lunes, 4 de febrero de 2002

Un plan de formación ocupacional.

Leía recientemente unas declaraciones de un líder sindical sobre la necesidad de exigir en los concursos públicos que conlleven la generación de puestos de trabajo, la reserva de un cupo de empleos para trabajadores que se encuentren en la situación de desempleados y con residencia en la ciudad, al igual que otras administraciones públicas exigen conocimientos de ciertas lenguas para concurrir a determinados concursos, argumentaba el defensor de los trabajadores.

Sin entrar en la valoración que de la igualdad de oportunidades hace nuestro respetable sindicalista, ya que nuestra Constitución la ampara y ha sido y es referente de la izquierda; considero que existe una equivocación a la hora de plantear el dilema, pues no creo que la solución a los problemas de los parados sea el poner cortapisas a la libertad de acceso a un puesto de trabajo a otras personas en razón de su lugar de residencia; mas bien hay que analizar cuáles son las características de nuestros parados y cuales son las necesidades de nuestro mercado de trabajo e intentar que ambas se aproximen lo más posible. Con ello se conseguirá reducir el paro en nuestra ciudad, siempre y cuando se creen puestos de trabajo, que esa es otra cuestión bien distinta.

Actualmente el sector económico que mayor empleo puede generar en nuestra ciudad es el de la construcción, debido a las numerosas obras que hay en marcha y las nuevas adjudicaciones(construcción de viviendas, polideportivos e incluso podríamos llegar a construir un hospital y un helipuerto) pueden producir un mayor incremento de la actividad necesitando un mayor número de trabajadores. El problema está en que dichos trabajadores deben estar especializados en algún oficio, no ser meros peones para acarrear materiales o vigilar las obras. Si conocemos cuáles son esas necesidades demos a nuestros parados una formación acorde con los puestos que exige nuestra economía, si necesitamos encofradores, prepárense a nuestros desempleados para ello, si lo que se necesitan son electricistas, fórmense.

Si conocemos a nuestros parados, a través del INEM, y sabemos las necesidades del mercado de trabajo (licitaciones oficiales, licencias de obras, etc.) no creo que sea muy complicado el crear un plan de formación ocupacional que permita asignar unos recursos formativos a través del Forcem, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y el de Educación, junto con el Ayuntamiento para dar a nuestros parados un mínimo de formación que les permita acceder a un puesto de trabajo ( más de un tercio de nuestro parados no han tenido empleo, y cerca del 40% son menores de 30 años).
¿Cuántos cursos en el ramo de la construcción han desarrollado a través de sus fundaciones los sindicatos en el año 2.001? ¿Y en el ramo del turismo? ¿O todos los parados van a ser administrativos informatizados? Los sindicatos y la patronal también tienen herramientas que les permite ayudar a los desempleados a conseguir un puesto de trabajo. ¿Cuántas Escuelas Taller o Casas de Oficio ha promocionado el Ayuntamiento? ¿Qué política de fomento del empleo tiene nuestro ayuntamiento? Aparte de la colocación de los estómagos agradecidos y de la creación de Cooperativas sociales para realizar unas tareas asumidas por la Comunidad ( y de las que habría que hablar largo y tendido).

Una vez tengamos a nuestros parados formados seguro que las empresas que obtienen los concursos los contratarán y que no será necesario ninguna limitación a nuestras libertades para frenar el paro, lo único es saber utilizar las herramientas que tenemos a nuestro alcance.

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