domingo, 9 de abril de 2017

La subvención, el Opio de Vivas



Así como Karl Marx entendía que la religión suponía una forma de alejar al individuo de la realidad en la que se encuentra, haciéndole olvidar los problemas que le rodean, para nuestro ínclito Alcalde esta función la realizan las subvenciones, no suyas, no se vayan a confundir que él de su bolsillo, no suelta un real, sino las que con el Presupuesto de los ceutíes reparte a diestro y siniestro para mantener esa Corte de los Milagros que le mantiene en la poltrona. 


Sin control alguno sobre el fin de las subvenciones, nuestro nefasto Alcalde reparte cada año más de 11 millones de euros entre las asociaciones que considera mejor le han alabado o al menos no le han increpado, al no existir unos criterios objetivos para distribuir tan ingente cantidad de dinero entre los distintos grupos sociales, son los deseos de nuestro ínclito Edil los que ordenan dichas transferencias a la sociedad civil.


Nadie analiza si los convenios que se firman sirven para algo, no ya que suplanten las obligaciones del consistorio en cuanto a la cobertura de unos servicios municipales que el Desgobierno del Sr. Vivas ha decidido abandonar en manos de terceros sin ningún control, incluso se vanagloriaba la concejala del ramo Sra. Nieto el pasado viernes de que “a través de las instituciones con las que se mantienen conciertos” se cubren las necesidades básicas de las familias ceutíes, cuando dicha actividad debería realizarla su departamento; sino que al menos, el fin que persiguen dichos acuerdos cubran alguna necesidad de la sociedad,  pero por ahora sólo se adecuan a los intereses personales o de nuestro inefable Alcalde o de su Corte de los Milagros.


Pero más grave es que nadie se preocupe por lo que se incluye en los presupuestos que estas asociaciones presentan, lo único que importa es que se justifique una cantidad sin tener en cuenta si lo que se engloba en los mismos son necesarios para desarrollar la actividad que se pretende, o si la aportación que muchas de ellas indican que realizarán a esa actividad, finalmente se lleva a cabo.


Así podemos analizar que una asociación presentó un proyecto en el que se han justificado tres ordenadores de la fruta mordida y las cámaras de televisión más caras del mercado, como nadie contrasta que dicha actividad podría haberse realizado con otras herramientas con un valor muy inferior, ahora nos encontramos con que existe una asociación que tiene uno de los mejores estudios de televisión de la ciudad, pagado entre todos los ceutíes y que es utilizado en las actividades que desean, eso sí al servicio de sus intereses. En dicha actividad participaron veinte personas y con una “asistencia esporádica”, el Ayuntamiento aportaba en un principio el 75% de la cantidad solicitada, pero acabó pagando casi el 97% del proyecto. Por supuesto que al año siguiente volvieron a obtener otra nueva subvención a pesar de que ni se cumplieron los objetivos y la justificación no está totalmente realizada.


También existen convenios de términos generales, tan generales que con cualquier acción por parte de la asociación se cubre el expediente, lo que sí es vergonzoso es que por ejemplo se otorguen subvenciones a asociaciones de consumidores y usuarios y su protección brille por su ausencia, es incomprensible que una sociedad municipal se salte la ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y ni una sola de estas subvencionadas asociaciones haya abierto la boca, ya saben que los desagradecidos no alcanzarán la Corte de los Milagros de nuestro apócrifo Alcalde.


Y no digamos cuando el Desgobierno del Sr. Vivas publicita los cientos de puestos de trabajo que se mantienen con estas subvenciones, sin especificar claro, que el acceso a dichos puestos ha sido a través de esas asociaciones y que en ella, sin publicidad alguna, se han colocado a quienes han querido y que sólo este año empieza a exigirse a estos convenios la publicidad necesaria a la hora de contratar, parece que la verdadera oposición empieza a trabajar. Pero tampoco les dice a estas asociaciones que el pasivo laboral que se genera irán a cargo de las mismas y que el día que estas subvenciones sean ofrecidas en modo competitivo, cada sociedad deberá asumir ese coste.




Entiendo una sociedad civil fuerte, capaz de hacer participar a los ciudadanos en las decisiones que afecten a su comunidad, una sociedad civil independiente, que no sea sumisa a los presupuestos que un mezquino Alcalde, quien para mantenerse en el poder desarrolla esta red clientelar, a la que paga con el dinero de todos, como una herramienta de adormecimiento de la sociedad.


 

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