domingo, 22 de febrero de 2004

La Fundación Premio Convivencia

Acaba de llegar a mis manos un tríptico de la Fundación Premio Convivencia dirigido a las empresas y empresarios de nuestra ciudad para colaborar con la Fundación en la obtención de los objetivos que persigue. Esta Fundación adormecida desde casi su constitución al entregarse su gestión a una empresa catalana, sólo la recordamos cuando otorga su prestigioso Premio, cuya finalidad es galardonar a aquellas personas o instituciones cuya labor haya contribuido de forma relevante y ejemplar en las realizaciones humanas, fomentando los valores de justicia, fraternidad, paz, libertad, acceso a la cultura e igualdad entre los hombres. El premio quiere transmitir el sentido de la convivencia entre culturas que existe en nuestra ciudad al resto de la humanidad e indicar que es posible crear un crisol de culturas como el que se da en nuestro pueblo. Difícil labor, pero factible.

Al frente de la gestión de esta Fundación ha colocado la concejala de Educación y Cultura a Juan Jesús Barroso, antiguo concejal del ramo, que tan buen sabor de boca dejó a la mayoría de los ceutíes con el trabajo que desarrolló, elevando el nivel cultural de nuestra ciudad a unas cotas que no han vuelto a alcanzarse, no sólo por el trabajo que hizo sino, sobre todo, por el trato que dio a todo aquel con quien tuvo relación. Quizás todos nuestros políticos deberían aprender de su forma de estar y especialmente de su forma de ser.

Desde que se ha hecho cargo de la Fundación han sido varios los proyectos que ha puesto en marcha, primero para darla a conocer a toda la ciudadanía, para ello se ha puesto en contacto con las Asociaciones de Vecinos y ahora quiere llevarla a los colegios; en segundo lugar quiere integrar la Fundación dentro de la vida de nuestra sociedad, para ello ha lanzado una serie de propuestas que de conseguirse pueden hacer de la Fundación una parte muy positiva de nuestra convivencia, así si esa Semana de la Convivencia que ronda por su cabeza se lleva a cabo con todas las actividades que piensa desarrollar, puede suponer el dar una visión de nuestra ciudad muy distinta a la que los medios de comunicación nos tienen acostumbrados y por fin acercar nuestra realidad al resto de la sociedad española y mundial. Proyectos como éste no sólo necesitan nuestro decidido apoyo, sino nuestra más absoluta implicación para demostrar que la convivencia entre las personas no es una utopía sino una realidad que se da en nuestras calles.

Pero para desarrollar esta magnífica idea hacen falta recursos y en la búsqueda de los mismos, Barroso ha desarrollado esta campaña dirigida a nuestros empresarios, pero que debemos hacerla extensiva a todos los ceutíes, en ella acogiéndose a la Ley de Régimen Fiscal de la Entidades sin fines lucrativos y de los Incentivos Fiscales al Mecenazgo, a través de unos sencillos Convenios de Colaboración Empresarial o de una forma genérica a la consecución de los objetivos de la Fundación, pueden aportarse fondos que originan el derecho a deducciones del Impuesto de Sociedades o del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas, con el consiguiente ahorro fiscal o podría definirse mejor como una forma de decidir dónde invertir nuestros impuestos sin tener que esperar que el gobierno decida por nosotros y aportar nuestro granito a este proyecto local.

Esta colaboración aparte de esas ventajas de naturaleza fiscal, supone otras satisfacciones mayores de índole social y moral, ahora que se ha puesto de moda la Responsabilidad Social de la Empresa, y sobre todo una importante campaña publicitaria para el empresario al participar de un proyecto netamente ceutí y que potencia los valores humanos, no deben desaprovechar esta oportunidad y desde aquí les solicito su apoyo a la Fundación Premio Convivencia para que puedan conseguirse los objetivos que persigue.

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