domingo, 1 de julio de 2018

Y dos banderas negras


El pasado día veintinueve de junio la Asociación Ecologistas en Acción hacía público su informe anual que analiza la situación ambiental de las costas y del entorno litoral español. Como cada año le han correspondido al Desgobierno del Sr. Vivas dos banderas negras, no porque no sea merecedor de muchas más, sino porque esta organización ha decidido desde 2016 asignar dos banderas por provincia una por un caso de contaminación y otra por mala gestión.




Como en todas las áreas, el Desgobierno del Sr. Vivas carece de una política a aplicar, ni tiene política económica, ni social, ni de fomento,… cómo va a tener en eso de medioambiente, lo único que ha realizado son obras en unas infraestructuras que desconoce cuáles son las necesidades que deben cubrir, anteponiendo intereses empresariales y políticos por delante del interés general, pero esa es una de las características de esta Corte de los Milagros. Ya saben las "empresas amigas".

En esta ocasión la Organización ecologista ha otorgado la Bandera Negra al litoral de Calamocarro-Benzu por la contaminación debida a la acumulación de algas invasoras dentro de un Lugar de Interés Comunitario, y la Bandera Negra a la mala gestión del coralígeno de la costa de San Amaro porque provoca daños notables en una comunidad biológica importante, dentro del espacio marino protegido.



También han sido otorgadas a nuestra ciudad dos Banderas Azules, como cada año a las playas de la Ribera y del Chorrillo, únicas playas que existen para el Desgobierno del Sr. Vivas, manteniendo en el más absoluto abandono el resto, aunque para evitar las críticas a unas las denomina zonas de baño y a otras playas. Según el Ministerio existen en nuestra ciudad dieciséis playas, para el Ayuntamiento solo seis, esa debe ser la causa por la que no reciben ningún cuidado. En el último informe sobre Banderas Negras de Ecologistas en Acción donde se incluía el estado de las playas en el año 2011, las banderas que se asignaban a Ceuta eran cinco, más del doble que las banderas azules. Sin embargo la situación en que se encuentran esas playas no ha variado desde esa fecha, mientras que se han seguido “gestionando” la obtención de unas banderas azules que son más publicidad, que realidad.

Estos supuestos “galardones” no se conceden al libre albedrio, ni tampoco por el exigente cumplimiento de unas supuestas calidades medioambientales que nadie conoce, por eso el Desgobierno del Sr. Vivas oculta el procedimiento por el que las recibe, pero que muy posiblemente ocurra como en el resto de entidades que ya lo han denunciado, para mantener o ampliar las banderas azules deben realizarse unas “auditorías medioambientales”, que son realizadas por la empresa Banderas de España S.A., previo abono de la misma, la Fundación para la Educación Ambiental renueva la adjudicación de la misma. Por eso muchas de estas administraciones que se han negado a pasar por caja han visto reducidas sus “banderas” en sus playas.  Es más un negocio privado de una empresa, de la que se desmarcó la Unión Europea en 1999 porque “los criterios que se siguen para otorgar las banderas carecen del suficiente rigor”,  que una verdadera medida de calidad medioambiental.

Un negocio privado que sólo sirve para que todo el litoral español se haga fotografías con los políticos de turno izando banderas que de nada sirven para valorar la situación real de nuestras playas y que lo único que persiguen es buscar una imagen que vender a sus electores, no defender unas playas de calidad al servicio de los vecinos.


Igual sucede con ese engendro de la “escoba de oro”, de la que el Desgobierno del Sr. Vivas recibió la de plata y la de oro. Otro negocio en el que las grandes empresas del sector, junto con las administraciones locales, se dedican a comprarse premios para intentar tapar la nefasta gestión que realizan, debiendo pasar por un proceso que lleva desde la escoba de plata hasta la de platino, incrementando paulatinamente las aportaciones a realizar. Con ello quieren convencer a los ciudadanos que la limpieza viaria es de las mejores de España y por eso es premiada, mientras que la realidad de sus calles es muy distinta. Una estafa como aquel premio a la excelencia educativa que compró una institución local con presupuesto municipal.

Mientras el Desgobierno del Sr. Vivas se dedica a la adquisición de galardones que oculten su inexistente política medioambiental, nuestro entorno natural sufre el mayor de los abandonos, sin Plan de Gestión de Residuos, por el que posiblemente seamos mutados por la Unión Europea; con unas pérdidas de agua que se elevan a casi la mitad que sí tenemos que pagar a la empresa de desalanización; la Ordenanza de Limpieza se olvidó en un cajón y Ceuta carece de unas normas sobre las bolsas de plástico que deberían haber entrado en vigor el pasado uno de enero; las partidas en la repoblación forestal que figuraban en los presupuestos de los dos últimos años no se han utilizado, a pesar de haber sufrido uno de los más graves incendios forestales en el 2015.

La realidad nos indica que el Desgobierno del Sr. Vivas no tiene política medioambiental, al no tener un proyecto de futuro para la ciudad, lo abandona todo a la improvisación y a los golpes de efectos de unos galardones que pretenden ocultar la nefasta gestión de nuestro ínclito Alcalde. Bien debería explicar el Sr. Vivas qué le cuesta a los ceutíes esas banderas azules o esas escobas, que solo sirven para su publicidad, no para tener mejores playas o calles más limpias.

Pero ya saben en  ustedes está la solución, no se dejen embaucar por este charlatán de feria que sólo mira por su interés y el de sus redes clientelares  y nunca por el de los ceutíes.

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