domingo, 10 de febrero de 2019

El PP nos hace “diferentes”


El Consejillo del Desgobierno del Sr. Vivas aprobaba el pasado viernes dos propuestas que presentará al Pleno del Ayuntamiento, que dada la mayoría absoluta del Partido Popular serán aprobadas, para modificar el Código Civil y la Ley del Menor para “adaptarlos a las peculiaridades de Ceuta y Melilla”. 


El primer cambio propuesto “promueve la modificación del Código Civil para que, en el caso de los hijos de extranjeros nacidos en Ceuta y Melilla, el acceso a la nacionalidad española por nacimiento esté acreditado mediante la residencia legal continuada en España durante un periodo mínimo e ininterrumpido de diez años y no uno como ocurre con la actual redacción, lo que evidencia una patente “disfunción normativa” y que se deriva de la singular condición de ciudades fronterizas con Marruecos y las diferencias entre los sistemas sanitarios de ambos países”, señala la nota de prensa enviada.

El segundo pretende cambiar la Ley del Menor y añadir una disposición adicional para que se incluya que “en el supuesto de que en el plazo máximo de tres meses no se haya hecho efectivo el retorno de los menores, la disposición establece su traslado a centros de acogida de otras partes del territorio nacional.”

Ambas peticiones se basan en la posibilidad que la ley 1/1995 permite al pleno del Ayuntamiento proponer las medidas necesarias para modificar las leyes al objeto de adaptarlas a las peculiaridades de Ceuta, una posibilidad que, recuerde, no se ha utilizado en ocasiones anteriores para modificar leyes que sí han afectado negativamente a nuestro desarrollo y que provocan que nuestras verdaderas peculiaridades no se tengan en cuenta en la legislación nacional, lo que nos muestra la inutilidad de los distintos diputados que han pasado por las Cortes, ya sean de uno u otro partido nacional, mostrándose sumisos a los intereses de sus partidos, por ser benevolentes en la descripción de su paso por el Parlamento.

Estas dos modificaciones que se quieren introducir responden a dos competencias que le corresponde asumir a nuestro  Ayuntamiento, una es la gestión del padrón municipal a la  que deben hacer frente todos los municipios de España y la otra es la  de tutela y protección de menores que fueron asumidas en el año 1999. 


¿Y cuál es la magnitud del problema? Según los datos facilitados por el Gobierno de España en los últimos catorce años para los cuales existen datos individualizados, las nacionalidades otorgadas por residencia en nuestra ciudad se han elevado a 2.336 personas, sobre un total de 1.285.680 nacionalizaciones por residencia efectuadas en todo el territorio nacional, es decir un 0,18% del total son las realizadas en Ceuta. Todas estas nacionalizaciones suponen un 2,74% del censo existente en nuestra ciudad en el 2018; en España supone un 2,80% del total de españoles. 

Según estos datos, el porcentaje de nacionalizaciones por residencia  realizadas en nuestra ciudad no tiene ninguna “peculiaridad excepcional” en cuanto al número de personas que la adquieren, se encuentra dentro de los parámetros normales del resto de España. 

Si acudimos a la procedencia de los nacionalizados, en toda España en estos 14 años se han nacionalizado un total de 201.141 marroquíes, de los que en Ceuta lo han hecho 2.064 personas, lo que supone el 1,03% de los marroquíes nacionalizados en toda España. Los marroquíes nacionalizados suponen un 0,44% de la población española, en Ceuta este porcentaje  se reduce al 0,19%. Estos datos tampoco parecen indicar que se esté produciendo una supuesta “invasión” a la que algunos aluden para ocultar su racismo.
En cuanto al acceso a la nacionalidad por residencia, teniendo en cuenta que en estos datos no se especifica el tiempo de residencia que llevan los adquirientes, no parece deducirse que tengamos ni una característica especial que se deba regular de forma distinta  al resto de los españoles. 

Lo que sí debería realizar el Desgobierno del Sr. Vivas es un mejor control del padrón municipal, la nefasta gestión llevada a cabo ha permitido la existencia de los llamados pisos pateras, donde el número de supuestos residentes ha llegado a elevarse a más de treinta personas, ni tampoco proceder a dar de baja a estudiantes porque están de Erasmus o en la península,  en un exceso de celo que les ha provocado graves problemas ante la administración. 


La segunda cuestión va encaminada a quitarse de en medio a los Menores Extranjeros no Acompañados (MENAS), señala la nota facilitada por el Desgobierno del Sr. Vivas que “de acuerdo con las singularidades presentes en Ceuta y Melilla respecto a los menores extranjeros no acompañados que sean migrantes con entrada irregular en territorio nacional se les dé prioridad en el retorno, bien directamente o, en su caso, a través del país de tránsito, en aras de la protección del interés superior de estos menores y a efectos de su integración en el núcleo familiar de origen”, y sino que se los lleven a la península que aquí no los quieren. 

Según los datos facilitados por el Área de Menores del Ayuntamiento en los últimos 14 años el número medio de menores atendido ha ascendido a 692 por año, con dos grandes puntas, una en el año 2006 (980) y otra en el año 2011 (1.067), el año pasado fueron 716 los MENAS atendidos por nuestra ciudad, y en la actualidad rondan los 300 los acogidos en las instalaciones fijas y temporales. El incremento producido en los últimos cuatro años es de un 33,58%, ese dato en toda España es del 75,25% (según datos facilitados por el Gobierno de España). 

Por lo que se desprende de estos datos, en España se produce un mayor incremento en la entrada de estos MENAS que en nuestra ciudad, por lo que tampoco parece que existan unas “características especiales” que haya que normar. Otra cuestión hubiera sido en el año 2011 en el que sí se produjo una auténtica oleada de estos chicos, pero que nada se hizo entonces.


¿Qué es lo que ha cambiado para que se quiera legislar unas cuestiones que no son  ni peculiares, ni características de nuestra ciudad? Pues que el Partido Popular se está viendo abandonado por sus votantes por su política económica a favor de unos pocos, por la corrupción por la que ha sido condenado, por su distanciamiento de la sociedad y cree que asumiendo principios de otros partidos de la extrema derecha van a recuperar el voto perdido. Le recomendaría al PP que recordara lo que le ocurrió apenas hace unos meses a la CSU que, en su intención de atajar a la ultraderechista Alternativa Alemana, asumió el discurso antiinmigración, pero los electores prefirieron el original a una mala copia. 

Hacernos diferentes al resto de españoles por intereses partidistas a través de normas especiales es darles la razón a quienes piensan que no somos España y si tanto se les llena la boca con esa palabra deberían abandonar las ideas absurdas y dedicarse a solucionar los graves problemas que tienen Ceuta y Melilla, sobre todo cuando gobiernan, y dejarse de inventar cuestiones que solo existen en sus mentes perversas para recuperar los votos perdidos.

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