El pasado mes el Consejo Económico y Social (CES) aprobaba su Memoria
Socioeconómica y Laboral de Ceuta correspondiente al pasado año 2002. Como
siempre hemos de felicitarnos por la mejor obra de estudio de nuestra ciudad en
el ámbito económico, a pesar de ser la única, a través de sus más de trescientas
páginas nos empapamos de datos y datos que difícilmente podríamos encontrar
conjuntamente, a pesar de ello son muchas las deficiencias que siguen aquejando
a esta obra y que deben ir corrigiéndose en nuevas ediciones.
Nuevamente se
presenta con un desfase temporal excesivo, un informe de este tipo, que pretende
ser compendio de nuestra economía, no puede hacerse público con más de diez
meses de retraso de los datos que analiza e igualmente sin ningún tipo de
explicación que lo justifique, aunque de una forma informal aducen retrasos en
el envío de la información por parte de las Instituciones que deben
suministrársela; mientras el CES estatal aprueba su memoria en el mes de mayo,
el nuestro debe esperar hasta el mes de noviembre para hacerlo, quizás
deberíamos exigirle a nuestro organismo local un calendario que se acerque un
poco más a los de sus correligionarios.
Aunque el lenguaje es más coloquial
que en años anteriores, siguen produciéndose errores tanto sintácticos como
ortográficos que parecen echar en falta una prueba de corrección o segunda
lectura (que es como siempre se han realizado los informes de este tipo, unos
los escriben y otros los leen), pero parece como si esa segunda lectura no
hubiera pasado por el texto (ni tan siquiera el corrector de texto del
ordenador). El Informe sigue pecando de esa idiosincrasia científica y no es
capaz de añadir una simple hoja con el significado de los acrónimos o de algunos
de los términos usados, como si cualquier lector fuera capaz de conocer que es
el ISM, el M3 o cualquiera de las siglas utilizadas. O qué medida de longitud es
la valla ( puesto que el puerto construye 305.6).
Siguen faltando datos
individualizados de nuestra ciudad, aunque esta vez el informe se abstiene de
hacer comentarios sobre la bondad de los mismos, sigue sin señalar que hay datos
que corresponden a Andalucía, Ceuta y Melilla. Nuestro CES debería posibilitar
el estudio de estas cifras no sólo solicitar la creación de una oficina
estadística para nuestro pueblo. Tampoco existe un gran rigor en algunos de los
datos que nos suministra, así, por ejemplo, si al analizar la población ceutí
nos indican que se ha producido un descenso de la misma de un 1,31%, nueve
páginas más adelante nos demuestran lo contrario mostrándonos un cuadro donde la
población se incrementa un 0,605%.
El Informe se empeña en demostrarnos que
la ciudad vive en crisis, pero los datos que aporta parecen indicar lo
contrario: el Valor Añadido Bruto a precios básicos se incrementa un 3%(aunque
luego el dato que nos dan de la Fundación de las Cajas de Ahorro se queda en un
2,12%) “reflejo de una economía moderna y asentada, dado que grandes
crecimientos corresponden a economías en desarrollo y decrecimientos a economías
en recesión”; el sector industrial tiene un crecimiento de esta variable de un
9,55% por lo que “se puede pensar que nos encontramos en una fase expansiva”; y
el sector de la construcción “vive un momento dulce”; el número de hogares que
pueden dedicar dinero a ahorrar es el 55,8% (dato conjunto para las ciudades de
Ceuta y Melilla), el más alto de España, cuya media es el 35,4%; el número de
personas afiliadas a la Seguridad Social se incrementa en un 6%; o “como signo
positivo de la economía es el aumento de la contratación un 16,4%”; la apertura
de centros de trabajo se ha aumentado en un 19%. Con todos estos datos
difícilmente puede concluirse que estamos dentro de una crisis.
Las
sociedades municipales se estudian a través de sus presupuestos e incluso
algunas con previsiones (sic), cuando en las fechas que se realiza el Informe
deberían estar presentadas las cuentas en el Registro Mercantil tal como exige
la legislación vigente, no entiendo como no se analizan estas cuentas y sin
embargo si pueden analizarse las subvenciones abonadas por cada medida de ayuda
al empleo o a la inversión de los fondos europeos el año pasado. No quiero ni
pensar que ello sea así porque esas cuentas ni se presentan en el tiempo ni en
la forma exigidas por la ley.
A pesar de que la Memoria es la mejor
recapitulación de datos de la ciudad deja mucho que desear en la exposición de
los mismos, el primer capítulo dedicado al entorno económico internacional es
una mala explicación de lo que pasó en el año 2002, y por eso en noviembre nos
dicen que “el año 2003 se presenta con más incertidumbres de las que
razonablemente se puede asumir para un análisis objetivo de las perspectivas”, a
estas alturas del calendario deberían estar estudiando las cifras del 2003 no
sus perspectivas. Los responsables del informe deberían realizar una segunda
lectura del mismo para efectuar las correcciones oportunas que le den una
interpretación más acorde con la realidad económica de nuestra ciudad y no dejar
en personas que desconocen nuestra sociedad la redacción del mismo, también
debería existir la figura de un director del trabajo que le de unidad al texto
pues se nota que ha sido realizado por distintas personas. Por último rogarles
que adelanten en todo lo posible su presentación, pues no se puede mandar en
septiembre del año 2003 la memoria del 2001 como si fuera una novedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario