El pasado día
veintinueve de junio la Asociación Ecologistas en Acción hacía público su
informe anual que analiza la situación ambiental de las costas y del entorno
litoral español. Como cada año le han correspondido al Desgobierno del Sr.
Vivas dos banderas negras, no porque no sea merecedor de muchas más, sino
porque esta organización ha decidido desde 2016 asignar dos banderas por
provincia una por un caso de contaminación y otra por mala gestión.
Como en todas las
áreas, el Desgobierno del Sr. Vivas carece de una política a aplicar, ni tiene
política económica, ni social, ni de fomento,… cómo va a tener en eso de
medioambiente, lo único que ha realizado son obras en unas infraestructuras que
desconoce cuáles son las necesidades que deben cubrir, anteponiendo
intereses empresariales y políticos por delante del interés general, pero esa
es una de las características de esta Corte de los Milagros. Ya saben las "empresas amigas".
En esta ocasión la
Organización ecologista ha otorgado
la Bandera Negra al litoral de Calamocarro-Benzu por la contaminación debida a la
acumulación de algas invasoras dentro de un Lugar de Interés Comunitario, y la Bandera
Negra a la mala gestión del coralígeno de la costa de San Amaro porque provoca
daños notables en una comunidad biológica importante, dentro del espacio marino
protegido.
También han sido otorgadas a nuestra ciudad dos Banderas Azules, como
cada año a las playas de la Ribera y del Chorrillo, únicas playas que existen para
el Desgobierno del Sr. Vivas, manteniendo en el más absoluto abandono el resto,
aunque para evitar las críticas a unas las denomina zonas de baño y a otras playas.
Según el Ministerio existen en nuestra ciudad dieciséis playas, para el
Ayuntamiento solo seis, esa debe ser la causa por la que no reciben ningún
cuidado. En el último informe sobre Banderas Negras de Ecologistas en Acción donde
se incluía el estado de las playas en el año 2011, las banderas que se
asignaban a Ceuta eran cinco, más del doble que las banderas azules. Sin
embargo la situación en que se encuentran esas playas no ha variado desde esa
fecha, mientras que se han seguido “gestionando” la obtención de unas banderas
azules que son más publicidad, que realidad.
Estos supuestos “galardones” no se conceden al libre albedrio, ni
tampoco por el exigente cumplimiento de unas supuestas calidades medioambientales
que nadie conoce, por eso el Desgobierno del Sr. Vivas oculta el procedimiento
por el que las recibe, pero que muy posiblemente ocurra como en el resto de
entidades que ya lo han denunciado, para mantener o ampliar las banderas azules
deben realizarse unas “auditorías medioambientales”, que son realizadas por la empresa
Banderas de España S.A., previo abono de la misma, la Fundación para la Educación
Ambiental renueva la adjudicación de la misma. Por eso muchas de estas
administraciones que se han negado a pasar por caja han visto reducidas sus “banderas”
en sus playas. Es más un negocio privado
de una empresa, de la que se desmarcó la Unión Europea en 1999 porque “los
criterios que se siguen para otorgar las banderas carecen del suficiente rigor”, que una verdadera medida de calidad medioambiental.
Un negocio privado que sólo sirve para que todo el litoral español se
haga fotografías con los políticos de turno izando banderas que de nada sirven
para valorar la situación real de nuestras playas y que lo único que persiguen
es buscar una imagen que vender a sus electores, no defender unas playas de
calidad al servicio de los vecinos.
Igual sucede con ese engendro de la “escoba de oro”, de la que el Desgobierno
del Sr. Vivas recibió la de plata y la de oro. Otro negocio en el que las
grandes empresas del sector, junto con las administraciones locales, se dedican
a comprarse premios para intentar tapar la nefasta gestión que realizan,
debiendo pasar por un proceso que lleva desde la escoba de plata hasta la de
platino, incrementando paulatinamente las aportaciones a realizar. Con ello
quieren convencer a los ciudadanos que la limpieza viaria es de las mejores de
España y por eso es premiada, mientras que la realidad de sus calles es muy
distinta. Una estafa como aquel premio a la excelencia educativa que compró una
institución local con presupuesto municipal.
Mientras el Desgobierno del Sr. Vivas se dedica a la adquisición de
galardones que oculten su inexistente política medioambiental, nuestro entorno
natural sufre el mayor de los abandonos, sin Plan de Gestión de Residuos, por
el que posiblemente seamos mutados por la Unión Europea; con unas pérdidas de
agua que se elevan a casi la mitad que sí tenemos que pagar a la empresa de
desalanización; la Ordenanza de Limpieza se olvidó en un cajón y Ceuta carece
de unas normas sobre las bolsas de plástico que deberían haber entrado en vigor
el pasado uno de enero; las partidas en la repoblación forestal que figuraban
en los presupuestos de los dos últimos años no se han utilizado, a pesar de haber
sufrido uno de los más graves incendios forestales en el 2015.
La realidad nos indica que el Desgobierno del Sr. Vivas no tiene
política medioambiental, al no tener un proyecto de futuro para la ciudad, lo
abandona todo a la improvisación y a los golpes de efectos de unos galardones
que pretenden ocultar la nefasta gestión de nuestro ínclito Alcalde. Bien
debería explicar el Sr. Vivas qué le cuesta a los ceutíes esas banderas azules
o esas escobas, que solo sirven para su publicidad, no para tener mejores playas o calles más limpias.
Pero ya saben en ustedes está la
solución, no se dejen embaucar por este charlatán de feria que sólo mira por su
interés y el de sus redes clientelares y
nunca por el de los ceutíes.
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