domingo, 3 de abril de 2016

¡Qué bien le viene un enemigo exterior al Sr. Vivas!



El pasado día treinta de marzo, el senador por la provincia de Lérida D. Miquel Ángel Estradé Palau, del partido Esquerra Republicana de Catalunya, en su intervención ante el Pleno de la Cámara por la iniciativa presentada por el Grupo parlamentario de “Podemos, En Comú, Compromís, En Marea”  sobre la devolución de  personas que intentan acceder a través de las vallas de Ceuta y Melilla decía: “I vull acabar fent una reflexió sobre Ceuta i Melilla. Els independentistes no som qui per dir al poble espanyol i a l’Estat espanyol què ha de fer amb Ceuta i amb Melilla. Però sí els podem dir que, en aquest moment, l’opinió pública internacional, cada vegada que observa el que succeeix a Ceuta i Melilla, té la impressió que s’estan conculcant els drets humans i s’utilitzen uns territoris que formen part d’un passat colonial per reprimir i per coaccionar.” (“Y quisiera concluir con una reflexión sobre Ceuta y Melilla. Los independentistas no somos quienes para decir al pueblo y al Estado español lo que debe hacer con Ceuta y Melilla. Sí les podemos decir que, en este momento, la opinión pública internacional cada vez que observa lo que sucede en Ceuta y Melilla tiene la impresión de que se están conculcando los derechos humanos y se utilizan unos territorios que forman parte de un pasado colonial para reprimir y para coaccionar.”).



Las ignorantes palabras del Sr. Estradé (que para quien no quiera entenderlo lo dice bien claro, nos mete en el pasado colonial de nuestro país, aunque después haya corregido)  han provocado que nuestro exaltado Partido Popular de Ceuta haya salido en defensa de nuestra españolidad, prietas las filas y firme el ademán, asumiendo el rol del único defensor de la misma, pensando que tiene autoridad moral para ello y bien que se equivoca, el Partido Popular, no otro; pues poca valía tienen las bravuconadas de quien nada hace por su futuro.



Lo que tiene el Partido Popular de Ceuta es muy poca memoria, así el Sr. Trujillo, uno de los más conflictivos portavoces del Partido en nuestra ciudad (recordemos su urgente salida del Gabinete de nuestro Perpetuo Alcalde y sus problemas con las “subidas twiteras”) decía en la cadena Ser que no debíamos olvidar que el Partido Socialista había permitido que el Sr. Estradé pudiera formar grupo parlamentario propio.



Quizás el Sr. Trujillo hubiera preferido que el Sr. Estradé no pudiera ni hacer uso de la palabra (estando apoyado por 46.101 ilerdenses, el segundo más votado de su circunscripción electoral), incluso que ni hubiera tomado posesión de su cargo como senador del Estado Español, pero eso es lo que dicen nuestras leyes, las que él parece desconocer cuando suelta cualquiera de sus boutades por las redes sociales.



Igualmente debería recordar que el Partido Popular de Cataluña, pactó en poblaciones de esa Comunidad varias alcaldías con este partido político (Torredembarra o Mont-roig), aunque puede que fueran para  promover la unidad de España  y todavía no nos hemos enterado; aclarar que fueron pactos en anteriores legislaturas, pero es que en las últimas, el Partido Popular perdió más de la mitad de los concejales en Cataluña, de ahí que no tenga capacidad para pactar y solo le queda una alcaldía de los 947 municipios que existen en Cataluña.



También deberíamos, en este ejercicio de memoria selectiva, recordar aquel Sr. Aznar, líder in pectore del Partido Popular, que con el “Pacte del Majestic“, se lanzaba a los brazos del Sr. Pujol, y aquella mítica frase sobre la lengua catalana: “cuando estoy en círculos reducidos, no muy amplios, la hablo también ”(supongo que sería algo más que eso de: “Anna, ampolleta meva, t’estimo”),pacto que conllevaba el aniquilamiento del Sr. Vidal-Quadras, así como la cesión de mayores competencias a Cataluña, con mayores trasferencias financieras, por supuesto; pero todo era  por el deber superior de salvaguardar España. No se vayan ustedes a pensar que sólo era por echar a Felipe, no; las miras de este “hombre de estado” van mucho más allá de los pupitres de su clase; aunque no lo parezca.



Quizás deberíamos volver a nuestra malvada memoria selectiva y recordarles quién fue el hombre escogido por el dictador Francisco Franco para liquidar las últimas provincias españolas (pues así las consideraban en su Fuero de los Españoles)  y que después fueron entregando al primero que pasaba por allí. El mismo que editaba aquella pamplina de Libro Blanco y que nunca quedó nada claro cuál era su opinión sobre el asunto.





Dice el Partido Popular de Ceuta en un urgente comunicado que: “vuelve a demostrar una vez más que es el partido de Ceuta, defendiéndola de los ataques de aquellos que buscan protagonismo a costa de nuestra degradación”; nuevamente vuelve a apropiarse de conceptos que no le son propios; Ceuta es de sus habitantes, de los ceutíes que cada día luchan por conseguir un futuro que el Partido Popular les niega. Y el único que busca ese protagonismo es este partido, ante la vacuidad de su discurso, sólo busca réditos políticos en las meteduras de pata de otros, pues ideas no tiene ninguna para nosotros.



Y quienes la atacan son los que impiden, por su desidia, su ineptitud o su incapacidad, que nuestra ciudad se desarrolle económica, social o políticamente y que, si tuvieran ese supuesto espíritu patriótico que tanto sueltan por la boca y tanto amor a nuestra ciudad, ya deberían haber abandonado toda responsabilidad de gobierno y haberse marchado a su casa. Que existan los mismos problemas tras veinte años de gobiernos populares demuestra lo poco que defiende este partido a nuestro pueblo y sobre todo a sus ciudadanos.





Dice nuestro ínclito Alcalde que la administración es el músculo de nuestra economía y que debe mantenerla; esta necedad solo puede salir de la cabeza de un decimonónico economista pues es incomprensible que en el siglo XXI se quiera seguir manteniendo una estructura colonial, en la que sólo sea la Administración  la única actividad existente y el resto de la actividad productiva gire a su alrededor. Quizás sí sea ese el concepto de “administración colonial” que deberíamos combatir con todos nuestros medios, no podemos dejar que basen nuestro futuro en una único sector y mucho menos el de las Administraciones Públicas, que la falta de ideas y de ganas de trabajar del Sr. Vivas le obliguen a afianzarse en este sector no significa que sea la única solución posible; existen muchas posibilidades de desarrollo para nuestra ciudad, en ellas la administración debe jugar un papel importante, pero no exclusivo. Tenemos unas fortalezas que nuestro Primer Edil no aprovecha y su inacción provoca que nuestras oportunidades de futuro vayan pasando sin poder aprovecharlas.



Bien haría nuestro Alcalde Perpetuo en dejarse de tanto patrioterismo barato de bandera peleando contra aquello a lo que su inacción nos aboca, y luchar por nuestro futuro creando las bases de un desarrollo económico que nos permita seguir viviendo en nuestra ciudad.


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