miércoles, 14 de febrero de 2007

¿Quién quiere ser Comunidad Autónoma?

Parece que por fin nuestros dos grandes partidos nacionales se han puesto de acuerdo en lo del nuevo Estatuto de Autonomía para nuestra Ciudad: no habrá por ahora. Según la versión que han dado es para evitar que tan alto objetivo se vea envuelto en la lucha partidista de las elecciones municipales del próximo mayo. La que supongo es la que he expuesto en mis artículos a lo largo de todos estos años: ninguno de los dos partidos tenía, tiene, ni tendrá entre sus proyectos el cambio de nuestro “status jurídico” (vean si no sus Programas electorales de las últimas municipales). Ni desde Ceuta, ni desde sus ejecutivas nacionales hay posibilidades para cambiar el régimen administrativo que tenemos. El desarrollo del actual casi no se ha realizado, muchas de las competencias no se han implementado o no se administran ante la incapacidad manifiesta de nuestros políticos, el Foro Cultural del Estrecho en su estudio sobre el desarrollo del Estatuto publicado en 2002 y dirigido por D. Adolfo Hernández Lafuente (al que podríamos considerar padre del Estatuto) decía que una de sus características es que su aplicación se ha basado en la extensión del régimen local “encontrándonos en la realidad con un gobierno y una administración local potenciados, que en su funcionamiento no se apartan de un estricto régimen local”. Al parecer nuestros políticos no son capaces de implementar un estatuto que se acerca más al de un Ayuntamiento venido a más y ya están deseando en constituirse en toda una Comunidad Autónoma (CCAA).


Gracias a este acto que clarifica nuestra situación en el armazón jurídico de nuestro Estado, el español, algunos lo han aprovechado para insultarles, llamándoles traidores y vende patrias, realizando una interpretación partidista, fanática y subrepticia no sólo de nuestra Constitución, sino del llamado Bloque Constitucional, haciendo afirmaciones que en ningún lugar se encuentran en nuestra norma básica. Quienes arrogándose una representación que, taciturnamente, el pueblo le niegas una y otra vez, utilizan el nombre de Ceuta en vano. Si todos los ceutíes quisiéramos ser una Comunidad Autónoma, ya sabríamos a quien votar, pero desde luego que no lo hicimos, no lo hacemos y no lo haremos a quienes durante ochos años han permanecido, impasible el ademán, en un bochornoso silencio, sin exigir a quienes han tenido una mayoría absoluta para realizarlo, la conversión en CCAA. Seguro que recibieron la orden aquella de “ahora, no toca”.

Tal como dice la Constitución, “El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan” (Art. 137.1). De lo que en derecho se infiere que cualquier territorio debe estar incluido en un municipio, pero no obligatoriamente en una CCAA, la conversión en CCAA es un derecho, no una obligación, es una posibilidad, no una imposición; por ello el intento en convertirnos en una CCAA, sustrayendo al municipio sus características básicas nos convertiría en un ente extraño que no está contemplado en ninguna parte de nuestro derecho político, un ente con una organización administrativa distinta, única y exclusiva en el Estado español, que bien podría ser interpretada por las Naciones Unidas como una administración colonial, al no tener parangón en ningún otro lugar de España. ¿O se imaginan un Pleno municipal que es presidido por una persona distinta al Alcalde Presidente como se hace en todos y cada uno de los municipios españoles? ¿Quién interpretaría que eso nos hace más iguales al resto de los españoles, no será que nos hará completamente distintos? El municipio y su régimen de gobierno, el Ayuntamiento, sí es una obligación, si debemos estar censados en un municipio, es la base de la que parte la organización territorial de nuestra administración, de la administración española, cualquier cambio que produzca una profunda modificación en ese Ayuntamiento nos haría un ente extraño.

Para aquellos que quieren que seamos por obligación e imposición de unos pocos una CCAA les preguntaría ¿qué tipo de CCAA desean que seamos sin capacidad legislativa, sin una clara diferenciación entre ejecutivo y “poder reglamentario”, sin un Tribunal Superior de Justicia, sin una real capacidad de autogobierno? ¿Creen que ser un tipo de “ente” de ese tipo nos iguala al resto de españoles? Mas bien nos diferencia, nos señala como algo extraño, ajeno a nuestro ordenamiento jurídico, por lo que daremos argumentos a aquellos que se oponen a la continuidad de nuestra españolidad. ¿Quién puede estar a favor de poner en duda nuestra españolidad? ¿O creen que el silencio que guarda la monarquía vecina ante este proceso de reforma estatuaria es debido a las buenas relaciones con el Gobierno de España? ¿No será por que observa que este cambio beneficia a sus intereses? ¿Quiénes son los que realmente nos entregan de una manera torticera, interesada y engañosa? ¿Quiénes quieren seguir teniendo una forma estrictamente constitucional de su organización política y administrativa o quiénes desean crear un ente extraño e inexistente en nuestras normas?
Saquen ustedes sus conclusiones, las mías las tengo claras, no quiero que mi ciudad, mi ayuntamiento, se convierta en una CCCAA, no quiero que se cree un ente especial y exclusivo para mi pueblo, quiero seguir teniendo un simple y sencillo Alcalde, con sus concejales, que presida su Pleno municipal, donde poder seguir censado y tener los mismos derechos y obligaciones que en cualquier otro pueblo de España. Y para aquellos que quieren hablar en nombre de Ceuta, les ruego que desde ahora digan claramente que lo hacen en nombre de los demás, exclúyanme de sus deseos, que tengo los míos y como mucho hablen única y exclusivamente en nombre de esos 807 votos (algo más del 2%) que las últimas elecciones les otorgaron todo ese pueblo ceutí del que se les llena la boca y al que nunca han representado. No quiero ser Comunidad Autónoma, Sr. Aróstegui.

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