Se ha iniciado una nueva
campaña electoral en la que los cantos de sirena volverán a sonar para intentar
convencernos de que, quienes los lanzan, son la única alternativa posible para
salvarnos de un nuevo naufragio al que su absoluta desidia nos conduce.
Una vez más volverán a
prometernos, aquellos que se han repantingado en los sillones del poder durante
años, las acciones que durante todo ese tiempo no han sido capaces de llevar a cabo,
sobre todo por la abulia con la que han caracterizado su paso por el poder.
De nuevo sonarán los
fanfarrias para anunciar unos supuestos logros en una obras faraónicas que solo
son el despilfarro de los fondos públicos y la loa al líder, mientras los
problemas de los ciudadanos siguen sin resolverse en su barrio. Y tornarán a
prometernos cientos de inversiones en unas mejoras que nunca llegaron, ni
llegarán con los mismos.
Igualmente prometerán la
creación de cientos de puestos de trabajo que según su corto entender conseguirán
la reducción del desempleo en nuestra ciudad, aunque su mejor medida para
reducirlo es la de becar a nuestros jóvenes para que se marchen a buscar su
futuro lejos puesto que ellos son incapaces de crear un nuevo modelo de desarrollo,
sin embargo en todos estos años en que han detentado el poder han generado una Corte
de los Milagros para sus familiares y amigos a costa del presupuesto que les
permite vivir a cuerpo de rey mientras alaban al líder.
No se puede creer en quien
el primer acto que realiza para convertirse en alcalde es saltarse la ley, en
democracia nada justifica el estar por encima de las normas que nos damos para
mantener nuestra convivencia. Ni se puede confiar en quien nada ha explicado de
un pacto que mantuvo las canonjías de quienes vinieron a saquear nuestra
ciudad, envueltos en las banderas del orden y la seguridad, como hacen ahora
otros, y acabaron expoliando la ciudad y en su inmensa mayoría en las filas del
partido gobernante.
Es difícil entender a
quien ahora se llena la boca con el interés general, cuando en su momento, una
vez creada la estructura para que el GIL se pudiera hacer con el Ayuntamiento y
proceder a su expolio, miró por su único interés creando a su imagen y
semejanza una plaza en una empresa municipal, que una vez asegurada retornó a
innumerables cargos de esta Troupe de Saltimbanquis que igual sirven para un
roto que para un descosido.
Ahora, este supuesto técnico
del GIL conoce hasta el número exacto de
nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que son necesarios para cubrir las
necesidades de nuestra ciudad, debe ser que la fe en su loado líder le ha insuflado
el conocimiento necesario, o quizás se le ha grabado de repetírselo tantas
veces a ese ministro tan cachondo que puso su condenado partido por corrupción
en Interior, pero quien otras tantas veces se olvidó de enviarnos esos necesarios
refuerzos.
Lo que no han llevado a
cabo en dieciocho años de inacción en la poltrona del ayuntamiento o en quince
detentando el poder central quieren realizarlo en los próximos cuatro años,
pero sus hechos les delatan, nuestra ciudad se ha convertido en líder en
desempleo, en desequilibrio social, en deuda municipal; así que cuando vayan a
votar, escojan bien la papeleta, no se crean las falsas promesas de esta Corte
de los Milagros que solo ha mirado por su único y propio interés, pero tampoco
por las de quienes ponen por delante la bandera, esos son los primeros que
salen corriendo o que venden la patria para salvaguardar sus privilegios; voten
por quienes en verdad defenderán sus intereses, que ya saben que éstos solo
prometen, prometen hasta meter el voto en la urna y una vez metido, nada de lo
prometido.
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