.141 marroquíes, de los que en Ceuta lo han hecho
2.064 personas, lo que supone el 1,03% de los marroquíes nacionalizados en toda
España. Los marroquíes nacionalizados suponen un 0,44% de la población
española, en Ceuta este porcentaje se
reduce al 0,19%. Estos datos tampoco parecen indicar que se esté produciendo una
supuesta “invasión” a la que algunos aluden para ocultar su racismo.
En cuanto al acceso a la
nacionalidad por residencia, teniendo en cuenta que en estos datos no se
especifica el tiempo de residencia que llevan los adquirientes, no parece
deducirse que tengamos ni una característica especial que se deba regular de
forma distinta al resto de los españoles.
Lo que sí debería realizar
el Desgobierno del Sr. Vivas es un mejor control del padrón municipal, la
nefasta gestión llevada a cabo ha permitido la existencia de los llamados pisos
pateras, donde el número de supuestos residentes ha llegado a elevarse a más de
treinta personas, ni tampoco proceder a dar de baja a estudiantes porque están
de Erasmus o en la península, en un exceso
de celo que les ha provocado graves problemas ante la administración.
La segunda cuestión va
encaminada a quitarse de en medio a los Menores Extranjeros no Acompañados
(MENAS), señala la nota facilitada por el Desgobierno del Sr. Vivas que “de
acuerdo con las singularidades presentes en Ceuta y Melilla respecto a los
menores extranjeros no acompañados que sean migrantes con entrada irregular en
territorio nacional se les dé prioridad en el retorno, bien directamente o, en
su caso, a través del país de tránsito, en aras de la protección del interés
superior de estos menores y a efectos de su integración en el núcleo familiar
de origen”, y sino que se los lleven a la península que aquí no los quieren.
Según los datos
facilitados por el Área de Menores del Ayuntamiento en los últimos 14 años el
número medio de menores atendido ha ascendido a 692 por año, con dos grandes
puntas, una en el año 2006 (980) y otra en el año 2011 (1.067), el año pasado
fueron 716 los MENAS atendidos por nuestra ciudad, y en la actualidad rondan
los 300 los acogidos en las instalaciones fijas y temporales. El incremento
producido en los últimos cuatro años es de un 33,58%, ese dato en toda España
es del 75,25% (según datos facilitados por el Gobierno de España).
Por lo que se desprende de
estos datos, en España se produce un mayor incremento en la entrada de estos
MENAS que en nuestra ciudad, por lo que tampoco parece que existan unas “características
especiales” que haya que normar. Otra cuestión hubiera sido en el año 2011 en
el que sí se produjo una auténtica oleada de estos chicos, pero que nada se
hizo entonces.
¿Qué es lo que ha cambiado
para que se quiera legislar unas cuestiones que no son ni peculiares, ni características de nuestra
ciudad? Pues que el Partido Popular se está viendo abandonado por sus votantes
por su política económica a favor de unos pocos, por la corrupción por la que
ha sido condenado, por su distanciamiento de la sociedad y cree que asumiendo
principios de otros partidos de la extrema derecha van a recuperar el voto perdido.
Le recomendaría al PP que recordara lo que le ocurrió apenas hace unos meses a
la CSU que, en su intención de atajar a la ultraderechista Alternativa Alemana,
asumió el discurso antiinmigración, pero los electores prefirieron el original
a una mala copia.
Hacernos diferentes al
resto de españoles por intereses partidistas a través de normas especiales es
darles la razón a quienes piensan que no somos España y si tanto se les llena
la boca con esa palabra deberían abandonar las ideas absurdas y dedicarse a
solucionar los graves problemas que tienen Ceuta y Melilla, sobre todo cuando
gobiernan, y dejarse de inventar cuestiones que solo existen en sus mentes perversas para
recuperar los votos perdidos.
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