domingo, 4 de enero de 2004

La Memoria del CES

El pasado mes el Consejo Económico y Social (CES) aprobaba su Memoria Socioeconómica y Laboral de Ceuta correspondiente al pasado año 2002. Como siempre hemos de felicitarnos por la mejor obra de estudio de nuestra ciudad en el ámbito económico, a pesar de ser la única, a través de sus más de trescientas páginas nos empapamos de datos y datos que difícilmente podríamos encontrar conjuntamente, a pesar de ello son muchas las deficiencias que siguen aquejando a esta obra y que deben ir corrigiéndose en nuevas ediciones.

Nuevamente se presenta con un desfase temporal excesivo, un informe de este tipo, que pretende ser compendio de nuestra economía, no puede hacerse público con más de diez meses de retraso de los datos que analiza e igualmente sin ningún tipo de explicación que lo justifique, aunque de una forma informal aducen retrasos en el envío de la información por parte de las Instituciones que deben suministrársela; mientras el CES estatal aprueba su memoria en el mes de mayo, el nuestro debe esperar hasta el mes de noviembre para hacerlo, quizás deberíamos exigirle a nuestro organismo local un calendario que se acerque un poco más a los de sus correligionarios.

Aunque el lenguaje es más coloquial que en años anteriores, siguen produciéndose errores tanto sintácticos como ortográficos que parecen echar en falta una prueba de corrección o segunda lectura (que es como siempre se han realizado los informes de este tipo, unos los escriben y otros los leen), pero parece como si esa segunda lectura no hubiera pasado por el texto (ni tan siquiera el corrector de texto del ordenador). El Informe sigue pecando de esa idiosincrasia científica y no es capaz de añadir una simple hoja con el significado de los acrónimos o de algunos de los términos usados, como si cualquier lector fuera capaz de conocer que es el ISM, el M3 o cualquiera de las siglas utilizadas. O qué medida de longitud es la valla ( puesto que el puerto construye 305.6).

Siguen faltando datos individualizados de nuestra ciudad, aunque esta vez el informe se abstiene de hacer comentarios sobre la bondad de los mismos, sigue sin señalar que hay datos que corresponden a Andalucía, Ceuta y Melilla. Nuestro CES debería posibilitar el estudio de estas cifras no sólo solicitar la creación de una oficina estadística para nuestro pueblo. Tampoco existe un gran rigor en algunos de los datos que nos suministra, así, por ejemplo, si al analizar la población ceutí nos indican que se ha producido un descenso de la misma de un 1,31%, nueve páginas más adelante nos demuestran lo contrario mostrándonos un cuadro donde la población se incrementa un 0,605%.

El Informe se empeña en demostrarnos que la ciudad vive en crisis, pero los datos que aporta parecen indicar lo contrario: el Valor Añadido Bruto a precios básicos se incrementa un 3%(aunque luego el dato que nos dan de la Fundación de las Cajas de Ahorro se queda en un 2,12%) “reflejo de una economía moderna y asentada, dado que grandes crecimientos corresponden a economías en desarrollo y decrecimientos a economías en recesión”; el sector industrial tiene un crecimiento de esta variable de un 9,55% por lo que “se puede pensar que nos encontramos en una fase expansiva”; y el sector de la construcción “vive un momento dulce”; el número de hogares que pueden dedicar dinero a ahorrar es el 55,8% (dato conjunto para las ciudades de Ceuta y Melilla), el más alto de España, cuya media es el 35,4%; el número de personas afiliadas a la Seguridad Social se incrementa en un 6%; o “como signo positivo de la economía es el aumento de la contratación un 16,4%”; la apertura de centros de trabajo se ha aumentado en un 19%. Con todos estos datos difícilmente puede concluirse que estamos dentro de una crisis.

Las sociedades municipales se estudian a través de sus presupuestos e incluso algunas con previsiones (sic), cuando en las fechas que se realiza el Informe deberían estar presentadas las cuentas en el Registro Mercantil tal como exige la legislación vigente, no entiendo como no se analizan estas cuentas y sin embargo si pueden analizarse las subvenciones abonadas por cada medida de ayuda al empleo o a la inversión de los fondos europeos el año pasado. No quiero ni pensar que ello sea así porque esas cuentas ni se presentan en el tiempo ni en la forma exigidas por la ley.

A pesar de que la Memoria es la mejor recapitulación de datos de la ciudad deja mucho que desear en la exposición de los mismos, el primer capítulo dedicado al entorno económico internacional es una mala explicación de lo que pasó en el año 2002, y por eso en noviembre nos dicen que “el año 2003 se presenta con más incertidumbres de las que razonablemente se puede asumir para un análisis objetivo de las perspectivas”, a estas alturas del calendario deberían estar estudiando las cifras del 2003 no sus perspectivas. Los responsables del informe deberían realizar una segunda lectura del mismo para efectuar las correcciones oportunas que le den una interpretación más acorde con la realidad económica de nuestra ciudad y no dejar en personas que desconocen nuestra sociedad la redacción del mismo, también debería existir la figura de un director del trabajo que le de unidad al texto pues se nota que ha sido realizado por distintas personas. Por último rogarles que adelanten en todo lo posible su presentación, pues no se puede mandar en septiembre del año 2003 la memoria del 2001 como si fuera una novedad.

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