miércoles, 12 de marzo de 2008

Ya tenemos Polígono Industrial ¿o no?

El pasado ocho de febrero el Boletín Oficial de la Ciudad publicaba la adjudicación del concurso de “Enajenación de doce fincas resultantes de la parcelación del polígono industrial de Loma Margarita”. Una noticia que ha pasado casi desapercibida para los medios de comunicación del glorioso movimiento popular y totalmente ocultada por el gobierno municipal de ese grandioso gestor que es D. Juan Vivas.

Algo que debería extrañarnos, pues tras siete años de espera para lograr colocar la primera piedra de esa “Política Industrial”, que sería un punto de inflexión de la economía de nuestra ciudad, logrando romper la dependencia que mantiene de las Administraciones Públicas y los servicios. Un acontecimiento que debería considerarse un hito para nuestra sociedad, nuestro gran gestor D. Juan Vivas aconsejado por ese gigantesco gabinete de comunicación que asesora a nuestro primer edil, ha decidido cubrirlo tras un velo de sospechoso silencio. ¿Por qué no ha sido pregonado a los cuatro puntos cardinales el resultado del concurso?

Durante seis años, nuestro Alcalde ha venido contando, a quien quería escucharle, que su “política económica” iba a basarla en tres pilares: el puerto, el turismo y “el desarrollo de una industria ligera con clara vocación exportadora”. Una y otra vez, el Sr. Vivas repetía como un PaPagayo la lección aprendida, que no aprehendida: turismo, puerto e industria exportadora. Cuando por fin se logra ver luz en el túnel del polígono de Loma Margarita, que coloca las infraestructuras necesarias para ese famoso tercer pilar de nuestra depauperada economía se produce el silencio más absoluto. Incluso la prensa del movimiento ha recibido algún tirón de orejas por publicar el Boletín Oficial. ¿Qué ha ocurrido para que uno de los pilares de la salvación de nuestra economía, tan necesitada de puestos de trabajo y de desarrollo de nuevos sectores, haya dejado de serlo? ¿No es extraña tanta ocultación?

Ya en su último discurso de investidura nuestro primer Edil señalaba: “...el gobierno de la Ciudad debe estar implicado en el fomento del empleo y del desarrollo económico, con independencia de que sea o no competente en las mencionadas políticas. A estos efectos, tenemos la intención de emprender las siguientes acciones: el apoyo a proyectos empresariales que tengan por finalidad poner en valor los atractivos de Ceuta como lugar de encuentro y de contacto para el desarrollo de actividades comerciales, turísticas y terciarias en general; plataforma logística en relación con nuestro entorno geográfico; y puerto apto para los tráficos de perfeccionamiento, la náutica deportiva y determinados avituallamientos”.

Después de seis años de una reiteración machacona del “desarrollo de una industria ligera con clara vocación exportadora” desaparece de su política de un plumazo, pero lo que no se esfuma es el polígono industrial de Loma Margarita puesto que servirá para “la puesta en marcha de un centro de formación en oficios de la construcción, que se ubicará en el polígono industrial de Loma Larga, al amparo del convenio suscrito con la Fundación Nacional del sector”. ¿El sector industrial, una de “las patas de la mesa” de la nueva economía del Partido Popular cambiado de un plumazo por la construcción, ahora que se produce un parón en este sector?

Si estas palabras eran pronunciadas por el Sr. Vivas el veinte de junio del año pasado, justo tres meses antes salía a concurso la enajenación del Polígono Industrial de Loma de las Margaritas. Un polígono de unos 31.000 m2, que ha costado sacarlo a concurso seis largos años y no preguntamos cuánto nos ha costado, pero que parecía que iba a poner los cimientos de esa política industrial con la que tanto soñaba nuestro Alcalde.

Un concurso algo extraño, en primer lugar porque tan sólo salen a enajenación una parte de las parcelas, unos 5.520 m2 utilizables, es decir el Ayuntamiento se guarda para sus “compromisos” el resto del polígono industrial, ¿cuáles son esas obligaciones? ¿cuáles son esos proyectos? ¿cuántos puestos de trabajo crearán? ¿cuál es el nivel de inversión que realizarán? Y sobre todo ¿quiénes son los agraciados? ¿Es todo el resto del Polígono Industrial para una fundación de la construcción?

En segundo lugar, las parcelas se agrupan en siete lotes: dos, de tres naves; uno, de dos naves; y cuatro, de una sola nave. ¿cuáles son las razones que llevan a realizar estas agrupaciones? ¿por qué no se hacen doce lotes o seis o cuatro lotes? No me digan que esta forma de asociar las distintas parcelas no es extraña y que desde un punto de vista objetivo deben responder a algún tipo de asignación ya pergeñada.

