El pasado día treinta de marzo, el senador por la
provincia de Lérida D. Miquel Ángel Estradé Palau, del partido Esquerra
Republicana de Catalunya, en su intervención ante el Pleno de la Cámara por la
iniciativa presentada por el Grupo parlamentario de “Podemos, En Comú,
Compromís, En Marea” sobre la devolución
de personas que intentan acceder a través
de las vallas de Ceuta y Melilla decía: “I vull acabar fent una reflexió sobre
Ceuta i Melilla. Els independentistes no som qui per dir al poble espanyol i a
l’Estat espanyol què ha de fer amb Ceuta i amb Melilla. Però sí els podem dir
que, en aquest moment, l’opinió pública internacional, cada vegada que observa
el que succeeix a Ceuta i Melilla, té la impressió que s’estan conculcant els
drets humans i s’utilitzen uns territoris que formen part d’un passat colonial
per reprimir i per coaccionar.” (“Y quisiera concluir con una reflexión sobre
Ceuta y Melilla. Los independentistas no somos quienes para decir al pueblo y
al Estado español lo que debe hacer con Ceuta y Melilla. Sí les podemos decir
que, en este momento, la opinión pública internacional cada vez que observa lo
que sucede en Ceuta y Melilla tiene la impresión de que se están conculcando
los derechos humanos y se utilizan unos territorios que forman parte de un
pasado colonial para reprimir y para coaccionar.”).
Las ignorantes palabras del Sr. Estradé (que para
quien no quiera entenderlo lo dice bien claro, nos mete en el pasado colonial
de nuestro país, aunque después haya corregido)
han provocado que nuestro exaltado Partido Popular de Ceuta haya salido
en defensa de nuestra españolidad, prietas las filas y firme el ademán,
asumiendo el rol del único defensor de la misma, pensando que tiene autoridad
moral para ello y bien que se equivoca, el Partido Popular, no otro; pues poca
valía tienen las bravuconadas de quien nada hace por su futuro.
Lo que tiene el Partido Popular de Ceuta es muy poca
memoria, así el Sr. Trujillo, uno de los más conflictivos portavoces del
Partido en nuestra ciudad (recordemos su urgente salida del Gabinete de nuestro
Perpetuo Alcalde y sus problemas con las “subidas twiteras”) decía en la cadena
Ser que no debíamos olvidar que el Partido Socialista había permitido que el
Sr. Estradé pudiera formar grupo parlamentario propio.
Quizás el Sr. Trujillo hubiera preferido que el Sr.
Estradé no pudiera ni hacer uso de la palabra (estando apoyado por 46.101
ilerdenses, el segundo más votado de su circunscripción electoral), incluso que
ni hubiera tomado posesión de su cargo como senador del Estado Español, pero
eso es lo que dicen nuestras leyes, las que él parece desconocer cuando suelta
cualquiera de sus boutades por las redes sociales.
Igualmente debería recordar que el Partido Popular de
Cataluña, pactó en poblaciones de esa Comunidad varias alcaldías con este
partido político (Torredembarra o Mont-roig), aunque puede que fueran para promover la unidad de España y todavía no nos hemos enterado; aclarar que
fueron pactos en anteriores legislaturas, pero es que en las últimas, el
Partido Popular perdió más de la mitad de los concejales en Cataluña, de ahí
que no tenga capacidad para pactar y solo le queda una alcaldía de los 947
municipios que existen en Cataluña.
También deberíamos, en este ejercicio de memoria
selectiva, recordar aquel Sr. Aznar, líder in pectore del Partido Popular, que
con el “Pacte del Majestic“, se lanzaba a los brazos del Sr. Pujol, y aquella
mítica frase sobre la lengua catalana: “cuando estoy en círculos reducidos, no
muy amplios, la hablo también ”(supongo que sería algo más que eso de: “Anna,
ampolleta meva, t’estimo”),pacto que conllevaba el aniquilamiento del Sr.
Vidal-Quadras, así como la cesión de mayores competencias a Cataluña, con
mayores trasferencias financieras, por supuesto; pero todo era por el deber superior de salvaguardar España.
No se vayan ustedes a pensar que sólo era por echar a Felipe, no; las miras de
este “hombre de estado” van mucho más allá de los pupitres de su clase; aunque
no lo parezca.
Quizás
deberíamos volver a nuestra malvada memoria selectiva y recordarles quién fue
el hombre escogido por el dictador Francisco Franco para liquidar las últimas
provincias españolas (pues así las consideraban en su Fuero de los
Españoles) y que después fueron
entregando al primero que pasaba por allí. El mismo que editaba aquella
pamplina de Libro Blanco y que nunca quedó nada claro cuál era su opinión sobre
el asunto.
Dice el Partido Popular de Ceuta en un urgente comunicado
que: “vuelve
a demostrar una vez más que es el partido de Ceuta, defendiéndola de los
ataques de aquellos que buscan protagonismo a costa de nuestra degradación”;
nuevamente vuelve a apropiarse de conceptos que no le son propios; Ceuta es de
sus habitantes, de los ceutíes que cada día luchan por conseguir un futuro que
el Partido Popular les niega. Y el único que busca ese protagonismo es este partido, ante la vacuidad de su discurso, sólo busca réditos políticos en las meteduras de pata de otros, pues ideas no tiene ninguna para nosotros.
Y
quienes la atacan son los que impiden, por su desidia, su ineptitud o su
incapacidad, que nuestra ciudad se desarrolle económica, social o políticamente
y que, si tuvieran ese supuesto espíritu patriótico que tanto sueltan por la
boca y tanto amor a nuestra ciudad, ya deberían haber abandonado toda
responsabilidad de gobierno y haberse marchado a su casa. Que existan los
mismos problemas tras veinte años de gobiernos populares demuestra lo poco que
defiende este partido a nuestro pueblo y sobre todo a sus ciudadanos.
Dice
nuestro ínclito Alcalde que la administración es el músculo de nuestra economía
y que debe mantenerla; esta necedad solo puede salir de la cabeza de un decimonónico
economista pues es incomprensible que en el siglo XXI se quiera seguir
manteniendo una estructura colonial, en la que sólo sea la Administración la única actividad existente y el resto de la
actividad productiva gire a su alrededor. Quizás sí sea ese el concepto de
“administración colonial” que deberíamos combatir con todos nuestros medios, no
podemos dejar que basen nuestro futuro en una único sector y mucho menos el de
las Administraciones Públicas, que la falta de ideas y de ganas de trabajar del
Sr. Vivas le obliguen a afianzarse en este sector no significa que sea la única
solución posible; existen muchas posibilidades de desarrollo para nuestra
ciudad, en ellas la administración debe jugar un papel importante, pero no
exclusivo. Tenemos unas fortalezas que nuestro Primer Edil no aprovecha y su
inacción provoca que nuestras oportunidades de futuro vayan pasando sin poder
aprovecharlas.
Bien
haría nuestro Alcalde Perpetuo en dejarse de tanto patrioterismo barato de
bandera peleando contra aquello a lo que su inacción nos aboca, y luchar por nuestro futuro creando las bases de un desarrollo económico que nos permita seguir
viviendo en nuestra ciudad.
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