El domingo se cumplían catorce años del vil atentado
de Madrid, donde fueron asesinadas 193
personas y más de 2.000, heridas y para recordarlo nuestro ínclito Alcalde
realizaba unas declaraciones llenas de buenas palabras y peores intenciones con
las que pretende ocultar el seguidismo a las instrucciones de su partido y del
Gobierno del Sr. Aznar con el que se comportó en esos trágicos días.
El manido discurso de sus “convicciones democráticas”
choca con su actuación totalmente partidista en aquellos días y en su
trayectoria caciquil a lo largo de estos funestos diecisiete años en la
poltrona, en los que se ha aprovechado de los presupuestos municipales para
mantenerse en el poder. La utilización que hicieron del atentado para intentar
ganar unas elecciones que las tenían perdidas fue uno de los más escandalosos
usos del poder democrático para manipular a una población que, en el dolor
causado por los terroristas, sólo quería conocer a los autores de la masacre,
pero aquel gobierno del Sr. Aznar prefirió mentirles para sacar rédito político.
Me sonroja oír a nuestro apócrifo Alcalde decir ahora que
“el
imperio de la ley, la democracia, la libertad y la igualdad, tienen que ser las
claves para derrotar al terrorismo internacional”, cuando en aquellos días su
opinión era muy distinta, dictada por aquel infausto Ministro del Interior
Acebes, aún recuerdo las declaraciones que inculpaban a la banda terrorista ETA
del atentado, de los titulares de la agradecida prensa del movimiento que daban
la autoría a ETA y hasta el Presidente del Partido Popular en Ceuta decía que “los
criminales de ETA en ningún momento podrán con los demócratas y los mismos
serán perseguidos hasta que respondan por sus crímenes ante los Tribunales de
Justicia”.
Debería
reflexionar nuestro perpetuo Alcalde sobre sus propias palabras y su actuación
en aquellos días, ni dolor por las víctimas, ni respeto a los principios democráticos,
las órdenes fueron bien claras: hay que convencer a la población que fue ETA,
hay que ganar las elecciones. Y se utilizaron todos los medios para intentar
lograr esa victoria, lo primero los medios de comunicación que accedieron a
imputar sin prueba alguna a los etarras la autoría del atentado, mientras que
ocultaban los claros indicios de que eran otros los autores. Todo valía para
seguir en el poder.
Por
eso que este individuo venga ahora a proclamar sus “convicciones democráticas”
solo puede causarme repugnancia, sobre todo cuando todos los españoles seguimos
esperando que aquel presidente que nos metió en una guerra ilegal, inmoral e
injusta, que nos engañó diciendo que era ETA la que hizo el atentado, al que
nuestro ínclito Alcalde quiso hacer hijo predilecto de la ciudad, nos pida
perdón por tanta mentira, por tanta manipulación, por tanto dolor.
Nunca
he visto tan burda utilización de la muerte como la que hicieron estos “demócratas
convencidos”, que no vengan ahora a
darse golpes de pecho, cuando ocultaron a todo el país quiénes fueron los autores
de tan vil atentado por un mísero interés electoral, menos mal que España los
echó en aquel momento.
Más
vergüenza, ya manipularon entonces, no nos manipule ahora, Sr. Vivas.
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