En tercer lugar, la fecha del concurso, el veinte de marzo del 2.007, justo dos meses antes de las elecciones municipales, pero más curioso todavía es el plazo de presentación de ofertas, veinte días naturales, con la Semana Santa de por medio, el plazo se acababa el nueve de abril. No había otra fecha para que los días hábiles fuesen los menos posibles. El 90% de las empresas que lograron presentar la documentación, tuvieron que subsanar defectos de presentación ¿Es que podrían acudir licitadores no esperados?

No se trata de una simple subasta de los terrenos, si no que se añade una evaluación de los proyectos a implantarse en el Polígono, cuestión plausible si hubiera seguido unos objetivos que centraran la política industrial del gobierno municipal; pero como ésta no existe, da absolutamente igual cuál sea la industria que se establezca. Curiosa cuestión esta de la evaluación de los proyectos, al tratarse de planes industriales, donde es de suponer que el mayor coste es el de la inversión y lo que no se debe desear es la creación de puestos de trabajo, se aprecia mucho más la inversión, que la creación de empleo, así se puede llegar hasta un máximo de 50 puntos por valor de la inversión y sólo 30 puntos por creación de empleo; ¿tan difícil es calificar mejor aquellas propuestas que impulsen los sectores industriales que desea potenciar el Ayuntamiento? Sería fácil si existiera ese objetivo de “desarrollo de una industria ligera con clara capacidad exportadora”; pero ese es el problema, no existe ningún tipo de política industrial que favorecer.

Ni tampoco se apoya realmente la igualdad de oportunidades hacia colectivos de difícil integración ( tan sólo diez puntos si se supera el 10% de la plantilla con personas minusválidas o si el número de contratados fijos es igual el de hombres que el de mujeres), cuando se podrían haber realizado tablas de escalado que permitieran obtener una mayor puntuación por la contratación de este tipo de personas, beneficiando la incorporación de estos colectivos al empleo.

Y tras diez meses de sesudas deliberaciones, se produce la adjudicación: por fin nuestra ciudad lograría desplegar un nuevo sector económico que abriera posibilidades a un desarrollo sostenible en el que se ampliaran las oportunidades de nuestros hijos a la hora de encontrar un empleo, que consiguiéramos diversificar las fuentes de riqueza de nuestra ciudad, uno de los famosos pilares que nuestro gran gestor D. Juan Vivas marcó durante seis años de esa nueva economía ceutí, de ese paraíso en la tierra que nos prometió el Partido Popular. Y los agraciados son:

Lote 1: tres naves Ceuta Alimenta
Lote 2: tres naves Luca Guetti
Lote 3: dos naves Construcciones Jomasa
Lote 4: una nave Interiores Ceuta
Lote 5: una nave Ecoceuta S.L.
Lote 6: una nave Mohamed Hamed Ayad
Lote 7: una nave Noor y Mohamed S.L.


Uno no esperaba que se incorporaran grandes industrias que fueran a crear unos cuantos miles de puestos de trabajo, pero sí que se hubieran buscado un cierto número de nuevas inversiones que permitieran abrir un nuevo camino a nuestra sociedad, el Partido Popular ha preferido acabar con su proyecto industrial antes de empezar; para qué se va a esforzar uno en buscar empresas de fabricación de motores (1.000 puestos de trabajo), de energías alternativas (350 empleos), de producción y distribución de mobiliario (450 empleos), de producción textil(250 empleos), era mucho más fácil ir a lo que ya teníamos, para qué vamos a enfadar a los amigos. Una empresa que estaba esperando las naves para poder continuar su producción por falta de creencia en nuestro mercado, otra que tiene las suyas cerradas por sanidad, otra que se dedica a la construcción, otra que se dedica al “almacenamiento y recogida selectiva de aceites usados, pilas, baterías, radiografías material clínico en desuso y todo tipo de materiales y artículos que sean reciclables; la compra y venta de vehículos usados nacionales”. Lo que me extraña es como tuvieron la vergüenza de rechazar algunos proyectos por considerarlos no industriales. ¿Será industrial un sinónimo de amistad y todavía no he caído en la cuenta?

Un polígono industrial que en vez de crear nuevos puestos de trabajo, de crear un nuevo vivero de un sector que rompa la estructura enquistada de nuestra economía y logre abrir nuevas oportunidades a nuestra sociedad, no ha servido mas que para contentar a los que ya estaban. Después nuestro gran gestor D. Juan Vivas nos dirá que su gobierno municipal no tiene las competencias para fomentar el empleo. Lo que no tiene es ni voluntad, ni capacidad para hacerlo. Y con este Polígono Industrial nos lo ha demostrado.

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