domingo, 10 de marzo de 2019

La situación es insostenible


Esta semana salía a los medios de comunicación el nuevo Presidente de la Autoridad Portuaria para intentar explicar cuál es la situación en que se encuentra el recinto portuario con relación a la seguridad. Como todo Corsario del Sr. Vivas, el Sr. Doncel ni pudo explicar cuáles son las circunstancias por las que atraviesa la entidad, ni cuáles son los medios de los que dispone para solventar el problema, ni por supuesto cuál es la solución que debe ponerse en marcha. Como buen miembro de la Corte de los Milagros tan solo expresó que él no tenía la culpa, pues acaba de llegar, y que era el Estado el que debería solucionar este grave problema. Dicho lo cual se quedó tan pancho.


A esta llamada de socorro  se ha unido la petición  de nuestro ínclito Alcalde para que junto con el Puerto de Melilla se solicite a la entidad Puertos del Estado que atienda las singularidades de estas dos infraestructuras, incluso para que se recojan de manera específica en la ley del sector, que atendiendo al principio de solidaridad deben aumentar “las partidas económicas procedentes del Fondo de Compensación Interportuaria”. La solución de siempre: pedir dinero a Madrid para gastárselo en mantener esa Corte de Aduladores que nos ha llevado a la situación en que nos encontramos.


No es la primera vez que he denunciado la nefasta gestión desarrollada por el anterior Presidente del Puerto, el Sr. Torrado, quien causó, a uno de los pulmones económicos de la ciudad, un cáncer que lo ha dejado en la UVI, tras casi veinte años en la presidencia de la Autoridad Portuaria, la gestión del Sr. Torrado debe definirse como de fracaso absoluto. Ni ha existido un proyecto para nuestra emblemática instalación durante su mandato, ni lo hay, por supuesto, de futuro. Como todos los cargos del Partido Popular se han dedicado a disfrutarlo al amparo de una mayoría absoluta que los respaldaba, sin preocuparse en ningún momento por la gestión que los ciudadanos les habían encomendado, su única preocupación ha sido no levantar rencillas que pudieran provocar su cese y manejar el puerto como su cortijo particular, repartiendo las prebendas a su antojo. 

Con crear una estructura administrativa donde poder colocar a unos y otros, dejando contentos a gobierno y oposición  (aún recuerdo la pulcra contratación de las tres emes), regalar metopas a todo barco que arribara y darse unos cuantos viajes por “Maiami” ( que se dice ahora, abran bien la boca y pongan acento cubano), en busca de negocio “cruceril” no sean mal pensados (eran compromisos cerrados que dejaron los malvados del GIL y no podíamos negarnos, así quieren justificar el turismo personal), era suficiente para pasar con honores a la historia de nuestro glorioso puerto. Pero con lo que no contó nuestro formidable gestor fue con las distintas crisis y el desarrollo de otros puertos cercanos que, ante la inacción de nuestras supuestas autoridades, han conducido al nuestro a un ostracismo absoluto.

La incapacidad manifiesta del Sr. Torrado ha sido tal que ha llevado a que sea la seguridad el principal problema del Puerto de Ceuta, su gestión ha provocado que la actividad portuaria sea casi inexistente, que las trasmisiones de las concesiones sean un negocio más que obscuro que se concentran en una sola mano, que las inversiones productivas en la actividad principal hayan sido inexistentes, por no hablar de los casos judicializados como el Biodiesel, Mahersa o los chalets de la “Moncloa”.


Si el Sr. Torrado se hubiera preocupado sólo un poco por analizar en esos estudios DAFO (será que como no le han dado el master, no sabe implementarlo, en cuanto el Sr. Vivas reabra la ENME, le beca, no se preocupe, ¡ah! que es otro proyecto abandonado), hubiera podido ver que una de sus amenazas era la obsolescencia de sus infraestructuras, las básicas de las que vive el puerto, no de las que viven unas compañías marítimas que viven de los ceutíes (un 70% del negocio es de los residentes y así nos tratan) y que disfrutan de una estación marítima que hemos pagado entre todos (¿recuerdan cuando una de estas compañías iba a construir su propia estación? Como aplaudían la autoridades y como reía el argentino), lo que provocaría el hundimiento del negocio de una gran multitud de empresas, pero eso qué le va a preocupar  si con pedir que incrementen el Fondo de Compensación era suficiente para cubrir su nómina.

Y ahora dice que su Corte de los Milagros va atender las necesidades de seguridad del Puerto con 1,7 millones, en una reunión que mantenía con el actual Presidente Portuario, dado que esta institución no puede acometer dichas infraestructuras para blindar el recinto porque los fondos para las inversiones en seguridad se han dedicado a los caprichos de la dirección, comprando un supuesto “barco” autónomo por más de un millón de euros pero que tiene menos papeles que un coche patera. Como siempre, nuestro inepto Alcalde ocultará bajo la alfombra este derroche de los fondos públicos como ha venido haciendo desde que asaltara el poder ilegalmente aquel funesto febrero de 2001, aduciendo que o no se ha enterado, o que solo eran rumores, o que no es su responsabilidad.

La única solución de este Ejército de Pancho Vivas es pedir más dinero a Madrid, en vez de rentabilizar el puerto, a través de la promoción de sus actividades principales. Nuestro puerto no puede vivir de 42 cruceros al año, las inversiones deben centrarse en aquellos sectores que más actividad crean, si los fondos son limitados deben dirigirse a los proyectos que más rentabilidad le den al puerto, no al marketing de nuestro inefable Alcalde. 


Tras veinte años de Desgobierno del Sr. Vivas, la situación que se encontró en nuestra ciudad ha empeorado, tanto económica, como social, como políticamente, su abulia ha conducido a no tener un modelo productivo que no sea el soviet supremo de la plaza de África, desde donde se reparten las subvenciones; su visión de la ayuda social como beneficencia ha acrecentado la brecha social; y su falta de liderazgo nos ha conducido a una crisis política mayor que la que le condujo ilegalmente al poder aquel fatídico febrero de 2001. Soluciones existen, en su mano está no votar a esta caterva de vividores.

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